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UNA NOCHE DE
 AVENTURAS
           Sara López
         Judit Cabello
                   2A
CUENTO NARRADO
Se presentaba una noche de fiesta. Cené en mi casa con mi familia rápidamente
   porque tenía prisa. Había quedado con mis amigos para coger el metro y dirigirnos
   hacia al centro. ¡Fue terrible, había muchísima gente! Tanta, que no pudimos
   subirnos hasta el tercer metro. Después de un mal rato, por fin llegamos al
   concierto y estaba sonando mi canción favorita. Nunca había visto tanta gente
   junta, ¡y todos iban borrachos! Allí nadie bebía agua. Debido a esto, los baños
   estaban todos ocupados y había una larga cola para poder entrar.
Cuando por fin pudimos regresar al concierto, nos dimos cuenta de que le habían
   robado el móvil a una amiga. Fuimos a avisar a uno de los vigilantes de seguridad,
   pero no pudieron hacer nada por nosotras, así que mi amiga dio por perdido su
   teléfono. Las demás también estábamos incomunicadas ya que no había cobertura,
   las líneas estaban saturadas, y en las pocas ocasiones que conseguimos encontrar
   señal no nos pudimos entender a causa del ruido. Por eso, para reunirnos con los
   amigos con los que queríamos volver a casa tuvimos que dar vueltas y más vueltas
   hasta conseguir encontrarlos.
Una vez juntos, se nos había pasado ya la noche y se hizo la hora de volver. Como el
   transporte público estaba abarrotado, decidimos coger una bici y así llegamos a
   casa y, por fin, acostarnos en nuestra cama después de una larga noche.

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  • 7.
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  • 14. CUENTO NARRADO Se presentaba una noche de fiesta. Cené en mi casa con mi familia rápidamente porque tenía prisa. Había quedado con mis amigos para coger el metro y dirigirnos hacia al centro. ¡Fue terrible, había muchísima gente! Tanta, que no pudimos subirnos hasta el tercer metro. Después de un mal rato, por fin llegamos al concierto y estaba sonando mi canción favorita. Nunca había visto tanta gente junta, ¡y todos iban borrachos! Allí nadie bebía agua. Debido a esto, los baños estaban todos ocupados y había una larga cola para poder entrar. Cuando por fin pudimos regresar al concierto, nos dimos cuenta de que le habían robado el móvil a una amiga. Fuimos a avisar a uno de los vigilantes de seguridad, pero no pudieron hacer nada por nosotras, así que mi amiga dio por perdido su teléfono. Las demás también estábamos incomunicadas ya que no había cobertura, las líneas estaban saturadas, y en las pocas ocasiones que conseguimos encontrar señal no nos pudimos entender a causa del ruido. Por eso, para reunirnos con los amigos con los que queríamos volver a casa tuvimos que dar vueltas y más vueltas hasta conseguir encontrarlos. Una vez juntos, se nos había pasado ya la noche y se hizo la hora de volver. Como el transporte público estaba abarrotado, decidimos coger una bici y así llegamos a casa y, por fin, acostarnos en nuestra cama después de una larga noche.