La exposición a altos niveles de pesticidas puede ser nociva para los niños, quienes tienen menor protección ante toxinas y son más vulnerables. Los niños también consumen más alimentos con niveles moderados o altos de pesticidas. La sobreexposición a pesticidas puede causar desde mareos y náuseas hasta trastornos en el desarrollo y la reproducción, dependiendo del tipo, cantidad y duración de la exposición.