1. Los que te recuerdan. Los que te siguieron. Los que lúcidamente vivieron y murieron. Los que llevan tu sangre. Los que se juegan enteros.

2. Los que ponen el cuerpo. Los que ponen la cabeza. Los que juegan al ajedrez. Los que patean el tablero. Los que se ríen del lío en que se van a meter, los que se meten.

3. Los que no son héroes de película. Los que se animan. Los que son llevados y traídos por los tiempos. Los que avanzan laboriosamente contra la propia estupidez. Los que necesitan tiempo. Los que nacieron al sur.

4. Los que están disponibles para cualquier aventura. Los que están dispuestos a empezar de nuevo. Los que son claroscuros. Los que suben y bajan. Los que dudan. Los que se equivocan. Los que creen que van a llegar. Los que creen que no.

5. Los que tienen vacilaciones. Los que son honestos. Los que te imitan y pronto aprenderán, de vos, a ser ellos mismos. Los que crean su propia, difícil, vital coherencia. Los que aman la verdad. Los que aman la belleza.

6. Los que creen en la conciencia, los que la hacen. Los que creen en la palabra, los que la dicen. Los que aprenden de estos gajes terrestres con sus manos tintas en tinta.

7. herederos de oficio. Ellos son Juan Carlos Lagos Valera Profesor