1. DE LA CIENCIA
La ciencia entonces para ernst casirer se concibe como el alcance ultimo, sublime y espiritual
que la humanidad ha logrado como raza. Un propio de la cultura y del misticismo curioso e
implacable del hombre en su historia; esta que solo es posible a través de la clasificación y
carácter de poiesis que tiene la ciencia como producción.
El hombre ha necesitado de la seguridad d un mundo constante y a través de la episteme
(firmeza estabilidad), ha logrado constituir su ser como poseedor de la razón, esta que
dominará en ultimas la naturaleza hasta las consecuencias que hoy se perciben como
proyectos científicos, militares y tecnológicos que este abarca en su total incomprensión.
Ante pues de este mundo moderno de seguridades y edificios que brindan el correcto estatuto
social para las masas, se edificaban universos orales de mitos y de historias sublimes que
daban un patrón de orden diferente al experimentado hoy por todos, este, mucho mas
intrincado y místico, con posibilidad al asombro y lo maravilloso, a lo apolíneo y a lo dionisiaco.
Estas estructuras de hoy, claramente han sido confirmadas día a día por la ciencia, que nos ha
brindado un carácter de sensaciones materiales: el confort de saberse inmóvil, el hombre
conjunto a la tecnología, cada vez mas tiende a su inmovilidad y lo mas paradójico del asunto,
ya que el hombre es en sí acción, es que este estado de nomadismo extremo le fascina, le
atrapa, generando consecuencias genéticas y culturales inimaginadas. La ciencia pues ha
adelantado e industrializado procesos como la agricultura, la cría de animales productores y
las comunicaciones sociales. En las culturas indígenas una de sus materias en su educación
básica es la espiritualidad, la cual consiste en el conocimiento y uso de las plantas todas. Este
tipo de relación en el hombre “civilizado” para con lo “natural” es hoy o enrarecida o irrisoria.
El lenguaje parece haber tenido un conjunto desarrollo al fenómeno de la ciencia; es claro que
esta en su afán de generar conceptos e identificaciones que le permitieran ampliaciones, se
estandariza día a día con terminologías que le son propias y accesorias, para designar el
mundo de los fenómenos que rodean al plantea y sus habitantes.
La ciencia antes de ser ciencia; logos, se genera de misticismos y chamanismos, así, como la
astronomía antes lo fue de la astrología y la química de la alquimia. “Lo que se produce
inconscientemente en el lenguaje es propuesto conscientemente y llevado a cabo
metódicamente en el proceso científico”. 1
De la necesidad de un orden constituido y uniforme nace entonces la contabilidad, el conteo.
El numero (en Kant su estética trascendental se ocupa del problema de la matemática pura, y
su análisis trascendental trata de explicar el hecho de una ciencia matemática de la naturaleza)
en pensadores pitagóricos, era descubierto como unidad lingüística, le concebían como un
elemento omnicomprensivo y universal real. “el numero –dice uno de los textos pitagóricos- e
s el guía y maestro del pensamiento humano. Sin su poder todo quedaría oscuro y confuso” 2
2. Esto hoy no puede ser cuestión de tal seriedad religiosa, incluso católicos, protestante y
testigos de Jehová, se unirían en pro de la destrucción de tal peligro, ya en teorías como las de
Frege, Russell, Peano y Dedekind, el número pierde todo secreto ontológico. Sin embargo las
matemáticas han constituido un orden de estructuras, sistemas y el mundo tal cual le
conocemos hoy, ha emplazado pues una manera de simbolización que el hombre reconoce,
que le es lenguaje hermano, o tal sería la pretensión de una sociedad sana. “si la mente
humana podía crear por su propio poder arbitrariamente una nueva esfera de cosas, teníamos
que cambiar nuestros conceptos acerca de una verdad objetiva” 3 .
Empero este gran mesías numérico, apareció ya en la filosofía de la modernidad, como eterno,
complejo, trasformado e indivisible.
1. Cassirer Ernst. Antropología filosófica. (la ciencia: pg 308). 1944. Fondo de cultura
económica.
2. Filolao, fragmento 4, 11, en Diels, Die Fragmente der Vorsokratiker, I, 408, 411.
3. Cassirer Ernst. Antropología filosófica. (la ciencia: pg 313). 1944. Fondo de cultura
económica.