1. LA CAPA NEGRA DE CARAVACA
La “capa negra” de Caravaca se encuentra en el barranco del Gredero,
situado a unos 3 km al sur-suroeste de esta población.
Es una capa arcillosa de color gris-verdoso de unos 2 o 3 cm de espesor,
que se encuentra intercalada entre calizas rosadas y que marca el límite
entre el Cretácico y el Terciario (límite KT) y que se ha encontrado en cerca
de 100 lugares repartidos por todo el planeta, tres de ellos en España.
Esta capa contiene una gran cantidad de iridio, elemento muy denso,
poco abundante en la Tierra pero muy abundante en los meteoritos.
Sanidina, mineral de origen volcánico. Cuarzo con estructuras originadas por
impactos meteoríticos y altas concentraciones de hollín.
La “capa negra” se depositó a finales del Cretácico y se ha interpretado
de la siguiente manera:
Hace unos 65,5 millones de años impactó un gran meteorito de 10 km de
diámetro que pudo producir un cráter de unos 150 o 200 km de diámetro y
que cayó cerca de Méjico, produciéndose en primer lugar terremotos y
grandes incendios.
Luís Álvarez, premio nobel de física, y su hijo, el geólogo Walter
Álvarez, sostienen que el impacto habría levantado una nube de polvo hacia
las capas altas de la atmósfera, una nube lo bastante grande como para
cubrir el mundo y ocultar el sol durante más de un año. En el interior de los
continentes, las temperaturas pudieron caer por debajo del punto de
congelación, y la nube de polvo fue convirtiendo el día en noche, suprimiendo
la fotosíntesis vegetal y eliminando la base de las cadenas alimentarias
tanto terrestres como marina. Como es obvio, los más perjudicados fueron
los animales de mayor tamaño, como los dinosaurios, con altas necesidades
alimentarias, y la mayoría de sus depredadores.