1. PERDONA A TU PUEBLO OH DIOS MÍO
Perdona a tu pueblo, Señor, Perdón, oh Dios mío,
perdona a tu pueblo, perdónanos, Señor. perdón e indulgencia,
perdón y clemencia,
No estés eternamente enojado, (2) perdón y piedad.
perdónanos, Señor.
Por tu poder y amor inefable,
UN MANDAMIENTO NUEVO
por tu misericordia entrañable,
perdónanos, Señor.
Un mandamiento nuevo nos dio el Señor,
Somos el pueblo que has elegido que nos amáramos todos como Él nos amó.
y con tu sangre lo has redimido,
perdónanos, Señor. La señal de los cristianos
es amarse como hermanos.
Desde la Cruz nos diste a tu Madre,
vuélvenos al brazo del Padre, Donde hay caridad y amor,
perdónanos, Señor. Cristo está, y está la Iglesia.
Acercaos, hermanos todos,
ALMA MÍA, RECOBRA TU CALMA que es Dios mismo quien invita.
Alma mía, recobra tu calma Dios perdona nuestras culpas,
que el Señor fue bueno contigo; y a su mesa nos invita.
alma mía, recobra tu calma
que el Señor escucha tu voz. Perdonemos al hermano
como Cristo nos perdona.
Amo al Señor porque escucha
mi voz suplicante, Cristo, luz, verdad y vida,
porque inclina su oído hacia mí al perdón y amor invita.
el día que lo invoco.
2. DÉJAME, SEÑOR, PONER PADRE, A TI ENCOMIENDO MI VIDA
Déjame, Señor, poner sobre tus huellas mis pies. (2) Padre, a Ti encomiendo mi vida. (2)
Porque en el camino yo me voy cansando Estoy solo en mi tristeza, Padre,
y hacerlo cantando alivia mi afán. y ya no tengo cobijo, Padre,
pero me pongo en tus manos, Padre,
A tu mismo paso, con el mismo vaso y no seré confundido.
de tu mismo vino y con el mismo pan.
Porque si tengo hambre, Señor, comeré
de tu pan, de tu vino, Señor, beberé; DOLOROSA
y si al final yo me canso y te nombro
acercas el hombro y me llevas sobre él. Dolorosa, de pie junto a la cruz,
Tú soportas mi carga ligera, tú conoces nuestras penas,
mi cruz de madera y mi vaso de hiel. penas de un pueblo que sufre,
tú conoces nuestras penas
penas de un pueblo que sufre!
DANOS UN CORAZÓN
Dolor de los cuerpos que sufren enfermos,
Danos un corazón grande para amar. el hambre de gentes que no tienen pan,
Danos un corazón fuerte para luchar. silencio de aquellos que callan por miedo,
la pena del triste que está en soledad.
Hombres nuevos, creadores de la historia,
constructores de la nueva humanidad.
Hombres nuevos que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.
3. A LA HORA DE NONA PUEBLO MÍO
Por nuestro amor murió el Señor, Pueblo mío, que te he hecho,
en la cruz murió el Señor. en que te he ofendido, respóndeme. (2)
Él nos mandó dar la vida
como hermanos en señal de amor. Yo te saque de Egipto
y por cuarenta años te guie en el desierto,
Planearon su muerte en silencio; tú hiciste una cruz para tu Salvador.
asustaron con gritos al pueblo
y en un leño colgaron su cuerpo Yo te libré del mar,
a la hora de nona, te di a beber el agua que manaba de la roca,
a la hora de nona el Señor, tú hiciste una cruz para tu Salvador.
el Señor murió.
El Señor murió.
TU CRUZ ADORAMOS, SEÑOR
Es la hora de nona en mi pueblo,
las sirenas de alarma han sonado, Tu cruz adoramos, Señor,
y mi pueblo se queda dormido, y tu santa Resurrección
y mi hermano llora, alabamos y glorificamos.
y mi hermano muere, Por el madero ha venido la alegría
y el clamor de su voz no nos duele, al mundo entero. (2)
y mi hermano muere.
Árbol único en nobleza,
Es la hora de nona en la tierra, de donde brota la vida.
es la hora del hambre y la muerte, Bajo tus brazos, reunida,
es la hora del odio y la guerra, te adora la cristiandad
es la hora de nona postrada y agradecida.
cuando sufre mi pueblo,
cuando crece el dolor y el engaño,
cuando falta el amor.
4. Cristo por nosotros se sometió OS DOY UN MANDATO NUEVO
incluso a la muerte y una muerte de cruz,
por eso Dios lo levantó sobre todo Os doy un mandato nuevo: (2)
y le concedió el nombre Que os améis mutuamente
sobre todo nombre. como yo os he amado, dice el Señor. (2)
Victoria, tu reinarás, La señal por la que el mundo
oh Cruz, tú nos salvarás. distinguirá a los cristianos
ha de ser si nos amamos
El Verbo en Ti clavado, como Cristo nos amó. (2)
muriendo nos rescató;
de Ti, madero santo, Si el Señor, vuestro Maestro,
nos viene la Redención. os ha lavado los pies,
sus discípulos seréis
Extiende por el mundo, siguiendo su mismo ejemplo. (2)
tu reino de salvación,
oh Cruz, fecunda fuente
de vida y bendición. OH DIOS, ¿POR QUÉ NOS HAS ABANDONADO?
Impere sobre el odio Oh Dios, ¿por qué nos has abandonado? (2)
tu reino de caridad,
alcancen las naciones Al vernos nos maltratan,
el gozo de la unidad. gritan a nuestro lado:
“Si esperaron en Dios
La gloria por los siglos que Él los ponga a salvo”.
a Cristo libertador.
Su Cruz nos lleve al Cielo,
la tierra de promisión.
5. ERES MADRE DOLOROSA He causado, Madre Santa,
tu dolor y el de tu Hijo;
Eres, Madre Dolorosa, me confieso pecador.
roca firme junto al Hijo Quiero amarle en mis hermanos
que se entrega por amor. y servir hasta la muerte
Fruto excelso levantado, a Jesús, mi Redentor.
en el árbol nos redime,
traspasado de dolor. Nuevos Hijos condenados,
despreciados, perseguidos,
Madre llena de amargura, dan la mida en esa cruz.
ojos de mirar el llanto Si clamé por su condena,
con que llora el corazón. quiero compartir con ellos
Los que clavan a tu Hijo los dolores de Jesús.
han clavado en ti primero
una espada de aflicción. ¡Oh cruz, única esperanza,
donde Dios salva a los hombres
Oh dolor, que tanto hieres, llenos de debilidad!
hiere entero y dame vida, ¡Árbol de copiosos frutos,
ponle fin a mi dolor. donde nace a nueva vida
Pues ya duerme el Hijo amado, una nueva Humanidad!
sólo quiero darle alcance,
fruto sazonado en flor. Madre santa dolorosa,
que la sangre de tu Hijo
Ved su cuerpo destrozado, nos alcance su perdón.
vedme a solas con mi pena grande, Que el fluir de su costado
como nadie vio. nos devuelva la esperanza,
He perdido mi camino, nos renueve el corazón.
se han llevado a mi tesoro,
sol que en sombras se ocultó.