1. UN BUEN AÑO
INTRODUCCIÓN
Trata de la historia de de un niño que vivió con su Tío en una granja productora
de uvas en donde se fabricaba vinos un experto en inversiones viaja desde
Londres hasta Provenza para vender un pequeño viñedo que ha heredado de
su tío, al que estuvo muy unido en su niñez. Lo que no esperaba en absoluto
es que éste fuera el punto de partida de un estimulante capítulo de su vida.
Sea como fuere a título personal el filme resulta una experiencia alegre, con
todos los ingredientes una historia emotiva sin ser necesariamente chantajista,
personajes que evolucionan, hermosas localidades y un buen ritmo que en
ningún momento decae para que sea una película no tanto complaciente que lo
es en algunos casos, como de esas que uno suele recomendar en el sentido de
que sabe va a gustarle a otros espectadores que buscan relajarse del stress y
viajar.
Naturalmente, con el desarrollo de la trama se borra esa imagen, dejando en
cambio a un hombre transformado, reencontrado consigo mismo, con una
amplia y contagiosa sonrisa. Podría ser que lo mejor de Un buen año no sea la
actuación de Crowe ni las escenas campestres, ni las deliciosas charlas y
discusiones entre Max y los viñeros que atienden su viñero y su tío Henry, que
es nada menos que el hoy legendario Albert Finney, quien se encarga de criar
al sobrino con una serie de enseñanzas plenas de regocijo y sabiduría.
Todas las escenas entre Max y su tío son una delicia, porque rebosan de
sinceridad y recrean una relación humana salpicada por esa mezcla de alegría
y seriedad, de humor y sentido de la responsabilidad, que caracteriza a la
verdadera educación sentimental, no obstante con su sabiduría Max trata o
acoge todos los consejos que le daba su tío y él se enfoca más en su pación
que es la economía.
CONCLUSIÓN
Todos en este mundo estamos para hacer lo que nos apasiona y llegar hacer
con énfasis, llegando a cumplir cada uno de nuestras metas, no debemos
decaer luchar hasta el final.
Por: Fernando Ashqui