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1. PORQUÉ USTED NO NECESITA PAGAR PARA QUE DIOS LE BENDIGA
Usted ya ha visto mucha publicidad de que Dios bendijo personas dándoles casas, carros, dinero, familia y muchas otras
cosas después que ellas dieron una cantidad de dinero a una iglesia. Pero, ¿será correcto eso? Además, hay que
preguntarse a sí mismo: ¿Eso realmente funciona para todos?
Infelizmente la grande mayoría de las personas que hacen eso no reciben nada. Están hace muchos años con esperanzas
de que van a dar testimonios fantásticos y este día nunca llega. Quedan decepcionadas, desilusionadas y dejan de acudir a
estos lugares. Es por eso que en estas iglesias, la gente nunca es la misma. El pueblo no queda por más de 1 año, pues
siempre viene mucha gente nueva, traída por la publicidad y después de poco tiempo sale. La gente no permanece ahí.
El resultado de eso es que este tipo de trabajo produce más gente alejada y descarrilada de Dios que gente convertida.
Cuando salimos a evangelizar, encontramos muchísimas personas que ya no quieren más acudir a ninguna iglesia
cristiana porque acaban creyendo que todas son iguales. Por lo tanto, trabajar con falsas promesas y alimentar esperanzas
que nunca se cumplen es contribuir con la destrucción del Evangelio. Perjudica la evangelización de las almas perdidas,
genera más apóstatas que convertidos, y difama la Palabra de Dios entre los incrédulos.
Si realizamos, o apoyamos o financiamos a un trabajo de este tipo, ¿estamos ganando almas o perdiendo almas? ¿Estamos
multiplicando creyentes o multiplicando incrédulos? ¿Quieres tú crecer el Reino de Dios o disminuirlo? ¿Hasta cuánto
seguirás siendo cómplice de todo eso?
¿Y adónde está el problema? Está en la publicidad falsa que se hace. Este tipo de publicidad de Dios hará que las
personas lo vean como un medio de alcanzar dinero. Dios no es un medio, Dios es el Objeto de nuestra búsqueda. Dios
no es una escalera que la uso para subir en la vida, Dios es Aquel que quiero alcanzar y vivir con Él eternamente bajo Su
Amor y Salvación.
La idea principal de la verdadera evangelización es hacer el hombre entender y sentir que él está lejos de Dios. Por eso
que su vida es un fracaso total. Es hacerle entender que el dinero que ofrezca a Dios no Le va a agradar. El dinero no
compra a Dios. Lo que Dios espera del hombre no es que éste Le pague, sino que él se arrepienta y cambie su corazón.
La razón de tanto sufrimiento es que el corazón del hombre está vacío de Dios. El hombre está en tinieblas, ciego,
confiado en sus vanos pensamientos, buscando apenas lo material y ni eso alcanza.
El apóstol Pedro dijo a un hombre: "Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene
con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios" (Hechos de
los Apóstoles 8:20, 21). Hoy en día, ¡imagina a cuántos hombres Pedro tendría que decir lo mismo!
¿Notaste en estas palabras de Pedro que él habla sobre el corazón? El secreto para una vida feliz está en transformar el
corazón y no en ofrecer dinero a Dios para que Él nos ayude en algo. ¿Queremos pagar a Dios por Sus servicios? ¿Vamos
a pagar un favor? Favor no se paga, favor se agradece. Don es algo gratuito, que no se tiene que pagar. Si nos enseñan
que tenemos que pagar por un don es porque no conocen a Dios o nos quieren engañar.
Dios sí quiere que tú y tu familia ya no sufran más. Sin embargo, tal como el hijo pródigo*, hace falta que tú corras para
los brazos del Padre antes que sea tarde. El sufrimiento puede ser una señal que estás lejos del Padre Bondadoso y por lo
tanto, te toca a ti la decisión de regresar. Dios no te reprochará. Él te ofrece perdón y un nuevo corazón. ¡No tardes más!
Si esta carta ha movido tu corazón, dinos qué te habló Dios con todo eso...
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*Lucas 15:11