El príncipe le propuso matrimonio a una bella mujer pero ella respondió que no. A partir de entonces, el príncipe vivió solo y libre de responsabilidades, disfrutando de actividades como pescar, cazar, beber alcohol con amigos, jugar golf, tener relaciones sexuales con diferentes mujeres, sin tener que competir por logros materiales ni enfrentar conflictos domésticos.