Este documento resume los mensajes de Jesús a las iglesias de Éfeso y Esmirna mencionadas en Apocalipsis. La iglesia de Éfeso trabajó duro pero perdió su primer amor por Dios. Si no recuperaba ese amor, perdería su influencia. La iglesia de Esmirna sufría persecución pero era rica en fe. Jesús alentó a los creyentes a permanecer fieles a pesar de las pruebas para recibir recompensas espirituales y evitar el lago de fuego.
1. I. La iglesia de Éfeso
Veremos que en la mayoría de estos mensajes, Dios reconoce primeramente aquellas obras y
cualidades positivas que han demostrado estas iglesias. Luego le llama la atención a aquellas
características negativas que necesitan ser corregidas. Dios comienza con la declaración, “yo
conozco tus obras” para recordarle a las iglesias que Él tiene conocimiento pleno de todo lo que
sucede en sus iglesias, sea bueno o malo. En el caso de Éfeso, tenemos una iglesia que ha
trabajado duro por echar hacia delante, y ha tenido paciencia, o ha sabido esperar en el Señor.
Es decir, ha sido una iglesia esforzada, luchadora, pero a la vez, una iglesia paciente. En adición
a esto, ha sido una iglesia celosa de la sana doctrina que ha sabido desenmascarar a los falsos
apóstoles. El único problema de Éfeso era que había dejado su primer amor. La versión Dios
Habla hoy dice: “Pero tengo una cosa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al
principio.” Esta iglesia tenía mucho celo por la Palabra, pero había descuidado su devoción a
Dios, no buscaban al Señor con la misma pasión y anhelo de antes. Este mismo patrón les
ocurre a las iglesias en la actualidad. Se cae en las rutinas, en hacer muchas cosas, pero se va
perdiendo la devoción y decae la oración y el compromiso donde el Señor es lo primero en la
vida de los creyentes. Dios le hace un llamado a esta iglesia para que vuelva nuevamente a su
primer amor, porque el resultado será que el candelero le será quitado. ¿Qué significa esta
expresión? El candelero representa la luz que alumbra a todo el mundo. Esto significa el dejar
de ser una iglesia eficiente que alumbre a toda su comunidad. Hay iglesias que una vez fueron
faros, fueron testimonio en sus comunidades, pero por esta u otras razones, su luz se apagó,
dejaron de ser influencia en su región. El Señor reconoce que esta iglesia aborrecía las obras de
los Nicolaitas. Hay discrepancias en cuanto a quiénes eran estas personas, ya que no se
mencionan en otras partes de la Biblia. Algunos eruditos sostienen que eran seguidores de un
obispo llamado Nicolás, que instituyó un sistema jerárquico y rechazaba el sacerdocio de todos
los creyentes. La historia nos muestra que este sistema terminó arropando la iglesia siglos más
tarde y dio a luz al catolicismo romano con su sistema de papas, cardenales, arzobispos y
obispos, estableciendo una jerarquía religiosa. Lo cierto es que los efesios rechazaron esta
doctrina y no permitieron que se estableciera en la iglesia. Hay una promesa de que el que
venciere, comerá del árbol de la vida. Algunos utilizan estas promesas para afirmar que la
salvación hay que ganársela por medio del esfuerzo y las obras para poder vencer. Sin embargo
la Escritura nos declara que los que hemos creído en Cristo somos más que vencedores.
La iglesia de Esmirna
Luego sigue el mensaje a la iglesia de Esmirna. Esta era una iglesia llena de tribulación y muy
pobre. Sin embargo a los ojos de Dios era una iglesia rica. Dios no mide la prosperidad como la
mide el hombre. Parece ser que esta iglesia sufrió persecución por parte de lo judíos de la
región a quienes se les llama sinagoga de Satanás. Esta persecución traería como resultado el
2. que algunos de los hermanos de Esmirna serían encarcelados, pero no sería una tribulación de
larga duración. Muchas veces el Señor permite tribulaciones para probar la fidelidad de sus
hijos. Dios les exhorta a permanecer fieles en medio de la prueba para obtener así las
recompensas espirituales. La promesa es que los vencedores no sufrirán daño de la segunda
muerte. La primera muerte es la física; por esa tendrán que pasar muchos creyentes. Sin
embargo, la peor de todas es la segunda muerte, que es el lago de fuego (Apoc. 21:8). Quiere
decir que los salvos, los vencedores no tienen que temer a esa muerte segunda.