Las mujeres jóvenes rurales en El Salvador valoran vivir en las zonas rurales y se sienten seguras en sus comunidades. Muchas asumen roles de liderazgo y responsabilidades como jefas de hogar. Tienen más capacidades educativas que oportunidades laborales, por lo que se dedican mayormente al comercio y servicios no agrícolas o a la agricultura orgánica en pequeña escala. Invertir en su empoderamiento y habilidades podría dinamizar el desarrollo rural.
2. Las mujeres jóvenes valoran vivir en
lo rural
• Un 98% manifestó que esta a gusto en
donde vive.
• Sienten seguridad en el entorno
comunitario rural
MRJ son clave para fortalecer los lazos
comunitarios que afianzan la seguridad
ciudadana, el arraigo y la identidad de los
territorios.
Invertir en programas que alimentan los
lazos de confianza:
cultura, arte, entretenimiento, ocio, depor
te etc.
Fortalecer las diversas organizaciones de
mujeres que reproducen el valor de la
identidad de lo femenino y autoconfianza.
3. Las mujeres jóvenes asumen decisiones y
responsabilidades sobre sus vidas, hogares y
comunidad.
• El 31.3% de hogares rurales tiene una mujer joven en el rol
de cónyuge o jefe. 100%
90%
• Las que son jefe de hogar representan 6.7% de hogares 80%
70%
Pobres
rurales, y tienen mayor incidencia de pobreza. 60%
50% extremos
• La proporción de jóvenes entre 17 y 24 años que ha tenido 40%
30% Pobres no
un embarazo ha disminuido. 20%
10%
extremos
• La mayoría de las MRJ en los grupos focales manifiesta que 0% No pobres
Jefatura del
ella toma las decisiones o las comparte con su pareja. hogar a cargo
• El 75% de las MRJ de los grupos focales dedica de una a de MRJ
ocho horas al día a la organización comunitaria.
El liderazgo más explicito y público de las MRJ es
un motor para el desarrollo de los territorios
rurales.
Se requiere crear mecanismos para potenciar el
rol activo de las mujeres en espacios de toma de
decisión política, productiva, comunitaria, para
combatir la pobreza.
4. Las mujeres jóvenes tienen más
capacidades pero pocas oportunidades
• El 55% de las jóvenes adolescentes estudia a tiempo
completo (Censo 2007)
• Mas del 90% tiene acceso a celular y el 31% usa
semanalmente el internet (grupo focal)
• Una parte mayoritaria de las MRJ no sigue estudiando
y no busca o no encuentra una inserción formal en el
mercado laboral.
• Sólo 32% de las MRJ (18-25 años) está en la PEA.
• Consideran que la falta de oportunidades laborales es
una de las limitaciones de sus territorios.
Estimular preferencias de formación que les permita quedarse en sus
lugares y que ofrezca respuesta desde el desarrollo rural integral.
Definir políticas y mecanismos para integrar el capital humano de las
MRJ en acciones de programas y proyectos de desarrollo rural /
territorial.
5. Las mujeres jóvenes se vinculan
mayormente a trabajos no agrícolas
• Las MRJ que se incorporan la PEA lo hacen en
actividades distintas a la agricultura, especialmente
el comercio y los servicios.
• En los grupos focales el 15.4% dice “realizar
negocios”.
• La costura, la elaboración de artesanía, la venta de
ropa y comida son alternativas no
rentables, respuesta inmediatas para obtener
ingresos.
Los programas pueden desarrollar líneas de
capacitación que aporten a los mercados
locales de servicios.
Capacitar/promover la
comercialización, agregación de valor y
encadenamientos productivos.
6. Las mujeres jóvenes que desarrollan
trabajos agrícolas buscan la innovación
productiva y usan mejor la tecnología.
• El 69% cultiva frutas y verduras en patios y parcelas.
• Tienen mayor sensibilidad hacia el cuido y protección
del medio ambiente.
• Las MRJ valoran las actividades de capacitación como
parte de su proceso formativo.
El interés de las MRJ en la agricultura orgánica
puede extender el uso de esta practica en las
familias, mejorar su dieta y seguridad alimentaria.
Las capacidades y habilidades de las MRJ para uso
de herramientas, nuevas prácticas agrícolas y
tecnología es vital para dinamizar el desarrollo.
Las MRJ tienen alto potencial para la divulgación
de conocimientos en nuevas prácticas agrícolas.