1. La educación de los hijos
“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se
apartará de él.” (Prov. 22:6)
El siguiente articulo tiene la finalidad de explicar ¿Cuál es la
importancia de la formación educativa de los hijos?, ¿cómo debemos
formarlos o educarlos?, ¿qué papel asumimos los padres en la
instrucción de los hijos?, y sobre todo ¿qué dice la palabra de Dios
acerca de este tema? Se pretende hacer un análisis comparativo y
reflexivo con respecto a la educación impartida en escuelas
dependientes del gobierno y la educación ejercida en el hogar. Este no
es un documento de análisis científico, en donde mostraremos gráficas
o la opinión de la gente, nosotros creemos que por sobre toda opinión
pública o comentario personal está la Palabra de Dios. Sí usted no está
en ese mismo sentir, no tendrá ningún provecho que continúe leyendo
este escrito.
Hasta estos días conocemos cuál es la Voluntad agradable de nuestro
creador y queremos obedecerle; también conocemos muy bien el
sistema educativo del país donde actualmente residimos, de hecho
hemos trabajado como profesores en escuelas primarias dependientes
de gobierno (antes de conocer la Sana Doctrina) y actualmente en
escuelas del sistema privado (desligado en gran manera del gobierno en
cuestiones de prestaciones y salarios seguros para toda la vida, pero
igualmente dependiente en contenidos académicos) creemos que eso es
suficiente para mostrar tomando en cuenta nuestra experiencia, la
importancia que tiene el formar a nuestros hijos conforme a los
estatutos del Señor. Mi esposa y yo tenemos 3 hijos, seguimos a Cristo
poniendo en práctica Sus sencillas enseñanzas y queremos mostrarte
porque hemos decidido educar a nuestros hijos en casa.
Siguiendo paradigmas
Sabemos muy bien que este no es un tema simple, estamos de acuerdo
en que es un poco complicado hablar acerca de la educación de
nuestros hijos, creemos que la mayoría de los padres de familia,
2. independientemente de su posición social, se preocupan por la
formación de sus hijos. Sin embargo, queremos mostrar que la
educación impartida en escuelas públicas o privadas, no es la adecuada
para los niños, esto como ya mencionamos, con base en la Palabra de
Dios.
Las personas siguen paradigmas (ejemplos o modelos a seguir)
generación tras generación, los hijos van por los mismos caminos de
sus padres, imitando formas de comportarse, formas de ser, modismos
al hablar, maneras de expresarse, convicciones, y formas de educar a
las siguientes generaciones; lo más común que vemos es que así como
los padres mandaron a sus hijos al colegio, de igual manera los hijos
mandarán a sus descendientes al colegio (público o privado según sus
posibilidades económicas). Incluso se han creado fondos bancarios
para asegurar que los hijos estudien una carrera universitaria a futuro y
si esto no es posible, entonces buscan obtener becas que el gobierno en
conjunto con instituciones o algunas empresas otorga a alumnos
sobresalientes, de escasos recursos pero con buenas notas o
calificaciones. Pero sí ponemos atención, los padres de familia sólo
están viendo cuestiones materiales: dinero, calificaciones, útiles
escolares, uniformes, conocimiento científico, información transmitida
a través del docente o de libros de texto, y están perdiendo de vista las
cosas espirituales. La cosas de Dios no pueden esperar, ni siquiera por
8 horas, que es el máximo de tiempo promedio que un niño permanece
en la escuela; las cosa de Dios deben perdurar en todo en todo
momento en nuestros hijos (de ellos es el Reino), así que sí usted
manda a sus hijos a la escuela y cree que porque en su casa leen la
Biblia y hablan acerca de Dios no va a pasar nada malo, tome en cuenta
lo siguiente:
Primeramente usted está quitando tiempo muy valioso a sus hijos en
cuento a la instrucción de la Palabra verdadera, está desligándose de la
responsabilidad de educar y enseñar a sus hijos aunque sea por unas
horas, y lo peor, está poniendo a su hijo o hija en manos de un
académico que seguramente no está en el mismo sentir que usted.
“Pero es que es importante que mis hijos estudien y aprendan para que
3. no sean neófitos, ignorantes, indoctos, etc.” Podrá decir. Bueno, si
usted está buscando a Cristo y quiere seguirle, se dará cuenta de que
para Él no es un requisito el ser personas estudiadas que reciban
educación de un sistema gubernamental manipulador de mentes a
través de mensajes indirectos, y que lo único que importa para Jesús,
es que le obedezcamos, confiando en que poner en práctica sus
sencillas enseñanzas será suficiente para vivir día en día en este
mundo, en el que por cierto estamos de paso. Por supuesto, eso no
quiere decir que no debemos aprender a leer, escribir, hacer cuentas,
saber acerca de ciencia y tecnología; pero queremos decirle que usted
como padre o madre pueden enseñar estas cosas a sus hijos.
Antes de conocer a Dios, mi esposa y yo estudiamos en la universidad
la licenciatura en pedagogía, allí aprendimos entre otras cosas, la
manera en la que se aplica la didáctica en los niños, y podemos
asegurar sin lugar a duda que no se necesita ser un experto en materia
educativa para iniciar a los niños cuestiones tan básicas y que hay
métodos muy sencillos para enseñarles. También aprendimos a los
largo de la carrera, acerca de los objetivos de los tantos sistemas
educativos en el mundo y ninguna busca enseñar la verdad acerca de
Dios, todo tiene que ver con el hombre y su papel en la sociedad,
enfocándose en el buen funcionamiento de las estructuras
socioeconómicas, para mantener todo bajo control, una cuestión
meramente empresarial (esto por supuesto no te lo dicen los libros de
texto gratuitos) ¿deseamos que nuestros hijos sean parte de ese
sistema?, ¿un engranaje más de esa máquina?, ¿queremos que nuestros
hijos estudien una carrera, poniendo en riesgo su alma?, ¿anhelamos
que nuestros hijos sean esclavos de este siglo, en vez de iluminarlos en
la verdad y que de esa manera sean libres de este mundo engañador?,
¿estamos llevando a nuestro hijos por el buen camino o los estamos
encaminando a una trampa mortal?
Qué dice la palabra de Dios acerca de los hijos
“Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que
guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que
4. haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”.
(Génesis 18:19)
Dios confiaba en que Abraham mandaría a sus hijos y a todos los de su
casa a que guardaran (obedecieran) el camino del Señor. Abraham
sabía que tenía una gran responsabilidad con su hijo Isaac, él sabía
cuán importante era obedecer a Dios en todo y por ende, veía la
necesidad de enseñar a su hijo el mismo camino. ¿Confía Dios en que
mandaremos a nuestros hijos a ir por Sus sendas?
“Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los
hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.”
(Éxodo 13:2)
Tus hijos son de Dios, Él los creó, pertenecen a Él y Su Reino celestial
es de ellos. Es obligación de los padres consagrar, esto es ponerlos al
servicio, de Dios. Ese es el objetivo con el que fuimos creados, servir al
Creador; los padres jugamos un papel importantísimo al enseñar a
nuestros hijos el temor del Señor, de nadie más es la responsabilidad
de mostrarles quien es Dios y lo que Él quiere que hagamos.
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”
(Deuteronomio 6:6-7)
Según este pasaje es en “todo momento” que debemos enseñar la
Palabra a nuestros hijos, en casa y fuera de casa, desde que se
despiertan hasta que se duermen. Debemos estar al pendiente de
nuestros hijos en todo momento (aunque suene exagerado) no debe
haber lapsos de tiempo (cortos o largos) en que los hijos en su niñez no
dependan de la instrucción de sus padres acerca de Dios, excepto claro
cuando están durmiendo.
“E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a
la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu
sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a
5. Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.”
(1 Samuel 1:11)
Es una gran bendición cuando Dios nos da la oportunidad de criar a un
hijo y es necesario tomar muy en serio el ejemplo de “Ana” cuando dice
que “dedicará su hijo a Dios todos los días de su vida”. Sí no cultivamos
tal oportunidad tan grande que se nos otorga de formar siervos para el
Señor en este momento, ahora mismo; después será demasiado tarde,
sí no estamos aprovechando todo tiempo oportuno para entrenarlos y
prepararlos para vivir conforme a la divina voluntad, en un futuro
cercano lo lamentaremos. Recuerda que vamos a dar cuentas a Dios de
las almas de nuestros hijos: qué es lo que hicimos con ellos, cómo los
educamos, qué les dimos, etc.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni
estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha
sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley
medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes
de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que
hace, prosperará.” (Salmos 1:1-3)
Un árbol que crece cerca de un río está muy firme y su aspecto es
imponente, sus raíces están bien fortalecidas, sin importar la estación
de año se mantiene resistente, muy difícilmente se enfermará, sus
colores vivos lo diferencian del árbol que está en medio del campo
entre tanta maleza.
Como profesor me doy cuenta a diario del comportamiento de los
alumnos en clase. Los niños reflejan en el aula, la educación que
reciben en casa y todos sus hábitos. Algunos niños muestran buenos
hábitos, al comer, al hablar y al relacionarse con los demás
compañeros, son muy responsables en el cumplimiento de sus deberes;
otros muestran malos hábitos alimenticios, maldicen y se dedican a
molestar a sus compañeros, nunca cumplen con sus tareas. Soy testigo
sobre de como un niño con buenos hábitos que ha recibido en casa, es
contagiado por sus compañeros faltos de buenos modales. No es de
sorprenderse, porque un niño se levanta a las 6 o 7 am para entrar al
6. colegio a las 8 am, es hasta la 1 o 2 pm que el niño sale de la institución
educativa donde “estudia” (estuvo 6 horas allí) después llegando a casa
después de la hora de la comida tiene que dedicar tiempo a la
realización de las tareas asignadas por el profesor (por lo menos 2 o 3
horas9 llevamos ya 9 horas aproximadamente que el niño dedica
tiempo a las cosas de la escuela (sin mencionar que a veces hay trabajos
en equipos extraescolares, en donde la mayoría del tiempo hacen todo
menos trabajar) contando la hora de la comida son ya las 6 pm, en este
momento algunos padres de familia dejan que sus hijos salgan a jugar a
la calle, vean televisión, asistan a algunas clase particular, o tal vez
realicen un devocional familiar, por lo menos se dedican 2 horas a estas
actividades. Son las 8 pm, se aproxima la hora de cenar, bañarse y
después a dormir. 4 horas son las que tuvo usted contacto con sus
hijos, las demás ellos las realizaron solos.
Los hijos son de gran estima para Dios, son el fruto del amor (Salmos
127:3-5) somos bendecidos cuando dedicamos tiempo a ellos, ¿Usted
cree que Dios no nos dedica todo tiempo?, ¿Acaso hay momentos en
que Dios no está al pendiente de nosotros y nuestras necesidades? Dice
la Santa Escritura también en Salmos 144:12 que: Salmos 144:12 “Sean
nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, Nuestras hijas
como esquinas labradas como las de un palacio;”… Sí nosotros
dejamos que nuestros hijos hagan tantas cosas por sí mismos a tan
temprana edad, todo se saldrá de control, una planta del jardín necesita
ser cuidada para que crezca sana y libre de maleza, nosotros tenemos
que quitar esa mala hierba que la invade, si usted la descuida por algún
tiempo ¿Cómo encontrará a su planta? Una construcción no se labra
sola, es la mano de un ser que la trabaja y la perfecciona, dándole
mantenimiento continuo. Sí a un edificio no se le da mantenimiento
seguido, después de un tiempo ¿Cuál será el aspecto de dicha
construcción?
¿Cree usted que 4 o 5 horas bastan para enseñar a sus hijos el temor del
Señor, a guardar su lengua del mal, de hablar engaño, a apartarse del
mal y hacer el bien? (Salmos 34:11-15)
7. “Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad
en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El
Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no
faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos
de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.” (Isaías 59:2021)
Debemos asegurarnos que no falte la Palabra de Dios en la boca de
nuestros hijos y que su hablar sea para la gloria del Señor, por cierto,
eso no le agrada a mucha gente, sí usted le habla de Dios a sus hijos y
los manda al colegio, es muy posible que el niño o la niña hable de Dios
a sus compañeros; sin embargo, será demasiada presión para él, no
olvidemos que la esencia de una persona en su niñez es la imitación y
relacionándose con los demás busca aceptación, a esa edad, es decir en
la infancia el ser humano no soporta el rechazo y por esa razón, en dada
situación buscará la manera de ser aceptado por otros. Sí el niño es
rechazado por su comportamiento basado en las enseñanzas de Dios,
su falta de madurez e instrucción lo llevará a imitar a sus compañeros
en sus comportamientos mundanos para de esa manera ser aceptado
por ellos.
Muchos critican a la educación que se imparte en el hogar,
argumentando que los padres están quitando a los hijos la oportunidad
de ser sociables con otros niños; y en efecto, cuando en algunas
ocasiones estamos en lugares donde hay más niños, a los nuestros les
es difícil convivir con los demás, pero esa es también nuestra tarea,
debemos esforzarnos en enseñar a nuestros hijos la manera en que
deben interactuar con sus semejantes. Instruyéndoles también en que
deseamos guardarlos de que sean contaminados por otros niños que no
están siendo llevados por los caminos de Dios, y que eso en ninguna
manera significa que no pueden tener contacto con esos niños cuando
haya oportunidad. Sí dejamos que nuestros hijos experimenten por sí
mismos cómo convivir con los demás en las actividades cotidianas y los
colegios, el resultado se inclina a una rebeldía total a la autoridad de los
padres, y a la oposición a una obediencia voluntaria (y con buena
actitud). El mundo enseña a los pequeños que no es importante
8. obedecer e inculca a los infantes la necesidad de ser seres autónomos
que no dependan de nadie.
Cuando nuestros hijos crezcan podrán hacer actividades ellos solos,
pero antes de eso, debemos asegurarnos que estén bien instruidos en
los principios de Dios.
En Eclesiastés 8:11 se habla acerca de cómo es que los hijos están
propensos a entregar sus corazones al mal. ¿Cuál es el ejemplo que
tienen nuestros hijos en las escuelas?: mal comportamiento, groserías,
malas palabras, profesores irresponsables, mentiras, conductismo
(negociando las buenas actitudes), vestido indecente de profesoras y
alumnas, malos consejos, violencia física y emocional, materialismo. Es
realmente terrible, saber que tu hijo es propenso al mal y que lo
entregues tú mismo a la maldad, como si una persona fuera propensa a
alguna enfermedad y se le expusiera deliberadamente a todo lo que
puede causarle esa enfermedad.
¿Qué se enseña en las escuelas?
Antes de empezar el ciclo escolar, a los profesores se nos imparte un
taller en donde se explican los contenidos académicos para la
enseñanza y sus principales objetivos. “Hacer competentes a los
alumnos” entendiéndose que una competencia es un saber hacer con
habilidad y conocimiento, ser competentes para realizar una tarea
específica, estando consientes del cómo se realiza dicha tarea y el por
qué.
Se pretende instalar escuelas de tiempo completo en donde los
alumnos recibirán los conocimientos de las materias básicas,
desayunarán allí y recibirán sus alimentos a la hora de la comida,
después se asignaran las materias complementarias de arte y
tecnologías, al final los alumnos tendrán un espacio para realizar las
tareas que los mismos profesores les asignaron.
El objetivo es optimizar la calidad educativa, atacando la deserción
escolar, y mejorar los aprendizajes en cuanto a lectura, escritura y
matemáticas. Y a futuro, se espera lograr que cada alumno tenga una
9. computadora portátil para recibir sus clases en la escuela, sustituyendo
a los útiles escolares. Otros proyectos se enfocan en el desempeño de
los docentes y los supervisores, todo para garantizar el derecho y acceso
a la educación en el país.
El contenido de los libros es teórico, muy falto de actividades prácticas.
Un ejemplo son los libros de primer grado, están llenos de letras
cuando los alumnos de esa edad no saben o apenas están aprendiendo
a leer. Los contenidos tienen una base científica muy poco
fundamentada, muchos profesores han expresado que no son aptos
para la enseñanza básica.
El hecho de conocer el sistema y la decisión que hemos tomado de
educar a nuestros hijos en casa nos ha impulsado a transmitir la
importancia de esto. Como seguidores de Cristo hemos tenido que
enfrentar muchas luchas; y con relación al trabajo como profesor y a las
actividades que se realizan dentro de la institución educativa también,
nos hemos mantenido firmes en nuestras convicciones y no participo
en aquello en lo que va en contra de las enseñanzas de Cristo, en
aquello en lo que no estamos de acuerdo con el mundo (casi en todo).
Es importante establecer siempre un fundamento antes de impartir
temas relacionados con el conocimiento científico, a tal grado de
modificar dichos contenidos, acoplándolos a un enfoque reflexivo y
crítico acerca de lo que enseña la ciencia y los fundamentos que utiliza
para respaldar sus conocimientos. Mis alumnos saben cuál es mi
postura ante cuestiones científicas y tecnológicas, saben que pongo a
Dios por sobre todo conocimiento humano. Eso ha traído algunos
conflictos con padres de familia, compañeros de trabajo y autoridades.
He estado dispuesto a buscar otro trabajo sí es necesario. Al pedir
consejo a mis hermanos, uno de ellos me dijo: “Bueno, mantente ahí
siendo luz, mantente firme en la fe, tú no tienes que saber qué hacer
con ellos, más bien, ellos tienen que saber qué hacer contigo” Hasta
ahora Dios ha tenido cuidado y me ha mantenido ahí, y sí es Su
voluntad seguiremos en pie.
Pensemos un momento en la sabiduría, ese conocimiento que no se
obtiene en ninguna universidad, sino en el temor de Dios (Job 28:28),
10. la inteligencia no está en las escuelas, sino en apartarse del mal (Job
28:28) “El conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Prov. 9:10)
Dicen las Santas Escritura a través del Apóstol Pablo “Pero persiste tú
en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has
aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras,
las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en
Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra” (2 Timoteo 3:14-17) La Palabra Verdadera es útil
para enseñar a los hombres y hacerlos perfectos delante de Dios. La
perfección para Dios no tiene que ver con la obtención de
conocimientos científicos, tecnologías, habilidad lectora, memorización
de conocimientos exactos, ni mucho menos con no “cometer errores”.
Sí tan sólo sabes que es lo que Dios pide de ti y lo haces, de esa manera
eres perfecto para Él y andas en la luz. ¿Por qué necesitamos más
conocimiento que ese? Caminando por las sendas de piedad que el
Señor nos muestra a través de practicar Sus estatutos, se nos otorga un
saber mucho más valioso que los creados por humanos, “la sabiduría”
sólo los hombres justos la obtienen. “Cesa a tu hijo de oír las
enseñanzas de mundo que lo hacen divagar de las razones del temor de
Dios, de la sabiduría” (Ver Prov. 19:27) No apartes a tu hijo de los
buenos consejos ni por unas horas, aléjalo más bien de la represión
existente en los sistemas educativos que ponen en riesgo su alma.
¿Qué pensaron los cristianos primitivos acerca de los
estudios y la educación?
A continuación se muestran algunas citas de escritos realizados por
testimonios fieles, que vivieron a las luz de las enseñanzas de Cristo,
estas citas hacen referencia a cómo debe educarse a los hijos. A través
de estos escritos conoceremos la postura de la primera iglesia con
respecto a la educación:
Instruyamos a nuestros jóvenes en la lección del temor de Dios... Que
nuestros hijos sean participantes de la instrucción que es en Cristo; que
11. aprendan que la humildad de corazón prevalece ante Dios, que el amor casto
tiene poder ante Dios, que el temor de Dios es bueno y grande y salva a
todos los que andan en él en pureza de corazón y santidad. Clemente de
Roma (30-100 d.C.)
No dejes de la mano la educación de tu hijo o de tu hija: desde su infancia
enséñales el temor de Dios. Didaché (80-140 d.C.)
Entre nosotros (los cristianos) fácilmente podrán encontrar personas
sencillas, artesanos, que si de palabra no son capaces de mostrar con
razones la utilidad de su religión, muestran con las obras que han hecho una
buena elección. Porque no se dedican a aprender discursos de memoria, sino
que manifiestan buenas acciones: no hieren al que los hiere, no llevan a los
tribunales al que les despoja, dan a todo el que pide y aman al prójimo como
a sí mismos. Atenágoras (175 d.C.)
No estoy acostumbrado a escribir ni domino el arte de hablar; pero
impulsado por el amor, expongo a ti y a los tuyos las doctrinas que hasta
ahora se mantenían ocultas y que por la gracia de Dios ahora salen a la luz
del día: “Nada hay escondido que no se descubra, y nada oculto que no
llegue a saberse.” Ireneo (180 d.C)
Pues es mejor y más provechoso para uno ser ignorante o de poca ciencia, si
se acerca a Dios por el amor hacia su prójimo, que imaginarse saber mucho y
ser erudito en muchas cosas hasta blasfemar de Dios inventando a otro Dios
y Padre. Por eso Pablo exclamó: “La ciencia infla, el amor edifica”… Mejor
que buscar la ciencia es no conocer otra cosa sino a Jesucristo el Hijo de
Dios crucificado por nosotros, en vez de investigar cuestiones sutiles hasta
caer en la impiedad y en la vana palabrería. Ireneo (180 d.C.)
Muchos pueblos bárbaros dan su asentimiento a esta ordenación, y creen en
Cristo, sin papel ni tinta en su corazón tienen escrita la salvación por el
Espíritu Santo, los cuales con cuidado guardan la vieja tradición, creyendo
en un solo Dios… Cuantos sin letras creyeron en esta fe, son bárbaros según
nuestro modo de hablar; pero en cuanto a su juicio, costumbres y modo de
vivir, son sabios en la fe y agradan a Dios, al vivir con toda justicia, castidad
y sabiduría. Ireneo (180 d.C.)
12.
Los herejes piensan más allá de los límites del pensamiento. Por eso dice el
apóstol: “No sepan más allá de lo que se debe saber, sino según la
prudencia” Ireneo (180 d.C.)
Porque la educación recibida de los padres, como la llaman, pasa con
facilidad; pero la formación que viene de Dios es una posesión que
permanece para siempre... Nuestro maestro es Jesús, Dios santo, Logos
conductor de la humanidad entera. El mismo Dios que ama a los hombres se
hace maestro. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Ahora bien, puesto que Cristo ha venido del cielo a nosotros, me parece a mí
que ya no debemos ir a ninguna otra escuela humana, ni hemos de
afanarnos por ir a Atenas o a cualquier otro lugar de Grecia, mucho menos
de Jonia. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Quédese para Atenas esta sabiduría humana, manipuladora y adulteradora
de la verdad, por donde anda la múltiple diversidad de sectas contradictorias
entre sí con sus diversas herejías. Pero, ¿qué tiene que ver Atenas con
Jerusalén? ¿Qué relación hay entre la Academia y la iglesia? ¿Qué tienen que
ver los herejes y los cristianos? Nuestra escuela es la del pórtico de Salomón,
que enseñó que había que buscar al Señor con simplicidad de corazón.
Tertuliano (197 d.C.)
La mano del creador ha impreso en el corazón del hombre un doble instinto
que le lleva a buscar con esmero la piedad y la sabiduría; pero el error de los
hombres viene de que separan la una de la otra, y abrazan la piedad sin
estudiar la sabiduría, o se aplican a su estudio sin ocuparse de la piedad,
cuando la una deber marchar con la otra. Lactancio (304-313 d.C.)
Es muy clara la posición de los primeros cristianos con relación al tema
de la educación. En cada cita notamos una tendencia a rechazar
cualquier tipo de educación impartida por el estado, tomando muy en
cuenta que fuera de la Palabra Sagrada de Dios no hay enseñanza
valiosa.
13. En la Biblia encontramos un pasaje que explica muy bien ¿qué es la
educación?, ¿Quién es el responsable de la misma?, ¿Cuáles son los
beneficios de este tipo de formación? y también los peligros que hay
fuera al entrar en el camino del mundo.
“Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de
mi madre. Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis
razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás. Adquiere sabiduría,
adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi
boca; No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones
adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te
honrará, cuando tú la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu
cabeza; Corona de hermosura te entregará. Oye, hijo mío, y recibe
mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Por el camino de la
sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho
andar. Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres,
no tropezarás. Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es
tu vida. No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino
de los malos. Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa. Porque
no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han
hecho caer a alguno. Porque comen pan de maldad, y beben vino de
robos; Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va
en aumento hasta que el día es perfecto. El camino de los impíos es
como la oscuridad; No saben en qué tropiezan.” (Proverbios 4:3-19)
¿Deseamos que nuestros hijos puedan decir estas mismas palabras?,
¿ansiamos que se expresen así de la educación que recibieron?,
¿queremos que enseñen lo mismo a sus hijos? ¿Por qué camino quieres
llevar a tus hijos?
Conclusión
14. “Porque Jehová da la sabiduría, Y de Su boca viene el conocimiento y la
inteligencia” (Prov. 2:6)
El que ama a su hijo no lo expone al mal y siempre está alegre de ver
como éste aprende nuevas cosas cada día en el hogar y fuera de él. Los
padres que educan a sus hijos encontrarán satisfacción en las cosas que
ellos aprenden, tenemos la oportunidad de que esa satisfacción sea
nuestra. Es seguro que muchos familiares o conocidos se opondrán a
que los hijos sean ducados en casa, pero recuerda que ellos están
viendo las cosas a través de los ojos del mundo y que no alcanzan a ver
lo verdaderamente importante, las necesidades espirituales, las cosas
de Dios. Sí expones a tu hijo a las cosas de este sistema será seducido
por el mundo, sí no tienes control sobre toda situación que tu hijo este
viviendo, es posible que se aleje de tu autoridad y que no entienda el
significado de la obediencia. No estamos hablando de ser
sobreprotectores o que no dejemos que nuestros hijos aprendan a
hacer cosas por sí mismos y que obtengan logros por medio de su
aprendizaje; pero en ese camino, los guías de los hijos son los padres,
nadie más, son los padres el medio que Dios utiliza para formar a los
hijos. Que triste es cuando vemos que los hijos se rebelan contra sus
padres. Yo mismo me rebelé contra mis padres en muchas ocasiones,
por malos consejos que aprendí fuera del hogar, alejado de la autoridad
y cuidado de mis padres.
Gran tesoro son los hijos, no hay ningún pretexto para mandarlos a la
escuela, podrás decir que no quieres que sean ignorantes, pero hay
personas que nunca fueron a la escuela y saben aun más que los que sí
asistieron, puedes decir que no sabes cómo enseñarles, pero eso no
quiere decir que deja de ser tu deber, y es necesario esforzarnos y
aprender métodos para enseñar a nuestros hijos con paciencia y
perseverancia. Dios nos ha encomendado la formación de los hijos, y si
verdaderamente confiamos, Él proveerá lo necesario para enseñar a
nuestros hijos. Padres de familia, Les animamos y exhortamos a que
sean valientes y se esfuercen, que no teman y tomen la responsabilidad
que Dios les ha dado de formar a sus hijos en todo aspecto de la vida.
Dios les bendiga