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EL UNIVERSO SE INTRODUCE EN EL
CEREBRO (AI/NI) Y SE REPRESENTA
SUBVERSIVOS DEL MUNDO, ¡UNIOS!

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Título original:
La omnipresencia del proletariado: el papel de los
trabajadores y del socialismo, en el desarrollo presente y
futuro de la humanidad
(Neomarxismoleninismo: M-L del tiempo presente).
ISBN: 978-9942-36-648-1
Autor: Justo Castillo Freire (Ing. MSc. Mg.).
Filiación: profesor a contrato de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la
Universidad Central del Ecuador.
Revisión de pares:
- MSc. Francisco Hidalgo Flor, Decano de la Facultad de Ciencias
Sociales y Humanas de la Universidad Central del Ecuador.
- PhD. Carlos Calderón Guevara, Director de la Carrera de Pedagogía
de la Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Filosofía, Letras y
Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador.
Año de publicación: 2020.
Fecha: 08 de agosto del 2020
Editorial: PUBLIOFFSET
Quito-Ecuador.
Este documento también se puede encontrar en los siguientes links:
http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/19394
http://www.dspace.uce.edu.ec/bitstream/25000/19394/3/La%20nueva%20
concepci%c3%b3n%20de%20la%20historia.%20La%20omnipresencia%20
del%20proletariado.pdf
Registro derecho autoral: IEPI, 08-04-2011
Certificado Nro. 035491
Diagramación: Editorial universitaria, Universidad Central del Ecuador
Darwin Gualotuña
Roberto Conrado
Sixto Borja
José Torres.
Correo electrónico: orominabi@yahoo.es
Nro. de teléfono: 0996449341

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SUMMARY
Philosophical question, theoretically resolved: a sense of history:
progress Promethean; function of human life: “... your
understandingand mastery ... [control] ... of nature ...” (K. Marx);
purpose ofintelligence produce “self-consciousness” of reality as
such (the idea reflects the essential features of the subject,
describes the dynamicsof it: the law of motion and their current
trends-moving-but, above all, the rudiments of this new reality, in
which the current exceeds human reason is made, consistent with
the objective scientific concept of “human development”: nature,
nature/human, human/nature, be “divine”). Sculpts Matter “God”
(Meat Enverbada) in the development of productive forces, the
Universe forging its ruler in his own unique way: the neocortex,
overcomes the indeterminacy heisenbergiana in science and
technology: absolute consciousness, the nature is humanized, is
subjectivizes is “divine” (man blows in the “nose” of mechanics,
artificial intelligence, neural networks/simulator thought, robot
sapiens, posthuman). In the logic-historical, religion (Christian,
Hindu) becomes the “self-movement metaphysical guise” of
humanity.Human Being: I am understanding, he who seeks the
truth and that goes to the grave, which is like me, he will live
forever I’m the one who wants to be, who I am being, which I’ll get
to Self death/live is nolonger a mystery. The end is only the power
you are looking for a newact: the mass and primitive property (the
polarity): the self-movement, the essence of the matter is there, be,
remain, “there is nothing outsideeternal eternally moving matter
and the laws under which moves and changes -F. Engels- “(the
word will, but it will not matter). So far she heard the “Worl of
God”; it sounds hereinafter provided the voice of conscience
matter.
RESUMEN
Cuestión filosófica, teóricamente resuelta: sentido de la historia:
progreso prometeico; función de la vida humana: “… su
comprensión y su dominio… [control]… de la naturaleza…” (K.
Marx); propósito de la inteligencia: producir la “conciencia de sí”,
de la realidad en tanto tal (la idea refleja los rasgos esenciales de
la materia, expone la dinamia de ella: la ley del movimiento
presente y la de su tendencia –mudanza-; pero, sobre todo, los
rudimentos de esa nueva realidad, en la que se supera la actual y
se realiza la razón humana, en coherencia con el concepto
científico objetivo de “desarrollo humano”: naturaleza,
naturaleza/ser humano, ser humano/naturaleza, ser “divino”). La
Materia esculpe a “Dios” (La Carne Enverbada)eneldesarrollodelas
fuerzas productivas; el Universo forja su regente en la forma singular
suya: el neocórtex, supera la indeterminación heisenbergiana, en la
ciencia y en la técnica: la conciencia absoluta; la naturaleza se
humaniza,sesubjetiviza, se“providencializa” (elserhumano sopla,en
la “nariz” de la mecánica automatizada antropomórfica, el aliento de
la inteligencia artificial -redes neuronales/simulador de
pensamiento, robot sapiens, posthumano). En la lógica-histórica, la
Religión (cristiana,hindú) viene a ser el “disfraz metafísico del auto
movimiento” de la humanidad. Ser humano: yo soy la inteligencia, el
que produce la verdad, y que va a la tumba; el que es como yo, no
vivirá para siempre; soy el que quiere ser, el que estoy siendo, el que
voy a llegar a Ser. La vida/la muerte, han dejado de ser el misterio.
Al final queda tan sólo la potencia, que buscaunnuevo acto: la masa
y su propiedad primigenia (la polaridad): el autocinetismo; la
esencia de la Materia es existir, ser, permanecer; “nada hay eterno
fuera de la materia en perpetuo dinamismo y de las leyes con arreglo
a las cuales se mueve y cambia” -F. Engels- (la Palabra pasará, pero
la Materia no pasará). Hasta ahora se ha escuchado la “Palabra de
Dios”; en adelante sonará la voz de la materia provista de conciencia.

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DESCRIPCION DE LA FIGURA.- Antorcha y fuente-pileta: luz y
saber
Las tesis insertas en las presentes anotaciones, se han generado en
Quito-Ecuador; esperan su difusión, más allá de su perímetro. En
1492 la “civilizada” Europa inicia la labor evangelizadora de los
pueblos “bárbaros” del actual continente americano (balcanización:
ruptura de la unidad ideológica de las colectividades precolombinas).
Hoy se les devuelve la “cortesía”; nada más, que Quito no cuenta con
las armas para imponer una visión del Mundo, pero sí se dispone
de la razón lógica, del poder de la argumentación inscripta en el
sistema vocacional ethos axiológico, conducente a retirar la venda
hedonista mitológica de la subjetividad de los otrora “pueblos
cultos”, y en su lugar forzar la apertura de la mente, para que ésta dé
cabida al supraparadigma (el marxista), en el que residen la verdad
y la veracidad de la praxis de estos “tiempos” y de los que vienen.

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A la memoria de:
Atahualpa (Ticci Cápac)/Rumiñahui (Isamina).
Hijo del Sol. El Inca es representante de “Ra” en la Tierra.
Soberano del Reino de Quito y Señor de Abya Yala del Sur.
El Cóndor Curaca plegó sus majestuosas alas:
“Anocheció a la mitad del día”.
Luto eterno por él.
“YO VOLVERE EN FORMA DE AMARU”.
Manuela León
Warmi (persona femenina) puruhá, alzada, de lujo.
Revoltosa; lugarteniente del gran Fernando Daquilema.
(Y de Lorenza Abimañay Tacuri).
Joseph Stalin (“¡de acero!”).
Koba. Ser humano: ¡verdaderamente de “hierro”!
El comando del segmento humano, más maravilloso de la
historia: la Comunidad de los Soviets (de Kalinka malinka, la
balalaica, las matrioskas; de Vladimir Ilich Ulianov Lenin, de
Octubre 1917, del Ejército rojo, de STALINGRADO, katiusha;
de Oparin, Michurin, Lyssenko, I. Kurchatov, P. Kapitza).
Agustín Cueva Dávila.
“El mayor filósofo social ecuatoriano”.
Imbabureño ilustre.
PROLETARIO por, ¡SIEMPRE!
Hugo Chávez Frías.
Persona grande y valiente, que ha inscrito con letras doradas su
nombre en la historia. Ejemplo, inspiración. Sesudas reflexiones
se ensayarán sobre Ud.
“A mí no me parece muerto; aún percibo su vida, escucho su
palabra”.
A: Toa Atenea, María Encarnación y Blanca Rosa.
“Amor” filial,
incondicional,
eterno.
“Amor” fraterno,
agradecido,
inolvidable.
“Amor” terreno,
solidario, de
compromiso social.

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La inquietud existencial (existencialista) absoluta pone la pregunta en
torno de cuál es la razón de ser de la existencia humana (como de la,
de la realidad toda); si dicha razón no viniere prestablecida, el Género
debe planteársela. Fuera de esta preocupación vital, nada detenta
fundamento y valor. ¿Para qué tantas generaciones, que vienen y van?
¿Qué razón tiene la vida pasada, de ese torrente que fue, como del que
es y del que será? Si no se encuentra o dota de sentido a y para la vida
humana en su orden, su realidad deviene un hecho fofo, que incluso
devalúa a las simples leyes, que presiden el fluir sin conciencia de la
Materia.
A partir de una posición madura, ilustrada, enteramente racional,
neohumanista (el ser humano se realiza como racionalidad), se asume
que la Especie tiene como misión producir el concepto de la Materia,
tornarle dual a Esta, facilitarle su alter ego: el “espíritu”. Todo lo que
hacia allá lo impulse tiene sentido y razón de ser; lo contrario:
¡absolutamente lo carece! El denostado eurocentrismo (Occidente, la
modernidad, el progreso prometeico esquizoide) está en esa línea; las
conductas “comunista”, del buen vivir, la ecologista per se, la
etnicista (romanticismo hedonista), en tanto se distancian de esa
razón, son históricamente reaccionarias. Y “Sin embargo se mueve”:
toda lucha por el sencillo bienestar humano (del pueblo trabajador),
es proba.

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La función del ser humano en el Universo es
tornar dual a la Materia. La Biblia dice: al
principio era (la información, la energía, el
espíritu) Dios; Este último, creo (la materia, el
Universo) los cielos y la Tierra, y al ser humano.
Como en Marx, respecto del Sr. F. Hegel, lo que
está de cabeza debe ponerse de pie: al principio
era la Materia, ésta creo al ser humano (al
neocórtex) y éste produce el concepto, la idea,
habrá de tornar dual a la Materia: Esta y su
espíritu (su representación).
LA HUMANIDAD ES EL ESPEJO EN EL QUE SE MIRA
CONCEPTUALMENTE LA MATERIA.
Escrito bajo influjo del ritmo sobrio, elegante,
firme, compenetrado (racional, ilustrado,
moderno), del segundo movimiento de la
Segunda Sinfonía del gran Ludwig van
Beethoven: fuerza y serenidad, prístina
logicidad estética.

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Quien escribe, viene de la rama de las Ciencias Naturales (del
“positivismo”); por tanto, entiende y sostiene la doctrina de la
determinación: el león, desde que se halla como cigoto en el vientre
de su madre, tiene inscripto su destino (la especie, el orden mismo lo
detentan). Lo propio pasa con el ser humano (a partir del Bing bang
-hipótesis cosmológica- su sino se fija): tanto en su esfera biológica
como en la de la praxis (la “libertad”, el “libre albedrío”, la
creatividad, el “papel del individuo en la historia”: la incidencia de la
voluntad sobre la estructura, es[son] inmanente[s] tan sólo [en un
momento dado de producción del conocimiento] a la apertura de la
ruta hacia el zenit puesto: la subjetivización de lo objetivo). Sostener
biológicamente la existencia racional (al neocórtex), asimilar la
experiencia del Género y/o desarrollarla a fin de producir el concepto
total, eso lo hace de un modo o de otro la Especie (de forma natural o
compuesta -NI/AI), pero lo hace. El movimiento progresivo es la ley
absoluta de lo natural, de lo histórico, y el discurso que le es inherente:
es el gran “relato” moderno en la posmodernidad, en el sentido de
retorno de la cordura, de la racionalidad, que estructura una efímera
etapa histórica (la formación humana capitalista): mediación
transiciva al poshumano o a la forma metahumana sin trabajo,
compuesta por miembros modificados genética y artificialmente,
dedicados a la producción de la Idea. Esta es una manera de ver la
existencia con el bagaje conceptual marxistaleninista.

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TABLA DE MATERIAS
Presentación (y sinopsis) 15
RESUMEN EJECUTIVO 85
Criterios básicos sinópticos (de ordenación) del discurso; razón,
sentido y resultado del proceso real 85
Nota 87
Premisa 92
Prospectiva 95
Premisa mayor 95
La ideología del proceso 104
La transición 107
Inquisiciones finales 121
Objeto, método, posición filosófica y convergencia 123
Categorías 123
Objeto 123
Método 125
Posición filosófica 128
Convergencia 132
Tratamiento 143
La teoría (ley) de la “propiedad” (de la inteligencia), fuente
epistémica de la “nueva concepción de la historia” 145
“Coevolución naturaleza-ser humano” 145
Los elementos conformantes del proceso 162
La base material del pensamiento 161
El supuesto de la propiedad (de la inteligencia) 167
La tendencia principal y sus frenos (la ley inmersa en el proceso
del conocer) 171
Cultura: positivismo y hedonismo 171
La ciudad: interface formal (Su importancia en el proceso de
hominización) 186
“Género” y diversidad sexual 195
Problemas con el fundam. natural de reproducc. de la vida 206
El complejo de inferioridad de la elite del saber 211
Los límites objetivos puestos frente a la pretensión de la razón 218
Crisis económica, tasa decreciente de ganancia: límites y

12
término del sistema (capitalista) 236
La transición: 1970-2050 245
La región política: elementos epistémicos 265
Proyección histórica: estructural-coyuntural-prospectiva 273
Apreciación crítica sobre el saber de algunos aspectos de la física
convencional 273
El socialismo: el caso de la ex URSS y su Campo, período Lenin-
Stalin 290
Hechos colaterales en el plano global 309
El proceso humano en curso 326
Humanidad en la encrucijada 343
La forma histórica de lo nuevo 346
Los trabajadores, Marx: su proyección histórica indefinida 360
Individuos del tercer milenio 366
Seres que colaboran para el usufructo del “trabajo coagulado”,
en el desarrollo del pensamiento y que progresivamente se auto
comprehenden en el concepto: ideas sobre el siglo XXI 366
Los rasgos principales de la “comunidad ´cibernética´” 366
Proclama y sumario 378
Generalización. La intelligentzia: objeción y defensa 383
Generalización 383
La intelligentzia 388
Hegel: el grande; Hegel-Marx: la superación 388
Sobre Marx, en concreto 391
Metareflexión 400
Conclusión 404
SINOPSIS GENERAL 411
PARTE PRIMERA: INTRODUCTORIA 415
Refiguración: elementos generadores del concepto (presentación
aleatoria) 417
Consideración previa 417
Avance 421
Posición filosófica 458
Generalización cosmo-político-filosófica 478

13
Primera: la acción y la verdadera resultante 478
Segunda: sobre la misión del ser humidad en la historia, en el
Universo 482
Observaciones 484
PARTE SEGUNDA: CONTENIDO DESARROLLADO 505
Exordio 507
Sumario 508
Desarrollo 531
La nueva concepción de la historia (esbozo/borrador) 533
La omnipresencia del proletariado: el papel de los trabajadores
y del socialismo en el desarrollo presente y futuro de la
humanidad 764
El sujeto del proceso 764
El sentido de la idea 766
El capitalismo está muerto769
El capitalismo es un proceso ya cumplido 769
Tesis 777
Clausura 779
Cierre 788
Ideas adicionadas al proceso de comprensión del Mundo 829
Esquema general de la idea 831
Bibliografía 833.

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PRESENTACIÓN (y sinopsis).
Historia (natural, praxis, lógica). Profusión
generacional humana. Belleza e ignominia
juntas (dialéctica permanente). ¿Para qué?
“Simplemente” para que la Materia, en su
devenir, logre su concepto.
Las anotaciones que siguen proceden de la “esfera artesanal” de
producción filosófica. Constituyen: cuerpo de inferencias abstractas,
en el que no se incluye modelos de demostración matemática; empero,
las “máximas” en proposición entrevén su significado a nivel de los
“grandes números”, en cuya dimensión se manifiesta su “exactitud” (la
Filosofía: no se puede matematizar, es decir, no es posible pragmatizar
las pretensiones del Sr. B. Russell, como tampoco las silogísticas
de L. Wittgenstein). Y, las mismas propenden postularse como
formalizaciones nomotéticas circunspectas (inherentes al modo de
proceder epistémico moderno, el cual recuperará su sitial, una vez que
decline el extravío de la posmodernidad), en compromiso con el
marxismo-leninismo: doctrina científico-revolucionaria rigurosa,
frugal, objetiva (¡Filosofía ideológicamente situada, políticamente
comprometida, racionalidad en lucha! El desarrollo discursivo de las
materias: su sentido inmanente, trae aparejada dicha peculiaridad).
El Trabajo rescata, relieva y hace eje de todo el análisis, a la
joya racional más rara, valiosa, del espíritu humano, generada
(precisada) por la mente del señor doctor Karl Marx, en la que está
comprehendida la premisa, que fija la posibilidad de inteligir el Mundo
(“cuestión filosófica”, “teóricamente resuelta”); la misma se halla
expuesta en Los grundrisse (1857-58: “el pasaje sobre las máquinas”
-tomo segundo, Pp. 592-594 [18, 1975]): cuando el autómata ponga a
un costado al trabajo humano, en ese instante termina el modo de
producción fundado en el “valor”; el ser humano se dedica a
aprovechar de la fuerza productiva constituida, a conocer y a
DOMINAR a la Naturaleza (a “señorear el Universo”). En efecto, la
Especie está por dejar atrás su momento biológico original, condición
dada por la naturaleza, y se conduce a erigir su propia realidad: el ser
humano posnatural.
Prognosis metarelevante la antedicha de Marx, que en este
documento toma la nominación categorial de ontopraxeologoteleología
–J. Zeleny- (dialéctica del “ser” [naturaleza –F. Engels], dialéctica de
la historia [Humanología, la praxis –K. Marx], dialéctica de la mente
[lógica –G. F. Hegel] –B. N. Biessonov- y dialéctica teleológica [meta
{“´filosofía´ de la historia”}]: modificación de la subsunción del
trabajo al capital y del ser humano a la naturaleza, y formación de su
propio ser: la posthumanidad [El marxismo ha considerado dos

16
dimensiones de la realidad: naturaleza e historia {Marx lo ha hecho
con las tres: naturaleza, historia y final –producto y término}; la
presente idea {neomarxismoleninismo: marxismoleninismo del tiempo
presente} pone la monta en la tercera, en disposición orgánica y
determinante: el proceso cósmico y el de la acción racional, con su
dirección: el telos]). Deviene pues, este acto de la mente en una especie
de marco teórico en desarrollo a lo interno del M-L, para entender la
realidad a partir de bases categoriales distintas, es decir,
reconceptualización: cambio de la base conceptual para derivar de
forma remozada la realidad en su dimensión actual, en la pasada e
incluso en la que viene.
El ser humano, motu proprio, se hace para PENSAR (verdad de
Perogrullo); esa la distancia, la diferencia radical, exclusiva, de la
persona con el resto de seres vivos. Inmediatamente se infiere cuál es
la misión de este ser (de la historia, de la praxis, del neocórtex
-de la inteligencia) en la existencia (en la realidad, en la materia, en el
Universo o en el Mundo): producir su concepto, la Idea (el
conocimiento total); y, al lograrlo, el ser humano ha alcanzado la
verdad, se ha vuelto verdad. En realidad, el ser humano forma parte de
la naturaleza y –para usar cierta terminología (Levinas/Dussel)- es
“exterior” a ella; el resto de seres se hallan subsumidos en los ciclos
naturales. El ser humano renuncia a esa “alienación”: ser un simple
partner igualitario en el medio natural; forja su propio sistema de
gobernanza; se aladea para crear un nuevo elemento que no está en la
materia: su representación; y, al volver espiritual el gran universo
material, la persona se totaliza, subsume a su “exterioridad”: la
realidad. Lugares comunes estos, varios que se pone en el presente
escrito, que para las nuevas generaciones constituyen toda una
novedad, en la medida en que “son generaciones que no han sido
educadas políticamente por sus padres”, como si lo fueron quienes
ahora se hallan en la veteranidad” (dixit Sr. Dr. Eduardo Sartelli).
Si la Especie llega a dicha suprema meta: perfecto; si no lo
hace, la misma quedaría tan sólo como una aspiración teleológica
monumental (postulado) del ser de la razón (como una niña, que debía
avanzar a mujer, pero que, en un momento de su ruta, ese devenir
quedó trunco). En verdad, lo esencial y necesario en la historia, en la
realidad toda, es el neocórtex: su realización absoluta (de esta cualidad
[fundamento], de esta propiedad [identidad], de esta característica
[substancia], de esta [pre]determinación [sin la condición “neocórtex”
{propiedad} no existe el ser humano {cualidad negativa, que hace que
el ser humano no sea simple animal}]). Además, el sentido y el curso,
que deben contener y seguir las acciones humanas en adelante
experimentan un giro completo de determinación, pues, hasta el
presente los actos se han significado mediante apelación a las
referencias del pasado: esa ha sido la constante; ahora, en cambio, la

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humanidad, de manera normativa: deber ser, debe reflejarse en la
configuración del ser que viene, verse forzada a lograr el consenso y
ordenar la praxis en coherencia con el despliegue progresivo de los
hechos (radical racionalidad instrumental: performativamente, todos
los medios hacia ese fin).
En el Big Bang (“Modelo de acordeón”; “hipótesis de las
espirales”) se incuba la lógica (direccionalidad procesal inmanente) de
todo el proceso universal: acierto estocástico y avance propenso a la
producción de la conciencia (Sr. Hawking: ¿Historia del tiempo?; en
verdad: Historia del MOVIMIENTO, en la “gran explosión” se ´crea´,
más bien, la masa y se inicia el movimiento efecto de la acción de la
propiedad primera: la polaridad, pero sobre todo tiene lugar el proceso
de la “lógica” real [las 7 constantes cósmicas {velocidad de la luz;
gravedad; campo eléctrico; peso del protón, el electrón y del neutrón;
y, constante planckiana} y las 5 interacciones {electromagnetismo,
gravitación, decaimiento Beta, la atracción de protones y la unión entre
éstas: Strong Unification Five –SU5}]). El “ser” tiende a volverse su
contrario: la “nada”; para sortear ese peligro el “ser” debe
necesariamente moverse, devenir perpetuamente (es el cinetismo
forzoso permanente: desarrollo en sí mismo, la razón de la existencia
infinita del ser). Pero su antípoda, en los hechos, es su concepto; y éste
(el concepto) procede merced a la actuación del producto supremo
suyo (del ser): la persona, tanto natural como artificial interpenetradas,
en entronque gnoseológico “hermafrodítico”.
La necesidad de la paridad. Pari passu: ni la inteligencia
natural (NI) ni la inteligencia artificial (AI) pueden por si solas producir
el concepto consciente del Universo. La primera, porque su capacidad
(el instrumento de la mente, tanto individual como colectivo) es
limitada frente a la magnitud del objeto a representar; la segunda (robot
sapiens), porque carece de la esfera sensorial, elemento éste, único que
vuelve consciente a la conciencia (a la simple información). Por tanto,
es la conjunción irrestricta entre los dos tipos de inteligencia (ciber
humano colectivo) la que torna capaz de logarlo (la inteligencia
artificial amplia la capacidad cognitiva; la natural –la sensitividad,
esfera que se encuentra adosada a la inteligencia natural- otorga la
conciencia sobre el hecho; en todo caso, conciencia: movimiento del
cerebro en su relación con el Mundo, para sobrevivir y para
paralelamente producir el concepto). No obstante, el hecho posee
“racionalidad teleológica”, esto es, “fin consciente”, en cuanto
“anticipación en la mente del resultado que se busca: la representación
antelada, del fin”.
¿Para qué la inteligencia, luego? ¿Para atender necesidades,
quid pro quo, de reproducción corpo-biológica, hedónica (“que
procura el placer”), lúdica (recreativa), de producción y/o disfrute de
las elevadas manifestaciones de la espiritualidad e interconciencialidad,

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nada más?; o: ¿para superar deficiencias corporales a la hora de
afrontar los obstáculos (a la vez: impulsos, acicates) que impone el
entorno a la sobrevivencia/producción de conocimiento (aprovechar
sus recursos), esto es, para mantener la vida como instrumento para
producir la idea? Definitivamente: esta última función (en la medida en
que se manifiesta, el espíritu se autoconoce a sí mismo [lógica
subjetiva, del concepto]: Hegel; Marx: el ser humano auto produce su
propia existencia material y crea de modo paralelo la idea del Mundo
[lógica praxeológica -trayectoria de la razón sin término]). La humana
es la especie que más se cuida (es obvio: fuera de la contradicción
bélica de movimiento, que paradójicamente impulsa su desarrollo);
¿para qué lo hace?; porque debe realizar su misión exclusiva: producir
el concepto; con ese fin hace todo lo que tiene existencia y lo que crea,
“para sí”. Esta hipótesis prospectiva de muy lago aliento (acción
profética): el desentrañamiento de todos los misterios del Universo
como metacognitiva y razón de ser humana, no puede ser demostrada
empíricamente por quién la plantea, como disprobada por la
discrepancia; como observara el Sr. Keynes a propósito en su campo (la
programación económica): “En el largo plazo, todos estaremos
muertos”.
En realidad, la categoría abstracta de la totalidad real es la
de neocórtex (neuronas de la asociación simbólica, base material del
pensamiento –es por lo que el “absoluto se puede pensar a sí mismo”:
G. F. Hegel): ella es –y por hoy, junto a las redes neuronales: la
inteligencia artificial- (en sentido óntico-histórico) presupuesto del
comienzo: premisa (“abstracción inicial”) y fin (abstracción final:
“posmisa”; la categoría que define al “ser” no es de índole sociológica,
sino ontológica, natural: el córtex nuevo); la frontera del proceso
cósmico-natural (en la ciencia y en la técnica [y en la política en un
momento dado -Marx dice: sólo los animales no se inmutan frente al
dolor de sus semejantes {conclusión que procede de la razón, no de la
“Etica”, siendo que ésta también procede de la razón}] se plasma, se
advierte, el verdadero ¡poder y sentido del ser humano! [Todo lo demás
son supercherías distractoras, entretenedoras]). Para la razón, dos
entretenimientos son los básicos: el político y el científico, una vez
solventadas las necesidades vitales, es obvio; el primero, para cumplir
la prescriptibidad inserta en la admonición antedicha de Marx; y el
segundo, para dejar el estado consciente de la materia (la muerte) con
la máxima comprensión del Mundo.
Neocórtex: fin del proceso progresivo natural, esto es, último
eslabón evolutivo, más allá del cual no puede ir la naturaleza (Pieron-
Leontiev), porque entonces ésta (la naturaleza) crearía directamente
(sin mediación humana) a “Dios”: al súper ser humano (en la
perspectiva religiosa cristiana, la creación crearía a su creador, lo cual
es un absurdo incluso lógico y real); y comienzo de la historia, su

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realización progresiva, dimensión que produce la IDEA; y, el límite de
todo: el conocimiento absoluto (salto dialéctico colosal). El proceso
evolutivo natural termina con la producción del ser humano al interior
de la primera y última formación histórica: la comunista; pero éste sin
embargo continua de modo compuesto; si bien la evolución artificial
es la producción en reversa de lo hecho por la propia naturaleza por
parte del ser humano (Leóntiev-Engels), el ser humano va más allá; el
ser humano, mientras modifica su sustancia gris, una vez que crea
inteligencia artificial, la fusión con la natural y forja de este modo el
cerebro del tamaño del Universo (el poshumano) con el cual le da al
Universo su concepto, ha producido su propia naturaleza: la tercera
naturaleza, la que es el campo de producción del concepto.
En esas consideraciones, el propósito de la presente cabilación
(de este document), consiste en exponer los rudimentos del principio
filosófico, que mueve a la humanidad, a la naturaleza y al Universo (a
la Materia toda), cuyo instrumento último y esencial, es el neocórtex
(Del caos total al orden: reinado de la racionalidad; ésta, la ley más
general inmanente al “ser”, “tendencia que se impone y opera con
férrea necesidad”). “Longevidad permanente”; se ha burlado la ley de
la muerte. La inteligencia natural –NI- en fusión con la inteligencia
artificial –IA- en interface total: potente dispositivo del tamaño del
Universo deparado para su figuración conceptual; y esa es la razón de
ser de la formación humana comunista: su regularidad. Período en el
que el ser humano conquista la libertad; momento singular, que le
permite decidir: “To be or no to be, that is the question”. La naturaleza
en forma estocástica se ha acomodado para crear y sostener, a y a la
Especie, que debía representarla (la producción de la idea). Esa la
verdad. “El meta objetivo de producción del saber total, es la verdadera
´medida de todas las cosas´, Sr. Protágoras”.
En la incursión episódica: por fin adquiere claridad, algo que
alguien debe haber “intuido” ya:
el valor agregado, que pone el sujeto en lo existente, es
la conciencia “de sí”: su concepto
(conciencia inconsciente, porque la materia no tiene sentidos, y es la
esfera sensorial biológica humana la que vuelve consciente a la
conciencia [“voluntad racional: romanticismo-ilustración, superación:
los dos términos se contienen, recuperación de lo positivo y
trascendencia por necesidad objetiva de tener conciencia de la
´conciencia´”]); strictu sensu, realización plena del poder de la
inteligencia.

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Y, cuando no haya ya, nada más que representar, la
presencia de la inteligencia (del ser humano) pierde
sentido.
En la continuación y expansión de la reflexión antelada, por
tanto: sí hay algo que el ser humano (el poshumano) añade por su
propia cuenta y riesgo al proceso evolutivo (creativo) natural, que es
privativo de su acción: la representación semántica de la realidad. El
proceso evolutivo artificial no es más que lo hecho por la naturaleza
vuelto a hacer por el ser humano (desarrollo científico-técnico), tal
como lo pone correcta e impresionantemente el Sr. Alexei Leóntiev; o
sea, lo máximo que ha hecho la naturaleza es crear al ser humano
(neocórtex, inteligencia, conciencia, razón): al ser de la praxis, de la
historia, de la lógica; si se sigue la reflexión de Leóntiev-Engels, una
vez que se produzca la inteligencia artificial autónoma (ser humano
artificial), la evolución artificial llega también a su límite; pero no es
del todo así, porque el ser humano no se limita tan sólo a hacer en
reversa lo hecho por la naturaleza y nada más, de modo que la praxis
sí hace algo propio: es un adendo a lo hecho el proceso evolutivo
natural, distinto y más allá de la naturaleza: la producción del concepto.
Dicho sea de modo pedante, con esta derivación el marxismoleninismo
les superó en entendimiento al resto.
Praxis en la que el ser humano alcanza la libertad (status éste
tomado, no en sentido abstracto: en cuanto ausencia de todo límite para
la acción): el derecho de negarse, de dejar de ser por designio propio,
de anular el poder: tanto el ciego inherente a las condicionantes de la
materia, como el consciente de la historia. Y, una vez desencriptado el
misterio de la existencia: ¿tiene razón de ser la presencia y proliferación
de “unidades de pensamiento”, de la inteligencia, de su base material: el
neocórtex, en la Tierra, esto es, de la praxis, de la historia? El cerebro
humano (“súper ordenador”): el instrumento de la cognición, cuando
todo está conocido, se torna innecesario, deviene órgano inútil, tanto
peor al volverse perenne éste, una vez alcanzada la inmortalidad.
Si la historia tiene sentido y si la vida humana (la Idea: el
concepto poshumanamente producido del Universo) es su realización,
ésta (la vida humana) se presenta como sólo útil y razonable en dicha
dirección (in fact, el individuo burgués educado: el europeo, el
estadounidense, el nipón, es el más conspicuo monigote [marioneta,
títere, simple payaso de circo ] consciente necesario de la historia).
Tautología: el león (que devora herbívoros) sin conciencia cumple
una función en el sostén de la “armonía” cíclica de la naturaleza;
el ser humano deja atrás la fatalidad cuando adquiere conciencia de
su papel en la historia, en la naturaleza, en el Universo, en la realidad
toda (dixit F. Engels); rol, que la persona pasa a realizarlo de modo
consciente, en un momento determinado de su caminar; acto éste, de

21
simple giro mental por el cual logra el estado de emancipación y el
evento máximo (único) de realización de la libertad históricamente
aprehendida al “fin de los ´tiempos´”, que es la negación de la
afirmación (frente al status de sabiduría completa, el margen de
decisión es estrecho: la anulación del ser dispuesto para conocer: libre
albedrío y su realización[momento y facultad fugaces]). A partir del Sr.
Heráclito de Efeso se sabe que la realidad fluye merced a la operación
de la contradicción; la armonía es por lo menos antidesarrollo; sería
extraordinario que en condición de equilibrio se produzca el progreso;
afirmación, negación, superación (G. F. Hegel dixit): el devenir es la
ley absoluta de todo: del simple movimiento replicante, como del salto.
Un Sr. Econ., docente y autoridad en una Universidad,
compañero de labores y amigo, frente al uso personal de modo asiduo
y normal de las ideas de Marx y Engels recusó: “Que facilidad la suya
para traer al presente y hacer válidas las opiniones de seres que vivieron
siglos en el pasado”. No hubo sorpresa en lo personal al recibir tal
rechazo, pues, el calificativo de “dogmático”, se ha escuchado
reiteradamente; por el contrario, se dejó caer el lápiz que se tenía en la
mano y mientras se lo levantaba se procedió a replicar: “¿Ve cómo
Newton está presente? Se continuó la exposición y se dijo que Newton
había muerto antes que Marx y Engels, pero que su aporte al
entendimiento del Mundo estaba presente, precisamente con el
descubrimiento de la categoría de Gravitación universal; por tanto –se
arguyó-, que en la realidad social existen regularidades, que tienen
vigencia más allá de la frontera histórica de su aprehensión cognitiva
(y de la presunción de modernidad en el pensamiento), en la medida en
que hacen referencia a modos de ser supra constantes inmanentes a
períodos del Género, dados en su movimiento general. Lainteligencia,
luego, en la historia, ha propendido entenderla realidad, usufructuarla,
prospectarla (Kant, Hegel, Marx, Vernadski, de Chardin, Sagan,
Estulin, Harari), encontrar su lugar en ella y suponer la naturaleza
“de sí”, en el futuro. La mente deduce la contradicción absoluta de
la historia, la regularidad que precede la praxis, la “ley general que
preside el movimiento humano”, que dinamiza todo el evento:
el enfrentamiento entre el carácter procesal del ´ser´,
que se abre al infinito, y la conciencia, que se propone
atrevidamente alcanzarlo.
(dos movimientos antinómicos enfrentados: el de la realidad y el de
la inteligencia [think tank integral: dialéctica total, meta regularidad:
aproximación/alejamiento e igualación creciente entre el movimiento
de la conciencia y el de la realidad; a continuación la mente se adelanta
a los hechos y pasa a modelar –gobernar- el Mundo -proyectación]; la
última -talento- viene a ser parte eventual de la primera –la Materia); en

22
otro sentido: “persecución dialéctica de la verdad”, “el camino de la
autoconciencia: la conciencia se conoce a sí misma”. El enfoque
epistémico apropiado de la praxis, luego, es de tipo “humanista
ilustrado teleológico”, y es el que se usa en las presentes líneas.
Patrón referido en párrafo precedente, que empuja al homo
sapiens al status de experticia suprema (bienvenida sea esta “tiranía de
los hechos”, dicha “dictadura de la realidad”; tal “plan oculto de la
naturaleza “, “la forza del destino”: laobertura Egmont al Drama de
Goethe de Ludwig van Beethoven, Herbert von Karajan y la
filarmónica de Berlín [Ludwig van y Egmont: apoteosis de los
absoluto, más allá sólo queda el vacío, la nada o el camino de retorno:
a reproducir lo imperfecto {paráfrasis de La ilusión del fin -J.
Baudrillard}]): Know-how total, la perfección: el máximo grado de
realización al que puede llegar la inteligencia colectiva/artificial y la
materia toda (“normas ´ISO´”: emulatividad sistémica, “cero
defectos”, calidad total, excelencia), “puesta en valor” la libertad
–acto, potencia y voluntad (la socio-psicología: Humanología, deviene
“Teología” –profana, desacralizada, secularizada). El conocimiento
total se subsume (ingreso y ubicación en una escala racional superior)
en la teoría, en la ciencia de la historia (en sentido marxista clásico,
ortodoxo: Materialismo histórico): la gradación progresiva (“devenir
lineal”) de las formaciones de reproducción humana: comunidad
primitiva, esclavitud, forma servil-señorial, capitalismo y comunismo
(“teoría del todo” de la praxis), para la conformación de cuya trama
son insumos los otros saberes (Marx-Kredov), sean disciplinares
(compartimientos de la ciencia) o de divisoria hemisférica
(Occidente/Oriente).
El “espíritu absoluto” progresivamente se objetualiza en el
desarrollo de las tendencias objetivas (con lo que el ser humano
“intuitivamente” hace [sujeto a la predirección de la regularidad
objetiva], produce la historia: ésta se realiza; la revolución hace su
entrada, en tanto partera de la historia y la “lucha de clases”, en cuanto
determinación de su movimiento progresivo). El Género “… reifica,
torna material su querer…, incorpora en su gran universo espirituala
la naturaleza entera…” (dixit Dr. Alfredo Castillo B.); crea su “cielo”
(tercera naturaleza [naturaleza “divina”, la poshumanidad]; baza de la
cual es la primera naturaleza [naturaleza natural]: valor de uso, y la
segunda naturaleza [naturaleza artificial]: valor de cambio), construye
su trono, y se vuelve “providencial”. El curso hipotético de los hechos
y su concreción ensamblados especulativamente de este modo
(linealidad, aderezo; “esquema impuesto a la historia”), asumen la
apariencia de ser una invención (suposición razonable), “una
construcción ...[simplemente]… a priori”.
En efecto: en la comprehensión efectiva del proceso
coyuntural de cambio en perspectiva y de la senda general, se deriva la

23
cuestión: 1) la “´destrucción´ …[agotamiento del modelo]… de la
economía de los servicios (del sector terciario financiero especulativo
[contratendencia que reduce el tiempo de rotación del capital, que
apalanca la tasa de ganancia {contratendencias dilatorias: bloqueos al
flujo de la ley -que inducen el carácter tendencial al proceso-, que de
momento se han ampliado la gobernanza a la globalización, a la
financierización, a la desglobalización}]); 2) terminan los modelos de
gestión al interior del capitalismo (libre mercado y economía dirigida);
3) llega a su frontera el sistema capitalista como tal, 4) concluye la
larga onda clasista de la humanidad (esclavismo, feudalismo,
capitalismo); y, 5) la fase humana de la historia, con la ubicación del
Género en la poshumana, como acumulado de transiciones, al interior
de un proceso de inflexión asombroso.
El Universo (inasible), en su inmensidad extracta Tierra,
humanos, racionalidad (orden ascendente); en el caos aparente debe
darse (captarse intelectivamente) con la senda progresiva con auxilio
del algoritmo matemático de los “mínimos cuadrados” como
procedimiento de cálculo (Kant afirma, que la naturaleza tiene
una finalidad [la “historia como sentido” –Kelle y Kovalson:
Sociología marxista], y sus movimientos [“en los que se incluyen
nuestras acciones”] “no sólo son empujados desde atrás, sino que una
meta y finalidad nos arrastra desde adelante”). Traza que permite
prefigurar el estuario: el rumbo común y el sentido de los actos en el
maremágnum, en la multiplicidad, en el abigarrado y sorprendente fluir
social en el escenario finisecular, pues, la humanidad, que emergió de
modo espontáneo del seno del proceso azaroso, aleatorio, progresivo,
de la naturaleza (“somos el producto de los azares que nos precedieron”
–se dice en algún lugar en la web), realiza el suyo (su proceso) de modo
cíclico ascendente, desigual y funcionalmente combinado, en torno de
una senda común (“reduccionismo económico fatalista”,
“evolucionismo”, “sucesión universal de etapas”,“suprahistoria”, cabría
decirse).
Una pregunta-idea es la obsesión. Y lo es, no tanto por la
respuesta, sino debido a que en el momento la misma no le preocupa a
“nadie”, pues, el ser humano por lo general ha entrado en una fase
romántica indefinida. Luego, tal fijación responde a la inquietud sobre
el deseo de que se formule y se piense en ella (en la citada pregunta),
como por difundir la “repuesta” al respecto (que se cree haberla
encontrado -precisado). Quienes tienen la concepción religiosa de la
vida: correcto. Esa forma de pensar aquí sale de la reflexión. En el
frente de los que asumen el concepto materialista de la realidad hay
división en dos bandos: 1) los hedónico-humanistas, naturalistas
(adversos al progreso, afectos a la felicidad sensorial, de cuidado de la
naturaleza, etc. [no se trata del cuidado de la naturaleza per se, sino de
cómo adecuarla de mejor manera al cumplimiento de la misión

24
humana, la que es la realización plena del neocórterx en la producción
de la idea]); 2) los ubicados en el frente prometeico de la vida racional,
la que debe producir el concepto, lo cual es la razón de todo, en la
mediatización la acción del instrumento-“neocórtex”. En este último
caso, se asume la progresión natural-histórica-posnatural/poshistórica:
animal, prehumano (homínidos superiores), humano (homo sapiens),
poshumano (homo “divinus”).
La pregunta: ¿para qué tanta gente en el Planeta? Esta
propagación simplemente biológica y hedonista (término éste, que se
asimila a la esfera sensorial [inherente a la subjetividad], mas no en su
connotación negativa: paroxismo de la emocionalidad), vuelve
rutinaria y absurda esa existencia y esa proliferación; el sentido (el
valor, la justificación incluso de tanto proceder irracional) está en que
todos empujan el carro en cuyo interior opera el ser (el sujeto exclusivo
de pensamiento, que se halla abastecido de modo automatizado) que
produce, mientras avanza, el concepto. El ser humano formula la teoría
del Universo; la intelección de su propio despliegue (historia:
“experiencia de la conciencia”; superación del imperio de la esencia
antropológica: conciencia sensible y auto conciencia; de la ignorancia
total a la categorización completa de la realidad: el concepto;
continuum progresivo, en espiral, de salto entre totalidades): “… el
Universo …[de modo solipsista¨]… se mira a sí mismo, se reconoce y
se afirma” en su concepto (F. Hegel), y la persona adquiere conciencia
“en sí”, entrevé su “para sí”.
El proceso de la vida humana, que es el espíritu …[el ser
humano, y por su intermedio el cosmos]… conociéndose …[que se
conoce]… a sí mismo”, termina en el “saber absoluto ...[sic]…,; el
objetivo de la historia consiste en descubrir el significado de la vida”
(G. F. Hegel); es por eso que el Sr. Hegel dijo que su saber era la verdad.
El instrumento único del proceso de formulación de la idea es la
inteligencia -el neocórtex- (determinación), en cuanto identidad
genérica ontológica absoluta (propiedad -inteligencia-, que nivela a
los seres humanos). Inteligencia objetualizada (en el abordaje
ideológico/pragmático de necesidades/problemas: moverse como
vida humana, en el movimiento de la realidad): fuerzas productivas,
civilización,desarrollo civilizatorio. Las diversas formas de la vida
cumplen una función en la naturaleza de acuerdo a la propiedad que las
singulariza, que define su ser y que preestablece lo que son capaces de
hacer cada una: la clorofila en las plantas (producción de materia
verde), cuatro panzas en los herbívoros (producción de proteína),
potentes ácidos gástricos en los carnívoros (regulación biológica de la
vida herbívora preservadora del equilibrio de ciclos).
El ser humano detenta la propiedad de las propiedades (el
neocórtex): la inteligencia, que es una sola: racional (no “múltiple”
ni emocional), y de la que es únicamente depositaria la persona: es

25
exclusiva del orden sapiens (esa su esencia natural: la única
determinación transgenérica, denominador común antropofísico
biológico); con ella “puede objetualizarse: hacer real su deseo” (la
tecnología, la civilización); de manera que es exigible que lo haga todo,
pues, a más de cerebro éste –el cerebro- es un órgano productor de
órganos y del propio cerebro de forma artificial: inteligencia
compuesta. El ser humano -tautología- posee, por tanto, una
diferencia sustantiva respecto de otros organismos: puede investigar,
descubrir, imaginar, darse cuenta (entramado progresivo de conciencia
sensible, autoconciencia y concepto –G. F. Hegel), crear su universo
espiritual, como no lo hacen ni plantas ni animales (seres estos últimos,
que no disponen de neocórtex).
En la realidad, se dice, se presentan niveles de organismos; cada
uno supera al anterior (en evolución, en el proceso hacia la creación de
la materialidad neuronal –P. Panchout: El funcionamiento cerebral-, a
la racionalidad). Las plantas: seres inferiores, que no saben que existen
otras plantas, los animales y el ser humano; pero éstos (plantas,
animales y humanos) los hay. Losanimales: seres superiores a las
plantas e inferiores al ser humano, ellos tampoco son (auto)conscientes
de la existencia de plantas, otros animales y del ser humano, como del
escenario en el que moran; no obstante, éstos coexisten. Se sostiene que
existen seres superiores a los seres humanos (dioses -sic) en algún lado
de la realidad (dimensión, plano de la realidad), de cuya presencia el
Género notieneconsciencia,no sabedesu existencia, porque no detenta
la capacidad requerida (la “revelación” cristiana: la “verdad revelada”,
vendría a saldar esa cuenta -la ufología incluida), de análogo modo a
cómo es la inconsciencia de animales y plantas de su existencia, cuanto
de la de los otros seres (el neocórtex tiene la capacidad de darse cuenta:
la realidad, que deviene para sí, hacia su concepto, crea las nuevas
modalidades de su ser; en esta ocasión la producción de la tercera
naturaleza, el plano “divino”, el comunismo, lo hace a través de la
praxis: de la actuación histórica de la humanidad en su doble
modalidad: generación del “campo de conciencia” y de esa
conciencia).
El ser humano no conoce la existencia de otra dimensión
(superior -sic) y de entes que moran en ella porque esas realidades
todavía no tienen objetualidad; pues, precisamente son los seres
humanos del mañana los encargados de crear esa región cuasi divina
(tercera naturaleza: el “paraíso terrenal”, el comunismo) y de
transformarse a sí mismos en súper seres, que moren en tal plano
mientras redondean la producción de la idea. Se objeta: no es función
de las plantas saltar a la condición orgánica animal (“posplanta”);
tampoco lo es de los animales (por ejemplo: del león) avanzar a seres
racionales (“posanimal”); por tanto, se sostiene acomplejadamente,
que el ser humano no puede ni debe pretender halarse por sí mismo de

26
los cabellos y crear una dimensión superior a la suya actual, pues,
no es tarea de ellos pasar a ser: ser superior; negación mezquina del
poder de la inteligencia colectiva ésta, sentenciada en momentos en
que a través del proceso de su mejoramiento genético
(transgenización, incluso de MONSANTO) se avanza hacia el
poshumano, en proceso de auto modificación ascendente, tal como lo
hecho con plantas y luego con animales.
Sin embargo, el proceso de evolución/“revolución”
experimentado, muestra cómo avanzó la realidad inorgánica a orgánica
y la vida unicelular a la inteligencia (las formas de movimiento
–Engels: Dialéctica de la naturaleza); por consiguiente, este salto de
nivel, que se da por otros seres, en el caso humano, es éste quien debe
avanzar al escaño último: a la “divinización” de la persona, efecto de su
propio desarrollo contradictorio interior. En verdad (y es la ley): si se
mira el desplazamiento cronológico del proceso universal, se advierte
que todo se crea de modo intrínseco en la línea de la existencia siempre
según formalidad gradal y en progresión: emerge la masa, luego la
materia (masa y movimiento), a continuación la vida orgánica, la que
va a la vida racional; de lo cual se colige, que la próxima creación
progresiva es la dimensión “divina”, demiúrgica: el poshumano, la
supra racionalidad, que en términos escolásticos se pondría como la
producción de “Dios”.
Ahora bien, dicho sea a propósito: de haber vida, y vida
racional, en otro lugar del Universo efecto del salto dado (se puede
suponer, que seres similares a los terráqueos en otros lares del Cosmos
hayan avanzado al nivel superior y definitivo), el cual está enciernes en
la Tierra, esta última (existencia con conciencia) debe tener(haber
tenido; tener en un futuro) la conformación antropofísica exactamente
idéntica a la humano terráquea: posición erecta bípeda, visión
estereoscópica, en la mano: el dedo pulgar opuesto al resto,… (y el
planeta matriz debe contar con análogo principio antrópico: sistema
solar, tamaño y ubicación del“blue planet”, temperatura, existencia de
atmósfera, etc. -Ing. Douglas Moya); y quizá se hallen en la dimensión
superior (el poshumano comunista); y, si en algún momento se
produjeran contactos, será entre humanos y seres cibernéticos, o
únicamente entre entidades cibernéticas.
En realidad, sólo el poshumano conquistará el Cosmos (“el
futuro no es del humano, sino del poshumano”, o sea, no de la
formación de reproducción humana capitalista, sino de la comunidad
indiferenciada: la comunista, la que está dispuesta en el inmediato
horizonte”). Pues, no existe fortuna individual o corporativa (o el
sistema organizacional y operativo), en la estructuración genérica de
free trade moderno, que sea capaz de hacer frente a los costes
emparentados con la “empresa” encaminada a conquistar el Cosmos
(esto es, la proeza no se emparenta con la sola, mezquina, egoísta y

27
concupiscente integración del Cosmos al circuito de reproducción
ampliada del capital); es la humanidad (el poshumano) inscripta en
otro sistema, en el orden superior: el comunista, la que encarará ese
reto terminal.
El Sr. Hegel dice: el método es la potencia absoluta frente al
que nada se resiste (en realidad, el neocórtex es la “nota esencial”
-determinación- completa ante la que nada hay imposible). Más
adelante en la historia a lugar a decirse, que con el conocimiento y la
tecnología, en cambio, el Universo se pone al alcance de la mano del ser
humano, por lo que todo se vuelve renovable (como en el propio
Universo, en el que no tiene lugar desgaste –depreciación- de nada,
sino simple transformación múltiple [digresión episódica: en EUA se
dice que en el 2019 se produce gasolina del aire: por reconversión
-reciclaje- del CO2 lanzado a la atmósfera]), pero sobre todo con ese
know-how se torna real la opción de producir el retrato hablado del
Universo, su representación gráfica, su maqueta o la simulación
modélica. En este cometido ad extra universal, que procura su
representación, la forma corporativa supraestelar de cognición es la
adecuada. Vertebración, sinergia, entre distintas unidades de
pensamiento intergalácticas integradas, con su bagaje de inteligencia
artificial respectivo.
La forma de reproducción humana burguesa (el capitalismo)
es la fase clave en el proceso progresivo histórico: en el cumplimiento
de la misión de la conciencia en la existencia: su categorización;
por tanto, debe tener sitio especial en la reflexión lógico-histórica:
abordaje conjunto de su origen, funcionamiento y término, como
tratamiento perceptivo aparte, detenido; sin detrimento, claro está, de
la experiencia socialista: del orgullo, de la prepotencia de una sector de
la población (la clase trabajadora politizada), por tomar las riendas del
potro de la historia, de conducirlo racionalmente, de dejar de ser títere
de las fuerzas ciegas del mercado). Como la juventud en una vida
humana, el capitalismo es la etapa de la “febril acumulación” (K.Marx);
su función es “producir la base material del Mundo nuevo” (pasar el
trabajo a la máquina, automatizar el proceso de reproducción, hacer del
ser humano una comunidad de pensamiento), o sea, del período que
niega y supera al actual (K. Marx). Sin embargo, los trabajadores (el
trabajo sans phrase), son los verdaderos creadores de toda la riqueza
social (material y espiritual) con la que se engalana la humanidad, pues,
“todos los ingresos de la sociedad provienen de los salarios” (aporte
fundamental, que va a pervivir como presupuesto de todas las acciones
prometeicas que vienen: su omnipresencia).
La permanencia en el mercado en condiciones de competencia,
exige de la empresa su desarrollo (el incremento de la composición
orgánica del capital); progreso técnico que implica dos incidencias: 1)
avance progresivo de la historia; y, 2) paso del trabajo a la máquina.

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Para acceder y sostener el nivel adecuado de ganancia, el capital se ve
llevado a reemplazar trabajo vivo por muerto: a elevar su composición
orgánica; por su parte, el desarrollo técnico -en el largo plazo- reduce la
tasa de ganancia. Procesar esta tendencia negativa lleva a la aplicación
de medidas contrarrestantes (Marx) y al uso de prótesis adicionales
(propensiones dilatorias keynesianas: la política económica
-intervención del Estado en la economía-, y gramscianas: las
trincheras, las fortificaciones de la “sociedad civil” –sic); no obstante,
no es posible detener (el movimiento de la “rueda de la historia”) el
paso del trabajo a la máquina (hecho que deja de ser una “fantasía
académica”, contrario sensu a la afirmación del Sr. Econ. Samir Amín
-El capitalismo contemporáneo): la automatización, la inteligencia
artificial, la robotización (el robot sapiens, el poshumano: la
suprahumanidad). Pero si el trabajo sale de la historia, su contrario: el
capital, de modo análogo lo hace.
Los contrarios: trabajo y capital, son eliminados en conjunto.
Desde los núcleos centrales del sistema, el proceso automatizado de
producción se expande al resto: hacia sus fronteras, se torna general y
abstracto:pasaaregirelnuevorégimenderelaciones,estavez:humanas,
y el conocimiento (la ciencia: como “constructo” y en cuanto proceso)
se transforma en el eje nodal, en torno al cual se nuclean el resto de
faenas de reproducción de la vida. “El conocimiento se encamina
a ser la base del poder en el Mundo”; en esta (post) “mercancía” sui
generis: el conocimiento, además se concentran y anulan todas las
antinomias históricas, tanto como las del sistema de libre mercado
en boga. La contradicción cardinal, que mueve al sistema en la nueva
coyuntura histórica, es la clásica modificada, puesto que el trabajo cada
vez más deja de ser el fundamento de la creación de la riqueza social;
esta diferencia se expresa del modo siguiente: contradicción entre el
carácter crecientemente automatizado (históricamente social) de la
producción y la apropiación privada del producto. Y, si se detrae la “ley
del valor”, la historia pasa a ser “otra de sí”.
Por tanto, las presentes (las vivas al inicio del siglo XXI) son
las últimas generaciones del trabajo (y las manos, el más maravilloso
y versátil instrumento orgánico, material, natural, entran en desuso;
en realidad, las generaciones que al momento superan los 20 años, son
analógicas, forman parte de las promociones obsoletas y, los niños de
hoy son digitales ya, constituyen el proceso medial en dirección al
poshumano, mientras que los viejos somos como el mono frente al
homo sapiens con relación al neohumano). Con la automatización
productiva (de todas las esferas de la reproducción de la vida), que es
producto por un lado, de la lucha de clases, del socialismo de Lenin-
Stalin, del imperialismo social Jruschov-Gorbachov; y, por otro, de las
pugnas internas del propio capital (competencia), proceso mediante el
que el stock de productos se eleva verticalmente: la abundante

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producción robótica ha suprimido las opciones de negocios, la base
histórica de la ganancia, el riesgo, etc.; y, es el momento en el que se
vacía de sentido el término “escasez”, cae hecha añicos esa categoría
burguesa, axioma del catecismo económico neoclásico, y la ideología
económica convencional reafirma su condición dóxica: pasa a ser una
representación carente del substrato para la representación (K. Marx).
“Cada sistema, que entre en la historia …[ley]…, planta las
semillas de su muerte” (sic). Cambio, que se produce de modo cruento;
esa renovación completa recupera, conserva del pasado lo positivo;
en la situación en curso: lo hace con el sistema automatizado de
producción, y pone lo nuevo: el orden humano comunitario global
(sistema de simples relaciones humanas democovivenciales), base de
emergencia de las renovadas conciencia y psicología, en coherencia.
Por el momento se acentúa la soterrada segmentación de roles entre
humanos en el plano planetario, pues, la Especie ha instituido un nuevo
y último tipo de división global del trabajo (división sectorial
internacional de la producción: desarrollo científico-técnico en los
anillos centrales del sistema y reprimarización neocolonial): a la
estructura corporativa imperialista (EUA,UE, Japón y los BRICS) le
corresponde completar el desarrollo de las fuerzas productivas hasta
ubicarlas en la robótica inteligente, mientras que las neocolonias deben
avanzar el proceso de establecimiento y consolidación de las nuevas
relaciones “sociales” (humanas). Es verdad, que la historia es un hecho
humano, que sin el ser humano ni siquiera es posible hablar de historia
(Kelle y Kovalson: Ensayos de Sociología marxista), pero el devenir
histórico (los grandes saltos al interior de ella) no son producto de la
acción de la conciencia (no lo es/fue, aun en el caso del ensayo de
Lenin y la ex URSS) sino del movimiento de la parte material de ella
(de la historia misma), que en un sentido es el resultado de la acción de
la conciencia.
Bitcoin, “nativos digitales”; este último caso, no se trata de la
instauración de la “primera generación de ignorantes”, como se ha
dicho; sino que el modo de ser de la vigente generación trasparenta el
inicio de la adaptación del cerebro a los nuevos instrumentos técnicos
(cyber cerebro, cerebro colectivo biónico), necesarios para la
operación de las unidades de pensamiento asociadas en la siguiente
“era”. En la fantasía: con un chip empotrado en un cerebro “vacío” se
le insuflaría todo el saber (información y software), tornándole a la
persona en genio (la técnica es poderosa, incluso opera sobre las
relaciones sociales, sea de modo conservador, como liberador). En
verdad, el tránsito es ciertamente convulsivo, violento (la “revolución
es la partera de la historia” en cuanto el capitalismo alarga su existencia
y completa el proceso de automatización: de salida del trabajo de la
escena de los vivos, y la noción-Tucídides [cuando en el “núcleo de
poder global” se produce el reacomodo de potencias {J. L. Fiori}, la

30
norma es el conflicto bélico] tampoco ha perdido carácter comprensivo
teórico de la cruenta conformación nueva de la historia); y, lo es, incluso
si su percepción y prescripción sean simplemente especulativas, esto
es, sisehallanalejadas del eje de la realidad material y de la intervención
violenta de la voluntad: momento de una nueva ruptura del “tiempo
continuo” en la “lógica subjetiva”, del “tiempo atrás”, diría Benjamín,
al proceder que dirige la mirada al inmediato pasado, para receptar de lo
dicho, los lineamientos para la corrección del rumbo: el “tiempo del
peligro”, el“tiempo ahora”.
A la etapa en curso (el sistema de la moderna “concurrencia”)
se la asume catastrofística y temerosamente como de quiebra del orden,
de crisis, de caos o de liquidación de la civilización. O: “Pandemia:
¿punto de inflexión?”; “Reseteo”: ¿´nueva´ normalidad?”; “¿Nuevo
modelo de capitalismo?”; simplemente: ¿“Vino viejo en odres
nuevos”? La época, más bien, consiste en la irrupción de los
prolegómenos inherentes al cambio en el modo de reproducción;
metamorfosis, que es fuerte, radical, en la medida en que no se
trata simplemente de la sustitución de la dominación de una clase por
otra como ha ocurrido en el pasado entre el paso del esclavismo al
feudalismo y de este último al capitalismo, o de continuación de la
fricción entre fuerzas productivas y relaciones de producción (tampoco
de instauración de una nueva correspondencia entre estos dos
elementos de la base material –E. Balibar-; en verdad, economía y
sociedad [esa forma específica de reproducción material y ese moderno
tipo de integración humana mediante nexos mercantiles {H.-J. Krahl-
E. Dussel}], salen de escena); tiene que ver, más bien, con la supresión
de las contraposiciones fundamentales de la totalidad; cambio
sustancial, sistémico, en el que se suprimen las tres contradicciones: la
antinomia de clase, la oposición entre fuerzas productivas y relaciones
de producción, y la inherente a la base con la superestructura.
Luego: aproximación a la formulación del modelo empírico-
racional (paso de la apariencia a la esencialidad) de la realidad. La
realidad mundial, en la coyuntura transicional tiene ciertas
características: masivo y letal desempleo tecnológico, pues, la
determinación automatización se vuelve cada vez más general y
abstracta; agotamiento del modelo financiero-especulativo global;
límite espacial del globo terráqueo a efecto de la reproducción
expansiva del capital; caducidad y pérdida de hegemonía de EUA en
el “núcleo de poder global” aludido ya; descenso de la tasa de ganancia
(sobreacumulación, saturación de mercados); emergencia de nuevos
colectivos humanos; cibernetización creciente del proceso productivo
y de la vida en general; puesta en entredicho de las propuestas mptico-
religiosas; recusación al androcentrismo; avance vertical de la ciencia
y de la técnica, fenómeno histórico-social, que exige una nueva
modalidad de neocórtex de tipo matemático, simbólico, cuántico, que

31
pone en crisis, en status de obsolescencia al humano frente a nuevos
desafíos (objetivos) inmanentes al poshumano (que muy podría
expresarse ahora si, como de “crisis civilizatoria”, en el sentido de
prolegómenos del cambio); hechos que son la evidencia de que se halla
en curso el establecimiento de tres saltos significativos: 1) de modelo,
2) de sistema y, 3) antropológico.
Es el avance hacia la renovación total; en sentido marxista
clásico: modificación fundamental de la base económica, de la
superestructura y de las formas de conciencia social. Metamorfosis,
dicho sea de paso, se enuncia de nuevo: que compone la triada
sustantiva de modificaciones, que se halla en ciernes: 1) de modelo
(financiero-monetario), 2) de sistema (capitalista y de la larga onda
clasista humana: la punta de lanza de las formaciones clasistas
progresivas -el sistema de la moderna competencia- se niega a sí
mismo) y 3) del colosal salto antropológico del humano al poshumano.
Machismo, capitalismo y neoliberalismo, vistos de modo unilateral en
su faceta sólo negativa (es obvio, que el capitalismo, por ejemplo, no
ha hecho felices a todos los miembros de la Especie por igual; más
bien, ha bloqueado el desarrollo de amplios sectores de la humanidad)
han sido los verdaderos arietes de la historia, que salen de ella una vez
que han cumplido su misión. El dólar estadounidense (el sistema
monetario-financiero en general: el mercado de capitales, la bolsa de
valores, los derivados), principal instrumento de (geo)política
económica internacional (está en cuestión su situación/dominio
imperialista/imperial por otras monedas, por las criptomonedas), está
en el 2020 por dejar su supremacía; esta forma de dinero ha cumplido
su razón de ser en la historia; de modo paralelo a ser el arma de
dominio, “ha desarrollado la ciencia y la técnica, el conocimiento y lo
ha socializado con los ordenadores y su red”.
La humanidad en su curso reivindica otros hechos, por
ejemplo: la acción del gran pueblo soviético, del valiente Ejército rojo
y del camarada J. Stalin: de la efímera proeza de edificación socialista,
de Stalingrado; a Hernán Cortez, a la Malinalli, a Lucio Claudio Nerón,
etc. Desde la cuna los anglosajones al habitante de Hispanoamérica
(nos)enseñaron a odiar a España con el beneplácito y la abnegación
patriotera de los propios mestizos, (nos)hicieron pagar (todavía más)
ese acto fratricida financiado por ellos de la llamada “independencia”
(el Sr. K. Marx tuvo claro el carácter de este hecho, de ahí su
recusación a Bolívar). Pero: “no hay en qué quedar”, porque estos
personajes foráneos: los británicos (sus descendientes a la orden son
los pérfidos estadounidenses [sus elites] –“De tal palo tal astilla”), cuya
política económica internacional ha sido el proteccionismo (uso del
Estado: keynesianismo bastardo) y la rapiña como regularidad
conductual en similar medida que los yanquis, han sido el instrumento
de realización de la “lógica de la historia”. En realidad, la historia se

32
reescribe con más autenticidad siempre.
Lo que hoy es América, tanto para (por) los sajones, como para
(por) los lusos o los galos, pero sobre todo para (por) los españoles, sí
fue descubierta; aseveración hecha sobre el hecho de que un pueblo
que se halla más allá en la historia, cuando va a otro sitio (segmento
humano de menor edad histórica), descubre (es el proceso natural de
“expansión del espíritu universal”, como lo pone Sr. Hegel). En ciertas
condiciones (como la existencia de recurso animal y de especies
vegetales variadas) el desarrollo de las fuerzas productivas avanza más
aceleradamente como ocurrió en la antigua Europa (dixit Amílcar Paris
Mandoki); pero también dichos grupos humanos (los europeos) fueron
más antiguos, sobre todo la afirmación se hace con ribetes de verdad,
si se asume que la aparición del ser humano lo hizo en Africa o en sitio
cercano (las dos tesis: 1.- más alto grado de desarrollo de las fuerzas
productivas dado por contar con mayores y mejores recursos [animales
y vegetales productivos]; y, 2.- por el comienzo más remoto, no se
verifican entre europeos en relación con segmentos humanos como el
hindú y el chino, últimos a los cuales supedito especialmente la
formación humana inglesa).
“Nunca fuimos colonia”; y: así es; quizá fue colonización
mental coercitiva la española de la hoy América hispana, esto es, la
imposición de una ideología mitológica estructurada: la cristiana, que
en ese momento jugaba el rol de cemento social y de explicación del
Mundo casi tan sólo; al interior de dicho proceso la diferenciación
social es lo objetivo (jerarquía, que ya estuvo presente en los pueblos
de Abya Yala en tanto estamentos); luego, fue la asimetría, la
explotación y dominación efecto de la reestructuración social
(humana) a través de una forma de organización más desarrollada el
hecho real (tampoco la dependencia es una categoría que aprehenda
objetivamente la condición de las neocolonias, puesto que la situación
tiene que ver con la subordinación de grupos económicos domésticos
a grupos de poder económico imperialistas [en las neocolonias la
“superexplotación compensa la ineficiencia: el bajo nivel de
productividad efecto de la obsolescencia técnica]). Gracias Sr. Dr.
Marcelo Gullo O.: España y los pueblos “conquistados” fue/es el
“imperio”. Mientras se revisaba este escrito (12/08/23), el equipo
femenino español de fútbol alcanzaba el campeonato mundial,
precisamente con su triunfo sobre las sajonas.
¡“Que viva España”!
España de Alhambra: de tus recuerdos, Sr. Tárrega.
Dicho sea de modo pertinente. La pugna en el frente elitario
del poder global, en los momentos iniciales del nuevo siglo (XXI),
deviene cerrada. Se lucha palmo a palmo entre el sector emergente (los

33
BRICS) y el clásico (EUA-UE-Japón): en Europa, para sostener el
atlantismo (en específico, los putsch en Ucrania; pues, “EUA no es
nada: es una simple isla sin su sostén euroasiático de Europa”
-Mackinder/Kennan-; en verdad, la “intervención especial” rusa en
Ucrania la OTAN la ha convertido en guerra); en América, para
sostener el vasallaje de los patios traseros (“América para los
americanos” -doctrina Monroe); en Africa, por su sumisión, en la
búsqueda de la renuncia al patriotismo, al nacionalismo por parte de su
población, por la desposesión de bastos, de estratégicos recursos, que
deben servir para el desarrollo de los afrohumanos (pero en esta precisa
hora -12/18/23-, Níger reacciona, consigue apoyo de sus
conrepúblicas; se ha levantado el avispero en Africa: tiembla
Occidente-); en Oriente Medio, por razones geoeconómicopolíticas.
Occidente ha cumplido su papel: tornarle universal al capitalismo y
evangelizar a una sección del Mundo; Oriente (los BRICS), retoma el
rol histórico dejado (que se resiste a dejar) por la neotriada: completar
el desarrollo de las fuerzas productivas, base para ingresar a la nueva
etapa. La nueva etapa empieza con la formación de tres bloques: el
asiático-persa, el estadounidense-europeo y el hispano-luso americano.
Inglaterra, EUA: desarrollo histórico-sistémico natural. Japón:
evolución inducida (“carrera de caballos y parada de burros”); esta
experiencia milagrosa, es la mayor estupidez capitalista; en el 2020, la
nipona et al: gente dedicada sólo a vivir en términos de bestialidad;
situación arquetipo de descomposición, decadencia, implosión
inadvertida, quemeimportismo de sus similares; segmento humano
éste, parte del sistema general, que ha cumplido su misión, cuya
presencia no sirve ya, que está siendo sometido por un nuevo sentido
progresivo. Las neocolonias, además cualificadas por hedonismo, se
encaminan también para allá. China propende escaparse de la vieja
determinación e insertarse en la nueva fase. Si en China no estuviese
el Partido Comunista (PCCH) al frente, China hoy sería una neocolonia
y el atlantismo se habría extendido a esa zona. China-Rusia: ¿son
decisiones o mano ejecutora de la determinación histórica? (¿es obra
de la conciencia o es simulación de racionalidad su proceso evolutivo
en ciernes?). En la zona árabe-persa se produjo un vacío de poder luego
de la defección del imperialismo social soviético en 1991, zona que fue
cooptada por EUA a través de “esa cuña bélico prepotente que es
Israel” (el sionismo); el Sudeste asiático siempre estuvo bajo la éjida
de EUA; luego EUA absorbió al ex Campo socialista; hoy China se
halla en la creación de su propia zona de influencia como nobel gran
potencia, la disputa tiene lugar en el Sueste asiático precisamente.
A EUA se le acabo el tiempo: la escala planetaria le es adversa,
sus creativos no pueden idearse un nuevo patrón de desarrollo (de
acumulación), porque uno de índole keynesiano o liberal ya no es
viable. En la generalización, al poder global no le resulta fácil su

34
relance y permanencia; en EUA luchan a su interior demócratas con
republicanos y en su exterior ese País (de consuno) lo hace con China
(la transición: conflicto financiero, en el que el dólar estadounidense
pierde su carácter de patrón) y con la masiva población mundial, a la
que pretenden reducirla. No existe más lugar para los grupos en
conjunto que componen el frente de la acumulación de dimensión
global en un Planeta de escala limitada (al finalizar la década de los 80
del siglo pasado el capitalismo envolvió enteramente -in toto- su zona
de influencia occidental, sorteó ese límite al integrar al circuito de su
reproducción al ex Bloque socialista, a China y a la India; alrededor de
la primera década del siglo XXI, el capitalismo cubrió al Mundo y no
tiene ámbito ad intra al cual dirigirse -D. Estulin dixit). En EUA, los
grupos económicos libran entre sí una disputa a muerte por la
sobrevivencia (reindustrialización y proteccionismo frente a
financierismo y aperturismo [de lo offshore a lo nearshore]); al interior
de este frente imperialista clásico no hay opción (nuevo modelo de
acumulación) para la reproducción sistémica.
Capitalismo y decrecimiento o directamente “crecimiento
cero” son términos antitéticos; la racionalización humana está del lado
del decrecimiento, lo que implica la salida del sistema burgués de
reproducción de la historia (¿Razones? La ya citada escala insuficiente
planetaria para sostener al crecimiento ad infinitum, el límite de
recursos -sobre todo de aquellos estratégicos y técnicamente aún no
renovables-, el desempleo tecnológico que reduce la demanda
agregada e inhibe coercitivamente la aplicación de un nuevo estilo de
desarrollo). En concreto: la creación de nuevas empresas o la
expansión de las existentes demanda de nueva fuerza de trabajo, como
es una de las tesis del enfoque económico neoclásico; pero, capitalismo
estacionario, cuyo límite es el Planeta y sus recursos, no genera puestos
de trabajo, en tanto la mayor parte de la población se torna innecesaria,
le estorba al capital (a esa gente de carne y hueso que integra el poder
global), por lo que desaparece la llamada “clase” media. China por su
parte: J. M. Keynes in Pekín (verbigracia: construcción masiva de
edificaciones de relativo uso, para generar empleo y para sacar a
millones de la pobreza), es la extensión del modelo de crecimiento
expansivo de Occidente desplegado in situ, aplicado hasta que la
socioesfera resista.
La presente, es la época de la contradicción epifenoménica
entre globalización y alterglobalización: poder financiero/capital real
por una parte (de la agenda globalista, del 2030), por otra: de la
izquierda indefinida, del multiculturalismo, de la sociedad abierta, de
los derechos humanos, del feminismo, del veganismo, del animalismo,
del ecologismo (nuevas identidades colectivas), de la nueva ética, de
la lucha cultural, el no a la Guerra, etc. La lucha real (agresión
genocida: guerra asimétrica contra la humanidad) es del selecto poder

35
mundial para con la masiva población hemisférica (la que desconoce
el plan malévolo en marcha en su contra, frente al cual es impotente),
que la considera (7 mil millones) que no le es útil y sí es antrópica; la
esperanza está en el nuevo orden bipolar (neotriada/BRICS) en curso
y más allá: en China, no sólo para que no se concrete el plan de lesa
criminalidad del poder global de Occidente sobre la masiva población
planetaria, sino para que se redireccione el proceso hacia otro sistema,
como para que la población preterida se embarque en el tren de la
poshumanidad.
En la lucha histórica, el capitalismo frente al socialismo,
triunfó, el capital ha prevalecido sobre el trabajo, la burguesía se ha
impuesto sobre el proletariado. La etapa de la revolución proletaria se
ha cerrado; dicho acto de la voluntad consciente se cohonesta sólo con
la fase industrial (economía real, con trabajo humano) del capitalismo;
en el momento financiero robotizado del proceso histórico al interior
de la última fase clasista de la historia, lo propio es la revolución
ciudadana, regularidad que alguien (en Ecuador) lo ha vislumbrado,
quizá sin conciencia (identidad, formada fuera de lo precedente [el
proceso de la lucha social anterior] y lo consecuente [el objetivo
mayúsculo y terminal del Género]). Pero el burgués no debe ufanarse
demasiado y arremeter con saña sobre el caído (la clase trabajadora).
Dicha proeza victoriosa, no se debió a que capitalismo, capital y
burguesía, por su propia cuenta sean mejores que su antípoda
proletaria, sino por cuanto la historia puso (ratificó) a esa condición
(asegurarse que la forma contradictoria, base del cinetismo humano)
como la más adecuada a efecto de la realización del proceso
progresivo. Ese el escenario que estructura el conflicto en curso, el cual
avanza librado siempre en sentido histórico favorable. La historia
todavía controla a la humanidad (eso, según).
La comunidad indiferenciada: etapa superior de vida (forma de
reproducción humana sin trabajo: “… a cada quién según su
necesidad” –K. Marx: Programa de Gotha), es la solución a la cuestión
civilizatoria; pero comunismo sólo es posible con robot o no lo es,
como ley ineluctable, pues, incluso en una forma humana únicamente
estamentaria, se presentan la asimetría, la escisión social, la
jerarquización, el estatus/rol, la jerarquía formal que ordena el sistema
y lo conduce. Ahora bien, mientras quede desarrollo de las fuerzas
productivas que cumplirse, el capitalismo va a persistir, puesto que éste
es el orden más expeditivo para que ocurra y concluya el mismo (la
propia historia ha ratificado a la estructura de free trade, como el adalid
finalístico de la empresa; la historia en general conduce a que el
capitalismo concluya la operación de la prehistoria [las formaciones
clasistas encargadas del desarrollo material], como paso a la historia:
el comunismo); lo cual quiere decir, que para el 2019, en tanto el
capitalismo todavía mantiene vigencia, ese desarrollo aún no concluye.

36
¿Son intercambiables los términos (hechos reales): progreso de las
fuerzas productivas con equidad en la distribución del ingreso
nacional? Ya se ha dicho: de ningún modo por vía natural (sin sujeto
consciente), o sea, si se espera que lo haga el mercado. Empero, Lenin
y Stalin lo hicieron (con sujeto consciente: la planificación):
consiguieron por un momento perentorio (1917-1956) compatibilizar
progreso con bienestar igualitario en el marco cruento de la
conspiración restauracionista capitalista interna y la conspiración
imperialista externa.
El desempleo es una diferencia aporética, puesta en el status
maduro, maquinizado, del sistema vigente (la “forma-democracia” [la
dictadura permanente de la burguesía] y el circo burgués de las elecciones,
han entrado encrisis; no se presenta futuro [al interiordelstablishment]
para los jóvenes -sic); la salida se encuentra en la abstracción de la
sociedaddeltrabajo.Elocio, hoy sólo posible para el sector dominante
y sus vástagos, se disemina como lógica de ser, de la población entera
(desempleo estructural- tecnológico, efecto de instauración “del
quinto tecnoparadigma transindustrial” -sic); luego, en un punto deben
encontrarse los vectores: 1) paro (desempleo) forzado (las nuevas
relaciones sociales [humanas]: la “´economía´ popular solidaria”, los
derechos sociales –el neoconstitucionalismo) y 2) el sistema
automatizado de producción, para que la Especie toda pueda continuar
(hasta tanto, las políticas globales de la “renta mínima”, asiste a la
población [Santiago Niño Becerra, y la de la “herencia general” -dixit
Yolanda Díaz]). Con el capitalismo incorporado en la historia (su
misión: “producir la base material del mundo nuevo”), concluye la era
del trabajo; por esas fechas los trabajadores han forjado el “seguro de
vida” de la humanidad: el sistema automatizado de proveeduría, el
sistema objetivo de proveeduría que permite se haga realidad el
anuncio futurista prospectivo del Sr. André Gorz (Adios al
proletariado): la sociedad paga a sus miembros por el hecho de vivir,
para vivir.
Hecho puesto en párrafo anterior, que es vital en el proceso de
transición, de cambio. Pues, la primera “novación” fundamental (que
toma desprevenidas a las generaciones viejas, tanto del siglo XX como
de las primeras décadas del siglo XXI), puesto que la idea siempre se
modifica (ley en el proceso de cognición) luego de la transformación
de la realidad (regularidad dada en la dimensión sociológica, puesta en
la mente por Stalin -¿Trotskismo o leninismo?): es en la dimensión
económica, específicamente en su “superestructura”: en el área
monetaria. Esta metamorfosis correlaciona sobreproducción y
desempleo; problema primero, efecto del elevado desarrollo
tecnológico, el segundo, como consecuencia del mismo (desarrollo
técnico): por desplazamiento del trabajo del ser humano a la máquina.
Crisis estructural de sobreproducción e incremento del paro (efecto

37
también del crecimiento de la PEA), se subsanan mutuamente con las
políticas ya referidas de la “renta básica universal” y/o de la “herencia
universal”; en Europa, en el siglo pasado, ya se planteó la reducción de
la jornada laboral (Michael Albert dixit verbigracia -Vida más allá del
capitalismo). Las nuevas especulaciones se decantan en cuasi objetos
teórico-económicos, como la Economía del comportamiento o la
digital; esta última, que cambia lógico-cerebralmente de modo
estructural a la persona: transición cruenta y radical, como es el caso
de las cripto monedas o el blockchain (nuevo blue brain y
procesamiento cuántico simbólico).
La actividad creadora de riqueza (y del ser humano como tal
–F. Engels), en su condición concreta: trabajo productivo (“aquel que se
vincula al capital y que produce plusvalía”: K. Marx: El capital), y en la
abstracta: trabajo en general, situada en el horizonte histórico, pone en
cuestión su razón y función hasta ahora esenciales, una vez que ha
forjado al propio ser humano en la modalidad artificial. El trabajo jugó
varios papeles en la historia, en la persona y en la humanidad. 1)
Manumisión del Género de la dependencia natural (proceso de auto
subsistencia); 2) formación y desarrollo de la conciencia (eh ahí la
razón por la que el esencialismo de las “relaciones comunicativas” –la
simple “interacción” subjetiva habermasiana [Teoría de la acción
comunicativa]- constituye acto mental de neoreificación, de
fetichización, pues, el ser humano primigenio se comunica [cursiva
personal], pero sobre base de una necesidad mediada inmediatamente
por la actividad del trabajo, no antes); y, 3) formación del excedente
material/espiritual, que comprehende el desarrollo del “ser social” y el
sostén de la etapa en que el ser humano (el posthumano, la
metahumanidad) deja de trabajar: se jubila y asigna todo el “tiempo”
(su vida) no a otra tarea, que a la asociada con el despliegue de la razón,
a la multilateralización activa de la propiedad suprema y última de la
materia: la inteligencia.
La obra y destino de los trabajadores se inserta y define en
el proceso general de la historia moderna, en su sistema de
contradicciones: capitalista-capitalista (lucha en el mercado por la
plusvalía), capitalista-trabajador (pugna en la fábrica por el valor, por
la plusvalía), capitalismo-socialismo de Lenin-Stalin (refriega en la
Esfera, por el sentido de la historia), imperialismo clásico-
imperialismo social de Jruschov-Gorbachov (enfrentamiento por
zonas de influencia, por el dominio del Mundo) y push
contemporáneos: capitalismo tardío-resto de la humanidad
(subversivos-intelectuales-ciudadanos: la transición); en los
diferentes momentos contradictorios, el trabajo ha salido cada vez
más de la historia, hasta terminar suprimido definitivamente en la
automatización. Evolución, salto; la historia tiene sentido: avanzar de
la inconsciencia al concepto; y, este sentido se realiza a través de la

38
praxis, del proceso sistemático de progresividad en el movimiento
societal-material de la historia.
El progreso es inmune a los diques que le pone la razón;
en verdad lo es a todo tipo de bloqueo fetichista (en el presente, en
días la humanidad duplica todo su desarrollo científico-técnico); las
posiciones ideológicasmorales, tampoco le son obstáculo, verbigracia,
frente a la admonición: “El ser humano no puede jugar a ser Dios” (de
la Biblia). La categoría progreso (que no es mitológica ¡para nada! [el
filósofo español Gustavo Bueno Martínez, con otros importantes
exponentes del pensamiento, de modo radical impugna la idea de
progreso, lo pone como irracional {EL CATOBLEPAS, # 82, en la
web}]); refleja (más bien) el poder de la inteligencia sobre todo en sus
realizaciones objetualizadas, refiere a la marcha prometeica histórica.
Con la cibernetización de los procesos de producción, la
“productividad del trabajo” se ha puesto en su máximo nivel; el índice
denota, que el ser humano se encuentra ad portas de ascender al
escaño superior de su desarrollo: a la comunidad humana de objetivo
(en otros sitios denominado el poshumano). Es un hecho que el
progreso (la “modernidad capitalista” -sic) no alcanza, incluye o hace
felices para y a todos los seres humanos, respectivamente. El
progreso, en efecto, no es neutro, pero es la ruta esencial del devenir
histórico, que asume una mente, que le caracteriza al proceder
humano, no como proceso repetitivo, cíclico. La historia: su progreso,
lo ha hecho pagar al trabajo, frente al que se ha montado el
management de la clase dominante, en las fases en las que el
desarrollo se ha realizado.
En el curso de los hechos, en 1970 -mutatis mutandis- se
produce un cambio de orden excepcional en el Globo: el capitalismo
extensivo, de hiperindustrialización dado en el fordismo, en Taylor y
Fayol (Stajanov y Kantoróvich en el frente socialista), muta a
intensivo, cualitativo, creativo, de la simple máquina a sistema
crecientemente automatizado (el paradigma administrativo en
coherencia es la gestión estratégica, contingencial, la calidad, el cero
defectos). Todo proceso tiene principio y fin (término: por acción de
la voluntad, pero de seguro por el movimiento natural), y el fin se
produce una vez que tal estructura ha cumplido su misión; el
capitalismo debe completar el paso del trabajo a la máquina, en el
marco histórico general del progreso de las fuerzas productivas: del
paso al robot sapiens; para el caso, los esquemas de reproducción de
Grossman: su modelo de derrumbe y la recusación de su objetor:
Andrew Kliman (en la web: Modificación del esquema de
reproducción de Grossman. Reconocimiento de los defectos del
esquema) como el parecer de R. Luxemburgo (La acumulación del
capital) al respecto, no tienen razón, pero también paradójicamente lo
tienen, no obstante Marx está en lo cierto: el capitalismo cumple una

39
misión en la historia, luego sale de ella -Los grundrisse, Futuros
resultados de la dominación británica en la India- (en términos
clásicos, el hecho tiene raíz dialéctica: correlación voluntad/fatalidad,
pero finalmente el proceso nova de modo progresivo); los límites de
última data para el despliegue del capitalismo provienen de la escala
planetaria como del hecho de que el Cosmos no puede ser incorporado
al proceso de reproducción del capital.
En ese marco, el trabajo obrero (sobre todo el manual) pierde
esencialidad; empieza, en la esfera política, a derrumbarse la
estructura de la representación del sistema: los partidos políticos; la
“revolución” científico-técnica toma el comando del cinetismo
progresivo histórico, enfila el cambio radical directamente hacia el
comunismo, proceso que recibe el aditamento (en el frente de la
perspectiva superadora de lo dado) por parte de la acción consciente:
la presencia coadyuvante del nuevo sujeto histórico: los ciudadanos,
su renovada ideología es el neoconstitucionalismo, en tanto que la
estrategia de baja intensidad en congruencia lo es la “revolución
ciudadana” (conclusión puesta sobre base del registro de la
progresión: revoluciones religiosas, revoluciones liberales,
revoluciones proletarias y revoluciones ciudadanas).
En el 2045, para ciertos sectores prometeístas oficiales (el
establecimiento científico-técnico –la declaración de la dirigencia del
Partido comunista chino en consonancia con los 100 años dados desde
su revolución), el ser humano será transhumano, de existencia
temporal indefinida, proto inmortal (en verdad, al momento se está a
ad portas de burlar la ley del envejecimiento; lo propio se hará luego
con la de la muerte [la citada, la más alta proeza de la propia Materia
a logarse a través del trabajo histórico del máximo producto suyo: el
ser humano; hecho no sobre llevable, dicho sea de paso, si la
condición “Dios” no se halle emparentada a otro propósito, que de
todos modos será también ilusorio]); es obvio, que de este privilegio
se beneficiarán los sectores dominantes de ese entonces; pues, la
historia no sabe, pero se dirige de modo estocástico cruento: “va” por
donde “debe”, sin valoraciones u observación de “prejuicios” morales,
hasta la meta humana: la creación del concepto completo. Y si acaso
las elites se apiaden de la masiva población no apta para emprender
en esa labor o por egoísmo, aquellas pueden mudarse a otro lugar
del Universo a realizar dicha tarea; la porción humana que se quede
en la Tierra puede (a sus anchas, según su antojo) tornar realidad su
proyecto ecológicamente sostenible, de equidad, humanista
(hedonista) clásico.
En efecto, la historia es cínica (Schumpeter: “destrucción
creativa”; “esquizoide”, diría el Sr. Dr. B. Echeverría): no le importa
con que forma de reproducción avanza ni los percances habidos en el
despliegue del viacrucis humano, sino imponer la necesidad de su

40
realización, en sentido cuasi personalizante: alcanzar su concreción
como sea (que la materia se dote de su alter ego conceptual). Como
en la naturaleza, a la que no le interesa el individuo sino la especie,
en la historia ocurre algo análogo. La incidencia de la praxis (proceso
de trabajo de comunidad escindida) en el desarrollo de las fuerzas
productivas, concluye con la producción del sucedáneo artificial del
propio ser humano: el robot sapiens; en la ocasión, cesan los avances
encaminados a mejorar la satisfacción de necesidades primarias
(alimentación, vivienda, vestido), lo hace también la asimetría y la
contradicción social; no obstante, el desarrollo material se mantiene
en las áreas de la producción de instrumentos y destrezas humanas,
necesarias para proveer continuidad e incrementar el trabajo
gnoseológico (el nuevo motor que mueve a las voluntades es la alta
racionalidad: la antinomia entre la conciencia [el pensar] con el ser).
Los “objetos” resultantes de este cause industrioso ascensional:
el sistema robotizado de proveeduría, debe lograse que sean de acceso
y uso general, mediante la acción colusoria entre el propio desarrollo
material y la actuación reguladora del sujeto: la “ciudadanía”
(“movimiento de movimientos” -sic), la que en esta ocasión encarna
los intereses del porvenir. Y una vez que el ser humano descubra
que como en la época del salvajismo, en que la naturaleza le proveía
de modo “gratuito” de los “productos” requeridos en ese momento
para su sobrevivencia (caza, pesca, recolección), “hoy” lo hace la
automatización (tanto la “ley del valor de cambio”, como la del “valor
de uso” son suprimidas en conjunto, y la ley del “valor” de usufructo
pasa a enseñorearse: a regir el nuevo período y objetivo histórico
[el extraordinario Marx quizá habría dicho: las fuerzas vivas se
aprovechan de las fuerzas muertas]), se inicia (continua) un momento
Sodoma y Gomorra (los últimos push económicos, territoriales, los
“choques civilizatorios” –S. Huntington), el que habrá de durar
–cámbiese lo que se deba- una generación; pero de ese fango se
elevará el “ave fénix”: el nuevo ser humano (transhumano), cuya
única dedicación consistirá en enfrentar la “´cuestión´ doctrina del
concepto”.
De modo descarnado aquí se dice: la misión del ser humano no
consiste en cuidar a la naturaleza, pugnar por ser feliz, eliminar la
explotación (que también es necesario), tampoco cumplir los Diez
mandamientos para ascender al Cielo. ¡No! Todo eso es ridículo,
vergonzoso. Esa misión consiste en producir el conocimiento de la
integralidad del ser, que la naturaleza llegue a tener conciencia de sí,
por la acción biológico-histórica interpuesta del mecanismo: el
neocórtex. En verdad, la forma superior de (neo)humanismo, es
emprender para que la persona cumpla su razón suprema: simbolizar
el Universo. En efecto, en las preocupaciones de mayor calado de la
mente, una vez que se tienen cubiertas las necesidades vitales de la

41
intelligentzia, se perfila como empresa principal el completar la
formulación del concepto sobre la realidad. Humanismo ilustrado de
la supra-Especie (descubrir y/u otorgar sentido a la realidad), que debe
ser democratizado, tiene que alcanzar a los hijos del pueblo para
volcárselos como su actor; por lo que la política revolucionaria por la
toma del poder del Estado para edificar el socialismo, deviene, más
bien -prioritariamente o de modo paralelo a la brega tradeunionista-
en la brega por lograr esa inserción. Al tenerse realizada la misión del
capitalismo en la historia: “crear la base material del Mundo nuevo”
(Marx: “Futuros resultados de la dominación británica en la
India”), la tarea de transformación de la realidad prescrita por Marx
(“deber ser”), en la décima primera tesis sobre Feuerbach retorna a
la razón de su crítica inicial:
Hasta ahora los revolucionarios han buscado transformar
de diversos modos el Mundo, cuando de lo que se trata es
de conceptuarlo.
El problema crucial para los pueblos (al margen de la guerra
que libra el poder mundial en contra de la humanidad in abstracto para
reducir el número de sus integrantes a través de la acción
bacteriológica, de terremotos provocados, etc.) es: quién pasa y quién
no al poshumano, o sea, quién se queda en la obsolescencia. Si el
proceso se halla en manos de EUA (de Occidente), lo harán
exclusivamente las elites; si la decisión se ubica en las manos de China,
este tránsito seguirá una vía democrático-“farmer”. Debería, por tanto,
la humanidad entera ponerse de lado de China (en el marco de la
realización de un nuevo Yalta: los BRICS, del orden multipolar), no de
Oriente, puesto que allí operan movimientos históricamente
reaccionarios, como los que priman hedónico especulativamente en
Hispanoamérica (buen vivir, filosofía del Sur, descolonización
epistemológica, GLBTismo, feminismo, culturalismo etnicista, etc.) o
en la India. En el presente entre tanto está activada la “guerra hibrida”
de la coalición occidental (EUA, Inglaterra, UE, Japón, Israel) contra la
nueva potencia: China, a la que propende bloquear EUA, y estrategia
que tiene como óbice a Rusia en su camino; de consuno con el objetivo
económico de la conflagración bélica, el que no es de ganar la guerra,
sino de producirla y mantenerla indefinidamente (lo dice el Dr. Pedro
Páez P.).
Esta guerra (la tercera, que según se dice se halla en curso) no
es a la manera de Huntington: entre civilizaciones, sino entre el poder
mundial y (contra) la mayoría de la población hemisférica, para bajarlo
a 1/3 de la actual, cuyo objetivo es, por tanto, los habitantes
necoloniales, los pobres y los ancianos (en la perspectiva de la Sra.
Lagarde). Luego, ningún “poder en la sombra” (Bildelberg, La

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trilateral, los halcones de Washington,…) maneja el Mundo, de ser así,
el Planeta seria “imperio”, pero la existencia de bloques (de
contradicciones a lo interno del poder: de los intereses sectoriales
contrapuestos en el seno del capital), invalida la tesis contraria (la
manipulación discrecional de un absoluto poder, cuya resultante es lo
que ocurre en la Tierra). En el Planeta gravita el ser de la lumpen
burguesía; ésta, a efecto de sostenerse en un escenario de limitaciones
estructurales para el proceso de su reproducción, integra al circuito
acumulación del capital las actividades delincuenciales: la droga, las
bandas de bandidos (México, Colombia, la mafia rusa, ahora Ecuador),
prohibidas por su propio sistema legal y moral, una vez que las clásicas
actividades sectoriales de su reproducción se han agotado, de que el
propio agregado de recursos (estratégicos) y la geografía terrestre se
presentan como límite.
En dicho marco, se ha dicho ya, una tarea necesaria a llevarla
a cabo por el marxismo revolucionario, es la lucha por conseguir que
los vástagos de la población actualmente viva: la excluida en los
propios niveles centrales del “sistema-Mundo” con la de las
neocolonias (no se descompongan) ingresen a actuar en el nuevo
escenario: el “sexto paradigma”, en el “transhumanismo” (dixit D.
Estulin -Transhumanismo y nuevo mundo tecnológico). Para entonces,
los pueblos ancestrales (colectividades subcomunitarias y orientales en
general) se occidentalizan (deben); sin juicio de valor: tienen que
hacerse con el tren de la historia, cuya locomotora es el
establecimiento. En verdad, “los diversos campos nuevos de la ciencia
y de la técnica, fuerzan el cambio de los sistemas”. De manera que, en
las condiciones actuales del Mundo, todavía existe margen para la
lucha política, en la medida en que el sistema de libre mercado
moderno, a pesar de haber cumplido en lo fundamental su misión:
pasar el trabajo a la máquina, no ha dejado la escena de los vivos, por
lo que es deber de los (neo)revolucionarios (los subversivos, los
intelectuales y los ciudadanos, herederos de la actuación histórica
proletaria: de su pensamiento, acción y realizaciones en el caso de la
ex URSS y su Campo), presionarlo para que lo haga; a su vez, por
cuanto subsiste la explotación, la pobreza, la opresión y la afectación
de la naturaleza (en tanto la humanidad viva se merece tener un lugar
en los hechos y en cuanto no existe otra casa para la Especie [base para
la realización de su misión: la producción del concepto], que no sea la
Tierra, y debe cuidársela).
Como consecuencia, el programa político-revolucionario del
partido marxistaleninista no ha caído en desuso: éste debe
operativizarse en su versión tradeunionista en el frente de la lucha
porque el sistema, innecesario ya al haber cumplido su misión, no se
prolongue más y que sus coletazos irroguen el menor daño posible a la
población y al entorno natural, como se ha dicho y debe ser.

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