La madre le cuenta a su hija cómo se mudó a Bogotá 10 años atrás con su pareja, enfrentando dificultades al principio pero esforzándose para salir adelante mientras el padre trabajaba y ella estudiaba. Luego de comprar los muebles básicos y una casa, la madre decidió estudiar administración de empresas en la universidad con el apoyo del padre. Terminó su carrera y consiguió un buen trabajo, ahorrando para un viaje a la Amazonía.

1. Hola hija,
Te escribo la presente con el fin de contarte lo que he vivido 10 años atrás.
En Febrero de 2016 tomé la decisión de venirme para Bogotá con el hombre que escogí
como pareja, quien hoy es tu padre Víctor. Cuando llegamos a esta ciudad todo era
nuevo para nosotros y como no conocíamos a nadie acá los primeros días fueron muy
difíciles, si embargo a la semana siguiente de estar aquí tu padre empezó a trabajar en
una empresa llamada éxito desempeñándose como auxiliar de producción en panadería
y yo decidí estudiar asistencia en organización de archivos en el centro de formación para
el trabajo SENA, con el propósito de vincularme a una empresa para mejorar nuestra
calidad de vida. En realidad hija, las cosas no fueron fáciles debido a que mientras tu
padre trabajaba yo estaba en clases y quedaba poco tiempo para vernos, pero con ahínco
por conseguir un buen trabajo nos esforzamos para salir adelante.
De esta manera fuimos comprando nuestras cosas, comenzamos con la cama, la estufa,
la nevera y el televisor. Luego, adquirimos nuestra vivienda con los ahorros que
guardábamos en el banco. Tiempo más tarde, pensé que debía seguir preparándome
para alcanzar un cargo laboral de mayor jerarquía, por ende tenía que estudiar
nuevamente. Así que me inscribí en la universidad nacional, presente la prueba ingreso
y obtuve un puntaje alto, lo cual me permitió iniciar la carrera profesional en
administración de empresas.
Durante el desarrollo de la carrera encontré temas nuevos, algunos tan complejos que en
varias ocasiones me acostaba en horas de la madrugada investigando para que los
temáticas tratadas en clases me quedaran claras. También debo reconocer que tu padre
un apoyo primordial en mi proceso de formación él le dio prelación a mi educación
superior esforzándose en su trabajo para cubrir todos los gastos de la casa, la
universidad, el transporte y la alimentación.
Quiero añadir que mi mamá siempre me acompañó desde la distancia con buenos
concejos y dándome ánimos para no desfallecer, por lo general ella me llamaba en las
noches a preguntarme cómo me había ido en clases.
Pasado un tiempo terminé mi carrera con éxito, además tuve la oportunidad de vincularme
laboralmente a una multinacional en la que valoraban y remuneraban de buena manera
mi trabajo, así que fui ahorrando durante algunos meses hasta comprar un viaje al
Amazonas que se llevó a acabo en vacaciones de diciembre y nos fue espectacular por
la belleza natural que posee la selva Amazónica. En ese viaje no solo conocimos el
territorio nacional sino que visitamos Tabatinga, un lugar que le perdonde se muestra
productos representatiovs de Brasil Víctor