Pablo come sopa de letras y descubre que las letras forman palabras como "HOLA" y "TONTO EL QUE LO LEA". Más tarde, las letras en la sopa se mueven y forman una advertencia. Pablo tira la sopa por el inodoro asustado. Luego, su huevo frito cobra vida y vuela por la habitación como un ovni hasta aterrizar justo cuando la madre regresa.