El niño Daniel quería que su mamá le comprara un carrito a control remoto que vio en una tienda, y lloró cuando ella se negó. Luego conoció a Manuel, un niño sin hogar ni comida, y se dio cuenta de lo afortunado que era por tener una familia y un techo, a diferencia de Manuel. La historia de Manuel le enseñó a Daniel a valorar y apreciar lo que ya tiene.