Twitter es una red social de microblogging que permite publicar mensajes de hasta 140 caracteres llamados tweets. Los usuarios pueden publicar tweets que son visibles a todos sus seguidores de forma automática. Twitter se lanzó en 2006 en San Francisco y permite publicar contenido de forma gratuita.
1. TWITTER
Twitter, un término inglés que puede traducirse como “gorjear” o “trinar”,
es el nombre de una red de microblogging que permite escribir y leer
mensajes en Internet que no superen los 140 caracteres. Estas entradas
son conocidas como tweets.
El microblogging es una variante de los blogs (las bitácoras o cuadernos
digitales que nacieron como diarios personales online). Su diferencia radica
en la brevedad de sus mensajes y en su facilidad de publicación (pueden
enviarse desde el móvil, ordenador o dispositivos con software de
mensajería instantánea).
Cuando un usuario publica un mensaje en su página de Twitter, es enviado
automáticamente a todos los usuarios que hayan escogido la opción de
recibirlos. Dicho mensaje también puede ser visto de forma inmediata en
el perfil del usuario.
La plataforma de Twitter nació en octubre de 2006 en San Francisco
(Estados Unidos) como una red social con ciertas características auténticas.
Entre las mismas, podemos mencionar que permite un servicio
absolutamente gratuito y sin publicidades (se financia con las inversiones
de empresas de capital riesgo), es muy sencillo de utilizar y estableció una
nueva forma de comunicación, en la que lo público y lo privado se
fusionan.
2.
3. Las redes sociales tienen en la comunicación una de sus
principales utilidades. Mantener el contacto con amistades
y familiares es una de sus grandes bondades, así como
brindar la oportunidad de generar nuevos contactos. No
obstante, herramientas como Twitter han encontrado en el
área de la información una auténtica mina de oro. ¿Qué
usos alternativos podríamos darle a nuestros perfiles
sociales? Aquí exploramos uno de ellos intentando sacar
jugo de los 140 caracteres.
Las redes sociales han llegado para quedarse. Como bien lo
dice Dolors Reig en su libro Socionomía, se trata de
herramientas que vienen a satisfacer una necesidad básica y
elemental: la socialización. Los denominados medios
tradicionales de comunicación carecen de la interacción que
parece estar grabada en nuestro ADN. De aquí que las
posibilidades de intercambio, interconexión y diálogo que
ofrece el mundo 2.0 nos hagan acudir a estos espacios
virtuales con singular alegría y asiduidad. Este último
elemento puede convertirse, no obstante, en un problema:
¿cuánto tiempo dedicamos a los perfiles sociales en la web?
4. Toda buen arma tiene dos filos. El abuso de ella suele ser esa cara oculta que
amenaza con volverse contra nosotros, por lo que el uso correcto suele estar
vinculado con la moderación o prudencia, como bien sabían en la Grecia de Platón y
Aristóteles. Esta sabiduría práctica, saber hacer o, mejor, saber en y a través del hacer,
es una herramienta que complementa de manera perfecta a las innovaciones con la
que nos topamos día a día. Henos aquí con un perfil en una red social que nos
permite comunicar con el mundo (cercano y no tan cercano) en 140 caracteres. Son
pequeños ecos que buscan oídos para noticias, historias, opiniones y cualquier
ocurrencia humana. ¿Cómo darle un buen uso?
Sobran artículos que nos hablan sobre el uso profesional de Twitter, la mejor hora
para enviar mensajes, formas eficientes de estructurarlos, sugerencias de a quién
seguir y la lista sigue y sigue. Pero es aquí donde me gustaría resaltar una ausencia
notable: poco se habla de educación para el uso de las redes sociales. No es ninguna
novedad en la historia de la humanidad el que antes que acercarse a una innovación
tecnológica se tienda a un proceso de satanización del producto como si se tratase de
la caja de Pandora. Las redes sociales no se han salvado de este proceso. Es tiempo,
por ello, de dejar atrás mitos y pensar en cómo preparar a los denominados “nativos
digitales” para hacer un mejor uso de ellas sin que por ello tengan que ser todos unos
publicistas excepcionales o community manager en potencia.
Sugiero entonces un ejercicio muy sencillo. Se trata de una propuesta para padres y
maestros, incluso para aquellos curiosos que, además de pasarlo bien, se permitan
sacar provecho de una herramienta con la que ya cuentan. El primer paso es muy
sencillo: buscar un objetivo. En este caso nuestra guía será precisamente la
curiosidad. Intentemos responder a la pregunta: ¿sobre qué tema me gustaría saber
un poco más? Pongamos por caso que me decido por la fotografía. Twitter me
permite buscar palabras que aparezcan en los mensajes de los usuarios,
independientemente de que estén marcados como hashtag o no. Así que el segundo
paso es ir a buscar.