El documento define los diferentes tipos de maltrato, incluyendo el físico, emocional y sexual. Explica que el maltrato ocurre en diversos contextos como la familia, la pareja y el trabajo, y que se usan diferentes términos como "maltrato familiar" y "violencia doméstica" para referirse a estos contextos. También define la "violencia de género" como la violencia hacia las mujeres basada en su género, que puede ocurrir tanto en la vida pública como privada y abarca diferentes formas de violencia como
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El maltrato
Definición
La palabra “maltratar” es muy conocida y en ocasiones se usa de manera inadecuada para
hacer referencia a cualquier comportamiento que consideramos ofensivo, sea con o sin
intención. Sin embargo, la palabra “maltratar” tiene un significado muy específico y que es
muy importante conocer para no minusvalorar los efectos del maltrato.
El maltrato es una agresión intencional e indebida que acarrea un daño. Una agresión se
convierte en maltrato en el momento en que aparece en una relación en la que los
participantes se deben cuidado y protección. Entonces decimos que ha habido un trato
indebido. Y es intencional, porque no es algo que ocurra de manera accidental.
Cómo es el maltrato
El maltrato puede ser físico, emocional y sexual.
Se suele entender por maltrato físico los ataques o agresiones intencionales, con uso de la
fuerza, que pueden causar daños, enfermedades o la muerte. Se incluirían aquí acciones
tales como golpear con puños u objetos, dar palizas, emplear un arma, morder, abofetear,
empujar, arrojar objetos, estrangular, zarandear, etc.
El maltrato emocional es el más frecuente y es tan dañino para la salud y el bienestar de los
seres humanos como el maltrato físico. Este tipo de agresión puede expresarse de formas
muy variadas, a menudo sutiles y su objetivo común es el de atacar el bienestar y el sentido
de una misma. Consiste básicamente en ataques o agresiones intencionales contra la
seguridad, la libertad de acción, la libertad de pensamiento, la intimidad, el prestigio y los
bienes y posesiones de la otra persona. Estas agresiones consisten en amenazas
persistentes, prohibir hablar con familiares o amistades, poner difícil ir a lugares concretos,
lavar el cerebro, no dejar tomar decisiones, acosar, abandonar, criticar, insultar, ridiculizar
delante de otras personas, quitar o no dar dinero, etc. El maltrato emocional incluye también
el daño a objetos queridos y el empleo de la violencia contra los hijos y otros familiares, los
amigos y los animales de compañía.
El maltrato o abuso sexual consiste en un evento que ocurre sin el consentimiento de la
víctima e incluye tanto la agresión sexual que es completada como el intento. La falta de
consentimiento y deseo de mantener las relaciones sexuales es central en este tipo de
maltrato, sobre el que todavía pesan muchos tabúes. Así, el agresor recurre a variadas
estrategias que van desde el uso o la amenaza de la fuerza, la amenaza de represalias
posteriores contra una misma o contra otras personas, hasta estrategias más sutiles como
la culpabilización por no querer mantener relaciones sexuales, la insistencia continua a
pesar de haber dicho que no, el acogimiento a un supuesto derecho conyugal, etc. Las
agresiones sexuales consisten básicamente en penetrar la vagina o el ano por el pene, la
lengua, los dedos o un objeto, o la boca con el pene en contra del deseo de la persona
agredida. Incluye también realizar tocamientos o hacer que la otra persona haga esos
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tocamientos a sí misma, el agresor o terceras personas; obligar a mantener relaciones
sexuales con otras personas, evitar la toma de precauciones para evitar contraer
enfermedades o evitar embarazos, etc.
¿Quién puede maltratar?
El maltrato lo pueden ejercer los varones y las mujeres. Puede ejercerlo un marido contra su
esposa, una hermana contra un hermano, un novio contra su novia, una abuela contra su
nieta, un jefe contra su empleado, un amigo contra otro amigo, un vecino contra una vecina,
etc.
¿Por qué se habla de maltrato infantil, maltrato familiar,
maltrato doméstico?
Cuando los profesionales analizamos el maltrato y vemos muchos puntos en común
ponemos otras etiquetas para referirnos a ese maltrato. Así, estudiamos el maltrato familiar
(agresiones intencionales e indebidas que cometen unos miembros de la familia contra
otros), maltrato por la pareja (agresiones intencionales e indebidas que cometen unos
miembros de la pareja contra otros), maltrato contra la infancia o maltrato infantil
(agresiones intencionales e indebidas que cometen unas personas contra otras que son
menores de edad), maltrato laboral (agresiones intencionales e indebidas que cometen
unas personas contra otras con las que se mantiene una relación laboral), etc. Estas
etiquetas ayudan a los profesionales en su trabajo para estudiar puntos en común y
diferencias, intercambiar datos con otros profesionales, buscar soluciones, etc.
¿Por qué se habla ahora tanto del maltrato en la pareja? ¿Es
que antes no había? ¿Qué ocurre con los otros tipos de
maltrato?
El maltrato que se produce dentro de las relaciones de pareja (en matrimonios, parejas de hecho, noviazgos,
etc.) ha sido destacado como un grave problema social muy recientemente, sin embargo ha estado presente
desde tiempos muy remotos.
El hecho de destacar tanto este tipo de agresiones que se
producen en el ámbito de la pareja, no resta interés a otros
tipos de maltratos. Si se está en contra de la violencia
doméstica, se está en contra de la violencia que ocurre en el
ámbito laboral, escolar, etc.
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¿Es mejor hablar de maltrato doméstico o de maltrato familiar
en el caso del maltrato que ocurre en las relaciones de
pareja? ¿Por qué se usan tantos términos para hablar de lo
mismo?
Para hablar del maltrato que se produce dentro de las relaciones de pareja
solemos utilizar los términos de violencia familiar, violencia doméstica,
violencia doméstica, violencia de género, violencia machista, etc.
Algunos profesionales prefieren hablar de “violencia familiar” dado que es un tipo de
maltrato que ocurre en el ámbito familiar. Pero este término también se refiere al maltrato
que ejercen los progenitores contra sus hijas e hijos, al que sufre un miembro de la pareja a
manos de la familia de origen de su pareja, el que ejerce un abuelo contra su nieta o a la
inversa. Por esta posibilidad de confusión muchos profesionales no lo prefieren para hablar
del maltrato en la pareja
Otros, lo etiquetan preferentemente bajo el epígrafe de “violencia doméstica” que hace
alusión al contexto donde se producen las agresiones. Este contexto es el propio hogar, un
lugar que se define como seguro. Así, violencia doméstica hace referencia a las agresiones
que se producen en contextos considerados seguros, como son los lugares o las relaciones
en las que esperamos encontrarnos a salvo: las relaciones de pareja.
Finalmente, hay profesionales que prefieren hablar de “violencia de género” o
“violencia machista” cuando se refieren a la violencia dentro de las parejas. Esto es
así porque la mayoría de agresiones que se producen en este caso las comete un
varón contra su pareja femenina. Sin embargo, otros prefieren los términos de
violencia familiar o doméstica, por su neutralidad en cuanto al género de las
personas que mayoritariamente cometen las agresiones y las personas que suelen
ser objeto de las mismas.
Realmente, los términos “violencia familiar” y “violencia doméstica” no están reñidos con el
de “violencia de género” o “violencia machista”. Hay profesionales que hablan de violencia
doméstica y señalan que se están refiriendo también a una violencia de género. Los
términos los usamos según queremos destacar algún aspecto sobre otro, pues ninguno es
perfecto ni define a la perfección toda la complejidad de este tema.
¿Qué es la violencia de género?
El término “violencia de género” abarca mucho más que la violencia que ejercen sobre las
mujeres algunas parejas masculinas, pues se refiere también a la violencia que sufren las
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mujeres desde su infancia hasta su vejez a manos de varones que son sus padres, tíos,
cuñados, jefes, compañeros de trabajo, vecinos, amigos, etc. Así pues, además de la
violencia familiar o doméstica, se incluyen temas como la violencia laboral, la violencia
infantil, la trata o el turismo sexual.
La definición más empleada de violencia
de género es la elaborada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas, que dice
que la “Violencia contra la mujer es todo
acto de violencia basado en la pertenencia
al sexo femenino que tenga o pueda tener
como resultado un daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico para la mujer,
así como las amenazas de tales actos, la
coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida
pública como en el vida privada” (Artículo 1 de la "Declaración para la eliminación de la
violencia contra la mujer", 20 de diciembre de 1993).
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