1. LOS REMEDIOS DE DIOS
“Aire puro, luz solar, abstinencia, reposo, ejercicio, régimen conveniente, el uso de agua y
la confianza en Dios – son los verdaderos remedios “Consejo sobre Salud.
Aire Puro
Elemento vital y exclusivo para la respiración. El oxigeno es indispensable para las
funciones de las cédulas. La postura correcta es necesaria para una buena respiración. El
hacer ejercicios aumenta nuestra oxigenación residual.
Hechos 17:24,25.: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo
Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es
honrados por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos
vida y aliento y todas las cosas”.
El Sol
Es una fuente tonificante y bactericida. Ofrece energía para vivir. Mal. 4:2 “Mas para
vosotros que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación...”
Abstinencia (Temperancia)
La abstinencia consiste en el uso moderado de las cosas buenas y la abstención total de
todo aquello que es perjudicial a nuestro cuerpo.
El descanso
El descanso es indispensable para el ser humano. Es insustituible para la salud mental.
Debemos dormir de 6 a 8 horas por noche. El descanso semanal, también es un factor
importante para nuestra salud.
Éxodo 20:8-11 “Acuérdate del día de Sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y
harás toda tu obra; mas el séptimo día es repaso para Jehová tu Dios; no hagas en él obra
alguna, tú ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que
está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y
todas las cosas que en ellas hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día
de sábado y lo santificó”.
El ejercicio
El ejercicio revigoriza, descarga las tensiones y aumenta la inmunidad. Previene la
arteriosclerosis. Es saludable realizar una caminata diariamente por un espacio de 30
minutos. Se debe practicar algún deporte.
2. Génesis 2:15 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para
que lo labrara y lo guardase”.