2. Había una vez un país grande y hermoso, pero no era rico. La gente era honesta, fuerte y capaz, pero sin exigencias y contenta con su medio.
3. Había un poco de riqueza ilustre, poca dispendiosidad y escasa exhibición pública, y con cierta frecuencia los habitantes del rico país limítrofe veían con cierto despego y burla e incluso lástima a esta gente tan modesta”
4. Colombia es un país con memorias de prostituta. Por las venas de esta nación corre sangre que ha sido contaminada de manera brutal y sin misericordia; un virus de perpetua incubación que ha mutado con los siglos para hacerse más fuerte y elástico, acaso irónicamente relativo a la esencia de la patria, como la enfermedad venérea que termina siendo parte de los atributos de la buena mujer que trabaja en el burdel.
5. Vista a un expediente manchado con los néctares de miles de violadores; la sangre de la niña abusada hasta el cansancio por los seres queridos. La mano del que viola tapando la boca de la criatura sometida, imponiendo el silencio; tras la reiteración en el abuso.
6. la niña calla, deja de resistirse para dar paso al proceso de introversión del dolor, la anulación de la dignidad. Silencio. Pasan los años y esta criatura crece entre la maleza, espantando las moscas y esquivando las balas disparadas por sus padres, por sus tíos, los abusadores, y más tarde por sus hijos ¿Quién dijo que los hijos no podían abusar de la madre?
7. La sangre se limpia con un pañuelo sucio- ya manchado- los demás fluidos se absorben en la ropa. No ha pasado nada. Silencio.En las entrañas de la nación se consolida el mutismo de la víctima
8. El ente forjado por el tiempo resulta ser un esperpento sobre el cual se adhieren burlas sobre el pasado y sobre la desgracia presente...y los años que vienen, ah, los años por venir. ¿Qué puede decir una puta sobre su futuro? El retiro, el descanso merecido, ¿una retribución por todo lo que le han hecho, por los sueños saqueados, por las bofetadas, por el acceso carnal violento? Improbable.