Un leñador pobre vivía con sus dos hijos. Los niños salieron a buscar leña al bosque pero no pudieron encontrar el camino de regreso a casa. Vieron una casa de chocolate y caramelo donde vivía una bruja. La bruja encerró al niño en una jaula y obligó a la niña a trabajar sin descanso. Finalmente, la niña empujó a la bruja a un horno y los niños escaparon con tesoros de vuelta a su casa.