3. Antonio López (Tomelloso, 1936), Antonio López busca entre la realidad que le rodea aquellos aspectos cotidianos susceptibles de ser retratados en su obra, y lo hace con una elaboración lenta y meditada, buscando captar la esencia del objeto o paisaje representado. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL EL PINTOR
5. Antonio López. ’La alacena’, 1962-1963. Óleo sobre tabla. Colección Masaveu Antonio López ’Taza de váter y ventana’, 1968-1971. Óleo sobre papel adherido a tabla.
6. Cuarto de baño 1970-73 Lápiz sobre papel El apararador: 1955-65 Óleo sobre tabla
7. Madrid, siempre Madrid – es un tema constante en la obra de Antonio López. En sus vistas, el artista subraya el anonimato radical de la ciudad contemporánea, su paisaje sin cualidades, el mar de casas que se pierde hasta el horizonte. Las vistas de Madrid son obras de largo proceso. Ejecutadas al aire libre, el artista depende de la luz natural y sus variaciones. Para captar una cierta luz, tiene que trabajar a cierta hora, durante cierto tiempo cada día y durante sólo unas semanas al año. Cada vista de Madrid ha crecido a través de muchas interrupciones: dejar el trabajo y reanudarlo más tarde es, como dice Antonio, “una gimnasia de años muy unida al carácter de mi pintura”. La CIUDAD
11. http:// videos.que.es / informaciondecontenido.php?con =177691 Antonio López. ’Madrid desde la torre de bomberos de Vallecas’, 1990-2006. Óleo sobre lienzo.
14. Más que otro paisaje anónimo, Gran Vía (1974-1981) es el retrato de un lugar único. Bajo el reloj que marca las 6:30, la ciudad es un escenario desierto. Antonio López no pretende excluir la figura humana, sino que se concentra en la descripción de lo inerte y va aplazando (indefinidamente) el trabajo sobre todo aquello que se mueve (figuras humanas, automóviles, nubes) . En los últimos años, Antonio ha vuelto al “lugar del crimen” con toda una serie de vistas de la Gran Vía que difieren de su cuadro ya clásico: pintadas desde un punto de vista elevado, con una perspectiva que ya no es rectilínea, sino curva, este rasgo, unido a la presencia del balcón o azotea donde trabaja el pintor, confiere a la visión un carácter vertiginoso GRAN VÍA
16. Otro de los grandes temas de la obra de Antonio López es el árbol, que desde La parra (1955 ) reaparece tantas veces en sus dibujos de membrilleros y otros frutales. El árbol es el reverso y el antídoto de la ciudad. Frente a los vastos paisajes urbanos, la intimidad del pequeño huerto. En contraste con la visión aérea y lejana, esta visión cercana, táctil, que palpa los contornos de las ramas, las hojas y las frutas. El artista compara sus dibujos de árboles con mapas . Sus líneas forman una geografía fractal y laberíntica, un territorio de grietas y fisuras.
19. PERSONAJES En 1953, época muy temprana emerge ya un tema tan central como el de la pareja humana, plasmado en una serie de dobles retratos pictóricos (de sus abuelos, sus padres…). Un rincón de la segunda sala está consagrado a la presencia de Mari, la esposa del artista. Colección Privada Antonio López, ’Mari’, 1961. Óleo sobre tabla.
20.
21. Centre Georges Pompidou, París. Musée national d’art moderne / Centre de création industrielle Antonio López ’Mis padres’, 1956. Óleo sobre lienzo adherido a tabla. Centre Georges Pompidou, París.
22.
23. Colección de Carmen López Antonio López ’Niño con tirador’, 1953. Óleo sobre lienzo.
27. Colección del artista Antonio López. ’Figura de mujer. Eva’, 2010. Cera blanca y escayola.
28. Museo Nacional Centro de Arte ReinaSofia, Madrid Antonio López. ’Mujer durmiendo (El sueño)’, 1963-1964. Madera policromada.
29. INTERIORES En la década de 1960, la obra de Antonio López se despoja progresivamente de lo mágico y lo romántico, para ceñirse a una objetividad cada vez más pura, especialmente en sus interiores con o sin figuras.
30. Casa de Antonio López Torres ,1972-1980. Lápiz sobre papel. 82 x 68 cm. Fundació Sorigué.
38. El pintor Antonio López no viene a cerrar esta serie en calidad de esnob, porque nunca lo fue. Primero era un chico de Tomelloso y hoy es el mejor pintor de España, muy visitado y difundido en el mundo. Pero todos sus premios y triunfos no le han disuadido de su cualidad terruñera, no le han aportado ni un ápice de esnobismo. Hoy, sus plurales culturas le permiten hablar de pintura y de lo que fuere con un cierto magisterio de la calle, pero sin caer nunca en pecado de esnobismo, que no es lo suyo. El esnobismo puede aportar una segunda personalidad más brillante que la primera, pero sólo en algunos y determinados casos. Antonio López, sin duda, no ha tenido necesidad de plantearse esta alternativa, que su naturaleza ignora. Es un pintor de pueblo que triunfa irónico en las grandes ciudades y luego se va a cenar sopa de ajo con unos paisanos de Tomelloso que aparecen milagrosamente en Nueva York, como esos niños difuntos que aparecen o aparecían en los cuadros de interiores cuando Antonio López hacía realismo mágico. …. (SIGUE) Francisco UMBRAL Publicado el 31/07/2003 EL CULTURAL fin Composición: DOUCE REFERENCIAS Museo Tysshen El Cultural Descubrir ARTE Tve .-MEDIOTECA EL HOMBRE