1. LOS INCENDIOS Y LA CONTAMINACION AMBIENTAL
El mundo esta expuesto a diversos desastres y peligros producidos por
fenómenos naturales, tecnológicos o inducidos por la actividad del hombre.
Estos Desastres que ocasionan pérdidas de vidas humanas, perdidas
materiales, económicas, sociales, culturales, de infraestructura, etc., pueden
ser entre otros los incendios urbanos y forestales, terremotos, derrumbes,
derrames, huaycos, aluviones, sifones, maremotos, heladas, etc., muchas
veces catastróficos para el ecosistema y depende de su complejidad y
naturaleza para que produzcan de alguna manera, una menor o mayor
contaminación ambiental.
Los incendios pueden iniciarse por fallas en las instalaciones eléctricas o de
combustión, accidentes caseros o industriales u otras fuentes de fuego, y
puede propagarse rápidamente sobre todo, si no se han tenido en cuenta las
normas de seguridad.
En cuanto a los incendios forestales, el daño ecológico es enorme, púes
afecta las formaciones boscosas o tierras forestales.
Las plantaciones forestales generan servicios ambientales, como la fijación
de carbono, la regulación del régimen hídrico, la protección del suelo y la
conservación de la diversidad biológica entre otros.
Los incendios también son contaminantes, incrementan las emisiones de
dióxido de carbono y disminuyen el oxigeno.
Es enorme la contaminación que provocan los incendios, pues vierten
rápidamente una gran cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
Según los expertos si este, es de enormes proporciones, la contaminación
del aire, puede compararse a la contaminación que provoca el transporte
motorizado en la atmósfera, correspondiente a un porcentaje considerable
de un año, o a un porcentaje de la emisión generada por la quema de
combustibles fósiles de un año, así mismo los incendios contribuyen con
el incremento de los gases de efecto invernadero.
El humo causado por los incendios puede producir la muerte por inhalación
de humo o por quemaduras graves, causando además molestias
respiratorias y oculares, afectando sobre todo la salud pública y a las
personas con enfermedades bronquiales, pulmonares y cardiacas.
2. Los químicos tóxicos, provenientes del incendio que se mezclan con el
humo, forman una mezcla tóxica muy dañina, de ahí, que es necesario que
se evalué, las posibles consecuencias del incendio.
Una de las acciones que se lleva a cabo en estos casos, es el monitoreo de
la calidad del aire, en los alrededores del lugar del siniestro, con la
finalidad de conocer los niveles de contaminación y descartar la presencia
de gases tóxicos.
Así mismo, a los habitantes de las zonas siniestradas y que corren el peligro
de inhalar las partículas, se les aconseja permanecer en sus casas y sobre
todo los niños y a las personas delicadas con dolencias cardíacas y
pulmonares se les orienta en caso lo requieran.
En el Perú, la entidad encargada es el Ministerio de Salud a través de la
Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) y de comprobarse la
contaminación se procede con la denuncia respectiva ante las autoridades
competentes y se aplican las sanciones que correspondan.
Por su parte los bomberos, cuya función, es el de coordinar el control del
fuego en este caso, desarrollan un papel muy importante.
Para prevenir los incendios, combatir sus efectos y mitigar los impactos
negativos que pudieran causar, es necesario desarrollar una cultura de
prevención con la participación de las autoridades y de la población en
general.
Defensa Civil nos proporciona algunas acciones para evitar los incendios
como:
- No sobrecargar los circuitos eléctricos y no hacer demasiadas conexiones
en contactos múltiples
- No sustituir fusibles por alambres y no usar cables o cordones eléctricos
dañados o parchados
- Al salir de casa o del trabajo, revisar que los aparatos eléctricos estén
apagados o desconectados
- Si sales de viaje, bajar las llaves del gas y de la luz.
- No almacenar inadecuadamente productos inflamables
3. - Mantener fuera del alcance de los niños, todo material inflamable, velas,
cerillas, encendedores entre otros.
- Nunca dejar a los niños solos en casa y menos con velas o lamparines
encendidos.