El bolígrafo fue inventado por Ladislao Biro en 1938 en Hungría. Biro patentó el bolígrafo primero en Hungría y luego en la Argentina, donde consiguió financiamiento para comercializar su invento. El bolígrafo, también conocido como birome, fue un invento revolucionario que combinaba una tinta de baja viscosidad con una punta de fieltro o fibra que permitía la escritura.