El documento habla sobre los dos mandamientos principales de la ley según Jesús: amar a Dios sobre todas las cosas y amar a tu prójimo como a ti mismo. Jesús enseña que Dios no quiere siervos sino amantes, y que el amor es lo más importante. El amor verdadero se demuestra compartiendo alegrías y tristezas con los demás, así como ayudando a los pobres y marginados, al igual que lo hizo Cristo Jesús.

1. DIOS NO QUIERE SIERVOS,
SINO AMANTES …
Mt. 22, 34-40 DOM XXX Ciclo ‘A’

2. 34 . “En aquel tiempo,
los fariseos, al oír que Jesús
había hecho callar a los saduceos,
formaron grupo.

3. 35. Y uno de ellos,
que era experto en la Ley,
le preguntó para ponerlo a prueba:

4. 36. «Maestro,
¿cuál es
el mandamiento principal
de la Ley?»

5. 37. Él le dijo:
«"Amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón,
con toda tu alma,
con todo tu ser."

6. 38. Este mandamiento es el
principal y primero.
39. El segundo es semejante a él:
"Amarás a tu prójimo
como a ti mismo."

7. 40. Estos dos mandamientos,
sostienen la Ley entera
y los profetas.»

8. Quien ama
satisface
el querer
de Dios;
Dios no quiere siervos sino amantes.

9. El obediente se diferencia
del siervo,
en su capacidad para amar,
siempre y a todos.

10. Lo primero y lo más importante
es el amor,
no la ley.
Cuando falla el amor,
todas las leyes son insuficientes.

11. Sólo amando
se satisface
el querer de Dios.
Si cumplimos sólo por
cumplir, olvidamos lo
más importante:
¡El amor!

12. Amar a alguien como a uno mismo,
es amarlo como
si fuera de mi familia …

13. No podemos separar la
religión de la justicia…

14. Vivimos en un mundo donde hay
millones de personas
pobres y marginadas.

15. ¿Nos damos cuenta
de tantos atropellos?

16. El amor a Dios es la razón
para amar al prójimo
y el amor
al prójimo es la garantía
de que nuestro amor a Dios
es verdadero.

17. El amor se vive
compartiendo
las alegrías
y las tristezas.

18. El amor a Dios se prueba amando
a los hermanos.

19. Enséñanos a hacer de
nuestra vida un don
para los demás,
Ámbito Misionero
como lo hizo Cristo
Jesús.
¡Así sea!
DIOS BUENO:
redescubriendo
la alegría de amar,
de dar y recibir
AMOR,