2. Arquitectura Romana:
Arco de Tito:
-Situado en Via Sacra al suroeste de
Roma.
-Muerte del Emperador Tito (39 d.C)
-Victoria ante el pueblo Judío.
1.) inscripción alusiva a Tito.
2.) Entrada de tito a Jerusalén.
3.) Detalles de ventanas rellenas
3. -Los arcos Romanos eran
Usados para demostrar su presencia
Y sus victorias en las tierras que
Poseían bajo su imperio.
-Utilizaban Recursos artísticos como la escultura, el
Tallado, etc. Para representar de manera gráfica, el propósito del
Arco.
- Es una obra basada en la Estética, simetría y al mismo tiempo
es rica es historia.
4. Escultura Romana:
Augusto de Prima Porta:
-Realizada cerca del año 20 d.C
-Hallada en el siglo XIX
- Realizada en mármol. Se cree que es un
Duplicado.
- Escultura del Emperador Octavio.
1.) Armadura para la guerra con los dioses
Romanos esculpidos.
2.) Toga.
3.) Cupido – señal de
inmortalidad del emperador.
5. -La escultura demuestra cierta inclinación Helénica, lo que
La hace bella, estética o en otras palabras, pregnante.
-Demuestra lo impotente del poder que poseía Octavio a través de la
magnificencia, y en la pose dinámica, señalando al horizonte y sus pies listos para
Emprender su recorrido.
-Mide alrededor de dos metros, lo que la hace grande y
- dispuesta a la contemplación. Además, hay indicios de que estaba policromada.
7. ¿Qué es la retórica u Oratoria
Romana?
-Arte de hablar en público/ Discursos realizados por los altos
mandatarios para lograr
Obtener un poder político o en otras palabras lograr una labor de
convencimiento y probación. Eran compartidas a las masas para que
Los deseos del los oradores fuesen transmitidos de manera exitosa y
Así contar con el apoyo del pueblo.
PRO LEGE MANILIA o DE IMPERIO CN. POMPEI: Apoya la propuesta de
ley del tribuno Manilio para que se conceda a Pompeyo el mando supremo (imperium)
de las tropas romanas en la guerra contra Mitrídates, rey del Ponto. Este discurso, que
anuda la amistad entre el orador y el general, contiene el mayor elogio conocido de las
cualidades militares y personales de Pompeyo. – Cicerón, año 66 a.C