Este documento presenta tres poemas de Miguel Hernández titulados "Aceituneros" que describen la dura vida de los aceituneros andaluces de Jaén y su contribución a levantar y cuidar los olivares a través de siglos de trabajo bajo el sol. Los poemas destacan que los olivares no fueron levantados por la nada, el dinero o los terratenientes sino por la tierra, el trabajo y el sudor de los propios aceituneros a lo largo de generaciones.