La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La alta montaña
1.
2. La alta montaña es un terreno montañoso,
relativamente elevado pero de altitud no especificada
que tiene condiciones geográficas particulares de nieve,
hielo, clima, de radiación solar, temperatura, oxígeno,
etc., donde existen riesgos para la salud del hombre al
exponerse a éstas, como el mal de montaña. Se
relaciona con la práctica del montañismo.
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4. Las temperaturas son muy frías y las precipitaciones
elevadas, casi siempre en forma de nieve, en invierno.
las condiciones atmosféricas particulares como la baja
proporción de oxígeno, la temperatura y la presión
atmosférica, todas las cuales disminuyen con la altura
(altitud). A partir de los 3000 metros de altitud las
condiciones climáticas se hacen aún más duras ya que
la radiación solar es más elevada, existe un grado de
humedad muy bajo en el aire, las temperaturas son
extremas, se dan fuertes vientos y precipitaciones en
invierno en forma de nieve y hielo e incluso desciende
la temperatura una decena de grados bajo cero.
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6. existencia de fauna en la alta montaña se ve condicionada por
los factores climatológicos.
Son algunas las especies de fauna que se han adaptado a la vida
en estos exigentes ambientes. Eso sí, son verdaderos
especialistas en montaña.
Entre los anfibios encontramos la rana bermeja que habita en
prados húmedos cercanos a ibones, y el tritón pirenaico que vive
en arroyos e ibones. La víbora áspid.
7. Los mamíferos más adaptados a vivir en las altas montañas
desarrollan diferentes estrategias que les permiten habitar este
biotopo. El sarrio cambia su pelaje en invierno y desciende en altura
a zonas donde puede escarbar en la nieve y buscar alimento en
forma de ramitas y hierbas secas. Pequeños roedores como el
topillo nival pasan el invierno bajo la nieve. la marmota abundante
en los prados, donde no pasa desapercibida a nuestra vista por sus
ruidosos chillidos. El armiño, cambia su pelaje marrón por un manto
blanco en invierno con el objetivo de pasar desapercibido.
Dentro de los fascinantes animales que se pueden observar en
estos parajes están el Flamenco Chileno, la Chinchilla de Cola
Corta, el Lauchón de la Puna, el Puma y el Gato Montés Andino y
los cuatro camélidos sudamericanos.
8. Las aves son el grupo mejor representado si no contamos el de los
insectos. Las más adaptadas a este medio y las que lo ocupan todo el
año son la perdiz nival o lagópodo alpino que con su plumaje blanco
en invierno y pardo en verano se confunde con el paisaje y es
realmente difícil de observar. Sus patas emplumadas y su doble
plumón le ayudan a sobrevivir en el frío invierno. Otra especie de
altura es el gorrión alpino un gorrión con blanco plumaje que en
inviernos excepcionalmente fríos y en días de temporal desciende y
es más fácil observarlo. El acentor alpino , que se alimenta de
insectos y semillas La chova piquigualda, que en montañas como los
Alpes llega a vivir a 4.000 metros de altitud.
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10. La vegetación de alta montaña constituye un denso matorral de 1-2
metros de altura, en el que dominan varias leguminosas. Debido a
las extremas condiciones, las especies han desarrollado diferentes
mecanismos de adaptación al medio. De esta forma, nos
encontramos con plantas que presentan un porte almohadillado o
achaparrado, lo que genera un microclima en su interior, donde las
condiciones de temperatura y humedad quedan amortiguadas. En
otras ocasiones, las especies se adaptan buscando las grietas o las
escorias volcánicas, aprovechando de esta forma los lugares donde
existe un poco de humedad y la insolación es menos intensa.
También, para protegerse de la excesiva insolación, las plantas
adquieren tonos blanquecinos o grisáceos, que reflejan las
radiaciones solares y disminuyen las radiaciones nocturnas.
11. En la flora de la zona predominan dos leguminosas por su
abundancia: la Retama blanca, que llena de aromas la montaña en
primavera, y el Codeso de la Cumbre. destaca la violeta del Teide
que es una rara y bella flor que crece en la piedra pómez hasta más
de 3500 msnm.
Los vegetales que viven en la alta montaña muestran un aspecto
almohadillado, unas largas raíces y unas hojas pequeñas y pilosas
que les permiten subsistir en este medio tan adverso, como por
ejemplo la hierba pajonera que resiste muy bien los cambios de
temperatura y los vientos de la alta montaña.