Dios creó el Jardín del Edén como un lugar de bendición para la humanidad, pero Adán y Eva desobedecieron a Dios comiendo del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, lo que trajo consecuencias como la muerte, enfermedades y el pecado para toda la humanidad. Jesucristo, como el Segundo Adán, ofreció su sacrificio para que los humanos puedan recibir el perdón y la restauración de la bendición original a través de su sangre.
5. JESUS ES EL
SEGUNDO ADAN,
A TRAVES DE SU
SACRIFICIO
RECIBIMOS EL
PERDON Y LA
RESTAURACION DE
LA BENDICION, SU
SANGRE ABRIO UN
CAMINO HACIA EL
JARDIN DEL EDEN,
HACIA EL LUGAR DE
BENDICION