2. Sólo nosotros, los seres humanos, somos
conscientes de tener un pasado, tiempo ya ido,
de un presente donde vivimos, y de un futuro
posible. En cambio, los demás seres vivos
parecen no tener esa consciencia del tiempo.
3. En cada instante de la vida tenemos un pasado:
es el tiempo ya vivido, que no existe más y
nunca más regresará, pero que le damos
vigencia con nuestros recuerdos.
La elaboración mental del pasado constituye la
experiencia, la cual nos permite utilizar y
desarrollar en el presente nuestras actividades
de una forma más eficiente, debido a las
habilidades adquiridas.
4. Si recordamos el pasado y no nos olvidamos de él, sabremos
lo que funciona mejor y lo que no funciona, adquiriendo de
paso las habilidades y destrezas suficientes para ejecutar
nuestras labores.
Esas destrezas, habilidades y conocimientos se denominan
también con la expresión inglesa “know how” que, aunque
siempre están en el rasado, las traemos sin embargo al
presente para servimos de ella y actuar con eficacia.
Si hemos aprovechado bien ese “Know how”, rodemos
disfrutar de nuestros éxitos pasados ahora en el presente y
proyectamos todavía mejor en el futuro.
5. Igualmente, cada instante de nuestra vida es el momento presente, el aquí y el
ahora, donde vivimos y actuamos.
No existe otro momento para vivir sino ahora, en este mismo instante. No lo
podemos hacer en el pasado, pues ya pasó; ni en el futuro porque aún no ha
llegado, por muy próximo que esté.
Si nos fijamos en la gráfica anterior, el Hoy, el Aquí y d Ahora, es decir el
presente, lo identificamos con la calavera porque queremos significar que
podemos morir' para el pasado, que ya se fue, y convertimos siempre en una
persona nueva en el presente.
Y así debe ser, pues, el pasado siempre es viejo y el presente nuevo.
.
6. Cualquier cosa que hayamos sido o hecho, podemos, a nuestro arbitrio,
modificarlo y así emerger al presente como un ser nuevo, permanentemente
renacido.
El tiempo presente es el gran momento para cambiar y dejar que el pasado se
vaya con lo que fue.
El presente es un instante fugaz que permanen-temente se está convirtiendo en
pasado, consumi-endo al mismo tiempo nuestro futuro.
Pero realmente vivimos en un presente que se prolonga de instante en instante.
La calavera, además, nos recuerda el mayor crimen que cometemos contra
nosotros mismos en la forma de un suicidio gota a gota, segundo a segundo, que
nos auto propinamos al no aprovechar positivamente el único momento que
tenemos: ¡el presente! En el cual podemos realizar las acciones que nos
permiten decidir cómo construir nuestra vida, ejerciendo nuestro libre
albedrío. El desperdicio del tiempo es siempre un suicidio
7. El futuro es 'contingente', es decir, que puede suceder o no.
Lo podemos construir con la visión clara de lo deseamos ser y
hacer.
'„The best” = lo mejor.
8. En el presente planeamos nuestras actividades futuras con la
finalidad de realizar y alcanzar nuestras metas, que han de
concretarse en el futuro.
Cuando las alcanzamos, inmediatamente nos colocamos otras más
ambiciosas.
No podemos vivir sin metas, porque entonces nuestro espíritu y
motivación morirían aunque nuestro cuerpo siga vivo.
En el futuro está la esperanza de un nuevo comienzo y de un renacer.
Es el tiempo de nuestras esperanzas e ilusiones.
9. Es la nueva y renovada oportunidad para “empezar otra vez”,
como si abriéramos un nuevo cuaderno con las páginas en
blanco para comenzar a escribir en él, perdonándonos los
errores cometidos y prosiguiendo nuestro andar por la vida en
nuevos y renovados senderos de esperanzas y fe en mejores y
más prometedores momentos.
Por eso en la gráfica hemos identificado el futuro con la
expresión inglesa THE BEST (lo mejor está por venir), con un
bebé (renacer) y un anciano con guadaña y reloj de arena en
las manos (en el futuro morimos para lo malo y renacemos
para lo bueno).
REALIZADO POR: JENIFER MONTAÑO