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Todos luchan para alcanzar la felicidad y evitar la infelicidad. Las personas prueban alegría cuando sus deseos son realizados. En el mismo individuo hay dos deseos opuestos: la mente original que desea el bien y la mente mala que desea el mal. Estas están empeñadas en una feroz batalla y luchan por realizar dos propósitos en conflicto. Cada ser que posee dentro de sí esta contradicción está destinado a morir. El Cristianismo percibe este estado de destrucción como el resultado de la caída humana.
Considerándolo desde el punto de vista del intelecto, la caída humana representa el descenso de la humanidad en la ignorancia. Las personas tienen dos aspectos: uno interno y otro externo, o mente y cuerpo; análogamente el intelecto tiene también dos aspectos: interno y externo. Del mismo modo hay dos tipos de ignorancia: la ignorancia interna y la ignorancia externa.
Mediante la religión la humanidad ha seguido el camino de búsqueda de la verdad interior. Y a través de la ciencia la humanidad ha buscado la verdad exterior. En el transcurso de su desarrollo pareciera que la ciencia y la religión han asumido posiciones contradictorias e irreconciliables. Sin embargo, para que la humanidad pueda superar del todo los dos aspectos de la ignorancia y realizar  plenamente el bien que es el deseo de la mente original, a un cierto punto en la historia debe surgir una nueva verdad capaz de conciliar la religión y la ciencia y resolver sus problemas, integrando sus conocimientos.
La nueva verdad debe estar en condiciones de abrazar a todas las religiones, las ideologías y las filosofías de la historia y llevarlas a una completa unidad entre ellas. La nueva verdad debe guiar a las personas caídas de regreso a su estado original. Dios ha enviado a la tierra una persona para resolver los problemas fundamentales de la vida y del universo: su nombre es el  Reverendo  Sun Myung Moon
En el curso de la historia, los hombres han estado angustiados por resolver las cuestiones fundamentales sobre la vida humana y del universo. Esto es debido a que nadie ha entendido el principio fundamental por el cual la humanidad y el universo han sido originariamente creados. La pregunta imprescindible es aquella de la realidad causal. Los problemas sobre la vida y el universo no pueden ser resueltos sin entender primero la naturaleza de Dios.
Un modo para tratar de conocer la naturaleza de Dios es observando el universo creado por Él. Del mismo modo como podemos conocer el carácter de un artista a través de sus obras, así también podemos entender la natura de Dios observando las distintas cosas de la creación. Por esta razón San Pablo decía en Rm. 1:20: “Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: Su poder eterno y Su divinidad, de forma que son inexcusables”.
Cualquier ser, posee características duales de yang (positividad, masculinidad) e yin (negatividad, feminidad) Más fundamentalmente, cada entidad posee ya sea una forma externa como también una cualidad interna. La forma  externa  visible se asemeja a la cualidad  interna  invisible. El carácter interior es llamada naturaleza interna, mientras que a la estructura o forma exterior se le llama forma externa. Ya que, la forma externa puede también ser llamada como una segunda naturaleza interna.  Ambas,  la naturaleza interna y la forma externa constituyen las características duales. Podemos concluir que también la Primera Causa de todas las cosas debe poseer las características duales de naturaleza interna y forma externa, que están en la posición de compañero sujeto con relación a la  naturaleza interna y la forma externa de todos los seres.  A esta Primera Causa la  llamamos Dios y a Su naturaleza  interna y forma externa, la llamamos naturaleza interna original y forma externa original. Dios también existe sobre la base de la relación reciproca entre Sus características duales de yang e yin.
Dios es la unión armoniosa de la naturaleza interna original y la forma externa original. La unión armoniosa de la masculinidad (yang) y feminidad (yin) El compañero sujeto que tiene la cualidad de la naturaleza interna y de la masculinidad con relación al  universo. .
La relación entre Dios y el universo se puede resumir en este modo: Dios es el compañero sujeto invisible y el universo, en su conjunto, es el compañero objeto substancial de Dios.  Según el Principio de la Creación, las características duales de  Dios se manifiestan en símbolo o en imagen como encarnaciones individuales de verdad, que constituyen el universo. Dios, el Creador de todas las cosas, es la realidad absoluta, eterna, auto existente, que trasciende el tiempo y el espacio.
También la energía fundamental de Su ser es eterna, auto existente y absoluta. Es el origen de todas las energías y las fuerzas que permiten a los seres creados de existir. Llamamos a esta energía fundamental primera energía  universal. A través de la acción de la primera energía universal, los elementos sujeto y objeto de cada ser forman una base común y establecen una interacción. Esta interacción, a su vez, genera todas las fuerzas que el ser necesita para la existencia, la multiplicación y la acción. La interacción que genera esta fuerza a través de este proceso se llama  acción de dar y recibir .
Cuando el origen, el compañero sujeto y el compañero objeto proyectados desde el origen, y su unión establecen todos una acción armoniosa de dar y recibir y realizan los tres propósitos objetivos, se establece  la base de cuatro posiciones. Cuando toda la creación, incluidos los seres humanos, completa la base de las cuatro posiciones con Dios al centro, se realizan las tres grandes bendiciones de Dios. Este es el Reino de los Cielos, donde la felicidad suprema es alcanzada y donde Dios experimenta la alegría más grande. Definitivamente este es el propósito por el cual  Dios ha creado el universo. Por consiguiente, el propósito final del universo, con los  seres humanos como punto central, es el de dar alegría a Dios.
La primera bendición de Dios es la perfección de nuestro carácter individual; para realizar la primera bendición la mente y el cuerpo de un individuo deben unirse a través de una acción de dar y recibir formando así una base de cuatro posiciones  individual  con Dios al centro. Para realizar la segunda bendición de Dios, un hombre y una mujer que han alcanzado respectivamente la perfección individual, deben unirse en amor como marido y mujer, levantar sus hijos, y construir en este modo una base de cuatro posiciones  familiar  con Dios al centro. La tercera bendición de Dios significa cumplir la perfección del dominio del hombre sobre la naturaleza; para realizarla, los seres humanos y el mundo de la creación deben establecer una unidad completa, formando una base de cuatro posiciones de  dominio  con Dios al centro.
Toda la creación alcanza la perfección pasando a través de tres etapas ordenadas: la etapa de formación, la etapa de crecimiento y la etapa de cumplimiento. Cuando los seres creados atraviesan el período de crecimiento, Dios tiene en cuenta solamente los frutos de su crecimiento que estén de acuerdo con el Principio. De este modo, El gobierna todas las cosas indirectamente. Llamamos a este período de crecimiento la  dimensión del dominio indirecto de Dios  o esfera del dominio basado en los resultados logrados de acuerdo al Principio. Todas las cosas alcanzan la perfección después de pasar a través del período de crecimiento gracias a la autonomía y la guía proporcionada por el Principio de Dios. A diferencia los seres humanos, atraviesan el período de crecimiento y alcanzan la perfección realizando su propia parte de responsabilidad, además de ser guiados por el Principio.
El universo fue creado según el modelo del hombre, que es la  imagen  de las características duales de Dios. Entonces, en correspondencia a la mente y al cuerpo del hombre, el universo esta compuesto del mundo incorpóreo y del mundo corpóreo o material, que son ambos reales y substanciales. Los dos mundos substanciales juntos forman el cosmos. El mundo incorpóreo está en la posición de  compañero sujeto , mientras que el mundo material es el  compañero objeto . El segundo es como la sombra del primero. Cuando nos despojamos de nuestro cuerpo físico, entramos en el mundo incorpóreo como espíritus y vivimos allí por la eternidad.
EI yo físico es formado por las características duales de mente física y cuerpo físico. Las acciones del bien o el mal del yo físico son los principales factores que determinan si el yo espiritual llega a ser bueno o malo. Nuestro yo espiritual está constituido por las características duales de mente espiritual y cuerpo espiritual. El espíritu puede crecer y alcanzar la perfección solamente mientras  permanece  en el cuerpo. El espíritu llega a ser bueno sólo a través de la  redención  de los pecados obtenida durante la vida física en la tierra. Entonces no es Dios quien decide si el espíritu de una persona va al cielo o al infierno después de la muerte; la decisión es del propio hombre espiritual.
Todos tenemos una mente original que nos empuja a buscar el bien. No obstante, sin ser consientes de ello, somos arrastrados por fuerzas malvadas a cumplir acciones malas que no queremos hacer. En el Cristianismo, al señor de estas fuerzas malvadas, se le conoce como Satanás. No hemos sido absolutamente capaces de liquidar las fuerzas de Satanás porque no hemos entendido ni su identidad ni la manera como vino a existir. La explicación de la  caída humana  aclarará estos asuntos.
Nadie ha conocido la raíz del pecado. Los cristianos, basándose en la Biblia, han permanecido apegados a la vaga creencia según la cual la raíz del pecado fue el hecho de que Adán y Eva comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Incluso muchos cristianos piensan que el fruto era literalmente el fruto de un árbol real. Pero teniendo en cuenta que muchas partes importantes de la Biblia han sido escritas en símbolos y parábolas; entonces ¿qué cosa representa el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal? Para entenderlo, examinemos primero el árbol de la vida que crecía junto al árbol de la ciencia del bien y del mal que es el que produce el fruto.
De los versículos bíblicos Gn 2:9, Pr 13:12 y Ap 22:14 deducimos que el árbol de la vida simboliza un hombre ideal que ha realizado plenamente el ideal de la creación. Entonces simboliza al Adán perfecto. El árbol de la  ciencia del bien y del mal era ese árbol que al  cumplir su  propósito bueno  simboliza a la mujer ideal, En otras palabras simboliza a Eva antes de la caída.
En la Biblia leemos que una serpiente tentó a Eva incitándola a pecar (Gen. 3:4-5) El ser espiritual representado por la serpiente fue originalmente creado con uno propósito bueno, pero que más tarde cayó y se convirtió en Satanás. ¿Qué clase de ser espiritual en la creación de Dios, que vivía en el cielo, podía conversar con las personas y conocía la voluntad de Dios?  ¿Qué clase de ser, incluso después de su caída, podía trascender el tiempo y el espacio y dominar el alma humana? Como no existe otro ser dotado de tales características excepto un ángel, debemos concluir que la serpiente simboliza un ángel (II Pedro 2:4)
De Judas 6-7 se puede deducir que el ángel cayó a consecuencia de un acto sexual ilícito. De Gen. 3:7 podemos inferir que Adán y Eva pecaron con las partes sexuales de sus cuerpos. Entonces podemos concluir que entre el ángel y los seres humanos debe haber ocurrido una relación sexual ilícita. El fruto significa el amor de Eva. El hecho que Eva comiera del fruto primero significa que ella mantuvo una relación ilícita de sangre con el ángel.
La raíz del pecado fue el hecho que los primeros antepasados humanos tuvieron una relación sexual ilícita con un ángel simbolizado por la serpiente. Por esta razón ellos no pudieron multiplicar el linaje bueno de Dios y en cambio multiplicaron el linaje malo de Satanás.
Dios creó a los ángeles como Sus ayudantes, sirvientes y espíritus administradores (Hb. 1:14) Después de crear a los seres humanos como Sus hijos, Dios los amó más que al arcángel Lucifer, creado como Su sirviente. Lucifer, teniendo la sensación de recibir menos amor de cuanto merecía, quiso disfrutar en la sociedad humana de la misma posición central que gozaba en el mundo angélico, como canal del amor de Dios. Entonces sedujo a Eva; Lucifer y Eva formaron una base recíproca (común) y cayeron. Posteriormente Eva caída sedujo a Adán con la esperanza de que, uniéndose a él, hubiese podido liberarse del miedo y presentarse de nuevo ante Dios. Adán y Eva formaron una base recíproca y cayeron.
El pecado es una violación de la ley celestial que una persona comete cuando forma una base recíproca (común) con Satanás, estableciendo así una condición para una acción de dar y recibir con él. El pecado se puede clasificar en cuatro clases: pecado original, pecado hereditario, pecado colectivo y pecado individual. Eva heredó del arcángel todas las tendencias que se originaron al momento en que traicionó a Dios, cuando estableció con ella una unión de sangre a través la una relación sexual; Adán, a su vez, heredó las mismas tendencias. Estas inclinaciones vinieron a ser la causa principal de las tendencias caídas de todas las personas. Son las principales características de nuestra naturaleza  caída. Las características principales de la naturaleza caída se pueden subdividir fundamentalmente en cuatro clases.
Dios, siendo omnisciente y omnipotente, debe haber conocido la caída de nuestros primeros antepasados. ¿Por qué, entonces no intervino para impedir el acto de la caída? Dios no intervino: (1) Para mantener los Principios de la Creación absolutos y  perfectos. (2) Para que solo Dios sea el Creador. (3) Para establecer al hombre como el señor de la creación.
El propósito de Dios para la creación es construir el Reino de los Cielos en la tierra. Sin embargo, a causa de la caída, los seres humanos han establecido el infierno en la tierra, o sea el mundo de la soberanía satánica (Jn. 12:31, II Cor. 4:4) Si este mundo de pecado tuviera que continuar para siempre en su estado actual, Dios sería un Dios incapaz e ineficiente, que habría fracasado en Su creación. Por consiguiente Dios salvará este mundo de pecado por todos los medios. Salvar a una persona que sufre bajo el yugo del pecado significa restaurarla a su estado original, sin pecado. Por lo tanto la labor de salvación de Dios es la providencia de la restauración.
Los Últimos Días son este tiempo en el cual, con el adviento del Mesías como punto de transición, el mundo del mal bajo la soberanía satánica es transformado en el mundo ideal bajo la soberanía de Dios. En los últimos días el infierno en la tierra será transformado en el Reino de los Cielos en la tierra. Entonces no será un día de terror en el cual el mundo será destruido por catástrofes globales, como han creído muchos cristianos. En realidad será un día de alegría, en el cual la esperanza de toda la humanidad será realizada.  La era actual son los Últimos Días.
La II carta de Pedro 3:12 dice: “Los cielos en llamas se disolverán y los elementos, abrasados, se fundirán”. Profetizando el tiempo de Jesús, Malaquías habló de un día que ardía con el fuego del juicio, y en Lucas 12:49 se dice que Jesús venía a traer fuego en la tierra. No obstante esto, non hay ningún testimonio de que en su tiempo Jesús juzgó al mundo literalmente con el fuego. Como dice Santiago 3:6, “La lengua es fuego”; lo que significa que el fuego del juicio que Jesús vino a traer era un juicio por la lengua, es decir un juicio por la Palabra.
Con el espíritu y la verdad, Dios restaura a los seres humanos que cayeron en la ignorancia por causa de la caída. El espíritu y la verdad son únicos, eternos e incambiables. Sin embargo el grado y el nivel de sus enseñanzas y sus medios de expresión varían de una era a la otra a medida que se restaura la humanidad de un estado de ignorancia total. Para que los hombres modernos puedan ser iluminados por la verdad, debe aparecer una nueva enseñanza de contenido más rico y elevado, con un método de expresión más científico. Llamamos a esta enseñanza la nueva verdad. Estamos viviendo en los Últimos Días. No debemos permanecer rígidamente apegados a los conceptos tradicionales, sino que más bien, debemos buscar la nueva verdad que nos puede guiar a la providencia de la era moderna.
Jesús vino como Mesías para establecer el Reino de los Cielos en la tierra. ¿La crucifixión de Jesús permite a los creyentes que tienen fe en él, restaurar su naturaleza original y construir el Reino de los Cielos en la tierra? (1) En toda la historia del Cristianismo no ha habido ninguno, por muy devoto, que haya vivido en unidad inseparable con Dios. (2) No ha habido jamás ningún creyente que no haya tenido necesidad de redención o de una vida de ardiente oración y devoción. (3) Por más devotos que sean, los padres cristianos continúan trasmitiendo el pecado original a sus hijos. Esto nos enseña que la gracia de la redención a través de la cruz no ha eliminado completamente nuestro pecado original, ni ha restaurado perfectamente nuestra naturaleza original.
(1) A juzgar por las palabras y acciones de los discípulos, relatadas en la Biblia, todos estaban adoloridos e indignados por la muerte de Jesús. (2) Si consideramos el punto de vista de la providencia de Dios, Dios llamó al pueblo escogido de Israel, los descendientes de Abraham, protegiéndolo, cuidándolo y a veces disciplinándolo con tribulaciones. Él hizo construir el Tabernáculo y el Templo. Todo esto era para prepararlo a recibir y acoger al Mesías. (3) Las palabras y obras del mismo Jesús buscaban infundir en el pueblo la fe que él era el Mesías. (Jn. 6:29, Jn. 10:38, Mt. 23:37) (4) El sufrimiento de los Israelitas después de la crucifixión de Jesús puede ser considerado como la trágica consecuencia del error cometido por sus antepasados cuando condenaron a muerte al Mesías, que habrían debido honrar, impidiendo así el cumplimiento de la providencia de la restauración.
De todas estas pruebas, podemos deducir que la muerte de Jesús en la cruz fue el triste resultado de la ignorancia y la incredulidad de la gente de su tiempo, no necesariamente el resultado de la predestinación de Dios. La intención clara de Dios para el pueblo escogido de Israel, que Él había guiado en medio a todo tipo de aflicciones desde el tiempo de Abraham, era de mandarles al Mesías y construir un reino eterno en la tierra. Desde cuando Jesús murió en la cruz, el pueblo de Israel fue dispersado sobre toda la tierra, sufriendo opresiones y persecuciones, como consecuencia trágica del error de sus antepasados de matar al Mesías, malogrando el cumplimiento de la providencia de la restauración.  Además muchos fieles cristianos han cargado la cruz como parte de su responsabilidad por el pecado colectivo de haber matado a Jesús.
Si Jesús no hubiera sido crucificado, habría realizado ambos aspectos de la salvación, espiritual y física. Debido a que el pueblo puso a Jesús en la cruz, su cuerpo fue expuesto al ataque de Satanás y fue asesinado. Por consiguiente los cristianos no pueden obtener la salvación física. Jesús, sin embargo, puso la base para la salvación espiritual, estableciendo el fundamento victorioso para su resurrección a través de la redención ofrecida por la sangre derramada en la cruz. Por ello todos los creyentes desde la resurrección hasta ahora han recibido el beneficio de la salvación espiritual. Para completar la obra de la salvación espiritual y física, Cristo debe venir de nuevo a la tierra.
Los judíos al tiempo de Jesús estaban esperando a Elías porque Dios había prometido que antes de la llegada del Mesías  habría venido Elías. Jesús dio testimonio que la profecía de la venida de Elías se había cumplido  en Juan Batista. Los hebreos nutrían el respeto más profundo por Juan Bautista; algunos incluso pensaban que él fuese el Mesías. Entonces, si Juan Bautista hubiera admitido ser el Elías, como lo había testificado Jesús, todo el pueblo hebreo habría inmediatamente creído en su testimonio y se habría unido a Jesús. En cambio, la ignorancia de Juan con relación a la providencia de Dios le llevó a negar de ser Elías y esta vino a ser la razón principal por la cual el pueblo hebreo rechazara a Jesús. Con esto podemos entender que el motivo principal por el cual Jesús fue crucificado fue el fracaso de Juan Batista.
Resurrección significa volver a la vida. Volver a la vida implica que antes estábamos muertos. Por lo tanto, para explicar el significado de la resurrección, debemos aclarar los conceptos bíblicos de vida y muerte.
Cuando un discípulo le preguntó a Jesús si podía ir a casa a sepultar a su padre que había muerto, Jesús le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos”. (Lc. 9:60) Estas palabras de Jesús indican dos conceptos diferentes de vida y muerte. Primero, “muerte” significa el fin de la vida física, como era el caso del  padre muerto del discípulo. “Vida” en ese sentido, significa el estado en el cual el yo físico mantiene sus funciones fisiológicas. El segundo es el concepto de vida y muerte referente a las personas vivas que se reunieron para sepultar al hombre muerto; esta muerte se refiere a dejar el seno del amor de Dios y caer bajo el dominio de Satanás. El concepto correspondiente de vida se refiere a la condición de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, en el dominio del  amor infinito de Dios.
Aunque el yo físico de una persona está vivo, si esta persona vive lejos del dominio de Dios y es esclava de Satanás, está muerta desde el punto de vista del estándar de valor original. Una conclusión similar se puede obtener de las palabras de juicio del Señor sobre la gente infiel de la iglesia de Sardes: “...tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto” (Ap. 3:1) Por otra parte, cuando Jesús dijo en Jn. 11:25, “El que cree en mi, aunque esté muerto vivirá”, significa que aquellos que creen en él y viven en el reino del dominio de Dios tienen vida. Aunque después que sus cuerpos físicos han regresado a la tierra, sus espíritus gozan de vida en el dominio de Dios.
Independientemente de la caída, Dios creó el yo físico del  hombre para que envejeciera y se convirtiera en polvo. Solo el espíritu entra en el mundo espiritual y vive allí por la eternidad. Por consiguiente la muerte causada por la caída no significa el fin de la vida física, sino más bien el descenso en el dominio de Satanás a través del acto de comer del fruto. La resurrección se puede definir como el proceso de ser restaurados de la muerte causada por la caída a la vida, de la dimensión del dominio de Satanás a la dimensión del dominio directo de Dios, a través de la providencia de la restauración.
Las controversias teológicas sobre la predestinación han generado una gran confusión en la vida de fe de tantas personas. En la Biblia encontramos muchos versículos que a menudo son interpretados dando a entender que todos los asuntos de la vida de un individuo – la fortuna y la desgracia, la felicidad y la miseria, la salvación y la condenación, así como el surgimiento y la decadencia de las naciones – ocurre todo exactamente según la  predestinación de Dios. No obstante podemos encontrar en la Biblia pruebas suficientes para justificar la doctrina de la predestinación absoluta. Con tantos fundamentos en la Biblia para justificar sea una que otra de estas dos doctrinas contrastantes, ¿cómo resuelve el Principio Divino este asunto?
Dios no ha podido cumplir Su propósito de la creación a causa de la caída humana. Por tanto, la voluntad de Dios al obrar en Su providencia para los hombres caídos es siempre aquella de realizar el propósito de la creación. En este sentido la “voluntad” de Dios es completar la restauración. Dios es el Ser absoluto, único, eterno e inmutable; así que también Su voluntad debe ser absoluta, única, eterna e inmutable. La predestinación de la voluntad de Dios es absoluta.
Aunque si la voluntad de Dios para la providencia de la restauración es absoluta va más allá de la influencia del hombre, para que se cumpla es necesaria la realización de la parte de responsabilidad humana. Dios predestina el proceso de su realización condicionalmente, subordinando al 5% de la responsabilidad humana que debe ser combinada al 95% de responsabilidad de Dios. La proporción del 5% es usada para indicar que la parte de responsabilidad del hombre es muy pequeña comparada a la parte de responsabilidad de Dios. Pero, para los hombres, este cinco por ciento equivale al cien por cien de nuestro esfuerzo. La predestinación de la realización de la voluntad de Dios es condicional.
Adán y Eva debían de haber sido los antepasados buenos de la humanidad, si hubieran cumplido su parte de responsabilidad obedeciendo el mandamiento de Dios de no comer del fruto. Por consiguiente Dios no predestinó en manera absoluta que Adán y Eva se hubieran convertido en nuestros buenos antepasados. Aunque si Dios predestina a una persona para una cierta misión, el 95% de responsabilidad de Dios y el 5% de responsabilidad de la persona deben ser realizados juntos antes que este individuo pueda completar la misión que le ha sido dada y realizar la voluntad de Dios. Por consiguiente, si esta persona non completa su responsabilidad, no puede llegar a ser la persona que Dios se proponía que fuera. La predestinación de los hombres es condicional.
La epístola a los Romanos dice: “Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó… y a los que predestinó, a esos también los llamó; y a los que llamó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también glorificó (Rm. 8:29-30). Predestinar y llamar a una persona es responsabilidad de Dios, pero sólo cuando esta persona completa su responsabilidad después de haber sido llamada por Dios, es justificada. Por eso la predestinación de Dios con relación a la glorificación de un individuo depende da la realización de la parte de responsabilidad de esa persona.  Ya que la Biblia no menciona la parte de responsabilidad humana, las personas pueden interpretarla en modo equivocado entendiendo que todos los asuntos son determinados sólo por la predestinación absoluta de Dios.
Los argumentos que entran dentro del campo de la Cristología incluyen la Trinidad, la cual se refiere a la relación entre Dios, Jesús y el Espíritu Santo; y el renacimiento que tiene que ver con la relación entre Jesús, el Espíritu Santo y la persona caída. Hasta ahora las controversias desarrolladas alrededor de estos temas no han sido jamás resueltos claramente. A causa de ello hay una notable confusión en la vida de fe y en las doctrinas del cristianismo. La clave en afrontar estas cuestiones está en el entender el valor original de los seres humanos.
Una persona perfecta, quien ha realizado el propósito de la creación: (1) Asume un valor divino, equivalente a Dios. (2) Es una existencia única en el cosmos. (3) Tiene el valor de todo el cosmos.
La historia humana es la historia de la providencia de la restauración cuyo fin es el de realizar el Reino de los Cielos en la tierra reconquistando el árbol de la vida que fue perdido en el Jardín del Edén (Gen. 3:24, Ap. 22:14) Entonces si Adán hubiera realizado el ideal de la perfección simbolizado por el árbol de la vida en el Jardín del Edén mencionado en Gen. 3:24, y Jesús, representado por el árbol de la vida en el Libro del Apocalipsis, serían idénticos en el sentido de haber realizado el propósito de la creación. Una  persona perfecta tiene la misma naturaleza divina de Dios. Es única en todo el cosmos. Además posee el valor del cosmos. No hay valor más grande que el valor de un individuo que ha realizado el ideal de la creación. Este es el valor de Jesús, quien ha alcanzado seguramente el valor más elevado que se pueda imaginar. Por tanto, Jesús es un ser humano perfecto que ha realizado el ideal de la creación.
Cuando Felipe le pidió a Jesús que le mostrara a Dios, Jesús dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo dices tú: ‘muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?” (Jn. 14:9-10). Sobre la base de semejante verso bíblico como este, muchos cristianos han creído que Jesús es Dios, el Creador. Jesús puede muy bien llamarse Dios porque, como hombre que ha realizado el propósito de la creación y al ser él un solo cuerpo con Dios, tiene una naturaleza divina. No obstante esto, él no es Dios Mismo. El cuerpo puede ser entendido como el segundo ser de la mente, pero no es la mente misma; de igual manera, Jesús puede ser entendido como el segundo ser de Dios, pero él no es Dios.
(1) Puesto que Jesús vino con todo el valor de un verdadero hombre que ha completado el propósito de la creación, tenía dominio sobre los ángeles y sobre todas las cosas. (2) Jesús, al no tener pecado original, no tenía en sí ninguna condición para ser invadido por Satanás. (3) Jesús entendió la Voluntad y el Corazón de Dios completamente. (4) Experimentó el Corazón de Dios como realidad en su vida cotidiana. (1) Una persona caída no tiene nada del valor de un verdadero hombre que ha cumplido el propósito de la creación. Más bien, ha caído en un estado tan bajo al punto de mirar con reverencia a los ángeles, que han sido creados para ser subordinados a él. (2) Una persona caída, con el pecado original, tiene en sí una condición a través de la cual Satanás puede atacarla. (3) Una persona caída no puede entender profundamente la Voluntad y el Corazón de Dios.
Una persona caída prácticamente no tiene nada de su valor original mientras permanece en el estado caído. Sin embargo, si renace a través Jesús, el Padre Verdadero, y se convierta en un hijo del bien limpio del pecado original, será restaurada como una persona perfecta, que ha realizado el propósito de la creación, al igual que Jesús.
Jesús dijo: “...el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios” (Jn. 3:3). ¿Por qué las personas caídas deben renacer? Adán y Eva cayeron y se convirtieron en los padres malos, multiplicando hijos malos. Por lo tanto las personas caídas deben renacer como hijos sin pecado original. Jesús vino como el Padre Verdadero y el Espíritu Santo  como la Madre Verdadera para dar renacimiento a los hombres caídos trasformándolos en hijos buenos, totalmente purificados del pecado original.
Cuando creemos en Jesús como el Salvador Mediante la inspiración del Espíritu Santo (I Cor. 12:3), Recibimos el amor de los Padres Espirituales Verdaderos generado a través de la acción de dar y recibir entre Jesús y el Espíritu Santo. A través de este amor, se infunde en nosotros creyentes una nueva vida  Y nuestro espíritu renace como un nuevo individuo. A esto se llama renacimiento espiritual.
Para realizar el propósito de la creación, Jesús y el Espíritu Santo deben formar la base de las cuatro posiciones con Dios al centro. Dios, Jesús y el Espíritu Santo de esta forma se unen y esta unión constituye la Trinidad. Jesús y el Espíritu Santo unidos a Dios han podido formar solo una trinidad espiritual y realizar solo la misión de Padres Verdaderos espirituales. Cristo debe venir de nuevo en la carne y encontrar a su esposa. Junto a Dios formarán en la tierra una trinidad perfecta y llegando a ser los Padres Verdaderos tanto espiritualmente como físicamente. Ellos darán a los hombres renacimiento espiritual y físico, eliminando en ellos el pecado original y permitiéndoles construir en la tierra trinidades con Dios como su centro.
La providencia de la restauración se refiere al trabajo de Dios para restaurar las personas caídas a su estado original no caído, haciendo que puedan cumplir el propósito de la creación. Puesto que la providencia de la restauración es el trabajo de Dios de recrear al hombre, de tal forma que pueda cumplir el propósito de la creación, Dios  debe llevar a cabo Su providencia de acuerdo con el Principio. En el curso de la providencia de la restauración, este principio se llama el Principio de la Restauración.
Los seres humanos cayeron desde la cima de la etapa de crecimiento y han permanecido bajo el dominio de Satanás. Para restaurar la humanidad Dios trabaja para bloquear la influencia de Satanás. Por ello nuestro pecado original debe ser eliminado. Entonces nosotros, las personas caídas, (1) Primero debemos atravesar un curso para separarnos de Satanás, en manera de restaurarnos formalmente hasta el nivel espiritual que Adán y Eva habían alcanzado antes de la caída - la cima de la etapa de crecimiento. (2) Sobre este fundamento debemos recibir al Mesías y renacer, o sea eliminando nuestro pecado original y siendo plenamente restaurados al estado original de los seres humanos antes de la caída. (3) Finalmente, siguiendo al Mesías, debemos continuar nuestro crecimiento hasta la madurez. (4) Donde podemos realizar el propósito de la creación.
Si los primeros antepasados de la humanidad hubieran alcanzado la perfección, habrían vivido teniendo una relación solamente con Dios. Sin embargo, a causa de la caída, establecieron una relación de sangre con Satanás. Entonces, inmediatamente después de la caída, fueron situados en una posición intermedia, una posición entre Dios y Satanás donde ellos se relacionaban con ambos. ¿En qué manera Dios separa a Satanás de las personas caídas? Una persona caída irá al lado de Dios si hace condiciones buenas y al lado de Satanás si hace condiciones malas.
Cuando alguien pierde su posición o su estado original debe hacer condiciones de indemnidad para restaurarla. Establecer estas condiciones de restitución se le llama indemnizar. Llamamos a este proceso de restaurar la posición y el estado original haciendo condiciones, restauración por indemnización. Llamamos a las condiciones hechas condiciones de indemnización. El trabajo de Dios para restaurar las personas a su verdadero estado original, no caído, haciendo que ellos completen las condiciones de indemnidad, se llama providencia de la restauración por indemnización.
Primero, el estado original es restaurado haciendo una condición de indemnización a un precio igual al valor de aquel que fue perdido (restitución o compensación). Segundo, el estado original es restaurado haciendo una condición de indemnización por un precio inferior del valor de aquello que ha sido perdido (el Bautismo, la Santa Comunión). Tercero, cuando una persona ha fracasado anteriormente en llevar a termino una condición de indemnización a un precio inferior, debe hacer otra condición de indemnización para regresar al estado original, esta vez a un precio mayor del anterior. En cuanto al método, una condición de indemniza es puesta invirtiendo el curso a través del cual a sido perdido el estado original. ¿Quién debe establecer la condición de indemnización? Nosotros mismos debemos realizar las condiciones de indemnización necesarias, como nuestra parte de responsabilidad.
Para ser restaurados al estado original y realizar el propósito de la creación, nosotros hombres caídos, debemos establecer el fundamento para el Mesías, recibir al Mesías sobre esta base, y eliminar nuestro pecado original.  ¿Qué condiciones de indemnidad son necesarias para establecer el fundamento para el Mesías? Puesto que una condición de indemnidad se establece a través de un curso opuesto al error cometido, debemos saber primero como Adán falló en el realizar el propósito de la creación: Primeramente, Adán habría debido de establecer el fundamento de fe observando absolutamente el mandamiento de Dios  pasando a través de un determinado período de crecimiento. Segundo, Adán habría debido establecer el fundamento de sustancia. Después de haber establecido un fundamento de fe indestructible, formar un solo cuerpo con Dios llegando a ser entonces una perfecta encarnación de la Palabra y habría alcanzado la perfección individual. Sin embargo Adán no logró establecer estas condiciones y así no pudo realizar el propósito de la creación..
Por tanto, para establecer la condición de indemnidad para el fundamento para el Mesías, es necesario primero poner el fundamento de fe y sobre esta base establecer el fundamento de sustancia.  Para restaurar el fundamento de fe, primero debe haber una figura central; segundo, debe haber una ofrenda condicional; tercero, debe ser completado un período numérico de indemnización.  Para poner el fundamento de sustancia, debemos hacer la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída.
Para restaurar por indemnización el fundamento de fe nosotros debemos establecer una condición que sustituye la Palabra de Dios. Para la familia de Adán, esta condición fue una ofrenda de sacrificios. Para el fundamento de fe es necesario también una figura central: en lugar de Adán, sus hijos, Caín y Abel, ofrecieron el sacrificio. ¿Por qué motivo? Dios divide simbólicamente a Adán, que encarnaba sea el bien que el mal, dándole dos hijos, que representaban respectivamente  el bien y el mal. Dios los puso en la posición en la cual cada uno debía tratar con un solo amo, Dios o Satanás, e les hizo ofrecer sacrificios separadamente. Caín fue escogido para representar el mal y Abel para representar el bien. Abel hizo la ofrenda en una manera aceptable para Dios, estableciendo con éxito el fundamento de fe.
Para poder poner el fundamento de sustancia en la familia de Adán, Caín debía realizar la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída sometiéndose a Abel, en modo que Dios habría podido aceptar con alegría su sacrificio.  In cambio Caín mató a Abel repitiendo el pecado del arcángel y manifestando las características primarias de la naturaleza caída. Así la familia de Adán no logró establecer el fundamento de sustancia. Por consiguiente la providencia de la restauración de Dios a través de la familia di Adán no pudo ser realizada.
(1) Primero, el arcángel cayó porque no amó a Adán; esto causó la primera naturaleza caída: no tomar el punto de vista de Dios. Por ello Caín, quien se encontraba en la posición del arcángel, habría debido tomar el punto de vista de Dios amando a Abel, quien estaba en la posición de Adán. (2) Segundo, el arcángel, en vez de respetar a Adán como mediador de Dios, trató de tomar la posición de Adán y esta fue la causa de la segunda  naturaleza caída: abandonar la propia posición. Por ello Caín habría debido recibir el amor de Dios a través de Abel, respetándolo como mediador de Dios. (3) Tercero, el arcángel pretendió dominar a Eva y a Adán, quienes eran  sus legítimos amos, y esta fue la causa de la tercera naturaleza caída: invertir el dominio. Por consiguiente Caín habría debido someterse a Abel aceptando su dominio. (4) Finalmente, el arcángel transmitió a Eva su propósito malvado y Eva lo transmitió a Adán. Esta fue la causa de la cuarta naturaleza caída: multiplicar el mal. Por consiguiente Caín habría debido aprender la voluntad de Dios de Abel, multiplicando el bien.
En la providencia de la restauración en la familia de Noé,  la figura central para restaurar el fundamento de fe era Noé. La condición a través de la cual Noé debía restaurar el fundamento de fe era el arca. Esta era la condición de indemnidad para la restauración del cosmos, que había sido tomado por Satanás a causa de la caída de Adán, y que significaba el nuevo cosmos. Después que el arca fue completada, Dios juzgó al mundo con los 40 días del diluvio para eliminar la humanidad corrupta y crear una nueva familia que tuviera una relación solo con Él.  A través del juicio de 40 días, la familia de Noé ofreció el arca en manera aceptable a Dios y restauró mediante indemnidad el fundamento de fe.
Los hijos de Noé, Sem y Cam, debían estar respectivamente en las posiciones de Caín y Abel. Si posteriormente hubieran logrado hacer la ofrenda substancial realizando la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída, habrían puesto el fundamento de sustancia. Para poder hacer en la familia de Noé una ofrenda substancial aceptable, Cam, el segundo hijo de Noé y figura central para la ofrenda substancial, debía restaurar la posición de Abel. Para hacer esto, Cam debía establecer una unidad de corazón inseparable con su padre Noé, quien había hecho la ofrenda simbólica.
Gen. 9:20-26 narra que cuando Cam vio a su padre echado desnudo en la tienda, se avergonzó de él y transmitió el mismo  sentimiento a sus hermanos, Sem y Jafet. Cuando Cam se avergonzó de la desnudez de su padre, un acto similar al de Adán y Eva cuando se cubrieron las partes bajas y se escondieron, hizo una condición que permitió a Satanás de invadirle; Entonces su acto y su sentimiento se constituyeron en  un pecado. En consecuencia, Cam fracasó en restaurar por indemnización la posición de Abel en la cual  debía ofrecer un sacrificio substancial. Por lo tanto Cam non estableció el fundamento de sustancia y la providencia de la restauración centrada en la familia de Noé acabó en un fracaso.
En la providencia de restauración en la familia di Abraham, la figura central para restaurar el fundamento de fe era Abraham. Dios ordenó a Abraham de ofrecer un pichón, una cabra y una novilla. Esta era la condición que él ofreció para restaurar el fundamento de fe. Estos tres sacrificios simbolizaban el cosmos, que es perfeccionado a través de  tres etapas del período de crecimiento.
Puesto que Abraham no cortó el pichón, aves rapaces bajaron del cielo y contaminaron la ofrenda. Este error tuvo el efecto de reconocer el reclamo de la posesión de la ofrenda por parte de Satanás. A causa de este fracaso de la ofrenda simbólica todas las condiciones que Dios intentaba restaurar a través de esta fueron perdidas. Por consiguiente, los descendientes de Abraham tuvieron que sufrir 400 años de esclavitud en Egipto y la providencia centrada en él fue prolongada en las tres generaciones de Abraham, Isaac y Jacob.
Después que Abraham falló en la ofrenda simbólica, Dios le dio otra oportunidad ordenándole sacrificar a su único hijo Isaac como ofrenda sobre el altar. ¿Por qué Dios le dio otra oportunidad? (1) El número tres representa el cumplimiento. Entonces, ya que la providencia en la familia de Abraham era la tercera dispensación para poner el fundamento para el Mesías, el Principio de Dios necesitaba que esta vez se cumpliera. (2) Satanás había atacado tanto a Adán como a su hijo Caín, corrompiendo la familia en el curso de dos generaciones. Entonces, según el principio de restauración por indemnización, Dios pudo obrar para retomar las dos generaciones de Abraham e Isaac. (3) Aunque Abraham había fallado, Dios pudo darle otra oportunidad  sobre la base de los méritos acumulados de los corazones fieles de Abel y de Noé.
Abraham tomó el cuchillo y alzó la mano para ofrecer en holocausto a Isaac, pero el ángel del Señor lo llamó del cielo y le dijo: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; Porque ya conozco que temes a Dios”. (Gn. 22:12) El celo de Abraham en el hacer la voluntad de Dios y su determinación en el actuar con fe, lealtad y obediencia absoluta, lo pusieron en la posición de haber ya matado a Isaac. Entonces Abraham separó completamente a Satanás de Isaac. Puesto que Abraham realizó con éxito la ofrenda de Isaac, la providencia de restauración en la familia de Abraham pudo ser llevada adelante por Isaac. En este modo Isaac, habiendo heredado la misión de Abraham, hizo la ofrenda simbólica y restauró por indemnización el fundamento de fe.
Para establecer el fundamento para el Mesías en la familia de Isaac, era entonces necesario establecer el fundamento de sustancia. A este propósito los hijos de Isaac, Esaú y Jacob, debían ser puestos respectivamente en las posiciones separadas de Caín y Abel. Ellos debían realizar la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída y establecer el fundamento de sustancia. Cuando Esaú abrió los brazos y acogió con afecto a Jacob que regresaba a Canaán, los dos hermanos realizaron la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída. El éxito de Esaú y Jacob restauró por indemnización, a nivel horizontal, en una sola familia, el largo curso vertical de la historia a través del cual Dios había trabajado para restaurar el fundamento de sustancia.
Finalmente el fundamento para el Mesías fue establecido en la familia de Isaac. Sin embargo, en tiempos de Abraham, los hombres caídos habían ya establecido naciones satánicas que podían fácilmente pugnar con la familia de Abraham. Entonces el Mesías no podía venir hasta no haber sido preparado un fundamento de un estado soberano para enfrentar las naciones del mundo satánico. Por esta razón la familia de Jacob entró en Egipto, en cabeza de José, parar ir a través de un curso de 400 años de indemnización y construir el fundamento nacional para el Mesías.
Dios estableció los cursos de Jacob y de Moisés como modelos para el curso de Jesús para salvar la humanidad. El propósito de la providencia de la restauración se realiza cuando los hombres sometan a Satanás voluntariamente y lleguen a ser sus amos realizando la propia parte de responsabilidad que les fue asignada. Jesús, como Mesías y perfecto progenitor de la humanidad, fue el pionero en el curso final para la subyugación de Satanás y desde entonces ha guiado a los creyentes a seguir su ejemplo. Pero Satanás, que no se somete humildemente ni siquiera a Dios, de ninguna manera obedecería ni se sometería a Jesús. Por consiguiente Dios llamó a Jacob y a Moisés y obró a través de ellos mostrando el curso modelo para subyugar a Satanás.
Moisés condujo a los Israelitas fuera de Egipto, el mundo satánico, con milagros y señales, los guió a través del Mar Rojo y los hizo vagar por el desierto antes de entrar en la tierra prometida de Canaán. Esto representó anticipadamente el curso con el cual un día Jesús habría guiado a los cristianos. Con señales y milagros, Jesús habría conducido a los cristianos fuera de la vida de pecado y los habría guiado a salvo a través del tempestuoso mar de la maldad. Los habría conducido a través de un desierto carente del agua que da vida antes de guiarlos al Jardín del Edén prometido por Dios. Ambos cursos fueron prolongados tres veces a causa de la infidelidad de los Israelitas.
Para llegar a ser la figura central para restaurar el fundamento de fe y ser calificado para guiar a los Israelitas fuera de Egipto, Moisés, como individuo, debía heredar el período de indemnización nacional de 400 años y completar una providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás. Para realizar este propósito, Moisés fue llevado al palacio del Faraón, el centro del mundo satánico, donde tuvo que pasar 40 años, completando la providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás, manteniendo fe en la palabra de Dios. De este modo Moisés restauró por indemnización el fundamento de fe.
Los Israelitas, que estaban en la posición de Caín, deberían haber obedecido con fe a Moisés, quien había establecido la posición de Abel. Heredando la voluntad de Dios de Moisés y multiplicando el bien, habrían puesto el fundamento de sustancia nacional. Dios comenzó la providencia para la partida con el acto de Moisés de matar a un egipcio. Viendo que uno de sus hermanos era maltratado por un capataz egipcio, Moisés, movido por el ferviente amor hacia su pueblo, golpeó y mató al egipcio. Sin embargo, cuando los Israelitas vieron esto, lo malinterpretaron  y lo criticaron. Entonces oyendo esto el Faraón al ser difundido el hecho, buscó a Moisés para matarlo y así Moisés huyó al desierto de Madián.  Poro lo tanto el fundamento de sustancia fue destruido y el primer curso nacional para la restauración de Canaán fracasó..
Moisés establece una segunda providencia basada en el número 40  para la separación de Satanás trascurriendo 40 años en el desierto de Madían y restaurando en esta forma el fundamento de fe necesario para emprender el segundo curso nacional para la restauración de Canaán. Para comenzar la providencia para la partida en el segundo curso nacional para la restauración de Canaán, Dios le dio el poder a Moisés de realizar tres señales y diez plagas para prevalecer sobre los egipcios. Los Israelitas creyeron en Moisés y lo siguieron. Así pudieron dar inicio al segundo curso nacional para la restauración de Canaán. El fundamento de sustancia, sin embargo, no se podía realizar hasta tanto los israelitas recorriesen todo su curso en el desierto teniendo una fe absoluta en Moisés hasta que entrasen en la tierra de Canaán.
Cuando los Israelitas llegaron al desierto del Sinaí, Dios les hizo construir el Tabernáculo. Los Israelitas cayeron muchas veces en la infidelidad durante su viaje. En último término existía el peligro de que incluso Moisés pudiese actuar con infidelidad. Por ello frente a esta situación, Dios estableció el Tabernáculo como un objeto de fe firme, que nunca cambiase aunque si las personas podían cambiar. El Tabernáculo simbolizaba al Mesías (Jesús), y así los Israelitas debían hacer el fundamento para el Tabernáculo como parte de su empeño para poner el fundamento para el Mesías.
A través de su ayuno de 40 días en el Monte Sinaí, Moisés recibió de Dios las dos tablas de piedra sobre las cuales estaban inscritos los Diez Mandamientos y las instrucciones para el Tabernáculo. Cuando Moisés descendió del monte y vio la infidelidad del pueblo, ardió en cólera y rompió las tablas de piedra. De este modo el primer fundamento para el Tabernáculo terminó en un fracaso. Entonces Moisés emprendió el segundo fundamento ayunando por otros 40 días; después de esto Dios pidió a Moisés de labrarse dos tablas para que pudiera escribir en ellas los Diez Mandamientos escritos en las primeras tablas. Cuando Moisés volvió por segunda vez a los Israelitas, esta vez ellos lo honraron y, obedeciendo absolutamente sus órdenes, construyeron el Tabernáculo. Sin embargo, no obstante todo, ellos nuevamente perdieron la fe y el segundo fundamento para el Tabernáculo fracasó.
Como condición para establecer el tercer fundamento para el Tabernáculo, Dios les puso la misión de espiar por 40 días en la tierra de Canaán. Cuando los espías regresaron da su misión, todos, excepto Josué y Caleb, presentaron informes desalentadores, privados de fe. Oyendo estos informes, los Israelitas murmuraron de nuevo contra Moisés. Y como resultado de la infidelidad de ellos, el tercer fundamento para el Tabernáculo concluyó en un fracaso. El fundamento para el Tabernáculo fue invadido tres veces por Satanás. Por lo tanto el fundamento di substancia para el segundo curso nacional para la restauración de Canaán no fue establecido. Por consiguiente todo el segundo curso nacional para la restauración de Canaán concluyó en un fracaso. De este modo, el segundo curso de 21 meses en el desierto fue prolongado en un tercer curso de 40 años en el desierto.
Para Moisés el período de 40 años errantes en el desierto  honrando el Tabernáculo hasta que los Israelitas volvieran a Cadés Barnea, sirvió para separarse de Satanás, que había invadido el fundamento de fe precedente y para restaurar por indemnización el fundamento de fe para el tercer curso. Durante los 40 años, Moisés completo el fundamento de fe para el tercer curso nacional para la restauración de Canaán. Por lo tanto estableció también la posición de Abel para el fundamento de sustancia.
Con respecto a los Israelitas, ellos debían establecer el fundamento de substancia en el tercer curso nacional, honrando el Tabernáculo con fe y devoción, obedeciendo y siguiendo a Moisés en Canaán.  Para conducir la providencia para la partida basada en la roca, Dios hizo que Moisés golpease la roca con su vara ante la congregación, para hacer salir agua y dar de beber al pueblo. Sin embargo, Moisés al ver el pueblo murmurando en contra de él y lamentarse, se encolerizó de tal modo que golpeó la roca dos veces. Con este gesto Moisés fracasó en la providencia para la partida centrada en la roca. Por consiguiente, no le fue permitido entrar en la tierra prometida.
Dios puso a Josué en el lugar de Moisés y Josué se encontraba sobre el fundamento de fe de Moisés. Josué envió dos hombres a explorar la ciudad de Jericó. Cuando volvieron de Jericó, los dos espías dieron un reporte inspirado en la fe: “todos los habitantes del país tiemblan ya ante nosotros”. Los Israelitas de la generación más joven, que habían crecido en el desierto, creyeron todos en las palabras de los espías y por su fe les fue permitido a ellos completar la providencia para la partida en el tercer curso. Después de la fiesta de Pascua, se pusieron en camino hacia la ciudad de Jericó. Después de haber marchado alrededor de la ciudad por siete días, gritando a grande voz y los muros de la ciudad se derrumbaron. Los Israelitas conquistaron Canaán derrotando en total a 31 reyes. Sobre la base de esta victoria, establecieron el fundamento de substancia.
Sobre este fundamento, los Israelitas establecieron el fundamento nacional para el Mesías en el tercer curso nacional. Entretanto, los hombres caídos habían ya fundado poderosas naciones satánicas como Egipto, que se oponían a la providencia celestial de la restauración. Entonces, hasta que no fuese establecido un reino en el lado de Dios, el Mesías no podía venir. Sin embargo, los Israelitas de la segunda generación al entrar en  Canaán, cayeron de nuevo en la infidelidad. Por esto la providencia de Dios fue prolongada una vez más y sufrió repetidos retardos hasta el tiempo de Jesús.
Jesús vino como el segundo Adán para subyugar personalmente a Satanás y establecer el Reino de los Cielos. Jacob siguió el curso simbólico para subyugar a Satanás, mientras que Moisés lo recorrió en imagen. Los cursos por ellos recorridos abrieron el camino para permitirle a Jesús de seguir el curso real o substancial. Para seguir el curso mundial de la restauración de Canaán  subyugando a Satanás, Jesús tenía que seguir el modelo presentado en el curso nacional para la restauración de Canaán, en el cual Moisés había subyugado a Satanás.
La figura central que tenía la misión de restaurar el fundamento de fe era Juan Bautista. Juan Bautista practicó la vida de fe y de obediencia al Cielo mientras vivía en el desierto, estableciendo así con éxito la providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás y pudo establecer el fundamento de fe para el primer curso mundial de la restauración de Canaán. En este modo estableció la posición de Abel para poner la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída a nivel mundial. Dios condujo la providencia para la partida animando al pueblo judío a creer en Juan a través de las señales y milagros que rodeaban su vida. Puesto que los judíos creyeron en Juan Bautista y lo siguieron, pudieron empezar el curso mundial para restaurar a Canaán.
Sin embargo Juan Bautista dudó de Jesús aunque había dado testimonio de él y negó ser el Elías aunque si en realidad había venido para realizar la misión de Elías. Esto no solo bloqueó el camino para que el pueblo judío reconociera a Jesús, sino que provocó que incluso se opusieran a él. Por lo tanto Juan abandonó la posición de Abel y no realizó el fundamento de substancia ni el fundamento para el Mesías. De este modo el primer curso mundial para la restauración de Canaán a nivel mundial fue un fracaso.
El fundamento de fe que Juan había establecido para el primer curso al final fue invadido por Satanás. Jesús mismo se vio obligado a tomar él mismo la misión de Juan y restaurar por indemnización el fundamento de fe para el segundo curso mundial de la restauración de Canaán. Cuando Jesús enfrentó los 40 días de ayuno y las tres tentaciones en el desierto, fue justamente para separarse de Satanás, con el  propósito de restaurar el fundamento de fe. Puesto que se encontraba en aquella situación, Jesús le ordenó a Pedro de no revelar públicamente que él era el Mesías (Mt.16:20).
Dios condujo la providencia para la partida del segundo curso mundial para restaurar a Canaán sobre la base de las palabras y los milagros y señales del mismo Jesús. Si el pueblo judío (Caín) hubiera sido proclive a creer en Jesús y lo hubiese seguido, habría restaurado el fundamento de substancia y desde luego el fundamento para el Mesías. Sin embargo, a causa de la incredulidad del pueblo, Jesús no pudo establecer ni el fundamento de substancia ni el fundamento para el Mesías para el segundo curso mundial para la restauración de  Canaán. Así el segundo curso mundial concluyó en un trágico fracaso y lamentablemente Jesús fue llevado a la cruz.
Después de haber ofrecido su cuerpo en la cruz, Jesús retomó espiritualmente la misión de Juan Bautista. Durante el período de 40 días de resurrección hasta su ascensión, Jesús realizó la providencia espiritual basada en el número 40 para la separación de Satanás. En este modo, Jesús restauró el fundamento de fe para el curso espiritual en el tercer curso mundial para la restauración de  Canaán. Jesús resucitado reunió a sus discípulos dispersos y llevó a cabo la providencia para la partida dándoles el poder de realizar señales y milagros. Los santos creyentes, en la posición de Caín, creyeron en Jesús resucitado y lo siguieron con devoción, realizando así la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída y restaurar el fundamento de substancia espiritual.
Los discípulos pusieron el fundamento de substancia espiritual y por consiguiente el fundamento espiritual para recibir al Mesías. Sobre este fundamento, Jesús pasó de la posición de sustituto espiritual de Juán Bautista a la posición de Mesías espiritual y envió al Espíritu Santo. A partir de ese momento Jesús y el Espíritu Santo se convirtieron en los Padres Verdaderos espirituales y comenzó  la obra de dar el renacimiento espiritual. Por creer y servir a Jesús resucitado, que se encuentra sobre el fundamento espiritual para el Mesías, los cristianos pudieron realizar la restauración de la Canaán espiritual y entrar en la esfera de gracia. Por otra parte, los cuerpos físicos de los cristianos están en la misma posición del cuerpo de Jesús, que fue atacado por Satanás a través de la crucifixión. Por esta razón los cristianos aún están manchados del pecado original y deben todavía seguir el curso de separación de Satanás para preparar la Segunda Llegada del Señor.
Mientras que Jesús ha restaurado Canaán como un reino espiritual mundial, el Cristo que retorna debe completar este tercer curso mundial como un curso substancial y realizar concretamente el Reino de los Cielos en la tierra. Por esto debe nacer en la tierra con un cuerpo físico. No morirá sin realizar la providencia de la restauración, Porque la providencia de Dios, después de Adán y de Jesús, no fracasará en la tercera ocasión al tiempo de la Segunda Llegada. Además la providencia espiritual de la restauración de Dios durante los 2000 años desde el tiempo de Jesús, ha preparado una sociedad democrática y un ambiente jurídico que protegerán a Cristo en la Segunda Llegada.
El Cristo que retorna conducirá la providencia para la partida centrada en la Palabra, luego completará el fundamento para el Mesías tanto espiritualmente como físicamente. Sobre este fundamento injertará a sí todos los hombres, purificándolos del pecado original y restaurándolos como hijos de Dios nacidos de Su descendencia. El Cristo que retorna empezará con poner, sea espiritualmente que físicamente, el fundamento familiar para el Mesías. Luego lo extenderá al clan, a la sociedad, a la nación, al mundo y al cosmos. Sobre este fundamento, debe ser capaz finalmente de establecer el Reino de los Cielos en la tierra.
Cuando en un período de la historia se repiten los eventos de un curso histórico de la era anterior, aunque haya diferencia en el grado y el alcance, los dos períodos son llamados períodos providenciales paralelos. La causa principal que determina estos paralelismos se encuentra en la providencia de Dios de la restauración por indemnización. Los períodos providenciales paralelos se repiten a causa de la prolongación y la repetición de la providencia para restaurar el fundamento para el Mesías. Por consiguiente los factores que determinan la formación de los períodos paralelos son: (1) Primero, los tres elementos necesarios para el fundamento de fe: la figura central, la condición y el período numérico de indemnización. (2) Segundo, la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída, que es necesaria para restaurar el fundamento de substancia
De acuerdo al principio de la predestinación, ya que Dios predestina absolutamente Su voluntad, seguramente un día la realizará. Sin embargo, ya que la voluntad de Dios se realiza a través de una persona particular, depende de la realización de la parte de responsabilidad de aquella persona, sumada a la parte de responsabilidad de Dios. Por consiguiente, cuando la voluntad di Dios no se realiza porque la persona falla en su responsabilidad, Dios escogerá a otra persona, en una era diferente, para que tome su lugar. Dios continuará Su trabajo hasta que no sea completamente realizado, prolongando mientras tanto la providencia. Según el Principio de la Creación, cuando la providencia de la restauración se prolonga, puede ser prolongada hasta tres etapas.
Una figura central responsable por la providencia de la restauración debe cumplir, en breve tiempo, todas las condiciones de indemnización que sus predecesores trataron de establecer. Las condiciones que se acumularon en el curso de la historia providencial se llaman condiciones verticales de indemnización. La tarea de la figura central de realizar en corto tiempo todas estas condiciones se llama “restauración horizontal por indemnización”.
Una figura central debe realizar uno o más períodos numéricos de indemnización para restaurar el fundamento de fe. Los primeros antepasados humanos tenían que establecer el fundamento de fe conforme a los números significativos entre los cuales están el 12, 4, 21 y 40, que representan el período numérico de crecimiento, realizando así el propósito de la creación y llegando a ser las encarnaciones substanciales de la calidad de estos números. Sin embargo, debido a la caída, todos estos números fueron reclamados por Satanás. Por lo tanto las figuras centrales de la historia providencial deben establecer períodos matemáticos de indemnización para restaurar los números 12, 4, 21 y 40.
Para examinar las características de un período providencial, necesitamos identificar al pueblo que tenía la responsabilidad central en la providencia de Dios en aquel período y estudiar las fuentes de su historia. El pueblo que tenía la responsabilidad central en la providencia de Dios en la era de la providencia de la restauración era el pueblo de Israel. Luego el Antiguo Testamento, que narra la historia de Israel, provee las fuentes necesarias para estudiar la historia providencial de aquella era. El pueblo que tiene la responsabilidad central para la providencia en la era providencial de la prolongación de la restauración son los cristianos. Por consiguiente, la historia del Cristianismo provee las fuentes para entender la historia providencial de esta era.
Durante el período de 400 años de esclavitud en Egipto, después que Jacob entró en Egipto con sus 12 hijos y 70 parientes, sus descendientes sufrieron abusos terribles por parte de los egipcios. Durante el período de la persecución romana, que restauraba substancialmente el período de esclavitud a través de condiciones di indemnización paralelas, los cristianos, a partir de los 12 apóstoles y de los 70 discípulos de Jesús, sufrieron atroces persecuciones bajo el Imperio Romano. En el período de los Jueces, los jueces gobernaban al pueblo de Israel y en el período de las iglesias regionales, que restauraba el período de los jueces, los líderes de las iglesias regionales cumplían múltiples funciones similares a aquellas de los jueces. En el período del reino unito, los profetas, los sacerdotes y los reyes desarrollaban su misión específica guiando a Israel a cumplir la meta del propósito de la providencia de la restauración. En el período del imperio cristiano, que restauraba el período del reino unido, los líderes monásticos, los papas y los emperadores debían guiar a la Segunda Israel a cumplir el propósito de la providencia de la restauración. Tal y como el reino de Israel fue dividido en los reinos del Norte y del Sur, también el imperio cristiano fue dividido en los reinos de Oriente y de Occidente. El período de 210 años de cautiverio y regreso de Israel, durante el cual los israelitas fueron llevados cautivos a Babilonia y después,  poco a poco, regresaron a la patria, tuvo que ser restaurado por el período de 210 años de cautiverio y regreso papal. Después que los israelitas regresaron a Jerusalén, trascurrieron 400 años del período de preparación para el adviento del Mesías, antes de que viniera Jesús. Análogamente, después que el papado regresó a Roma y restauró la autoridad papal, el Cristianismo podrá encontrar el Cristo que regresa solo después de haber atravesado los 400 años del período de preparación para la Segunda Llegada del Mesías.
Cuando observamos el curso del desarrollo social guiado por Satanás, vemos que las divisiones entre individuos en la sociedad colectiva primitiva condujo a la formación de la sociedad de clanes. Estas sociedades han tenido la tendencia a expandirse y la sociedad de  clanes se desarrolló en sociedades feudales y más tarde, en sociedades monárquicas, ampliando su territorio y su poder. Satanás ha usado este modelo de desarrollo anticipándose a Dios, porque entendía la intención de Dios de establecer en el futuro esta sociedad. Dios llamó a Abraham del mundo de pecado y lo bendijo dándole descendientes que habrían seguido Su voluntad, formando en este modo la primera sociedad israelita de clanes. Los israelitas se expandieron en una sociedad tribal en Egipto y así sucesivamente formaron una sociedad feudal, construyendo al final el reino unido de Israel y por consiguiente creando una sociedad monárquica.
Puesto que el reino unido fracasó en completar el trabajo de preparación sobre el cual Dios habría podido restaurar Su soberanía, Dios dividió finalmente el reino en Norte y Sur, permitiendo que estos reinos fueran destruidos por las naciones paganas. Después de la caída de Judá, Dios mantuvo vacante el trono judío y puso a los israelitas bajo el control de una serie de imperios paganos. Dios modeló la sociedad de Israel en la forma de una democracia (en torno a sus elegidos) para que más tarde, cuando llegara el  Mesías pudiera ser coronado por voluntad del pueblo. Sin embargo, los judíos crucificaron a Jesús. Por consiguiente el propósito de la providencia se cumplió sólo espiritualmente. Después de la crucifixión de Jesús, el centro de la providencia de la restauración de Dios fue trasladado de Judea, la tierra del amargo pesar de Dios, a Europa Occidental, que antes era el territorio del Imperio Romano de Occidente.
Dios llamó devotos creyentes a la nación de Israel y estableció una sociedad de clan cristiana, que sucesivamente se desarrolló en una sociedad tribal cristiana, una sociedad feudal cristiana y una sociedad monárquica cristiana. Puesto que las sociedades monárquicas fracasaron en su misión de construir un reino Mesiánico, Dios las destruyó e hizo surgir las democracias Cristianas con el fin de reconstruir una nación soberana apta para recibir al Mesías.
Respondiendo a los deseos espontáneos, los hombres buscan inconscientemente  y con ardiente aspiración el mundo ideal de la creación de Dios. En la búsqueda de una sociedad socialista del lado celestial, las personas han sido empujadas por la mente original hacia los ideales de coexistencia, co-prosperidad y valores universalmente compartidos. El mundo en el que estos valores serán finalmente realizados no es otro que el Reino de los Cielos en la tierra, bajo la guía del Señor de la Segunda Llegada. Puesto que Satanás imita anticipadamente la providencia de Dios, el lado satánico ha promovido el “socialismo científico” basado en el materialismo histórico y dialéctico y ha construido el mundo comunista, semejante a la sociedad fundada sobre ideales de coexistencia, co-prosperidad y valores universalmente compartidos.
Con el fin de que los caminos de la religión, de la política y de la economía converger y realicen el ideal de Dios, debe aparecer una nueva expresión de la verdad capaz de integrar completamente la religión y la ciencia. La religión fundada sobre esta verdad guiará a todos los hombres a realizar una unidad de corazón con Dios. Estas personas construirán una economía de acuerdo al ideal de Dios, poniendo las bases para un nuevo orden político para realizar el ideal de la creación. Este será el reino Mesiánico construido sobre principios de interdependencia, co-prosperidad y valores universalmente compartidos.
La etapa de preparación para la Segunda Llegada del Mesías es el período de 400 años desde la Reforma Protestante de 1517 hasta el final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Desde el punto de vista de la providencia de la restauración, esta era está dividida en tres períodos: el período de la Reforma, el período de lucha entre religiones e ideologías y el período de madurez de la política, de la economía y de la ideología.
Este período de 130 años desde 1517 cuando Martín Lutero levantó el estandarte de la Reforma Protestante en Alemania, y duró hasta el fin de las luchas religiosas con el tratado de Westfalia en 1648. En las épocas medioevales la mente original del hombre era oprimida, y su libre desarrollo fue limitado debido al ambiente social del feudalismo y de la corrupción del Catolicismo Romano. Los europeos medievales fueron empujados desde lo profundo del corazón a destruir el medio ambiente social para dar  paso a la restauración de su naturaleza original. El movimiento de tipo Caín inició como un renacimiento del Helenismo y dio paso al Renacimiento, cuyo valor fundamental era el humanismo. El movimiento de tipo Abel inició como un renacimiento de la tradición Hebraica de Israel y de la iglesia cristiana primitiva y dio paso a la Reforma Protestante, cuyo valor fundamental era la fe en Dios.
Este período de 140 años inició con el triunfo del Protestantismo por el tratado de Westfalia en 1648 y terminó con la Revolución Francesa en 1789. Después del Renacimiento y de la Reforma los hombres modernos no podían evitar las divisiones teológicas y las disputas filosóficas que surgieron de la libertad de fe y de pensamiento. Las concepciones de la vida de tipo Caín y de tipo Abel se desarrollaron en este período. La providencia de la restauración de Dios separa a aquellos que representan  a Abel de aquellos que representan a Caín y en los Últimos Días este mundo caído es dividido en los mundos de tipo Caín y de tipo Abel, basados respectivamente en las concepciones de vida de tipo Caín y de tipo Abel. El mundo de tipo Caín debe someterse al mundo de tipo Abel para establecer el fundamento de substancia a nivel mundial. Esto es necesario antes de poder recibir al Señor  de la Segunda Llegada y realizar un mundo unificado.
Este período se refiere a los 130 años que van desde la Revolución Francesa en 1789 al final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Las concepciones de la vida de tipo Caín y de tipo Abel maduraron tomando un curso separado y fundaron respectivamente una sociedad de tipo Caín y una sociedad de tipo Abel. La concepción de la vida tipo Caín dio origen a la Revolución Francesa y por consiguiente a la democracia de tipo Caín, que al final formó el mundo comunista. La concepción de la vida tipo Abel llevó a la Revolución puritana y por consiguiente a la democracia de tipo Abel que se ha desarrollado en el mundo democrático de hoy.
No podemos comprender el significado providencial de las guerras mundiales si solo consideramos las causas externas (conflictos políticos, económicos y la ideología). ¿Cuál puede ser la causa interna, providencial, de las guerras mundiales? Las guerras mundiales estallaron: (1) Como resultado de la última lucha desesperada de Satanás por preservar su soberanía. (2) Para establecer la condición mundial de indemnización para restaurar las tres grandes bendiciones. (3) Con el fin de que la humanidad pueda superar a nivel mundial las tres tentaciones de Satanás a Jesús. (4) Para realizar la condición mundial de indemnización para restaurar la soberanía de Dios.
La victoria del lado de Dios en la Primera Guerra Mundial: (1) Se estableció la condición de indemnización en la etapa de formación para restaurar mundialmente las tres grandes bendiciones de Dios. (2) Se estableció la condición de indemnización para restaurar mundialmente la primera bendición de Dios, realizándose la condición de indemnización para restaurar la prima tentación de Jesús a nivel mundial. (3) Se estableció, a través de la victoria de las naciones democráticas, el fundamento en la etapa de formación para restaurar la soberanía de Dios. Fue establecido el fundamento sobre el cual podría nacer el Señor de la Segunda Llegada y comenzó el período de formación de la dispensación de la Segunda Llegada.
La victoria del lado de Dios en la Segunda Guerra Mundial: (1) Se estableció la condición de indemnización en la etapa de crecimiento para restaurar mundialmente las tres grandes bendiciones de Dios. (2) Se estableció la condición de indemnización para restaurar mundialmente la segunda bendición de Dios, realizándose la condición de indemnización para restaurar la segunda tentación de Jesús a nivel mundial. (3) Se estableció a través de la victoria de las naciones democráticas, el fundamento a nivel de crecimiento para restaurar la soberanía de Dios. La era para construir un nuevo cielo y una nueva tierra centrados en el Señor de la Segunda Llegada había comenzado y empezó la etapa de crecimiento de la dispensación de la Segunda Llegada.
A la consumación de la historia humana, el lado de Satanás y el lado de Dios lucharán hasta obtener cada uno la soberanía sobre un mundo. Por eso es que el mundo democrático y el mundo comunista se están confrontando. Por consiguiente es inevitable que estallen las guerras mundiales, primero para dividir, posteriormente para unir estos dos mundos. La Primera y la Segunda Guerras Mundiales tenían el propósito providencial de dividir el territorio entre estos dos mundos. Enseguida, todavía, debe venir otra guerra para unificarlos. Por lo tanto, la Tercera Guerra Mundial tendrá lugar inevitablemente. Sin embargo, existen dos maneras de librar esta guerra; a través de conflictos armados, o como un conflicto enteramente interior e ideológico. En qué modo se combatirá esta guerra será determinado según el éxito o el fracaso del hombre en cumplir su parte de responsabilidad.
(1) La victoria del lado de Dios en las tres Guerras Mundiales restaurará por indemnización la totalidad de la providencia que fue prolongada en tres etapas. (2) La providencia de la restauración puede ser completada solo después que todos los hombres caídos restauren su corazón hacia Dios por medio de la  palabra de Dios que da vida,  recibiendo la salvación espiritual y física y heredando el linaje de Dios. Las victorias del lado celestial restauraran completamente, por indemnización, todos estos los fundamentos para la providencia de la restauración y realizarán el mundo ideal de Dios.
Jesús profetizó claramente acerca de la Segunda Llegada. Pero dijo que nadie sabe del día y la hora de su retorno (Mt. 24:36). No obstante podemos deducir del versículo Bíblico “No hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos, los profetas” (Amos 3:7), que Dios seguramente revelará todos Sus secretos concernientes a la Segunda Llegada del Señor a Sus profetas antes de realizar Su obra. Por consiguiente, Dios ciertamente hablará a quienes tengan oídos para oír y ojos para ver de  manera que puedan ser iluminados sobre lo que ha de tener lugar, pues Él prometió que en los Últimos Días derramaría de Su Espíritu. (Hch.2:17)
(1) Llamamos al tiempo de la Segunda Llegada de Cristo los Últimos Días. Como ya hemos explicado en la escatología 4, hoy vivimos en los Últimos Días. Por ello sabemos que ahora estamos realmente en el tiempo del retorno de Cristo. (2) Cristo debe regresar al final de los 2000 años de la era del Nuevo Testamento (era providencial de la prolongación de la restauración), que ha restaurado los 2000 años de la era de la providencia de la restauración mediante condiciones de indemnización substanciales paralelas. (3) Podemos comprender que el período de la Segunda Llegada comenzó exactamente después del fin de la Prima Guerra Mundial.
En Lucas 17: 25 Jesús, anticipando lo que iba a ser en la Segunda Llegada del Señor dijo: “Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación”. En Lucas 18:8 Jesús dijo: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará  fe en la tierra?” Si Jesús regresara literalmente sobre las nubes del cielo, ¿no sería tal vez inmediatamente aceptado y honrado, incluso por este mundo lleno de pecado? Jesús previó que en la Segunda Llegada, cuando nacerá con un cuerpo físico, probablemente será perseguido y condenado como un hereje. Por eso fue que predijo que el Señor padecería mucho y sería desechado por su generación. Entonces podemos admitir que Cristo retornará por su nacimiento en la carne sobre la tierra.
Basados en relatos bíblicos como Ap. 7:4, Mt. 10:23 y Mt. 16:28, algunos cristianos creen que Cristo vendrá de nuevo entre el pueblo judío. Pero en Mateo 21:33-43 Jesús indicó claramente que no volvería al pueblo que lo había perseguido. Dios les quitaría la misión que antes les había confiado y se la daría a la nación que rindiera sus frutos al regreso de Cristo. Por consiguiente el pueblo escogido después de la crucifixión de Jesús no son los descendientes de Abraham, sino más bien los cristianos que han heredado la fe de Abraham.
Ap. 7:2-4 indica que el sello del Dios vivo será puesto en la frente de los 144.000 elegidos en Oriente, donde nace el sol. Ap. 14:1 dice que estos escogidos acompañarán al Cristo en su Segunda Llegada. Podemos deducir que la nación que tomará posesión de la herencia de Dios y que producirá los frutos para la Segunda Llegada del Señor está en el Oriente.
Desde tiempos muy antiguos, las naciones del Oriente han sido consideradas tradicionalmente tres: Corea,  Japón y China. Japón entró en el período de la Segunda Llegada como una nación imperialista y persiguió severamente al Cristianismo coreano. China en aquel tiempo era un semillero del comunismo y se convirtió en una nación comunista. Así ambas naciones pertenecían al lado de Satanás. Por consiguiente la nación del Oriente donde vendrá Cristo sólo puede ser Corea. Como nación en la cual vendrá el Mesías, Corea debía tener las siguientes calificaciones:
La nación calificada para estar en la posición de objeto del corazón de Dios debe ser formada por un pueblo de bondad. Raramente el pueblo coreano, una raza homogénea, ha invadido a otras naciones. Los coreanos son dotados por naturaleza de un carácter religioso. Tienen un fuerte deseo de adorar a Dios y honran la virtud de la lealtad, la piedad filial y la castidad. En Corea existe la profecía que el Rey de Justicia aparecería y fundaría un reino glorioso y eterno en esta tierra. Esta idea Mesiánica,  fue revelada a través del Chong Gam Nok, un libro de profecías escrito en el siglo XIV. En Corea entre los fieles de cada religión ha habido muchas personas que han recibido revelaciones que el fundador de su religión volverá a Corea. Muchos cristianos abiertos espiritualmente están recibiendo revelaciones y señales que testifican la Segunda Llegada de Cristo en Corea.
Si la humanidad no hubiera caído, habríamos formado una única familia global semejándose a un cuerpo con Dios como cabeza. No habría razón para que surgiera una cantidad enorme de lenguas sobre la tierra haciendo imposible la comunicación entre ellos. Si debemos realizar el mundo ideal de una única familia global que puede honrar al  Señor de la Segunda Llegada como nuestro Padre Verdadero, todas las lenguas deben ser unificadas. Si Cristo verdaderamente regresa en Corea, la lengua coreana llegará a ser la lengua materna de toda la humanidad y todas las persone deberá hablarla. Toda la humanidad llegará a formar un solo pueblo y usaremos una sola lengua, estableciendo así una única nación global bajo Dios.

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  • 1. Todos luchan para alcanzar la felicidad y evitar la infelicidad. Las personas prueban alegría cuando sus deseos son realizados. En el mismo individuo hay dos deseos opuestos: la mente original que desea el bien y la mente mala que desea el mal. Estas están empeñadas en una feroz batalla y luchan por realizar dos propósitos en conflicto. Cada ser que posee dentro de sí esta contradicción está destinado a morir. El Cristianismo percibe este estado de destrucción como el resultado de la caída humana.
  • 2. Considerándolo desde el punto de vista del intelecto, la caída humana representa el descenso de la humanidad en la ignorancia. Las personas tienen dos aspectos: uno interno y otro externo, o mente y cuerpo; análogamente el intelecto tiene también dos aspectos: interno y externo. Del mismo modo hay dos tipos de ignorancia: la ignorancia interna y la ignorancia externa.
  • 3. Mediante la religión la humanidad ha seguido el camino de búsqueda de la verdad interior. Y a través de la ciencia la humanidad ha buscado la verdad exterior. En el transcurso de su desarrollo pareciera que la ciencia y la religión han asumido posiciones contradictorias e irreconciliables. Sin embargo, para que la humanidad pueda superar del todo los dos aspectos de la ignorancia y realizar plenamente el bien que es el deseo de la mente original, a un cierto punto en la historia debe surgir una nueva verdad capaz de conciliar la religión y la ciencia y resolver sus problemas, integrando sus conocimientos.
  • 4. La nueva verdad debe estar en condiciones de abrazar a todas las religiones, las ideologías y las filosofías de la historia y llevarlas a una completa unidad entre ellas. La nueva verdad debe guiar a las personas caídas de regreso a su estado original. Dios ha enviado a la tierra una persona para resolver los problemas fundamentales de la vida y del universo: su nombre es el Reverendo Sun Myung Moon
  • 5. En el curso de la historia, los hombres han estado angustiados por resolver las cuestiones fundamentales sobre la vida humana y del universo. Esto es debido a que nadie ha entendido el principio fundamental por el cual la humanidad y el universo han sido originariamente creados. La pregunta imprescindible es aquella de la realidad causal. Los problemas sobre la vida y el universo no pueden ser resueltos sin entender primero la naturaleza de Dios.
  • 6. Un modo para tratar de conocer la naturaleza de Dios es observando el universo creado por Él. Del mismo modo como podemos conocer el carácter de un artista a través de sus obras, así también podemos entender la natura de Dios observando las distintas cosas de la creación. Por esta razón San Pablo decía en Rm. 1:20: “Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: Su poder eterno y Su divinidad, de forma que son inexcusables”.
  • 7. Cualquier ser, posee características duales de yang (positividad, masculinidad) e yin (negatividad, feminidad) Más fundamentalmente, cada entidad posee ya sea una forma externa como también una cualidad interna. La forma externa visible se asemeja a la cualidad interna invisible. El carácter interior es llamada naturaleza interna, mientras que a la estructura o forma exterior se le llama forma externa. Ya que, la forma externa puede también ser llamada como una segunda naturaleza interna. Ambas, la naturaleza interna y la forma externa constituyen las características duales. Podemos concluir que también la Primera Causa de todas las cosas debe poseer las características duales de naturaleza interna y forma externa, que están en la posición de compañero sujeto con relación a la naturaleza interna y la forma externa de todos los seres. A esta Primera Causa la llamamos Dios y a Su naturaleza interna y forma externa, la llamamos naturaleza interna original y forma externa original. Dios también existe sobre la base de la relación reciproca entre Sus características duales de yang e yin.
  • 8. Dios es la unión armoniosa de la naturaleza interna original y la forma externa original. La unión armoniosa de la masculinidad (yang) y feminidad (yin) El compañero sujeto que tiene la cualidad de la naturaleza interna y de la masculinidad con relación al universo. .
  • 9. La relación entre Dios y el universo se puede resumir en este modo: Dios es el compañero sujeto invisible y el universo, en su conjunto, es el compañero objeto substancial de Dios. Según el Principio de la Creación, las características duales de Dios se manifiestan en símbolo o en imagen como encarnaciones individuales de verdad, que constituyen el universo. Dios, el Creador de todas las cosas, es la realidad absoluta, eterna, auto existente, que trasciende el tiempo y el espacio.
  • 10. También la energía fundamental de Su ser es eterna, auto existente y absoluta. Es el origen de todas las energías y las fuerzas que permiten a los seres creados de existir. Llamamos a esta energía fundamental primera energía universal. A través de la acción de la primera energía universal, los elementos sujeto y objeto de cada ser forman una base común y establecen una interacción. Esta interacción, a su vez, genera todas las fuerzas que el ser necesita para la existencia, la multiplicación y la acción. La interacción que genera esta fuerza a través de este proceso se llama acción de dar y recibir .
  • 11. Cuando el origen, el compañero sujeto y el compañero objeto proyectados desde el origen, y su unión establecen todos una acción armoniosa de dar y recibir y realizan los tres propósitos objetivos, se establece la base de cuatro posiciones. Cuando toda la creación, incluidos los seres humanos, completa la base de las cuatro posiciones con Dios al centro, se realizan las tres grandes bendiciones de Dios. Este es el Reino de los Cielos, donde la felicidad suprema es alcanzada y donde Dios experimenta la alegría más grande. Definitivamente este es el propósito por el cual Dios ha creado el universo. Por consiguiente, el propósito final del universo, con los seres humanos como punto central, es el de dar alegría a Dios.
  • 12. La primera bendición de Dios es la perfección de nuestro carácter individual; para realizar la primera bendición la mente y el cuerpo de un individuo deben unirse a través de una acción de dar y recibir formando así una base de cuatro posiciones individual con Dios al centro. Para realizar la segunda bendición de Dios, un hombre y una mujer que han alcanzado respectivamente la perfección individual, deben unirse en amor como marido y mujer, levantar sus hijos, y construir en este modo una base de cuatro posiciones familiar con Dios al centro. La tercera bendición de Dios significa cumplir la perfección del dominio del hombre sobre la naturaleza; para realizarla, los seres humanos y el mundo de la creación deben establecer una unidad completa, formando una base de cuatro posiciones de dominio con Dios al centro.
  • 13. Toda la creación alcanza la perfección pasando a través de tres etapas ordenadas: la etapa de formación, la etapa de crecimiento y la etapa de cumplimiento. Cuando los seres creados atraviesan el período de crecimiento, Dios tiene en cuenta solamente los frutos de su crecimiento que estén de acuerdo con el Principio. De este modo, El gobierna todas las cosas indirectamente. Llamamos a este período de crecimiento la dimensión del dominio indirecto de Dios o esfera del dominio basado en los resultados logrados de acuerdo al Principio. Todas las cosas alcanzan la perfección después de pasar a través del período de crecimiento gracias a la autonomía y la guía proporcionada por el Principio de Dios. A diferencia los seres humanos, atraviesan el período de crecimiento y alcanzan la perfección realizando su propia parte de responsabilidad, además de ser guiados por el Principio.
  • 14. El universo fue creado según el modelo del hombre, que es la imagen de las características duales de Dios. Entonces, en correspondencia a la mente y al cuerpo del hombre, el universo esta compuesto del mundo incorpóreo y del mundo corpóreo o material, que son ambos reales y substanciales. Los dos mundos substanciales juntos forman el cosmos. El mundo incorpóreo está en la posición de compañero sujeto , mientras que el mundo material es el compañero objeto . El segundo es como la sombra del primero. Cuando nos despojamos de nuestro cuerpo físico, entramos en el mundo incorpóreo como espíritus y vivimos allí por la eternidad.
  • 15. EI yo físico es formado por las características duales de mente física y cuerpo físico. Las acciones del bien o el mal del yo físico son los principales factores que determinan si el yo espiritual llega a ser bueno o malo. Nuestro yo espiritual está constituido por las características duales de mente espiritual y cuerpo espiritual. El espíritu puede crecer y alcanzar la perfección solamente mientras permanece en el cuerpo. El espíritu llega a ser bueno sólo a través de la redención de los pecados obtenida durante la vida física en la tierra. Entonces no es Dios quien decide si el espíritu de una persona va al cielo o al infierno después de la muerte; la decisión es del propio hombre espiritual.
  • 16. Todos tenemos una mente original que nos empuja a buscar el bien. No obstante, sin ser consientes de ello, somos arrastrados por fuerzas malvadas a cumplir acciones malas que no queremos hacer. En el Cristianismo, al señor de estas fuerzas malvadas, se le conoce como Satanás. No hemos sido absolutamente capaces de liquidar las fuerzas de Satanás porque no hemos entendido ni su identidad ni la manera como vino a existir. La explicación de la caída humana aclarará estos asuntos.
  • 17. Nadie ha conocido la raíz del pecado. Los cristianos, basándose en la Biblia, han permanecido apegados a la vaga creencia según la cual la raíz del pecado fue el hecho de que Adán y Eva comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Incluso muchos cristianos piensan que el fruto era literalmente el fruto de un árbol real. Pero teniendo en cuenta que muchas partes importantes de la Biblia han sido escritas en símbolos y parábolas; entonces ¿qué cosa representa el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal? Para entenderlo, examinemos primero el árbol de la vida que crecía junto al árbol de la ciencia del bien y del mal que es el que produce el fruto.
  • 18. De los versículos bíblicos Gn 2:9, Pr 13:12 y Ap 22:14 deducimos que el árbol de la vida simboliza un hombre ideal que ha realizado plenamente el ideal de la creación. Entonces simboliza al Adán perfecto. El árbol de la ciencia del bien y del mal era ese árbol que al cumplir su propósito bueno simboliza a la mujer ideal, En otras palabras simboliza a Eva antes de la caída.
  • 19. En la Biblia leemos que una serpiente tentó a Eva incitándola a pecar (Gen. 3:4-5) El ser espiritual representado por la serpiente fue originalmente creado con uno propósito bueno, pero que más tarde cayó y se convirtió en Satanás. ¿Qué clase de ser espiritual en la creación de Dios, que vivía en el cielo, podía conversar con las personas y conocía la voluntad de Dios? ¿Qué clase de ser, incluso después de su caída, podía trascender el tiempo y el espacio y dominar el alma humana? Como no existe otro ser dotado de tales características excepto un ángel, debemos concluir que la serpiente simboliza un ángel (II Pedro 2:4)
  • 20. De Judas 6-7 se puede deducir que el ángel cayó a consecuencia de un acto sexual ilícito. De Gen. 3:7 podemos inferir que Adán y Eva pecaron con las partes sexuales de sus cuerpos. Entonces podemos concluir que entre el ángel y los seres humanos debe haber ocurrido una relación sexual ilícita. El fruto significa el amor de Eva. El hecho que Eva comiera del fruto primero significa que ella mantuvo una relación ilícita de sangre con el ángel.
  • 21. La raíz del pecado fue el hecho que los primeros antepasados humanos tuvieron una relación sexual ilícita con un ángel simbolizado por la serpiente. Por esta razón ellos no pudieron multiplicar el linaje bueno de Dios y en cambio multiplicaron el linaje malo de Satanás.
  • 22. Dios creó a los ángeles como Sus ayudantes, sirvientes y espíritus administradores (Hb. 1:14) Después de crear a los seres humanos como Sus hijos, Dios los amó más que al arcángel Lucifer, creado como Su sirviente. Lucifer, teniendo la sensación de recibir menos amor de cuanto merecía, quiso disfrutar en la sociedad humana de la misma posición central que gozaba en el mundo angélico, como canal del amor de Dios. Entonces sedujo a Eva; Lucifer y Eva formaron una base recíproca (común) y cayeron. Posteriormente Eva caída sedujo a Adán con la esperanza de que, uniéndose a él, hubiese podido liberarse del miedo y presentarse de nuevo ante Dios. Adán y Eva formaron una base recíproca y cayeron.
  • 23. El pecado es una violación de la ley celestial que una persona comete cuando forma una base recíproca (común) con Satanás, estableciendo así una condición para una acción de dar y recibir con él. El pecado se puede clasificar en cuatro clases: pecado original, pecado hereditario, pecado colectivo y pecado individual. Eva heredó del arcángel todas las tendencias que se originaron al momento en que traicionó a Dios, cuando estableció con ella una unión de sangre a través la una relación sexual; Adán, a su vez, heredó las mismas tendencias. Estas inclinaciones vinieron a ser la causa principal de las tendencias caídas de todas las personas. Son las principales características de nuestra naturaleza caída. Las características principales de la naturaleza caída se pueden subdividir fundamentalmente en cuatro clases.
  • 24. Dios, siendo omnisciente y omnipotente, debe haber conocido la caída de nuestros primeros antepasados. ¿Por qué, entonces no intervino para impedir el acto de la caída? Dios no intervino: (1) Para mantener los Principios de la Creación absolutos y perfectos. (2) Para que solo Dios sea el Creador. (3) Para establecer al hombre como el señor de la creación.
  • 25. El propósito de Dios para la creación es construir el Reino de los Cielos en la tierra. Sin embargo, a causa de la caída, los seres humanos han establecido el infierno en la tierra, o sea el mundo de la soberanía satánica (Jn. 12:31, II Cor. 4:4) Si este mundo de pecado tuviera que continuar para siempre en su estado actual, Dios sería un Dios incapaz e ineficiente, que habría fracasado en Su creación. Por consiguiente Dios salvará este mundo de pecado por todos los medios. Salvar a una persona que sufre bajo el yugo del pecado significa restaurarla a su estado original, sin pecado. Por lo tanto la labor de salvación de Dios es la providencia de la restauración.
  • 26. Los Últimos Días son este tiempo en el cual, con el adviento del Mesías como punto de transición, el mundo del mal bajo la soberanía satánica es transformado en el mundo ideal bajo la soberanía de Dios. En los últimos días el infierno en la tierra será transformado en el Reino de los Cielos en la tierra. Entonces no será un día de terror en el cual el mundo será destruido por catástrofes globales, como han creído muchos cristianos. En realidad será un día de alegría, en el cual la esperanza de toda la humanidad será realizada. La era actual son los Últimos Días.
  • 27. La II carta de Pedro 3:12 dice: “Los cielos en llamas se disolverán y los elementos, abrasados, se fundirán”. Profetizando el tiempo de Jesús, Malaquías habló de un día que ardía con el fuego del juicio, y en Lucas 12:49 se dice que Jesús venía a traer fuego en la tierra. No obstante esto, non hay ningún testimonio de que en su tiempo Jesús juzgó al mundo literalmente con el fuego. Como dice Santiago 3:6, “La lengua es fuego”; lo que significa que el fuego del juicio que Jesús vino a traer era un juicio por la lengua, es decir un juicio por la Palabra.
  • 28. Con el espíritu y la verdad, Dios restaura a los seres humanos que cayeron en la ignorancia por causa de la caída. El espíritu y la verdad son únicos, eternos e incambiables. Sin embargo el grado y el nivel de sus enseñanzas y sus medios de expresión varían de una era a la otra a medida que se restaura la humanidad de un estado de ignorancia total. Para que los hombres modernos puedan ser iluminados por la verdad, debe aparecer una nueva enseñanza de contenido más rico y elevado, con un método de expresión más científico. Llamamos a esta enseñanza la nueva verdad. Estamos viviendo en los Últimos Días. No debemos permanecer rígidamente apegados a los conceptos tradicionales, sino que más bien, debemos buscar la nueva verdad que nos puede guiar a la providencia de la era moderna.
  • 29. Jesús vino como Mesías para establecer el Reino de los Cielos en la tierra. ¿La crucifixión de Jesús permite a los creyentes que tienen fe en él, restaurar su naturaleza original y construir el Reino de los Cielos en la tierra? (1) En toda la historia del Cristianismo no ha habido ninguno, por muy devoto, que haya vivido en unidad inseparable con Dios. (2) No ha habido jamás ningún creyente que no haya tenido necesidad de redención o de una vida de ardiente oración y devoción. (3) Por más devotos que sean, los padres cristianos continúan trasmitiendo el pecado original a sus hijos. Esto nos enseña que la gracia de la redención a través de la cruz no ha eliminado completamente nuestro pecado original, ni ha restaurado perfectamente nuestra naturaleza original.
  • 30. (1) A juzgar por las palabras y acciones de los discípulos, relatadas en la Biblia, todos estaban adoloridos e indignados por la muerte de Jesús. (2) Si consideramos el punto de vista de la providencia de Dios, Dios llamó al pueblo escogido de Israel, los descendientes de Abraham, protegiéndolo, cuidándolo y a veces disciplinándolo con tribulaciones. Él hizo construir el Tabernáculo y el Templo. Todo esto era para prepararlo a recibir y acoger al Mesías. (3) Las palabras y obras del mismo Jesús buscaban infundir en el pueblo la fe que él era el Mesías. (Jn. 6:29, Jn. 10:38, Mt. 23:37) (4) El sufrimiento de los Israelitas después de la crucifixión de Jesús puede ser considerado como la trágica consecuencia del error cometido por sus antepasados cuando condenaron a muerte al Mesías, que habrían debido honrar, impidiendo así el cumplimiento de la providencia de la restauración.
  • 31. De todas estas pruebas, podemos deducir que la muerte de Jesús en la cruz fue el triste resultado de la ignorancia y la incredulidad de la gente de su tiempo, no necesariamente el resultado de la predestinación de Dios. La intención clara de Dios para el pueblo escogido de Israel, que Él había guiado en medio a todo tipo de aflicciones desde el tiempo de Abraham, era de mandarles al Mesías y construir un reino eterno en la tierra. Desde cuando Jesús murió en la cruz, el pueblo de Israel fue dispersado sobre toda la tierra, sufriendo opresiones y persecuciones, como consecuencia trágica del error de sus antepasados de matar al Mesías, malogrando el cumplimiento de la providencia de la restauración. Además muchos fieles cristianos han cargado la cruz como parte de su responsabilidad por el pecado colectivo de haber matado a Jesús.
  • 32. Si Jesús no hubiera sido crucificado, habría realizado ambos aspectos de la salvación, espiritual y física. Debido a que el pueblo puso a Jesús en la cruz, su cuerpo fue expuesto al ataque de Satanás y fue asesinado. Por consiguiente los cristianos no pueden obtener la salvación física. Jesús, sin embargo, puso la base para la salvación espiritual, estableciendo el fundamento victorioso para su resurrección a través de la redención ofrecida por la sangre derramada en la cruz. Por ello todos los creyentes desde la resurrección hasta ahora han recibido el beneficio de la salvación espiritual. Para completar la obra de la salvación espiritual y física, Cristo debe venir de nuevo a la tierra.
  • 33. Los judíos al tiempo de Jesús estaban esperando a Elías porque Dios había prometido que antes de la llegada del Mesías habría venido Elías. Jesús dio testimonio que la profecía de la venida de Elías se había cumplido en Juan Batista. Los hebreos nutrían el respeto más profundo por Juan Bautista; algunos incluso pensaban que él fuese el Mesías. Entonces, si Juan Bautista hubiera admitido ser el Elías, como lo había testificado Jesús, todo el pueblo hebreo habría inmediatamente creído en su testimonio y se habría unido a Jesús. En cambio, la ignorancia de Juan con relación a la providencia de Dios le llevó a negar de ser Elías y esta vino a ser la razón principal por la cual el pueblo hebreo rechazara a Jesús. Con esto podemos entender que el motivo principal por el cual Jesús fue crucificado fue el fracaso de Juan Batista.
  • 34. Resurrección significa volver a la vida. Volver a la vida implica que antes estábamos muertos. Por lo tanto, para explicar el significado de la resurrección, debemos aclarar los conceptos bíblicos de vida y muerte.
  • 35. Cuando un discípulo le preguntó a Jesús si podía ir a casa a sepultar a su padre que había muerto, Jesús le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos”. (Lc. 9:60) Estas palabras de Jesús indican dos conceptos diferentes de vida y muerte. Primero, “muerte” significa el fin de la vida física, como era el caso del padre muerto del discípulo. “Vida” en ese sentido, significa el estado en el cual el yo físico mantiene sus funciones fisiológicas. El segundo es el concepto de vida y muerte referente a las personas vivas que se reunieron para sepultar al hombre muerto; esta muerte se refiere a dejar el seno del amor de Dios y caer bajo el dominio de Satanás. El concepto correspondiente de vida se refiere a la condición de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, en el dominio del amor infinito de Dios.
  • 36. Aunque el yo físico de una persona está vivo, si esta persona vive lejos del dominio de Dios y es esclava de Satanás, está muerta desde el punto de vista del estándar de valor original. Una conclusión similar se puede obtener de las palabras de juicio del Señor sobre la gente infiel de la iglesia de Sardes: “...tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto” (Ap. 3:1) Por otra parte, cuando Jesús dijo en Jn. 11:25, “El que cree en mi, aunque esté muerto vivirá”, significa que aquellos que creen en él y viven en el reino del dominio de Dios tienen vida. Aunque después que sus cuerpos físicos han regresado a la tierra, sus espíritus gozan de vida en el dominio de Dios.
  • 37. Independientemente de la caída, Dios creó el yo físico del hombre para que envejeciera y se convirtiera en polvo. Solo el espíritu entra en el mundo espiritual y vive allí por la eternidad. Por consiguiente la muerte causada por la caída no significa el fin de la vida física, sino más bien el descenso en el dominio de Satanás a través del acto de comer del fruto. La resurrección se puede definir como el proceso de ser restaurados de la muerte causada por la caída a la vida, de la dimensión del dominio de Satanás a la dimensión del dominio directo de Dios, a través de la providencia de la restauración.
  • 38. Las controversias teológicas sobre la predestinación han generado una gran confusión en la vida de fe de tantas personas. En la Biblia encontramos muchos versículos que a menudo son interpretados dando a entender que todos los asuntos de la vida de un individuo – la fortuna y la desgracia, la felicidad y la miseria, la salvación y la condenación, así como el surgimiento y la decadencia de las naciones – ocurre todo exactamente según la predestinación de Dios. No obstante podemos encontrar en la Biblia pruebas suficientes para justificar la doctrina de la predestinación absoluta. Con tantos fundamentos en la Biblia para justificar sea una que otra de estas dos doctrinas contrastantes, ¿cómo resuelve el Principio Divino este asunto?
  • 39. Dios no ha podido cumplir Su propósito de la creación a causa de la caída humana. Por tanto, la voluntad de Dios al obrar en Su providencia para los hombres caídos es siempre aquella de realizar el propósito de la creación. En este sentido la “voluntad” de Dios es completar la restauración. Dios es el Ser absoluto, único, eterno e inmutable; así que también Su voluntad debe ser absoluta, única, eterna e inmutable. La predestinación de la voluntad de Dios es absoluta.
  • 40. Aunque si la voluntad de Dios para la providencia de la restauración es absoluta va más allá de la influencia del hombre, para que se cumpla es necesaria la realización de la parte de responsabilidad humana. Dios predestina el proceso de su realización condicionalmente, subordinando al 5% de la responsabilidad humana que debe ser combinada al 95% de responsabilidad de Dios. La proporción del 5% es usada para indicar que la parte de responsabilidad del hombre es muy pequeña comparada a la parte de responsabilidad de Dios. Pero, para los hombres, este cinco por ciento equivale al cien por cien de nuestro esfuerzo. La predestinación de la realización de la voluntad de Dios es condicional.
  • 41. Adán y Eva debían de haber sido los antepasados buenos de la humanidad, si hubieran cumplido su parte de responsabilidad obedeciendo el mandamiento de Dios de no comer del fruto. Por consiguiente Dios no predestinó en manera absoluta que Adán y Eva se hubieran convertido en nuestros buenos antepasados. Aunque si Dios predestina a una persona para una cierta misión, el 95% de responsabilidad de Dios y el 5% de responsabilidad de la persona deben ser realizados juntos antes que este individuo pueda completar la misión que le ha sido dada y realizar la voluntad de Dios. Por consiguiente, si esta persona non completa su responsabilidad, no puede llegar a ser la persona que Dios se proponía que fuera. La predestinación de los hombres es condicional.
  • 42. La epístola a los Romanos dice: “Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó… y a los que predestinó, a esos también los llamó; y a los que llamó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también glorificó (Rm. 8:29-30). Predestinar y llamar a una persona es responsabilidad de Dios, pero sólo cuando esta persona completa su responsabilidad después de haber sido llamada por Dios, es justificada. Por eso la predestinación de Dios con relación a la glorificación de un individuo depende da la realización de la parte de responsabilidad de esa persona. Ya que la Biblia no menciona la parte de responsabilidad humana, las personas pueden interpretarla en modo equivocado entendiendo que todos los asuntos son determinados sólo por la predestinación absoluta de Dios.
  • 43. Los argumentos que entran dentro del campo de la Cristología incluyen la Trinidad, la cual se refiere a la relación entre Dios, Jesús y el Espíritu Santo; y el renacimiento que tiene que ver con la relación entre Jesús, el Espíritu Santo y la persona caída. Hasta ahora las controversias desarrolladas alrededor de estos temas no han sido jamás resueltos claramente. A causa de ello hay una notable confusión en la vida de fe y en las doctrinas del cristianismo. La clave en afrontar estas cuestiones está en el entender el valor original de los seres humanos.
  • 44. Una persona perfecta, quien ha realizado el propósito de la creación: (1) Asume un valor divino, equivalente a Dios. (2) Es una existencia única en el cosmos. (3) Tiene el valor de todo el cosmos.
  • 45. La historia humana es la historia de la providencia de la restauración cuyo fin es el de realizar el Reino de los Cielos en la tierra reconquistando el árbol de la vida que fue perdido en el Jardín del Edén (Gen. 3:24, Ap. 22:14) Entonces si Adán hubiera realizado el ideal de la perfección simbolizado por el árbol de la vida en el Jardín del Edén mencionado en Gen. 3:24, y Jesús, representado por el árbol de la vida en el Libro del Apocalipsis, serían idénticos en el sentido de haber realizado el propósito de la creación. Una persona perfecta tiene la misma naturaleza divina de Dios. Es única en todo el cosmos. Además posee el valor del cosmos. No hay valor más grande que el valor de un individuo que ha realizado el ideal de la creación. Este es el valor de Jesús, quien ha alcanzado seguramente el valor más elevado que se pueda imaginar. Por tanto, Jesús es un ser humano perfecto que ha realizado el ideal de la creación.
  • 46. Cuando Felipe le pidió a Jesús que le mostrara a Dios, Jesús dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo dices tú: ‘muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?” (Jn. 14:9-10). Sobre la base de semejante verso bíblico como este, muchos cristianos han creído que Jesús es Dios, el Creador. Jesús puede muy bien llamarse Dios porque, como hombre que ha realizado el propósito de la creación y al ser él un solo cuerpo con Dios, tiene una naturaleza divina. No obstante esto, él no es Dios Mismo. El cuerpo puede ser entendido como el segundo ser de la mente, pero no es la mente misma; de igual manera, Jesús puede ser entendido como el segundo ser de Dios, pero él no es Dios.
  • 47. (1) Puesto que Jesús vino con todo el valor de un verdadero hombre que ha completado el propósito de la creación, tenía dominio sobre los ángeles y sobre todas las cosas. (2) Jesús, al no tener pecado original, no tenía en sí ninguna condición para ser invadido por Satanás. (3) Jesús entendió la Voluntad y el Corazón de Dios completamente. (4) Experimentó el Corazón de Dios como realidad en su vida cotidiana. (1) Una persona caída no tiene nada del valor de un verdadero hombre que ha cumplido el propósito de la creación. Más bien, ha caído en un estado tan bajo al punto de mirar con reverencia a los ángeles, que han sido creados para ser subordinados a él. (2) Una persona caída, con el pecado original, tiene en sí una condición a través de la cual Satanás puede atacarla. (3) Una persona caída no puede entender profundamente la Voluntad y el Corazón de Dios.
  • 48. Una persona caída prácticamente no tiene nada de su valor original mientras permanece en el estado caído. Sin embargo, si renace a través Jesús, el Padre Verdadero, y se convierta en un hijo del bien limpio del pecado original, será restaurada como una persona perfecta, que ha realizado el propósito de la creación, al igual que Jesús.
  • 49. Jesús dijo: “...el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios” (Jn. 3:3). ¿Por qué las personas caídas deben renacer? Adán y Eva cayeron y se convirtieron en los padres malos, multiplicando hijos malos. Por lo tanto las personas caídas deben renacer como hijos sin pecado original. Jesús vino como el Padre Verdadero y el Espíritu Santo como la Madre Verdadera para dar renacimiento a los hombres caídos trasformándolos en hijos buenos, totalmente purificados del pecado original.
  • 50. Cuando creemos en Jesús como el Salvador Mediante la inspiración del Espíritu Santo (I Cor. 12:3), Recibimos el amor de los Padres Espirituales Verdaderos generado a través de la acción de dar y recibir entre Jesús y el Espíritu Santo. A través de este amor, se infunde en nosotros creyentes una nueva vida Y nuestro espíritu renace como un nuevo individuo. A esto se llama renacimiento espiritual.
  • 51. Para realizar el propósito de la creación, Jesús y el Espíritu Santo deben formar la base de las cuatro posiciones con Dios al centro. Dios, Jesús y el Espíritu Santo de esta forma se unen y esta unión constituye la Trinidad. Jesús y el Espíritu Santo unidos a Dios han podido formar solo una trinidad espiritual y realizar solo la misión de Padres Verdaderos espirituales. Cristo debe venir de nuevo en la carne y encontrar a su esposa. Junto a Dios formarán en la tierra una trinidad perfecta y llegando a ser los Padres Verdaderos tanto espiritualmente como físicamente. Ellos darán a los hombres renacimiento espiritual y físico, eliminando en ellos el pecado original y permitiéndoles construir en la tierra trinidades con Dios como su centro.
  • 52. La providencia de la restauración se refiere al trabajo de Dios para restaurar las personas caídas a su estado original no caído, haciendo que puedan cumplir el propósito de la creación. Puesto que la providencia de la restauración es el trabajo de Dios de recrear al hombre, de tal forma que pueda cumplir el propósito de la creación, Dios debe llevar a cabo Su providencia de acuerdo con el Principio. En el curso de la providencia de la restauración, este principio se llama el Principio de la Restauración.
  • 53. Los seres humanos cayeron desde la cima de la etapa de crecimiento y han permanecido bajo el dominio de Satanás. Para restaurar la humanidad Dios trabaja para bloquear la influencia de Satanás. Por ello nuestro pecado original debe ser eliminado. Entonces nosotros, las personas caídas, (1) Primero debemos atravesar un curso para separarnos de Satanás, en manera de restaurarnos formalmente hasta el nivel espiritual que Adán y Eva habían alcanzado antes de la caída - la cima de la etapa de crecimiento. (2) Sobre este fundamento debemos recibir al Mesías y renacer, o sea eliminando nuestro pecado original y siendo plenamente restaurados al estado original de los seres humanos antes de la caída. (3) Finalmente, siguiendo al Mesías, debemos continuar nuestro crecimiento hasta la madurez. (4) Donde podemos realizar el propósito de la creación.
  • 54. Si los primeros antepasados de la humanidad hubieran alcanzado la perfección, habrían vivido teniendo una relación solamente con Dios. Sin embargo, a causa de la caída, establecieron una relación de sangre con Satanás. Entonces, inmediatamente después de la caída, fueron situados en una posición intermedia, una posición entre Dios y Satanás donde ellos se relacionaban con ambos. ¿En qué manera Dios separa a Satanás de las personas caídas? Una persona caída irá al lado de Dios si hace condiciones buenas y al lado de Satanás si hace condiciones malas.
  • 55. Cuando alguien pierde su posición o su estado original debe hacer condiciones de indemnidad para restaurarla. Establecer estas condiciones de restitución se le llama indemnizar. Llamamos a este proceso de restaurar la posición y el estado original haciendo condiciones, restauración por indemnización. Llamamos a las condiciones hechas condiciones de indemnización. El trabajo de Dios para restaurar las personas a su verdadero estado original, no caído, haciendo que ellos completen las condiciones de indemnidad, se llama providencia de la restauración por indemnización.
  • 56. Primero, el estado original es restaurado haciendo una condición de indemnización a un precio igual al valor de aquel que fue perdido (restitución o compensación). Segundo, el estado original es restaurado haciendo una condición de indemnización por un precio inferior del valor de aquello que ha sido perdido (el Bautismo, la Santa Comunión). Tercero, cuando una persona ha fracasado anteriormente en llevar a termino una condición de indemnización a un precio inferior, debe hacer otra condición de indemnización para regresar al estado original, esta vez a un precio mayor del anterior. En cuanto al método, una condición de indemniza es puesta invirtiendo el curso a través del cual a sido perdido el estado original. ¿Quién debe establecer la condición de indemnización? Nosotros mismos debemos realizar las condiciones de indemnización necesarias, como nuestra parte de responsabilidad.
  • 57. Para ser restaurados al estado original y realizar el propósito de la creación, nosotros hombres caídos, debemos establecer el fundamento para el Mesías, recibir al Mesías sobre esta base, y eliminar nuestro pecado original. ¿Qué condiciones de indemnidad son necesarias para establecer el fundamento para el Mesías? Puesto que una condición de indemnidad se establece a través de un curso opuesto al error cometido, debemos saber primero como Adán falló en el realizar el propósito de la creación: Primeramente, Adán habría debido de establecer el fundamento de fe observando absolutamente el mandamiento de Dios pasando a través de un determinado período de crecimiento. Segundo, Adán habría debido establecer el fundamento de sustancia. Después de haber establecido un fundamento de fe indestructible, formar un solo cuerpo con Dios llegando a ser entonces una perfecta encarnación de la Palabra y habría alcanzado la perfección individual. Sin embargo Adán no logró establecer estas condiciones y así no pudo realizar el propósito de la creación..
  • 58. Por tanto, para establecer la condición de indemnidad para el fundamento para el Mesías, es necesario primero poner el fundamento de fe y sobre esta base establecer el fundamento de sustancia. Para restaurar el fundamento de fe, primero debe haber una figura central; segundo, debe haber una ofrenda condicional; tercero, debe ser completado un período numérico de indemnización. Para poner el fundamento de sustancia, debemos hacer la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída.
  • 59. Para restaurar por indemnización el fundamento de fe nosotros debemos establecer una condición que sustituye la Palabra de Dios. Para la familia de Adán, esta condición fue una ofrenda de sacrificios. Para el fundamento de fe es necesario también una figura central: en lugar de Adán, sus hijos, Caín y Abel, ofrecieron el sacrificio. ¿Por qué motivo? Dios divide simbólicamente a Adán, que encarnaba sea el bien que el mal, dándole dos hijos, que representaban respectivamente el bien y el mal. Dios los puso en la posición en la cual cada uno debía tratar con un solo amo, Dios o Satanás, e les hizo ofrecer sacrificios separadamente. Caín fue escogido para representar el mal y Abel para representar el bien. Abel hizo la ofrenda en una manera aceptable para Dios, estableciendo con éxito el fundamento de fe.
  • 60. Para poder poner el fundamento de sustancia en la familia de Adán, Caín debía realizar la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída sometiéndose a Abel, en modo que Dios habría podido aceptar con alegría su sacrificio. In cambio Caín mató a Abel repitiendo el pecado del arcángel y manifestando las características primarias de la naturaleza caída. Así la familia de Adán no logró establecer el fundamento de sustancia. Por consiguiente la providencia de la restauración de Dios a través de la familia di Adán no pudo ser realizada.
  • 61. (1) Primero, el arcángel cayó porque no amó a Adán; esto causó la primera naturaleza caída: no tomar el punto de vista de Dios. Por ello Caín, quien se encontraba en la posición del arcángel, habría debido tomar el punto de vista de Dios amando a Abel, quien estaba en la posición de Adán. (2) Segundo, el arcángel, en vez de respetar a Adán como mediador de Dios, trató de tomar la posición de Adán y esta fue la causa de la segunda naturaleza caída: abandonar la propia posición. Por ello Caín habría debido recibir el amor de Dios a través de Abel, respetándolo como mediador de Dios. (3) Tercero, el arcángel pretendió dominar a Eva y a Adán, quienes eran sus legítimos amos, y esta fue la causa de la tercera naturaleza caída: invertir el dominio. Por consiguiente Caín habría debido someterse a Abel aceptando su dominio. (4) Finalmente, el arcángel transmitió a Eva su propósito malvado y Eva lo transmitió a Adán. Esta fue la causa de la cuarta naturaleza caída: multiplicar el mal. Por consiguiente Caín habría debido aprender la voluntad de Dios de Abel, multiplicando el bien.
  • 62. En la providencia de la restauración en la familia de Noé, la figura central para restaurar el fundamento de fe era Noé. La condición a través de la cual Noé debía restaurar el fundamento de fe era el arca. Esta era la condición de indemnidad para la restauración del cosmos, que había sido tomado por Satanás a causa de la caída de Adán, y que significaba el nuevo cosmos. Después que el arca fue completada, Dios juzgó al mundo con los 40 días del diluvio para eliminar la humanidad corrupta y crear una nueva familia que tuviera una relación solo con Él. A través del juicio de 40 días, la familia de Noé ofreció el arca en manera aceptable a Dios y restauró mediante indemnidad el fundamento de fe.
  • 63. Los hijos de Noé, Sem y Cam, debían estar respectivamente en las posiciones de Caín y Abel. Si posteriormente hubieran logrado hacer la ofrenda substancial realizando la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída, habrían puesto el fundamento de sustancia. Para poder hacer en la familia de Noé una ofrenda substancial aceptable, Cam, el segundo hijo de Noé y figura central para la ofrenda substancial, debía restaurar la posición de Abel. Para hacer esto, Cam debía establecer una unidad de corazón inseparable con su padre Noé, quien había hecho la ofrenda simbólica.
  • 64. Gen. 9:20-26 narra que cuando Cam vio a su padre echado desnudo en la tienda, se avergonzó de él y transmitió el mismo sentimiento a sus hermanos, Sem y Jafet. Cuando Cam se avergonzó de la desnudez de su padre, un acto similar al de Adán y Eva cuando se cubrieron las partes bajas y se escondieron, hizo una condición que permitió a Satanás de invadirle; Entonces su acto y su sentimiento se constituyeron en un pecado. En consecuencia, Cam fracasó en restaurar por indemnización la posición de Abel en la cual debía ofrecer un sacrificio substancial. Por lo tanto Cam non estableció el fundamento de sustancia y la providencia de la restauración centrada en la familia de Noé acabó en un fracaso.
  • 65. En la providencia de restauración en la familia di Abraham, la figura central para restaurar el fundamento de fe era Abraham. Dios ordenó a Abraham de ofrecer un pichón, una cabra y una novilla. Esta era la condición que él ofreció para restaurar el fundamento de fe. Estos tres sacrificios simbolizaban el cosmos, que es perfeccionado a través de tres etapas del período de crecimiento.
  • 66. Puesto que Abraham no cortó el pichón, aves rapaces bajaron del cielo y contaminaron la ofrenda. Este error tuvo el efecto de reconocer el reclamo de la posesión de la ofrenda por parte de Satanás. A causa de este fracaso de la ofrenda simbólica todas las condiciones que Dios intentaba restaurar a través de esta fueron perdidas. Por consiguiente, los descendientes de Abraham tuvieron que sufrir 400 años de esclavitud en Egipto y la providencia centrada en él fue prolongada en las tres generaciones de Abraham, Isaac y Jacob.
  • 67. Después que Abraham falló en la ofrenda simbólica, Dios le dio otra oportunidad ordenándole sacrificar a su único hijo Isaac como ofrenda sobre el altar. ¿Por qué Dios le dio otra oportunidad? (1) El número tres representa el cumplimiento. Entonces, ya que la providencia en la familia de Abraham era la tercera dispensación para poner el fundamento para el Mesías, el Principio de Dios necesitaba que esta vez se cumpliera. (2) Satanás había atacado tanto a Adán como a su hijo Caín, corrompiendo la familia en el curso de dos generaciones. Entonces, según el principio de restauración por indemnización, Dios pudo obrar para retomar las dos generaciones de Abraham e Isaac. (3) Aunque Abraham había fallado, Dios pudo darle otra oportunidad sobre la base de los méritos acumulados de los corazones fieles de Abel y de Noé.
  • 68. Abraham tomó el cuchillo y alzó la mano para ofrecer en holocausto a Isaac, pero el ángel del Señor lo llamó del cielo y le dijo: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; Porque ya conozco que temes a Dios”. (Gn. 22:12) El celo de Abraham en el hacer la voluntad de Dios y su determinación en el actuar con fe, lealtad y obediencia absoluta, lo pusieron en la posición de haber ya matado a Isaac. Entonces Abraham separó completamente a Satanás de Isaac. Puesto que Abraham realizó con éxito la ofrenda de Isaac, la providencia de restauración en la familia de Abraham pudo ser llevada adelante por Isaac. En este modo Isaac, habiendo heredado la misión de Abraham, hizo la ofrenda simbólica y restauró por indemnización el fundamento de fe.
  • 69. Para establecer el fundamento para el Mesías en la familia de Isaac, era entonces necesario establecer el fundamento de sustancia. A este propósito los hijos de Isaac, Esaú y Jacob, debían ser puestos respectivamente en las posiciones separadas de Caín y Abel. Ellos debían realizar la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída y establecer el fundamento de sustancia. Cuando Esaú abrió los brazos y acogió con afecto a Jacob que regresaba a Canaán, los dos hermanos realizaron la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída. El éxito de Esaú y Jacob restauró por indemnización, a nivel horizontal, en una sola familia, el largo curso vertical de la historia a través del cual Dios había trabajado para restaurar el fundamento de sustancia.
  • 70. Finalmente el fundamento para el Mesías fue establecido en la familia de Isaac. Sin embargo, en tiempos de Abraham, los hombres caídos habían ya establecido naciones satánicas que podían fácilmente pugnar con la familia de Abraham. Entonces el Mesías no podía venir hasta no haber sido preparado un fundamento de un estado soberano para enfrentar las naciones del mundo satánico. Por esta razón la familia de Jacob entró en Egipto, en cabeza de José, parar ir a través de un curso de 400 años de indemnización y construir el fundamento nacional para el Mesías.
  • 71. Dios estableció los cursos de Jacob y de Moisés como modelos para el curso de Jesús para salvar la humanidad. El propósito de la providencia de la restauración se realiza cuando los hombres sometan a Satanás voluntariamente y lleguen a ser sus amos realizando la propia parte de responsabilidad que les fue asignada. Jesús, como Mesías y perfecto progenitor de la humanidad, fue el pionero en el curso final para la subyugación de Satanás y desde entonces ha guiado a los creyentes a seguir su ejemplo. Pero Satanás, que no se somete humildemente ni siquiera a Dios, de ninguna manera obedecería ni se sometería a Jesús. Por consiguiente Dios llamó a Jacob y a Moisés y obró a través de ellos mostrando el curso modelo para subyugar a Satanás.
  • 72. Moisés condujo a los Israelitas fuera de Egipto, el mundo satánico, con milagros y señales, los guió a través del Mar Rojo y los hizo vagar por el desierto antes de entrar en la tierra prometida de Canaán. Esto representó anticipadamente el curso con el cual un día Jesús habría guiado a los cristianos. Con señales y milagros, Jesús habría conducido a los cristianos fuera de la vida de pecado y los habría guiado a salvo a través del tempestuoso mar de la maldad. Los habría conducido a través de un desierto carente del agua que da vida antes de guiarlos al Jardín del Edén prometido por Dios. Ambos cursos fueron prolongados tres veces a causa de la infidelidad de los Israelitas.
  • 73. Para llegar a ser la figura central para restaurar el fundamento de fe y ser calificado para guiar a los Israelitas fuera de Egipto, Moisés, como individuo, debía heredar el período de indemnización nacional de 400 años y completar una providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás. Para realizar este propósito, Moisés fue llevado al palacio del Faraón, el centro del mundo satánico, donde tuvo que pasar 40 años, completando la providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás, manteniendo fe en la palabra de Dios. De este modo Moisés restauró por indemnización el fundamento de fe.
  • 74. Los Israelitas, que estaban en la posición de Caín, deberían haber obedecido con fe a Moisés, quien había establecido la posición de Abel. Heredando la voluntad de Dios de Moisés y multiplicando el bien, habrían puesto el fundamento de sustancia nacional. Dios comenzó la providencia para la partida con el acto de Moisés de matar a un egipcio. Viendo que uno de sus hermanos era maltratado por un capataz egipcio, Moisés, movido por el ferviente amor hacia su pueblo, golpeó y mató al egipcio. Sin embargo, cuando los Israelitas vieron esto, lo malinterpretaron y lo criticaron. Entonces oyendo esto el Faraón al ser difundido el hecho, buscó a Moisés para matarlo y así Moisés huyó al desierto de Madián. Poro lo tanto el fundamento de sustancia fue destruido y el primer curso nacional para la restauración de Canaán fracasó..
  • 75. Moisés establece una segunda providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás trascurriendo 40 años en el desierto de Madían y restaurando en esta forma el fundamento de fe necesario para emprender el segundo curso nacional para la restauración de Canaán. Para comenzar la providencia para la partida en el segundo curso nacional para la restauración de Canaán, Dios le dio el poder a Moisés de realizar tres señales y diez plagas para prevalecer sobre los egipcios. Los Israelitas creyeron en Moisés y lo siguieron. Así pudieron dar inicio al segundo curso nacional para la restauración de Canaán. El fundamento de sustancia, sin embargo, no se podía realizar hasta tanto los israelitas recorriesen todo su curso en el desierto teniendo una fe absoluta en Moisés hasta que entrasen en la tierra de Canaán.
  • 76. Cuando los Israelitas llegaron al desierto del Sinaí, Dios les hizo construir el Tabernáculo. Los Israelitas cayeron muchas veces en la infidelidad durante su viaje. En último término existía el peligro de que incluso Moisés pudiese actuar con infidelidad. Por ello frente a esta situación, Dios estableció el Tabernáculo como un objeto de fe firme, que nunca cambiase aunque si las personas podían cambiar. El Tabernáculo simbolizaba al Mesías (Jesús), y así los Israelitas debían hacer el fundamento para el Tabernáculo como parte de su empeño para poner el fundamento para el Mesías.
  • 77. A través de su ayuno de 40 días en el Monte Sinaí, Moisés recibió de Dios las dos tablas de piedra sobre las cuales estaban inscritos los Diez Mandamientos y las instrucciones para el Tabernáculo. Cuando Moisés descendió del monte y vio la infidelidad del pueblo, ardió en cólera y rompió las tablas de piedra. De este modo el primer fundamento para el Tabernáculo terminó en un fracaso. Entonces Moisés emprendió el segundo fundamento ayunando por otros 40 días; después de esto Dios pidió a Moisés de labrarse dos tablas para que pudiera escribir en ellas los Diez Mandamientos escritos en las primeras tablas. Cuando Moisés volvió por segunda vez a los Israelitas, esta vez ellos lo honraron y, obedeciendo absolutamente sus órdenes, construyeron el Tabernáculo. Sin embargo, no obstante todo, ellos nuevamente perdieron la fe y el segundo fundamento para el Tabernáculo fracasó.
  • 78. Como condición para establecer el tercer fundamento para el Tabernáculo, Dios les puso la misión de espiar por 40 días en la tierra de Canaán. Cuando los espías regresaron da su misión, todos, excepto Josué y Caleb, presentaron informes desalentadores, privados de fe. Oyendo estos informes, los Israelitas murmuraron de nuevo contra Moisés. Y como resultado de la infidelidad de ellos, el tercer fundamento para el Tabernáculo concluyó en un fracaso. El fundamento para el Tabernáculo fue invadido tres veces por Satanás. Por lo tanto el fundamento di substancia para el segundo curso nacional para la restauración de Canaán no fue establecido. Por consiguiente todo el segundo curso nacional para la restauración de Canaán concluyó en un fracaso. De este modo, el segundo curso de 21 meses en el desierto fue prolongado en un tercer curso de 40 años en el desierto.
  • 79. Para Moisés el período de 40 años errantes en el desierto honrando el Tabernáculo hasta que los Israelitas volvieran a Cadés Barnea, sirvió para separarse de Satanás, que había invadido el fundamento de fe precedente y para restaurar por indemnización el fundamento de fe para el tercer curso. Durante los 40 años, Moisés completo el fundamento de fe para el tercer curso nacional para la restauración de Canaán. Por lo tanto estableció también la posición de Abel para el fundamento de sustancia.
  • 80. Con respecto a los Israelitas, ellos debían establecer el fundamento de substancia en el tercer curso nacional, honrando el Tabernáculo con fe y devoción, obedeciendo y siguiendo a Moisés en Canaán. Para conducir la providencia para la partida basada en la roca, Dios hizo que Moisés golpease la roca con su vara ante la congregación, para hacer salir agua y dar de beber al pueblo. Sin embargo, Moisés al ver el pueblo murmurando en contra de él y lamentarse, se encolerizó de tal modo que golpeó la roca dos veces. Con este gesto Moisés fracasó en la providencia para la partida centrada en la roca. Por consiguiente, no le fue permitido entrar en la tierra prometida.
  • 81. Dios puso a Josué en el lugar de Moisés y Josué se encontraba sobre el fundamento de fe de Moisés. Josué envió dos hombres a explorar la ciudad de Jericó. Cuando volvieron de Jericó, los dos espías dieron un reporte inspirado en la fe: “todos los habitantes del país tiemblan ya ante nosotros”. Los Israelitas de la generación más joven, que habían crecido en el desierto, creyeron todos en las palabras de los espías y por su fe les fue permitido a ellos completar la providencia para la partida en el tercer curso. Después de la fiesta de Pascua, se pusieron en camino hacia la ciudad de Jericó. Después de haber marchado alrededor de la ciudad por siete días, gritando a grande voz y los muros de la ciudad se derrumbaron. Los Israelitas conquistaron Canaán derrotando en total a 31 reyes. Sobre la base de esta victoria, establecieron el fundamento de substancia.
  • 82. Sobre este fundamento, los Israelitas establecieron el fundamento nacional para el Mesías en el tercer curso nacional. Entretanto, los hombres caídos habían ya fundado poderosas naciones satánicas como Egipto, que se oponían a la providencia celestial de la restauración. Entonces, hasta que no fuese establecido un reino en el lado de Dios, el Mesías no podía venir. Sin embargo, los Israelitas de la segunda generación al entrar en Canaán, cayeron de nuevo en la infidelidad. Por esto la providencia de Dios fue prolongada una vez más y sufrió repetidos retardos hasta el tiempo de Jesús.
  • 83. Jesús vino como el segundo Adán para subyugar personalmente a Satanás y establecer el Reino de los Cielos. Jacob siguió el curso simbólico para subyugar a Satanás, mientras que Moisés lo recorrió en imagen. Los cursos por ellos recorridos abrieron el camino para permitirle a Jesús de seguir el curso real o substancial. Para seguir el curso mundial de la restauración de Canaán subyugando a Satanás, Jesús tenía que seguir el modelo presentado en el curso nacional para la restauración de Canaán, en el cual Moisés había subyugado a Satanás.
  • 84. La figura central que tenía la misión de restaurar el fundamento de fe era Juan Bautista. Juan Bautista practicó la vida de fe y de obediencia al Cielo mientras vivía en el desierto, estableciendo así con éxito la providencia basada en el número 40 para la separación de Satanás y pudo establecer el fundamento de fe para el primer curso mundial de la restauración de Canaán. En este modo estableció la posición de Abel para poner la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída a nivel mundial. Dios condujo la providencia para la partida animando al pueblo judío a creer en Juan a través de las señales y milagros que rodeaban su vida. Puesto que los judíos creyeron en Juan Bautista y lo siguieron, pudieron empezar el curso mundial para restaurar a Canaán.
  • 85. Sin embargo Juan Bautista dudó de Jesús aunque había dado testimonio de él y negó ser el Elías aunque si en realidad había venido para realizar la misión de Elías. Esto no solo bloqueó el camino para que el pueblo judío reconociera a Jesús, sino que provocó que incluso se opusieran a él. Por lo tanto Juan abandonó la posición de Abel y no realizó el fundamento de substancia ni el fundamento para el Mesías. De este modo el primer curso mundial para la restauración de Canaán a nivel mundial fue un fracaso.
  • 86. El fundamento de fe que Juan había establecido para el primer curso al final fue invadido por Satanás. Jesús mismo se vio obligado a tomar él mismo la misión de Juan y restaurar por indemnización el fundamento de fe para el segundo curso mundial de la restauración de Canaán. Cuando Jesús enfrentó los 40 días de ayuno y las tres tentaciones en el desierto, fue justamente para separarse de Satanás, con el propósito de restaurar el fundamento de fe. Puesto que se encontraba en aquella situación, Jesús le ordenó a Pedro de no revelar públicamente que él era el Mesías (Mt.16:20).
  • 87. Dios condujo la providencia para la partida del segundo curso mundial para restaurar a Canaán sobre la base de las palabras y los milagros y señales del mismo Jesús. Si el pueblo judío (Caín) hubiera sido proclive a creer en Jesús y lo hubiese seguido, habría restaurado el fundamento de substancia y desde luego el fundamento para el Mesías. Sin embargo, a causa de la incredulidad del pueblo, Jesús no pudo establecer ni el fundamento de substancia ni el fundamento para el Mesías para el segundo curso mundial para la restauración de Canaán. Así el segundo curso mundial concluyó en un trágico fracaso y lamentablemente Jesús fue llevado a la cruz.
  • 88. Después de haber ofrecido su cuerpo en la cruz, Jesús retomó espiritualmente la misión de Juan Bautista. Durante el período de 40 días de resurrección hasta su ascensión, Jesús realizó la providencia espiritual basada en el número 40 para la separación de Satanás. En este modo, Jesús restauró el fundamento de fe para el curso espiritual en el tercer curso mundial para la restauración de Canaán. Jesús resucitado reunió a sus discípulos dispersos y llevó a cabo la providencia para la partida dándoles el poder de realizar señales y milagros. Los santos creyentes, en la posición de Caín, creyeron en Jesús resucitado y lo siguieron con devoción, realizando así la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída y restaurar el fundamento de substancia espiritual.
  • 89. Los discípulos pusieron el fundamento de substancia espiritual y por consiguiente el fundamento espiritual para recibir al Mesías. Sobre este fundamento, Jesús pasó de la posición de sustituto espiritual de Juán Bautista a la posición de Mesías espiritual y envió al Espíritu Santo. A partir de ese momento Jesús y el Espíritu Santo se convirtieron en los Padres Verdaderos espirituales y comenzó la obra de dar el renacimiento espiritual. Por creer y servir a Jesús resucitado, que se encuentra sobre el fundamento espiritual para el Mesías, los cristianos pudieron realizar la restauración de la Canaán espiritual y entrar en la esfera de gracia. Por otra parte, los cuerpos físicos de los cristianos están en la misma posición del cuerpo de Jesús, que fue atacado por Satanás a través de la crucifixión. Por esta razón los cristianos aún están manchados del pecado original y deben todavía seguir el curso de separación de Satanás para preparar la Segunda Llegada del Señor.
  • 90. Mientras que Jesús ha restaurado Canaán como un reino espiritual mundial, el Cristo que retorna debe completar este tercer curso mundial como un curso substancial y realizar concretamente el Reino de los Cielos en la tierra. Por esto debe nacer en la tierra con un cuerpo físico. No morirá sin realizar la providencia de la restauración, Porque la providencia de Dios, después de Adán y de Jesús, no fracasará en la tercera ocasión al tiempo de la Segunda Llegada. Además la providencia espiritual de la restauración de Dios durante los 2000 años desde el tiempo de Jesús, ha preparado una sociedad democrática y un ambiente jurídico que protegerán a Cristo en la Segunda Llegada.
  • 91. El Cristo que retorna conducirá la providencia para la partida centrada en la Palabra, luego completará el fundamento para el Mesías tanto espiritualmente como físicamente. Sobre este fundamento injertará a sí todos los hombres, purificándolos del pecado original y restaurándolos como hijos de Dios nacidos de Su descendencia. El Cristo que retorna empezará con poner, sea espiritualmente que físicamente, el fundamento familiar para el Mesías. Luego lo extenderá al clan, a la sociedad, a la nación, al mundo y al cosmos. Sobre este fundamento, debe ser capaz finalmente de establecer el Reino de los Cielos en la tierra.
  • 92. Cuando en un período de la historia se repiten los eventos de un curso histórico de la era anterior, aunque haya diferencia en el grado y el alcance, los dos períodos son llamados períodos providenciales paralelos. La causa principal que determina estos paralelismos se encuentra en la providencia de Dios de la restauración por indemnización. Los períodos providenciales paralelos se repiten a causa de la prolongación y la repetición de la providencia para restaurar el fundamento para el Mesías. Por consiguiente los factores que determinan la formación de los períodos paralelos son: (1) Primero, los tres elementos necesarios para el fundamento de fe: la figura central, la condición y el período numérico de indemnización. (2) Segundo, la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída, que es necesaria para restaurar el fundamento de substancia
  • 93. De acuerdo al principio de la predestinación, ya que Dios predestina absolutamente Su voluntad, seguramente un día la realizará. Sin embargo, ya que la voluntad de Dios se realiza a través de una persona particular, depende de la realización de la parte de responsabilidad de aquella persona, sumada a la parte de responsabilidad de Dios. Por consiguiente, cuando la voluntad di Dios no se realiza porque la persona falla en su responsabilidad, Dios escogerá a otra persona, en una era diferente, para que tome su lugar. Dios continuará Su trabajo hasta que no sea completamente realizado, prolongando mientras tanto la providencia. Según el Principio de la Creación, cuando la providencia de la restauración se prolonga, puede ser prolongada hasta tres etapas.
  • 94. Una figura central responsable por la providencia de la restauración debe cumplir, en breve tiempo, todas las condiciones de indemnización que sus predecesores trataron de establecer. Las condiciones que se acumularon en el curso de la historia providencial se llaman condiciones verticales de indemnización. La tarea de la figura central de realizar en corto tiempo todas estas condiciones se llama “restauración horizontal por indemnización”.
  • 95. Una figura central debe realizar uno o más períodos numéricos de indemnización para restaurar el fundamento de fe. Los primeros antepasados humanos tenían que establecer el fundamento de fe conforme a los números significativos entre los cuales están el 12, 4, 21 y 40, que representan el período numérico de crecimiento, realizando así el propósito de la creación y llegando a ser las encarnaciones substanciales de la calidad de estos números. Sin embargo, debido a la caída, todos estos números fueron reclamados por Satanás. Por lo tanto las figuras centrales de la historia providencial deben establecer períodos matemáticos de indemnización para restaurar los números 12, 4, 21 y 40.
  • 96. Para examinar las características de un período providencial, necesitamos identificar al pueblo que tenía la responsabilidad central en la providencia de Dios en aquel período y estudiar las fuentes de su historia. El pueblo que tenía la responsabilidad central en la providencia de Dios en la era de la providencia de la restauración era el pueblo de Israel. Luego el Antiguo Testamento, que narra la historia de Israel, provee las fuentes necesarias para estudiar la historia providencial de aquella era. El pueblo que tiene la responsabilidad central para la providencia en la era providencial de la prolongación de la restauración son los cristianos. Por consiguiente, la historia del Cristianismo provee las fuentes para entender la historia providencial de esta era.
  • 97. Durante el período de 400 años de esclavitud en Egipto, después que Jacob entró en Egipto con sus 12 hijos y 70 parientes, sus descendientes sufrieron abusos terribles por parte de los egipcios. Durante el período de la persecución romana, que restauraba substancialmente el período de esclavitud a través de condiciones di indemnización paralelas, los cristianos, a partir de los 12 apóstoles y de los 70 discípulos de Jesús, sufrieron atroces persecuciones bajo el Imperio Romano. En el período de los Jueces, los jueces gobernaban al pueblo de Israel y en el período de las iglesias regionales, que restauraba el período de los jueces, los líderes de las iglesias regionales cumplían múltiples funciones similares a aquellas de los jueces. En el período del reino unito, los profetas, los sacerdotes y los reyes desarrollaban su misión específica guiando a Israel a cumplir la meta del propósito de la providencia de la restauración. En el período del imperio cristiano, que restauraba el período del reino unido, los líderes monásticos, los papas y los emperadores debían guiar a la Segunda Israel a cumplir el propósito de la providencia de la restauración. Tal y como el reino de Israel fue dividido en los reinos del Norte y del Sur, también el imperio cristiano fue dividido en los reinos de Oriente y de Occidente. El período de 210 años de cautiverio y regreso de Israel, durante el cual los israelitas fueron llevados cautivos a Babilonia y después, poco a poco, regresaron a la patria, tuvo que ser restaurado por el período de 210 años de cautiverio y regreso papal. Después que los israelitas regresaron a Jerusalén, trascurrieron 400 años del período de preparación para el adviento del Mesías, antes de que viniera Jesús. Análogamente, después que el papado regresó a Roma y restauró la autoridad papal, el Cristianismo podrá encontrar el Cristo que regresa solo después de haber atravesado los 400 años del período de preparación para la Segunda Llegada del Mesías.
  • 98. Cuando observamos el curso del desarrollo social guiado por Satanás, vemos que las divisiones entre individuos en la sociedad colectiva primitiva condujo a la formación de la sociedad de clanes. Estas sociedades han tenido la tendencia a expandirse y la sociedad de clanes se desarrolló en sociedades feudales y más tarde, en sociedades monárquicas, ampliando su territorio y su poder. Satanás ha usado este modelo de desarrollo anticipándose a Dios, porque entendía la intención de Dios de establecer en el futuro esta sociedad. Dios llamó a Abraham del mundo de pecado y lo bendijo dándole descendientes que habrían seguido Su voluntad, formando en este modo la primera sociedad israelita de clanes. Los israelitas se expandieron en una sociedad tribal en Egipto y así sucesivamente formaron una sociedad feudal, construyendo al final el reino unido de Israel y por consiguiente creando una sociedad monárquica.
  • 99. Puesto que el reino unido fracasó en completar el trabajo de preparación sobre el cual Dios habría podido restaurar Su soberanía, Dios dividió finalmente el reino en Norte y Sur, permitiendo que estos reinos fueran destruidos por las naciones paganas. Después de la caída de Judá, Dios mantuvo vacante el trono judío y puso a los israelitas bajo el control de una serie de imperios paganos. Dios modeló la sociedad de Israel en la forma de una democracia (en torno a sus elegidos) para que más tarde, cuando llegara el Mesías pudiera ser coronado por voluntad del pueblo. Sin embargo, los judíos crucificaron a Jesús. Por consiguiente el propósito de la providencia se cumplió sólo espiritualmente. Después de la crucifixión de Jesús, el centro de la providencia de la restauración de Dios fue trasladado de Judea, la tierra del amargo pesar de Dios, a Europa Occidental, que antes era el territorio del Imperio Romano de Occidente.
  • 100. Dios llamó devotos creyentes a la nación de Israel y estableció una sociedad de clan cristiana, que sucesivamente se desarrolló en una sociedad tribal cristiana, una sociedad feudal cristiana y una sociedad monárquica cristiana. Puesto que las sociedades monárquicas fracasaron en su misión de construir un reino Mesiánico, Dios las destruyó e hizo surgir las democracias Cristianas con el fin de reconstruir una nación soberana apta para recibir al Mesías.
  • 101. Respondiendo a los deseos espontáneos, los hombres buscan inconscientemente y con ardiente aspiración el mundo ideal de la creación de Dios. En la búsqueda de una sociedad socialista del lado celestial, las personas han sido empujadas por la mente original hacia los ideales de coexistencia, co-prosperidad y valores universalmente compartidos. El mundo en el que estos valores serán finalmente realizados no es otro que el Reino de los Cielos en la tierra, bajo la guía del Señor de la Segunda Llegada. Puesto que Satanás imita anticipadamente la providencia de Dios, el lado satánico ha promovido el “socialismo científico” basado en el materialismo histórico y dialéctico y ha construido el mundo comunista, semejante a la sociedad fundada sobre ideales de coexistencia, co-prosperidad y valores universalmente compartidos.
  • 102. Con el fin de que los caminos de la religión, de la política y de la economía converger y realicen el ideal de Dios, debe aparecer una nueva expresión de la verdad capaz de integrar completamente la religión y la ciencia. La religión fundada sobre esta verdad guiará a todos los hombres a realizar una unidad de corazón con Dios. Estas personas construirán una economía de acuerdo al ideal de Dios, poniendo las bases para un nuevo orden político para realizar el ideal de la creación. Este será el reino Mesiánico construido sobre principios de interdependencia, co-prosperidad y valores universalmente compartidos.
  • 103. La etapa de preparación para la Segunda Llegada del Mesías es el período de 400 años desde la Reforma Protestante de 1517 hasta el final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Desde el punto de vista de la providencia de la restauración, esta era está dividida en tres períodos: el período de la Reforma, el período de lucha entre religiones e ideologías y el período de madurez de la política, de la economía y de la ideología.
  • 104. Este período de 130 años desde 1517 cuando Martín Lutero levantó el estandarte de la Reforma Protestante en Alemania, y duró hasta el fin de las luchas religiosas con el tratado de Westfalia en 1648. En las épocas medioevales la mente original del hombre era oprimida, y su libre desarrollo fue limitado debido al ambiente social del feudalismo y de la corrupción del Catolicismo Romano. Los europeos medievales fueron empujados desde lo profundo del corazón a destruir el medio ambiente social para dar paso a la restauración de su naturaleza original. El movimiento de tipo Caín inició como un renacimiento del Helenismo y dio paso al Renacimiento, cuyo valor fundamental era el humanismo. El movimiento de tipo Abel inició como un renacimiento de la tradición Hebraica de Israel y de la iglesia cristiana primitiva y dio paso a la Reforma Protestante, cuyo valor fundamental era la fe en Dios.
  • 105. Este período de 140 años inició con el triunfo del Protestantismo por el tratado de Westfalia en 1648 y terminó con la Revolución Francesa en 1789. Después del Renacimiento y de la Reforma los hombres modernos no podían evitar las divisiones teológicas y las disputas filosóficas que surgieron de la libertad de fe y de pensamiento. Las concepciones de la vida de tipo Caín y de tipo Abel se desarrollaron en este período. La providencia de la restauración de Dios separa a aquellos que representan a Abel de aquellos que representan a Caín y en los Últimos Días este mundo caído es dividido en los mundos de tipo Caín y de tipo Abel, basados respectivamente en las concepciones de vida de tipo Caín y de tipo Abel. El mundo de tipo Caín debe someterse al mundo de tipo Abel para establecer el fundamento de substancia a nivel mundial. Esto es necesario antes de poder recibir al Señor de la Segunda Llegada y realizar un mundo unificado.
  • 106. Este período se refiere a los 130 años que van desde la Revolución Francesa en 1789 al final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Las concepciones de la vida de tipo Caín y de tipo Abel maduraron tomando un curso separado y fundaron respectivamente una sociedad de tipo Caín y una sociedad de tipo Abel. La concepción de la vida tipo Caín dio origen a la Revolución Francesa y por consiguiente a la democracia de tipo Caín, que al final formó el mundo comunista. La concepción de la vida tipo Abel llevó a la Revolución puritana y por consiguiente a la democracia de tipo Abel que se ha desarrollado en el mundo democrático de hoy.
  • 107. No podemos comprender el significado providencial de las guerras mundiales si solo consideramos las causas externas (conflictos políticos, económicos y la ideología). ¿Cuál puede ser la causa interna, providencial, de las guerras mundiales? Las guerras mundiales estallaron: (1) Como resultado de la última lucha desesperada de Satanás por preservar su soberanía. (2) Para establecer la condición mundial de indemnización para restaurar las tres grandes bendiciones. (3) Con el fin de que la humanidad pueda superar a nivel mundial las tres tentaciones de Satanás a Jesús. (4) Para realizar la condición mundial de indemnización para restaurar la soberanía de Dios.
  • 108. La victoria del lado de Dios en la Primera Guerra Mundial: (1) Se estableció la condición de indemnización en la etapa de formación para restaurar mundialmente las tres grandes bendiciones de Dios. (2) Se estableció la condición de indemnización para restaurar mundialmente la primera bendición de Dios, realizándose la condición de indemnización para restaurar la prima tentación de Jesús a nivel mundial. (3) Se estableció, a través de la victoria de las naciones democráticas, el fundamento en la etapa de formación para restaurar la soberanía de Dios. Fue establecido el fundamento sobre el cual podría nacer el Señor de la Segunda Llegada y comenzó el período de formación de la dispensación de la Segunda Llegada.
  • 109. La victoria del lado de Dios en la Segunda Guerra Mundial: (1) Se estableció la condición de indemnización en la etapa de crecimiento para restaurar mundialmente las tres grandes bendiciones de Dios. (2) Se estableció la condición de indemnización para restaurar mundialmente la segunda bendición de Dios, realizándose la condición de indemnización para restaurar la segunda tentación de Jesús a nivel mundial. (3) Se estableció a través de la victoria de las naciones democráticas, el fundamento a nivel de crecimiento para restaurar la soberanía de Dios. La era para construir un nuevo cielo y una nueva tierra centrados en el Señor de la Segunda Llegada había comenzado y empezó la etapa de crecimiento de la dispensación de la Segunda Llegada.
  • 110. A la consumación de la historia humana, el lado de Satanás y el lado de Dios lucharán hasta obtener cada uno la soberanía sobre un mundo. Por eso es que el mundo democrático y el mundo comunista se están confrontando. Por consiguiente es inevitable que estallen las guerras mundiales, primero para dividir, posteriormente para unir estos dos mundos. La Primera y la Segunda Guerras Mundiales tenían el propósito providencial de dividir el territorio entre estos dos mundos. Enseguida, todavía, debe venir otra guerra para unificarlos. Por lo tanto, la Tercera Guerra Mundial tendrá lugar inevitablemente. Sin embargo, existen dos maneras de librar esta guerra; a través de conflictos armados, o como un conflicto enteramente interior e ideológico. En qué modo se combatirá esta guerra será determinado según el éxito o el fracaso del hombre en cumplir su parte de responsabilidad.
  • 111. (1) La victoria del lado de Dios en las tres Guerras Mundiales restaurará por indemnización la totalidad de la providencia que fue prolongada en tres etapas. (2) La providencia de la restauración puede ser completada solo después que todos los hombres caídos restauren su corazón hacia Dios por medio de la palabra de Dios que da vida, recibiendo la salvación espiritual y física y heredando el linaje de Dios. Las victorias del lado celestial restauraran completamente, por indemnización, todos estos los fundamentos para la providencia de la restauración y realizarán el mundo ideal de Dios.
  • 112. Jesús profetizó claramente acerca de la Segunda Llegada. Pero dijo que nadie sabe del día y la hora de su retorno (Mt. 24:36). No obstante podemos deducir del versículo Bíblico “No hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos, los profetas” (Amos 3:7), que Dios seguramente revelará todos Sus secretos concernientes a la Segunda Llegada del Señor a Sus profetas antes de realizar Su obra. Por consiguiente, Dios ciertamente hablará a quienes tengan oídos para oír y ojos para ver de manera que puedan ser iluminados sobre lo que ha de tener lugar, pues Él prometió que en los Últimos Días derramaría de Su Espíritu. (Hch.2:17)
  • 113. (1) Llamamos al tiempo de la Segunda Llegada de Cristo los Últimos Días. Como ya hemos explicado en la escatología 4, hoy vivimos en los Últimos Días. Por ello sabemos que ahora estamos realmente en el tiempo del retorno de Cristo. (2) Cristo debe regresar al final de los 2000 años de la era del Nuevo Testamento (era providencial de la prolongación de la restauración), que ha restaurado los 2000 años de la era de la providencia de la restauración mediante condiciones de indemnización substanciales paralelas. (3) Podemos comprender que el período de la Segunda Llegada comenzó exactamente después del fin de la Prima Guerra Mundial.
  • 114. En Lucas 17: 25 Jesús, anticipando lo que iba a ser en la Segunda Llegada del Señor dijo: “Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación”. En Lucas 18:8 Jesús dijo: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Si Jesús regresara literalmente sobre las nubes del cielo, ¿no sería tal vez inmediatamente aceptado y honrado, incluso por este mundo lleno de pecado? Jesús previó que en la Segunda Llegada, cuando nacerá con un cuerpo físico, probablemente será perseguido y condenado como un hereje. Por eso fue que predijo que el Señor padecería mucho y sería desechado por su generación. Entonces podemos admitir que Cristo retornará por su nacimiento en la carne sobre la tierra.
  • 115. Basados en relatos bíblicos como Ap. 7:4, Mt. 10:23 y Mt. 16:28, algunos cristianos creen que Cristo vendrá de nuevo entre el pueblo judío. Pero en Mateo 21:33-43 Jesús indicó claramente que no volvería al pueblo que lo había perseguido. Dios les quitaría la misión que antes les había confiado y se la daría a la nación que rindiera sus frutos al regreso de Cristo. Por consiguiente el pueblo escogido después de la crucifixión de Jesús no son los descendientes de Abraham, sino más bien los cristianos que han heredado la fe de Abraham.
  • 116. Ap. 7:2-4 indica que el sello del Dios vivo será puesto en la frente de los 144.000 elegidos en Oriente, donde nace el sol. Ap. 14:1 dice que estos escogidos acompañarán al Cristo en su Segunda Llegada. Podemos deducir que la nación que tomará posesión de la herencia de Dios y que producirá los frutos para la Segunda Llegada del Señor está en el Oriente.
  • 117. Desde tiempos muy antiguos, las naciones del Oriente han sido consideradas tradicionalmente tres: Corea, Japón y China. Japón entró en el período de la Segunda Llegada como una nación imperialista y persiguió severamente al Cristianismo coreano. China en aquel tiempo era un semillero del comunismo y se convirtió en una nación comunista. Así ambas naciones pertenecían al lado de Satanás. Por consiguiente la nación del Oriente donde vendrá Cristo sólo puede ser Corea. Como nación en la cual vendrá el Mesías, Corea debía tener las siguientes calificaciones:
  • 118. La nación calificada para estar en la posición de objeto del corazón de Dios debe ser formada por un pueblo de bondad. Raramente el pueblo coreano, una raza homogénea, ha invadido a otras naciones. Los coreanos son dotados por naturaleza de un carácter religioso. Tienen un fuerte deseo de adorar a Dios y honran la virtud de la lealtad, la piedad filial y la castidad. En Corea existe la profecía que el Rey de Justicia aparecería y fundaría un reino glorioso y eterno en esta tierra. Esta idea Mesiánica, fue revelada a través del Chong Gam Nok, un libro de profecías escrito en el siglo XIV. En Corea entre los fieles de cada religión ha habido muchas personas que han recibido revelaciones que el fundador de su religión volverá a Corea. Muchos cristianos abiertos espiritualmente están recibiendo revelaciones y señales que testifican la Segunda Llegada de Cristo en Corea.
  • 119. Si la humanidad no hubiera caído, habríamos formado una única familia global semejándose a un cuerpo con Dios como cabeza. No habría razón para que surgiera una cantidad enorme de lenguas sobre la tierra haciendo imposible la comunicación entre ellos. Si debemos realizar el mundo ideal de una única familia global que puede honrar al Señor de la Segunda Llegada como nuestro Padre Verdadero, todas las lenguas deben ser unificadas. Si Cristo verdaderamente regresa en Corea, la lengua coreana llegará a ser la lengua materna de toda la humanidad y todas las persone deberá hablarla. Toda la humanidad llegará a formar un solo pueblo y usaremos una sola lengua, estableciendo así una única nación global bajo Dios.