Este documento sugiere que a medida que las mujeres envejecen, tienden a ganar peso debido a la acumulación de información en sus cerebros. La información eventualmente se distribuye por todo el cuerpo en lugar de caber en la cabeza. Por lo tanto, las mujeres no están gordas, sino que están cultas. El documento luego enumera varias razones por las cuales las mujeres son perfectas y concluye instando a compartir el mensaje con otras mujeres perfectas y hombres que puedan reconocer su perfección.
1. A medida que envejecemos, las mujeres
ganamos peso. Esto ocurre porque acumulamos
mucha información en nuestra cabeza.
Click
2. Pero claro, llega un punto en que tanta información no cabe
en nuestra cabecita. Así que esta información acumulada
empieza a distribuirse por todo el cuerpo. Y ahora lo
entiendo todo….
3. No me sobran kilos!!
No estoy gorda!!
Soy culta!!
MUY culta!!
5. Estamos en el siglo de las Mujeres Endemoniadamente Guapas , Listas
y Elegantes, así que por favor envía este mensaje a alguien que creas que
encaja en esta descripción.
Me lo puedes volver a enviar
a mí aunque lo haya recibido
y ya sepa que soy estupenda.
Y no olvidemos este lema de
vida:
6. La vida NO debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de
llegar con buena salud y con un cuerpo atractivo y bien cuidado, sino
más bien deslizarse en ella, con chocolate en una mano, vino en la
otra, el cuerpo hecho polvo, totalmente desgastado y gritando…..
¡¡¡Waoooo … que
paseo!!!
8. Siempre sabemos que nuestro hijo es nuestro.
-Tenemos prioridad en los
naufragios.
-No pagamos la cuenta.
9. Somos los primeros rehenes en ser liberados.
-Si somos traicionadas,
somos víctimas.
-Si traicionamos, ellos
son los cornudos.
10. Podemos dormir con una amiga sin ser
llamadas homosexuales.
-Podemos prestar atención
a varias cosas a la vez.
11. Mujer de embajador, es embajadora;
marido de embajadora, quién es?
-Mujer de presidente es la
primera dama; marido de la
presidenta, quién es?
Mujer de rey es reina;
marido de reina, ¿quién es?
por mucho se le dá el título
de príncipe consorte.
12. Si decidimos hacer trabajos de hombres,
somos pioneras;
Si un hombre decide
hacer trabajos femeninos,
es maricón.