El documento describe los diferentes sistemas del cuerpo humano, incluyendo el esqueleto, músculos, sistema respiratorio, circulatorio, nervioso, excretor y digestivo. Explica que el esqueleto contiene más de 200 huesos de diferentes tamaños y formas que sostienen y protegen al cuerpo. Los músculos, compuestos de fibras contráctiles, trabajan junto con los huesos para permitir el movimiento. Los otros sistemas cumplen funciones vitales como la respiración, circulación de la sangre
3. El número total de huesos que posee un determinado animal varía
con su edad porque muchos huesos se fusionan entre sí durante
el proceso de osificación.
El número de estructuras esqueléticas diferentes en una
persona es de 208 huesos cuyos tamaños oscilan desde el fémur
(el hueso más largo del esqueleto) a los diminutos huesos del
interior del oído (donde se halla el hueso más pequeño del
esqueleto, que es el estribo en el oído medio).
Como vemos, hay varios tipos de huesos:
Largos, como los del brazo o la pierna
Cortos, como los de la muñeca o las vértebras
Planos, como los de la cabeza
4. El cuerpo humano es una maravillosa y compleja
estructura formada por varios sistemas funcionales,
sostenidos o protegidos por una armazón dura
compuesta de más de doscientos huesos, un
centenar de articulaciones y más de 650 músculos,
todo actuando coordinadamente. Gracias a la
colaboración entre huesos y músculos, el cuerpo
humano mantiene su postura, puede desplazarse y
realizar múltiples acciones
5. Es el conjunto de músculos que
recubren a nuestro cuerpo. Éste se
divide en siete grandes regiones
musculares: Cabeza, Región anterior
del cuello, Región posterior del
tronco y del cuello, Tórax, Abdomen,
Extremidades superiores y
Extremidades inferiores
6. Los músculos están constituidos por
haces de células de forma alargada
llamadas fibras musculares, las
cuales son contráctiles, es decir,
pueden encogerse cuando reciben un
estímulo y, además, son elásticas, lo
cual significa que cuando cesa el
estímulo se alargan de nuevo hasta
adquirir su posición original.
7. La respiración es el proceso por el cual
ingresamos aire (que contiene oxígeno) a
nuestro organismo y sacamos de él aire
rico en dióxido de carbono. Un ser vivo
puede estar varias horas sin comer,
dormir o tomar agua, pero no puede dejar
de respirar más de tres minutos. Esto
grafica la importancia de la respiración
para nuestra vida.
8. El sistema respiratorio de los seres humanos está formado por:
Las vías respiratorias: son las fosas nasales, la faringe, la laringe, la
tráquea, los bronquios y los bronquíolos.
Las fosas nasales son dos cavidades situadas encima de la boca. Se
abren al exterior por los orificios de la nariz (donde reside el sentido
del olfato) y se comunican con la faringe por la parte posterior.
La faringe se encuentra a continuación de las fosas nasales y de la
boca. Forma parte también del sistema digestivo. A través de ella
pasan el alimento que ingerimos y el aire que respiramos.
La laringe está situada en el comienzo de la tráquea. Es una cavidad
formada por cartílagos que presenta una saliente llamada
comúnmente nuez. En la laringe se encuentran las cuerdas vocales que,
al vibrar, producen la voz.
La tráquea es un conducto de unos doce centímetros de longitud. Está
situada delante del esófago.
Los bronquios son los dos tubos en que se divide la tráquea. Penetran
en los pulmones, donde se ramifican una multitud de veces, hasta llegar
a formar los bronquiolos.
9. SISTEMA CIRCULATORIO.
El cuerpo humano es recorrido
interiormente, desde la punta de los pies
hasta la cabeza, por un líquido rojizo y
espeso llamado sangre. La sangre hace
este recorrido a través de un sistema de
verdaderas “cañerías”, de distinto grosor,
que se comunican por todo el cuerpo.
El sistema o aparato circulatorio está
formado, entonces, por la sangre, el
corazón y los vasos sanguíneos.
10. La sangre es una compleja mezcla de
partículas sólidas que flotan en un
líquido. Ese líquido, amarillento y
transparente, se llama plasma, y las
partículas sólidas que flotan en él
son los llamados elementos
figurados, que aparecen el dibujo a
la derecha.
El corazón es un órgano o bomba
muscular hueca, del tamaño de un
puño. Se aloja en el centro del tórax.
Su única función es bombear la sangre
hacia todo el cuerpo.
El sistema o aparato circulatorio es
el encargado de transportar,
llevándolas en la sangre, las
sustancias nutritivas y el oxígeno por
todo el cuerpo, para que, finalmente,
estas sustancias lleguen a las células.
11. El sistema nervioso, uno de los más
complejos e importantes de nuestro
organismo, es un conjunto de órganos
y una red de tejidos nerviosos cuya
unidad básica son las neuronas. Las
neuronas se disponen dentro de una
armazón con células no nerviosas, las
que en conjunto se llaman neuroglia.
12. El sistema o aparato excretor es el
encargado de eliminar las sustancias
tóxicas y los desechos de nuestro
organismo.
El sistema excretor está formado
por el aparato urinario, los pulmones
y la piel. El aparato unitario lo
forman los riñones y las vías
urinarias.
13. Al sistema excretor debe añadirse
el intestino grueso o colon, que acumula
desechos en forma de heces para ser
excretadas por el ano.
Los riñones son dos órganos con forma
de poroto, de color café, situados a
ambos lados del cuerpo por debajo de la
cintura.
A través de la arteria renal, llega a
los riñones la sangre cargada de
sustancias tóxicas. Dentro de los
riñones, la sangre recorre una
extensa red de pequeños capilares
que funcionan como filtros. De esta
forma, los desechos que transporta la
sangre quedan retenidos en el riñón y
se forma la orina
14. El aparato digestivo es el conjunto
de órganos(boca, faringe, esófago,
estómago, intestino
delgado e intestino grueso)
encargados del proceso de
la digestión, es decir, la
transformación de los alimentos
para que puedan ser absorbidos y
utilizados por las células del
organismo
15. La función que realiza es la de
transporte (alimentos), secreción
(jugos digestivos), absorción
(nutrientes) y excreción (mediante
el proceso de defecación)
El proceso de la digestión es el
mismo en todos los animales mono
gástricos: transformar los
glúcidos, lípidos y proteínas en
unidades más sencillas, gracias a las
enzimas digestivas, para que puedan
ser absorbidas y transportadas por
la sangre.