2. Durante siglos, muchos de los más extravagantes e intrépidos espectáculos
del mundo se celebraron en el Coliseo. En la actualidad, del anfiteatro sólo
quedan las ruinas del glorioso pasado de Roma. De hecho, el edificio se
conserva increíblemente intacto si se tienen en cuenta todos los avatares
que ha sufrido a lo largo de la historia. En el año 217 d.C., fue alcanzado
por un rayo que provocó un incendio que destruyó muchas de las estatuas
que una vez adornaron sus arcos. No hay documentos que certifiquen que
hubiese contiendas de gladiadores en el Coliseo después del año
443, aunque las cacerías de animales duraron al menos hasta el 523.
Durante los siglos posteriores, el anfiteatro albergó viviendas, talleres y
hasta un cementerio. Hacia mediados del siglo XIV el lado sur se hundió y
sus piedras se utilizaron para construir
iglesias, hospitales, carreteras, puentes y palacios.
3. El Coliseo se usaba para peleas de gladiadores así como
una gran variedad de eventos. Los
espectáculos, llamados munera, siempre eran
patrocinados por ciudadanos en vez de por el Estado.
Tenían un fuerte elemento religioso pero también eran
una demostración de poder e influencia familiar, y
resultaron ser increíblemente populares en la plebe. Otro
espectáculo popular era la caza de animales, o venatio.
En ella se usaban una gran variedad de bestias
salvajes, la mayoría importadas de África, e incluían
rinocerontes, hipopótamos, elefantes, jirafas, leones, pan
teras, leopardos, cocodrilos y avestruces. Las batallas y
la caza se representaban en escenarios con árboles y
edificios movibles. Estos eventos se celebraban a veces
a una gran escala; se dice que Trajano celebró sus
victorias en Dacia en el 107 con juegos que incluyeron a
11.000 animales y 10.000 gladiadores, desarrollándose
durante 123 días.
4. El Coliseo es la mayor atracción turística de
Roma y miles de turistas pagan cada año por
entrar y ver la arena. En él está ubicado un
museo dedicado al dios griego Eros, en el
piso superior del edificio. Parte del suelo de la
arena ha sido reconstruido.
Uno de los usos actuales del Coliseo, es la
procesión del Vía Crucis, presidido por el
Papa, realizado cada Viernes Santo.