El documento discute dos tipos de explotación: explotación no perjudicial como petróleo y gas, y explotación perjudicial como litio y fracking. Señala que la explotación de litio y fracking, que implican fracturar rocas profundas, son dañinas para el medio ambiente a pesar de su importancia, mientras que la explotación de petróleo y gas puede realizarse de manera sostenible si se implementan las medidas adecuadas.