Ser un buen padre es más difícil que ser simplemente un padre bueno. Mientras que ser un padre bueno solo requiere de un corazón blando, ser un buen padre necesita de una voluntad y mente claras. Un padre bueno solo dice sí y consiente a su hijo, mientras que un buen padre dice sí o no según corresponda y forma el carácter de su hijo a través del deber y el trabajo. Esto resulta en que el padre bueno termina decepcionado, mientras que el buen padre envejece respet