una corta visita a Ana

1. VISITANDO A ANA
Después de recoger todas su pertenencias Soffie y yo nos dirigimos, a un
lugar en donde no creí que volvería, pero creo que estar con ellos era la
mejor opción, si es como lo dijo Nana, a ella la estaban buscando, por mucho
que pudiera hacer aún era una niña y la opción más favorable era encontrar
alguien que pudiera cuidar de ella.
Cuando llegamos Ana y Nana estaban en la puerta del refugio esperándonos.
- Buenos días, como has estado Ana
- Bien Luis, ¿la pequeña es quien creo que es?
- Sí, creo que es mejor que se quede en un lugar estable y no conmigo, pero
si no lo quieres así, ella se ira conmigo- dije esto mirando a Nana.
- Ella estará bien con nosotros, creo que sabes lo peligroso que es que
alguien como ella este sola.
- Si, lo sé.
Ana se llevó a Soffie, que parecía algo nerviosa por el cambio y Nana, solo
fue por unos minutos mientras, yo hablaba con ella.
- Vas a darle esa charla sobre el bien y el mal… las peleas o ¿Que vas a
hacer con ella?
- Ella estará bajo la protección de Ana, yo no mediare en su educación, a
menos que ella lo quiera así.
¿Vas a irte este mismo día o vas a pasar la noche aquí?
- Me despediré de Soffie y me iré ... Tengo cosas que hacer
- Espero que vuelvas, suerte en tu viaje...ojala encuentres la respuesta a lo
que tanto quieres saber.
- Adiós
Después de esto Nana, se despidió de Soffie y se alejó de nosotros, según
Ana, solo había salido a saludarnos y estaba bastante ocupada con la
cuestión de la Orden.
Sin más demoras, camine hacia donde estaban Ana y Soffie, me despedí de
Sofie y le deje en claro que si en algún momento quería irse, solo tenía que
decírmelo y yo buscaría la manera de que ella estuviera en un lugar seguro,
ella parecía feliz, al ver que tanto Ana como yo estábamos, realmente
preocupados por su seguridad, después de todo ella, habia vivido escondida
en esa casa, perseguida por curiosos y abandonada por su madre.
Sé que Ana es muy buena con los pequeños y ella sabría cómo tratar a Soffie

2. con cariño, como ella lo merece, sin estúpidos temores, ella sabría apreciarla
tal y como era.
-Ana, en cualquier emergencia no dudes en “visitarme”
-rie- claro lo hare tendrás unas dulces pesadillas
-Estoy preocupado por ella, en el camino, sentí como si alguien nos siguiera,
debes prometerme que cuidaras de ella y que no la meterán en esas
misiones, claro a menos que ella lo quiera
-Entiendo que estés preocupado, pero como te dijo Nana, aquí todo es
voluntario, si ella quiere unirse, lo hará.
Aunque mediare para que pasen unos años antes de eso, ella un es muy
pequeña y como nos informó Demian, ella desconfía mucho de las personas,
creo que en el único que confía es en ti, quiero que ella viva feliz, Luis… yo
no hare nada que la ponga en peligro, puedes estar tranquilo.
-Te creo, la dejare aquí y volveré a visitarla en cuanto pueda, solo asegúrate
de que este bien y que me escriba, o algo así, tú sabrás como hacerme llegar
noticias de ella.
-Claro.
Después de la pequeña visita y de mi charla con Ana, me dirigí en busca de
Michael, un joven del cual escuche hablar desde hace ya un tiempo.