Marcelino fue el fundador de los Maristas que construyó las bases de la orden trabajando arduamente desde una edad temprana como pastor. A pesar de tener dificultades en el seminario, se esforzó el doble para no rendirse y cumplir su sueño de completar sus estudios religiosos. Marcelino murió siendo un ejemplo de trabajo duro y dedicación a la causa marista.