Las tecnologías OLED se basan en diodos orgánicos que emiten luz al aplicarles corriente eléctrica sin necesidad de retroiluminación, mejorando el contraste y brillo de pantallas. Pueden aplicarse en dispositivos como celulares, cámaras y automóviles, consumiendo menos energía y siendo más delgadas, aunque son frágiles al agua y sus componentes no se reciclan fácilmente.