El documento resume las carreras de dos fotógrafos colombianos, Indira Restrepo y Aldo Brando. Indira Restrepo ha retratado a muchos escritores y personalidades famosas de todo el mundo. Ella es conocida por capturar la esencia de sus sujetos en sus retratos. Aldo Brando se enfoca en la fotografía de la naturaleza y ha documentado paisajes y especies en peligro de extinción en Colombia. Ambos fotógrafos buscan ofrecer una alternativa a las imágenes comerciales dominantes a través de
1. por María Ximena Plaza
La magia detrás
de la fotografía
E
xpertos o aficionados de la
fotografía los envidian: ella ha
sido de las pocas colombianas
que ha retratado a Gabriel García
Márquez en su casa en México y él ha
logrado la insólita hazaña de plasmar,
a través de la lente de su cámara, los
colores de los arrecifes de coral de la
isla Malpelo. Indira Restrepo y Aldo
Brando han llegado a reflejar lo que
muchos fotógrafos apenas pueden
imaginar en sueños.
Y no sólo la primicia de los perso-
najes o la novedad de los sitios que
aún eran ‘vírgenes’ los ha convertido
■
en los fotógrafos más apetecidos de
editoriales como Villegas Editores, sino
■ P E R F I L
también su arrojo al transmitir las risas
de una conversación acalorada entre
escritores como Germán Espinosa o
Carlos Lleras de la Fuente, o entregar,
en dos planos, la fuerza del océano
Pacífico.
62 Por eso prefieren regodease en
estas experiencias impresas en imáge-
nes, antes que quedarse, sencillamente,
en el registro de instantes. Un deleite
C r e d e n c i a l
que provocó que la fotografía sea su
obsesión al enfocar con sus ojos las
caras carismáticas, o descubrimientos
de la naturaleza, sin importar que
terminen exhibidos o no en una valla
publicitaria.
R e v i s t a
José Emilio Pacheco, escritor y poeta, México. Indira Restrepo, 2004.
2. Perfil
El ángel de Indira
Indira Restrepo no detuvo a
artistas, escritores o filósofos en las
calles. Fueron ellos quienes creían
conocerla desde antes. Fue así como el
pintor colombiano David Manzur,
mientras salía de una sala de cine del
centro comercial Atlantis, la saludó
efusivamente Indira y alabó su ángel.
Ese ángel que no la hace pasar
desapercibida para personalidades
políticas como el ex presidente Andrés
■
Pastrana Arango, ni tampoco en
■ P E R F I L
ciudades tan cosmopolitas como
Nueva York. Para entonces Indira las
consideraba felices coincidencias, hasta
que asistió a un seminario con Mario
Vargas Llosa y R.H. Moreno Durán. La
tertulia con estos escritores se extendió
64 fuera del evento académico y, sólo
después de conocerlos en su cotidiani-
dad, afinó su mirada para tomarles un
retrato.
C r e d e n c i a l
A partir de esa época, cuando
todavía era una estudiante de fotogra-
fía que vendía sus reproducciones en la
Feria del Libro, ha capturado escritores
en cerca de 150 retratos que contienen
el fruncir de la frente, o la mirada
misteriosa o perpleja de muchos de los
R e v i s t a
genios culturales del planeta. Desde el
Eduardo Arino, caricaturista, México. Indira Restrepo, 2004.
3. Perfil
mismo Manzur, que manifestó “me
siento yo en las fotografías de Indira”,
el escritor Álvaro Mutis hasta el
filósofo francés Francois Jullien han
pasado por su lente, aunque también
tenga en su archivo retratos de perso-
najes anónimos captados en diferentes
partes del país.
Fue en el año 2003 en que su
nombre sonó en el país por su visita a
la casa de Gabo, donde el cotidiano del
Nóbel quedó capturado en sus negati-
vos. Sin embargo ella expresa más
emoción que nostalgia al recordar
cómo fue que se adentró en la intimi-
dad del pintor mexicano Francisco
Toledo y luego halló la escena para
reflejarlo: sentado, con los pies descal-
zos, sobre uno de los escalones que
conducían hacía la iglesia de Oaxaca.
Ella es la única colombiana que
entró al exclusivo quinteto de personas
■
en el mundo que han retratado a este
mexicano, y es de las pocas mujeres
■ P E R F I L
que se puede encontrar en el libro de
los 50 últimos años de fotografía de
Colombia, editado por Planeta y el
Museo Nacional.
En la búsqueda de ángulos inéditos
de personajes que se han transformado
66 en símbolos espirituales o de la moda,
viajó hace algunos días a Europa para
fijar con el secretario privado del Dalai
Lama el día en que detalle con su lente
C r e d e n c i a l
el gesto pacífico de este líder espiritual.
También está en sus planes el garbo
del diseñador Giorgio Armani. ◆
Francisco Toledo, pintor, Oxaca, México. Indira Restrepo, 2003.
R e v i s t a
4. Perfil
Dos fotógrafos le apuestan, desde la cultura y la ecología,
a la búsqueda de un antídoto para la avalancha de
imágenes de cuerpos esculturales y objetos tecnológicos.
Artista de la naturaleza
En lo alto de un árbol o de una
montaña, Aldo Brando imaginaba lo
que sería esa Colombia ausente de los
libros, las revistas y la televisión y, que
en esos momentos se le perdía de
vista.
La biología marina fue sólo el
medio para acercarse a esas zonas
inexploradas, porque su verdadera
misión era hacer cine etnográfico o
naturalista, una filosofía de vida que
había contraído de un amigo argentino
hippie de la Universidad, quien además
era un devoto ecólogo que confeccio-
■
naba su propia ropa.
Después de ayudar a Brian Mozart
■ P E R F I L
en los rodajes de documentales para la
BBC sobre indígenas amenazados, y a
Peter Creutzberg en sus incursiones
filmadas de las profundidades del mar,
se dio cuenta de que por los altos
costos que implicaba, el cine era un
sueño irrealizable y que era más 63
“aterrizado” recurrir a la fotografía
para “ver y descubrir”.
Un oficio que aprendió cuando se C r e d e n c i a l
desempeño como el fotógrafo oficial de
un grupo callejero de teatro, y también
como uno de sus acróbatas. Ahora la
fotografía era una pasión que lo
impulsó a recorrer el ancho y largo del
país y a efectuar una travesía entre
R e v i s t a
Águila de los andes tropicales. Reserva Nirvana,
Valle del Cauca. Aldo Brando.
5. Alaska y Chile, con el propósito de
registrar a los animales en vía de
extinción y también los desastres
naturales.
El movimiento de las olas o los
rayos de sol que se filtran a través del
agua son los protagonistas del calenda-
rio Colombia Ilum inada 2006, una
retrospectiva que resume los 23 años
de trabajo de Aldo Brando.
Pero quizá el protagonista más
insólito del calendario sea un águila
que sorprende con la imponencia de
sus ojos rojos. Para lograr que ‘posara’,
Brando se volvió un experto en la
cetrería: comprendió la técnica con
que las aves comparten su presa con
los humanos y así logró una relación
más cercana con este animal, de modo
■
que intuyera cómo y que momento no
■ P E R F I L
sería esquivo ante la cámara.
A través del calendario y publica-
ciones como Trópico, Arrecifes del
Caribe y Manglares, este pionero de la
escalada en Colombia abona terreno
para que la naturaleza pueda elevarse a
una forma de arte. ◆
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Reflejos del atyardecer sobre la Costa Caribe,
Magdalena. Aldo Brando.
C r e d e n c i a l
R e v i s t a
Venado de cola blanca. Reserva Nirvana, Valle del Cauca. Aldo Brando.