Este documento presenta información sobre varios escritores peruanos asociados con el Modernismo. José Santos Chocano fue un poeta peruano que cantó a América con lirismo y nuevas técnicas poéticas modernistas. José María Eguren publicó la colección Simbólicas en 1911, que estableció la poesía contemporánea peruana. Abraham Valdelomar trascendió el Modernismo con cuentos y poemas que exploraban la vida provincial y familiar en el Perú.
1. MODERNISMO PERUANO
Nació en Lima, Perú. Fue gran defensor del americanismo, revolucionario ardiente, protector
de los indios y opositor del imperialismo estadounidense. Tras muchas detenciones, fue
asesinado en Chile.
Cantó a su América con exuberante lirismo y con las nuevas técnicas poéticas, en particular
modernistas, aunque ensayó nuevos ritmos y formas. También tiene poemas íntimos que no
tienen nada que ver con su ideología política y social.
A pesar de las tempranas innovaciones de González Prada — versos pulidos en talleres
cosmopolitas, con facetas del Parnaso, con luces del simbolismo, con
técnicas polirrítmicas, el Perú acogió el modernismo muy tarde. Pero
los dos nombres que ofrece son de importancia: Chocano y Eguren. El
viento se ha llevado casi toda la obra de José Santos Chocano (Perú,
1875—1934) porque tenía la elocuencia de las palabras declamadas
en la plaza pública. Estaba más cerca de Díaz Mirón que de Rubén
Darío; y si se lo agrupa con Darío y otros modernistas es porque era
un visual que había aprendido a pintar lo que veía con el lenguaje
parnasiano. Lo que vio, sin embargo, fue diferente de la realidad de
los modernistas. Chocano se dedicaba a cantar los exteriores de
América: naturaleza, leyendas y episodios históricos, relatos con
indios, temas de la acción política. Se puso a la cabeza del
movimiento modernista en el Perú. Tenía, para ello, la egolatría de un
caudillo y un verbo torrencial. Además, su dominio de las técnicas nuevas del verso servía en el
fondo a temas fáciles y populares. Un poeta de la élite, pero en la calle. Es natural que lo
aplaudieran. Sus libros más famosos — Alma América, poemas indo-españoles, 1906, y Fiat
Lux, 1908 — fueron expresión de lo objetivo, nacionalista de la poesía de esos años.
BLASON - José Santos Chocano (Perú)
Soy el cantor de América autóctono y salvaje:
mi lira tiene un alma, mi canto un ideal.
Mi verso no se mece colgado de un ramaje
con un vaivén pausado de hamaca tropical...
Cuando me siento inca, le rindo vasallaje
al Sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje,
parecen mis estrofas trompetas de cristal.
Mi fantasía viene de un abolengo moro:
los Andes son de plata, pero el León de oro;
y las dos castas fundo con épico fragor.
La sangre es española e incaico es el latido;
y de no ser poeta, quizás yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.
2. NOSTALGIA
Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.
Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
—¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
3. JOSÉ MARÍA EGUREN
Nació en Lima en 1882 y murió en el año 1942. Toda su vida se desarrolló entre la capital y
algunas haciendas aledañas. A partir de 1897 estableció su hogar en el balneario de Barranco;
entre 1931 y 1940 trabajó en la biblioteca del Ministerio de Educación Pública.
La aparición de Simbólicas (1911) es tomada como un hito en la superación del modernismo,
ya que actúa como la fundación de la poesía contemporánea del Perú,
instaurando una tradición todavía viva y vigente en la actualidad.
A su primera colección de poemas siguieron La canción de las
figuras (1916), Sombra y Rondinelas, las dos últimas publicadas por vez
primera en Poesías (1929), que completan su obra poética, en la que se
refleja su búsqueda de trascendencia y su nostalgia de mundos perdidos o
extraños.
Eguren enriqueció el lenguaje con regionalismos, arcaísmos, neologismos e,
incluso, palabras inventadas. En sus últimas poesías, se inscribió en el mundo
de las vanguardias europeas en lo referente al uso de la metáfora y la imaginería del sueño.
Hacia 1930 Eguren empezó a escribir breves piezas en prosa, los llamados Motivos estéticos,
de intención poética y filosófica. En la poesía de Eguren se pueden señalar características como
la musicalidad, el misterio, la recreación de un mundo de fantasía y ensueño, la presencia de
personajes medievales, la evocación de un mundo infantil y la cromaticidad.
El mismo autor lo afirma en uno de sus artículos: “La poesía es música, colorido e imagen;
arte inmediato cuanto funde estos valores en un solo movimiento…” (Eguren 1959: 62).
LA NIÑA DE LA LÁMPARA AZUL
En el pasadizo nebuloso
Calcula mágico sueño de Estambul,
Su perfil presenta destelloso
La niña de la lámpara azul.
Ágil y risueña se insinúa,
Y su llama seductora brilla,
Tiembla en su cabello la garúa
De la playa de la maravilla.
Con voz infantil y melodiosa
el fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.
Con cálidos ojos de dulzura
Y besos de amor matutino,
Me ofrece la bella criatura
Un mágico y celeste camino.
De encantación en un derroche,
Hiende leda, vaporoso tul;
Y me guía a través de la noche
La niña de la lámpara azul.
4. ABRAHAM VALDELOMAR
Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Ica, 27 de abril de 1888 - Ayacucho, 3 de
noviembre de 1919) fue un narrador, poeta, periodista, ensayista y dramaturgo peruano. Es
considerado uno de los principales cuentistas del Perú, junto con Julio Ramón Ribeyro.
Valdelomar fue un escritor completo pues abarcó prácticamente todos los géneros literarios
conocidos. Sin embargo, lo mejor de su creación ficticia se concentra en el campo de la
narrativa cuentística. Sus cuentos se publicaron en revistas y periódicos de la época, y él
mismo los organizó en dos libros: El caballero Carmelo (Lima, 1918) y Los hijos del
Sol (póstumo, Lima,1921). En ellos se encuentran los primeros testimonios del cuento
neocriollo peruano, de rasgos postmodernistas, que marcaron el punto de partida de la
narrativa moderna del Perú. En el cuento El caballero Carmelo, que da nombre a su primer
libro de cuentos, se utiliza un vocabulario arcaico y una retórica propia de las novelas de
caballerías para narrar la triste historia de un gallo de pelea, relato nostálgico ambientado
en Pisco, durante la infancia del autor. En Los hijos del Sol, busca su inspiración en el pasado
histórico del Perú, remontándose a la época de los incas.
Su poesía también es notable por su evolución singular del modernismo al postmodernismo,
teniendo incluso atisbos geniales de vanguardismo. Aquella es de una sensibilidad lírica
extraordinaria que tiene como máxima expresión la de ser un vuelco hacia su interioridad.
Pero esta interioridad debe entenderse como una expresión directa e íntima (por tanto,
creativa) de la realidad. Esta poesía tiene como ejemplos fulgurantes a Tristitia2
y El hermano
ausente en la cena de Pascua, los cuales presentan a su autor como un poeta dulce, tierno y
profundo, saturado de paisaje, de hogar y de tristeza.
*Sus cuentos y poemas nos hablan de la provincia, de la vida familiar de personas y paisajes
comunes.
*Trasciende y supera el Modernismo, pero hay en ella mucha de las características de este
movimiento: el espíritu cosmopolita, el gusto por lo refinado, la prosa elegante, y la búsqueda
insaciable de la belleza.
POEMA TRISTITIA
Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola,
se deslizó en la paz de una aldea lejana,
entre el manso rumor con que muere una ola
y el tañer doloroso de una vieja campana.
Dábame el mar la nota de su melancolía
;el cielo, la serena quietud de su belleza;
los besos de mi madre, una dulce alegría,
y la muerte del sol, una vaga tristeza.
En la mañana azul, al despertar, sentía
el canto de las olas como una melodía
y luego el soplo denso, perfumado, del mar,
y lo que él me dijera, aún en mi alma persiste;
mi padre era callado y mi madre era triste
y la alegría nadie me la supo enseñar