Bhonapal la peor catástrofe industrial del mundo

BHONAPAL-LA PEOR CATÁSTROFE INDUSTRIAL
DEL MUNDO

La noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, la fábrica de
pesticidas de Unión Carbide en Bhopal, India, liberó 40
toneladas de gases letales. 8.000 personas murieron en el acto y
otras 12.000 han muerto durante estos 20 años como
consecuencia de las enfermedades que les produjo el escape.
Más de 150.000 supervivientes permanecen graves y necesitan
todavía asistencia médica. Muchos niños nacidos después del
desastre sufren malformaciones y enfermedades asociadas al
gas tóxico (cáncer, insuficiencias respiratorias, dolencias
inmunológicas y reproductivas...)

DEL MUNDO
MURIERON EN EL ACTO: 8.000
TOTAL DE MUERTOS: 20.000
TOTAL DE HERIDOS: 540.000
PERSONAS GRABES HOY: 150.000
COMPAÑÍA: UNIÓN CARBIDE/DOW
DELITO: NEGLIGENCIA
COMPENSACIÓN: 500 EUROS POR PERSONA
SENTENCIA: NO HA HABIDO JUICIO

Retratos de un crimen corporativo – una perspectiva única de la
tragedia humana y medioambiental que se cierne sobre Bophal
desde diciembre de 1984 por la peor catástrofe industrial de la
historia. A continuación se muestran las consecuencias inmediatas
del desastre y los trágicos efectos de una hecatombe que pudo
haber sido evitada.

DEL MUNDO (Primera parte)

Una panorámica de la fábrica de pesticidas abandonada. Unión Carbide
prescindió de estas instalaciones en 1984 y durante los últimos 20 años no
se ha hecho prácticamente nada para limpiar este paraje altamente
contaminado.

BHONAPAL-LA PEOR CATÁSTROFE
INDUSTRIAL DEL MUNDO (Primera parte

Union Carbide dejó cientos de toneladas de residuos tóxicos en la
instalación. Hasta mediados de 2001, no se podía acceder a los
terrenos de la fábrica sin un permiso especial del gobierno. Ahora los
muros que la rodean se han desmoronado y los niños locales juegan
en la zona, que sigue manteniendo peligrosos niveles de
contaminación.


• Los residuos de la fábrica contaminan los suelos y
las aguas subterráneas de la comunidad local.
Cientos de personas todavía beben y se lavan con
las aguas subterráneas contaminadas.


Yo era la persona a cargo de la ley y el orden esa noche. Todos los demás debían
huir corriendo en busca de refugio, abandonando la ciudad y a su población a su
suerte. He tenido que pagarlo muy caro. He sobrevivido, pero soporto una serie
de dolencias”, declara Swaraj Puri, mientras se cura los ojos

INDUSTRIAL DEL MUNDO

Los manifestantes llaman la atención sobre la diferencia entre los
esfuerzos realizados para encontrar a Osama Bin Laden y los que se han
dedicado a extraditar a Warren Anderson, antiguo director ejecutivo de
Union Carbide. Anderson se evade en Estados Unidos de los crímenes
cometidos en Bhopal.


El sufrimiento sigue en Bhopal, pero no en silencio. Sunil Kumar (a la
derecha) exige Justicia. Se le dio por muerto cuando sucedió la
catástrofe. Ahora se dedica a luchar contra el crimen corporativo.
¿Conseguirá que la mayor empresa química del mundo, Dow Chemical,
pague por los crímenes?


Entierro de un niño desconocido. Este niño sin identificar se ha convertido en el
símbolo de la peor catástrofe industrial del mundo, causada por la multinacional
farmacéutica estadounidense Union Carbide.


La mañana después. Los supervivientes del desastre, frente a la
fábrica de Unión Carbide, un día después de la fuga del gas letal. Sus
ojos y pulmones han resultado seriamente dañados por la exposición
al gas.


Un hombre transporta el cuerpo de su mujer por delante de la desierta
fábrica de Unión Carbide, la fuente del gas tóxico que acabó con su vida
la noche anterior.


Cadáveres de niños a la espera de ser incinerados. Una multitud observa
cómo un hombre coloca etiquetas de identificación en la frente de los cuerpos
de los niños. Murieron tantos miles de personas que fueron necesarias estas
drásticas medidas para identificar y documentar el mayor número de cuerpos
posible.


Entierro de la joven Leela. Si su cuerpo no hubiera sido
reconocido ni reclamado por nadie, la habrían incinerado
junto con otras miles de personas en las piras crematorias
comunes.


Superviviente en solitario. Esta anciana resultó gravemente
herida por la exposición al gas venenoso, pero sobrevivió. El
resto de su familia falleció en el desastre. A juzgar por la
gravedad de sus lesiones, su futuro se presenta incierto.


Se realizaron cremaciones en masa junto a las tumbas comunales.
“Los cuerpos estaban esparcidos por todos lados y el hedor a muerte
era sobrecogedor”, rememora el anciano de 76 años Amar Chand
Ajmera, asistente social. “Recuerdo que incineramos más de 2.000
cuerpos en un solo día”.


Calaveras empleadas en las investigaciones en el Hospital
Hamidia de Bhopal. Los médicos especializados creen que el
gas inhalado por la población de Bhopal pudo haber afectado
al cerebro.


Recuerdo que construimos tumbas de tres pisos. No teníamos otra
alternativa: apilábamos los cuerpos uno sobre otro. En aquellos tres
o cuatro días debimos de enterrar a más de 4.000 personas”, afirma
Mohammad Aziz mirando unos esqueletos que han sobresalido de
sus tumbas.


Rehana Bi ha guardado celosamente la fotografía, en la que aparece
con los ojos vendados, que se publicó en una revista internacional
tras el desastre. Su hijo Chand, que en aquel entonces tenía un año,
también sufrió los efectos del gas en los ojos.


Esta pareja ha gastado casi todo lo que tenían en tratamiento médico por
los efectos del gas. Cuando los doctores les advirtieron de que era esencial
someter a Leela Devi a una operación abdominal para salvar su vida
tuvieron que pedir dinero prestado a sus vecinos. Están endeudados desde
entonces.


Hasta el 3 de diciembre de 1984, Nanko, de 76 años, era una persona
independiente, capaz de mantener con holgura a su familia. Tras la catástrofe,
se ha convertido en mendigo. La desgracia ha dejado a su paso una estela de
pérdidas de puestos de trabajo, astronómicas facturas médicas y la ausencia
de una estructura de apoyo por parte del estado.


Como nació el día que el gas tóxico inundó la ciudad, los padres
de esta chica decidieron ponerle de nombre Gas Devi (diosa del
gas).


El doctor de la muerte. “Debo de haber realizado más de 20.000 autopsias
hasta el momento. Ningún familiar de una víctima del gas puede conseguir una
indemnización por esta muerte sin el certificado que yo expido. Ha sido una
auténtica pesadilla”, confiesa el Dr. Sathpathy, forense del hospital estatal
Hamidia, el único en funcionamiento la noche de la tragedia.


Los fetos que abortaron las mujeres embarazadas al intentar escapar del
gas, o poco después de la fuga, se han conservado en el hospital estatal
Hamidia, para establecer la causa de la muerte.


Shakeel Quereshi pertenecía al turno responsable de la fábrica de Union
Carbide la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984. “Yo soy uno de los
testigos y uno de los acusados en este caso. El desastre se desarrolló ante
mis ojos. Pero el hecho es que mi vida está destrozada y aún así me tratan
como si fuese culpable. Yo estuve expuesto a la fuga de gas MIC en la
fábrica y he sobrevivido gracias a una elevada dosis de esteroides y fuerza


Los tres hijos de Rubeda Banu presentan atrofia en el crecimiento.
Shakeel, que tenía solo una semana cuando sucedió la tragedia,
Raes Ahmed, que tenía 18 meses, y Muzaffar, que nació un año
después, miden todos menos de un metro. Su madre manifiesta
graves problemas de respiración y estados depresivos.


Pushpa, de 70 años, yace en un pabellón del Centro de Investigación y
Hospital de Caridad Bhopal Memorial. “Ella es nuestra tía. Estuvo expuesta
al gas. Desde entonces ha estado enferma, pero ahora su estado ha empeorado
mucho. De hecho, este hospital se ha convertido en una especie de segundo
hogar para nosotros”.


Gumanilal es conocido en Jayaprakash Nagar, una zona situada frente a la
fábrica de Union Carbide. Algunos, como Gumanilal, recibieron una
indemnización insuficiente tras el desastre con la que han podido pagar los
gastos médicos durante un breve plazo de tiempo. Otros no han recibido
ninguna ayuda financiera.


Mohammad Arif tiene una dolencia cardiaca y sus pulmones están afectados,
lo que le produce violentos ataques de tos que sacuden su frágil cuerpo. Los
doctores afirman que padece fibrosis pulmonar, una enfermedad que sólo
puede curarse trasplantando sus dos pulmones.


Hasan Ali tiene siete hijas adultas. “Nuestra educación se ha visto afectada
por la enfermedad de nuestro padre y, de hecho, nosotras también hemos
estado enfermas en diferentes momentos. Por ello han surgido dificultades
relacionadas con nuestros matrimonios”, relata Kishwar, una de las siete
hijas.

AL CAPITALISMO LE INTERESA
EL DINERO, MAS NO LA VIDA

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