Los hologramas son fotografías tridimensionales creadas mediante la interferencia de un haz de luz de referencia y la luz reflejada por un objeto, lo que produce una imagen que parece suspendida en el espacio y cambia de perspectiva según la posición del observador. Actualmente se usan hologramas en exposiciones, publicaciones y objetos promocionales, aunque su tamaño está limitado al del medio de grabación. En el futuro podrían usarse para fotografías, televisión y lectura holográficas.
1. Hologramas
Un holograma es una fotografía hecha con luz láser e impresa en una placa o una
película sensible que tiene la peculiaridad de producir los objetos en relieve. La imagen
parece suspendida en el espacio. Y si mueves el holograma, ves la imagen desde una
perspectiva diferente, igual que ocurre cuando te mueves delante de un objeto real.
Tan convincentes son que parece que se pueden coger con la mano
Los hologramas son imágenes tridimensionales obtenidas mediante la interferencia
generada por un haz de luz llamado de referencia y la luz reflejada por el objeto que se
quiere holografiar sobre una placa o emulsión sensible. Estos haces luminosos se
mezclan y se conducen hacia la película, donde se graba el diagrama de interferencia
producido por ambos. Una vez revelada, la captación resultante es una imagen
tridimensional que varía de perspectiva según el punto de vista del observador. Para
crear dos o más hologramas de distintos objetos sobre una sola placa, se recurre a la
técnica de hologramas múltiples, o de doble canal, en los que la imagen cambia
cuando se observa desde distintos puntos de vista. Esto se consigue variando el
ángulo que forman el haz de referencia y la placa en sucesivas exposiciones. Para que
las imágenes no se solapen, la diferencia de ángulos de los haces de referencia deben
ser grandes.
CÓMO FUNCIONA EL HOLOGRAMA
Las cosas se ven porque "reflejan" la luz hacia los ojos, que la detectan. El realismo del
holograma se debe a que constituye un registro exacto de las ondas luminosas
reflejadas por el objeto. Cuando la imagen se reconstruye, refleja la luz exactamente
igual que el objeto original, lo que da al holograma una sensación muy convincente de
realidad. La luz procedente del holograma que perciben los ojos es la misma que la que
percibirían ante el objeto real.
APLICACIONES DE LA HOLOGRAFÍA
La holografía se encuentra ahora en una fase similar a la de la fotografía en torno a
1900. No sería raro que en la próxima década pudieses hacer instantáneas
holográficas, leer revistas holográficas y ver por televisión imágenes en relieve. Por el
momento ya puedes ver hologramas en galerías y exposiciones y compararlos en
forma de carteles, o de bisutería y hasta verlos impresos en libros y revistas. Una
limitación de la holografía es que la imagen siempre es de tamaño natural; por tanto,
es imposible reproducir por este procedimiento objetos mayores que la mayor de las
placas (alrededor de un metro cuadrado).
Un holograma puede ser un anuncio muy llamativo; mediante un proceso especial,
pueden imprimirse hologramas en plástico plateado. Se usan para hacer cubiertas de
libros y discos y hasta para envolver caramelos. Los hologramas impresos no son tan
nítidos como los originales.