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El viaje imposible. En México con Roberto Bolaño
Fall River, John Cheever
Cerrado por melancolía, de Isidoro Blaisten
Teoría de todo, de Paula Lapido
El trepanador de cerebros, Sara Mesa
Los líquenes del sueño, Ángel Olgoso
Beria y alrededores, Alfredo Mozas
Opio en las nubes, de Rafael Chaparro
Lo breve, Cristina Grande
Solanar y lucernario, Ramón J. Sender
Primavera 2010




Un viaje sin billete al México de Roberto Bolaño
                                                                                       meado de la experiencia personal del
                                                                                       individuo y transformado posterior-
                                                                                       mente en materia ficcional. Cuando
                                                                                       los autores emprendieron este viaje,
                                                                                       iniciando la búsqueda de las imágenes
                                                                                       que integran el presente libro, sabían
                                                                                       de antemano que, en sentido estric-
                                                                                       to, documental, no encontraríamos el
                                                                                       México de Bolaño.

                                                                                          La fotografía refleja una tensión es-
                                                                                       pecial, casi paradójica, por la cual el
                                                                                       irrecuperable aislamiento de las es-
                                                                                       cenas fotografiadas se inscribe en un
                                                                                       momento dirigido hacia adelante, que
                                                                                       transmite al espectador el sentimiento
                                                                                       de que hubiera algo en la imagen que
                                                                                       le fuera sustraído, ocultado, de forma
                                                                                       parecida a como se siente, a menudo,
                                                                                       el lector de la obra de Bolaño, en una
                                                                                       espera eterna, en busca de algo que no
                                                                                       se sabe qué puede ser.
   En uno de los relatos encontrados        una labor imposible. Porque el viaje al       Son reflexiones ensayísticas que
en el ordenador de Roberto Bolaño           México de Roberto Bolaño es un viaje       evocan instantes disueltos en el tiem-
después de su muerte y publicados bajo      imposible en muchos sentidos. Fue im-      po, diálogos artísticos entre las citas
el título El secreto del mal (2007), Bo-    posible para el mismo Bolaño volver a      de Bolaño y las fotografías
laño hizo el «viaje imposible» al Méxi-     este espacio de la memoria, y su muer-
co de su juventud que había dejado li-      te tan temprana en 2003 puso fin a toda
terariamente profetizado en uno de sus      posibilidad de regreso.                     El viaje imposible. En México
relatos, «Muerte de Ulises Lima», don-                                                  con Roberto Bolaño
de cuenta cómo su alter ego Arturo Be-         Asimismo, los lugares no son sim-        Dunia Gras, Leonie Meyer-Kent-
lano vuelve al D. F. después de más de      ples lugares, inamovibles, eternos, sino    ler y Siqui Sánchez
veinte años.                                que la coordenada espacial se cruza con     ISBN: 978-84-96911-22-2
                                            la del tiempo. Un tiempo subjetivo, per-    PVP: 25 euros
   En este libro los autores realizaron
el mismo recorrido que los personajes
de Bolaño. El resultado es una precio-
sa combinación entre las fotografías de
Siqui Sánchez y los textos de Meyer-
Kentler y Dunia Gras, amiga y entre-
vistadora en numerosas ocasiones de
Bolaño. Una obra definida en una es-
tructura exquisita que transportará al
lector al imaginario del autor: prosti-
tutas, proxenetas, parados, personajes
todos ellos en el límite de la vida y la
muerte.

  Desde el D. F. hasta el desierto de So-
nora, de la frontera con USA hasta Ciu-
dad Juárez, intentar atrapar ese México
para mostrarlo en imágenes al lector es



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                                                                                             Cheever no es un autor fácil. A sus
                                                                                          relatos hay que darles respiro y pausa,
                                                                                          entender la herencia del gintonic, los
                                                                                          excesos y la doble americana, pero es
                                                                                          imprescindible para comprender la na-
                                                                                          rrativa americana de los cincuenta. Su
                                                                                          nombre permanece a la espera de lau-
                                                                                          reles junto a Hemingway, Salinger, Car-
                                                                                          ver, Updike, Bukowski, Ford o Foster
                                                                                          Wallace, oculto para el gran público
                                                                                          hasta que Fresán lo antologó en el 2002
                                                                                          y dejó de ser el nadador olvidado.
                                                                                             Apostamos por Cheever, el resucita-
                                                                                          do. Un escritor firme y sólido, dual pero
                                                                                          contradictorio a la luz del foco más per-
                                                                                          sonal: protestante, conservador, casado
                                                                                          y con hijos, lector de Ovidio, Virgilio
                                                                                          y Homero y, a un tiempo, homosexual,
                                                                                          alcohólico, drogadicto, fumador empe-
Desde las fronteras del Edén llega                                                        dernido. De su mano descubrimos que
                                                                                          somos imperfectos, incoherentes, estú-
John Cheever                                                                              pidos y en suma, contradictorios.
                                                                                             Cheever fue el hijo de un padre au-
   Con la publicación de Fall River en     llar con la perfección de sus textos de        sente que perdió todo en la depresión
la colección Voces de Tropo Editores,      madurez, permiten vislumbrar ya la ge-         de los treinta y una anticuaria culta, el
se inaugura un espacio para los libros     nialidad de narrador así como los te-          menor de dos hermanos destinado al
traducidos de otras lenguas por prime-     mas que le obsesionarán durante toda           fracaso, el marido insatisfecho, el aman-
ra vez en España.                          su obra: la culpa, la fe, la vida de la gen-   te relegado. Sobrevivir fue su victoria.
   Con prólogo de Rodrigo Fresán, re-      te común en los suburbios de los Esta-
úne textos que fueron publicados ini-      dos Unidos.                                       Entendemos al Cheever escritor. El
cialmente en las revistas Cosmopoli-          Considerado el Chéjov de los subur-         único lugar donde no te expulsan del
tan, The New Republic, The Atlantic        bios, el narrador más insidioso de la          colegio a los diecisiete años por indisci-
Monthly y Colliers entre 1931 y 1949:      clase media estadounidenses, fue ami-          plinado y fumador, donde es posible do-
«Fall River», «Late Gathering», «Bock      go de Dos Passos, Cummings y Agee,             minar la caótica existencia, se encuentra
Beer and Bermuda Onions», «The Au-         es un cronista sensible. En sus épicas         entre páginas de papel. Su envergadura
tobiography of a Drummer», «In Pas-        suburbanas la dueña de casa encuen-            narrativa nos deslumbra, «no poseemos
sing», «Bayonne», «The Princess», «The     tra el infierno entre los precursores de        más conciencia que la literatura».
Teaser», «His Young Wife», «Saratoga»,     Palm Beach y La Moraleja, mientras to-
«The Man She Loved», «Family Din-          dos anhelan unas vacaciones familiares.          Describe los suburbios, la América
ner» y «The Opportunity» y que hasta       El único consuelo reside en la blasfe-         profunda, a sabiendas de que el cielo
ahora, permanecían inéditos en Espa-       mia con fuerza de mantra, los escrito-         en la tierra es un arquetipo tan absurdo
ña. El cuento de Cheever es un reman-      res se redimen de la lujuria a cuenta de       como el de borrachera sin resaca.
so de historias corrientes, de verbenas    manzanas, los millonarios nadan para
de barrio, de dignos vecinos al desnu-     descubrirse y los heroinómanos fratici-
do que encuentran respuesta antes del      das lloran con lagrimas de ángel caído.
último latido en pequeños universos
donde sus miserias y sus glorias retra-       No creemos en otro Paraíso que no
tan un modo auténtico de entender la       sea el de Cheever.
vida. Estos trece textos tempranos del
afamado maestro norteamericano, que
consideraba que el relato era la forma        Fall river, John Cheever
más adecuada para representar la exis-        Prólogo de Rodrigo Fresán
tencia de las personas, son relatos de        ISBN: 978-84-96911-24-6
iniciación, de aprendizaje, que sin bri-      PVP: 19 euros



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Primavera 2010




Colgamos el cartel de Cerrado por melancolía
    Isidoro Blaisten de definía como «un
simple escritor». Como buen cultivador
de lo popular, recoge magistralmen-
te las palabras de la calle y las devuelve
a los lectores reconvertidas en un licor
sutil y embriagador. Cerrado por me-
lancolía es ahora recuperado en la co-
lección 2º Asalto, uno de los mejores
cuentistas argentinos del último tercio
del siglo XX, continuador de la mejor
tradición argentina que engarza a Bor-
ges o Cortázar.
    Cerrado por melancolía fue el car-
telito que el ocurrente escritor Isidoro
Blaisten puso al clausurar, en 1981, la
librería que tenía en una galería en San
Juan y Boedo, Buenos Aires. Por su li-
brería pasaban soñadores de proyectos
inacabados, estudiantes de letras y todo
aquel que le guardaba afecto. En 1981,
desanimado, la cerraría para atender sus
talleres literarios. Lo hace porque la an-
gustia económica no lo perdonaba.
    El libro de igual título que el car-     cos creen ver en su cuento Y vendrá la       La pulsión de escribir
tel es una de las obras más aplaudidas       muerte y tendrá tus ojos (Cerrado por
de Blaisten. Un libro de relatos, géne-      melancolía) el reflejo de un país asedia-    Isidoro Blaisten repite, en sus talle-
ro que cultivó el autor casi en exclusivi-   do por la dictadura. «Los derechos de    res, hasta el cansancio, que la literatura
dad, que cuenta desde el humor, desde        autor, por mejor que uno venda, son      es un trabajo, que el arte, guste o no, es
el absurdo, desde la carcajada.              algo intangible y remoto, una entele-    forma. O como decía Jean Paul Sartre
    Fue su modo de reconocer uno de          quia. Les digo que en este país nadie    es poner en forma.
sus fracasos profesionales y comercia-       lee, todo el mundo escribe. Escriben        «A lo mejor escribir no sea más que
les, que, afortunadamente para sus lec-      los abandonados y las abandonadas, los   una de las formas de organizar la locu-
tores, terminaron llevándolo a volcar su     pudientes que se dan cuenta de que el    ra. Este libro no es más que una forma
energía vital al oficio de escribir.          dinero no hace la felicidad, los que no  de organización o entendimiento (para
    A partir de entonces se destacará        pueden conseguir trabajo porque traba-   el caso es lo mismo) de mi historia per-
como cuentista. Al preguntársele por         jar los angustia. Escriben también los   sonal. Creo que si pudiera escribir cinco
qué los cuentos, Blaisten sentenciará:       que tienen talento. Y digo también que   cuentos perfectos mi vida estaría justi-
«No sé si el cuento es una manera de         si bien la palabra es de todos, y que para
                                                                                      ficada».
vivir como la poesía, pero sé que escri-     escribir no hace falta más que un lápiz y   «¿Qué es un cuento perfecto? Un
bir cuentos es una manera de mirar».         un papel, el hecho de tener un hermo-    cuento que permanece. Sobrepasa el re-
    Escribió Sucedió en la lluvia (1965),    so sufrimiento o de haber sido echado    sentimiento y la lucidez; toca el corazón
La felicidad (1969), La salvación (1972),    de la casa paterna no basta para produ-  de la gente. Es decir, le puede gustar a
El mago(1974), Dublín al Sur (1980),         cir un texto digno y decoroso».          Barthes como a los muchachos de San
Cerrado por melancolía (1981), Cuen-                                                  Juan y Boedo.
tos anteriores (1982), Anticonferencias         El 28 de agosto de 2004, a los seten-    De cualquier forma quien abra este
(1983), A mí nunca me dejaban hablar         ta y un años, le faltó aire y se marchó libro se encontrará con que está dedi-
(1985) y Carroza y reina (1986).             con lo puesto.                           cado a mi analista. Quizá, como el loco
    Este año apareció una nueva versión                                               aquel, yo también podría escribir: “no
de su libro El mago con la inclusión de                                               me cure de la locura, doctor, es lo úni-
veinte nuevos cuentos. Y al hablar de          Cerrado por melancolía, Isidoro
                                                                                      co que tengo”».
literatura habla de la vida, como ocu-        Blaisten
rre con los buenos escritores refleja el       ISBN: 978-84-96911-23-9
                                                                                            • Isidoro Blaisten sobre Cerrado por
tiempo que le toca vivir. Muchos críti-       PVP: 18 euros
                                                                                          melancolía en su primera edición.


                                                                 4
Primavera 2010




Persigue un imposible con Teoría de todo
                                                                                       Deseos y deberes para el 2010

                                                                                          1. Amarás la literatura sobre todas
                                                                                       las cosas. Bueno, se permite que ames
                                                                                       otras cosas, como la música, el cine, la
                                                                                       comida o el sexo, pero, cuidadín, no te
                                                                                       vayas a despistar.

                                                                                         2. No tomarás el nombre de Proust
                                                                                       (Faulkner, Auster, Gogol...) en vano.

                                                                                         3. Santificarás las fiestas y las apro-
                                                                                       vecharás para escribir la dichosa novela
                                                                                       que no acabas de arrancar, en lugar de
                                                                                       tumbarte a la bartola.

                                                                                          4. Honrarás a tu padre y a tu madre,
   Los personajes de Teoría de todo         verso, desde sus componentes subató-       y a tus amigos, y a tu perro, sobre todo
de Paula Lapido persiguen imposibles        micos a las grandes galaxias, una úni-     cuando tengan que soportarte cuando
sin ellos saberlo. El superhéroe en ple-    ca ecuación perfecta y gobernable. Nos     te atasques con la historia y te sientas
na crisis existencial que ya no quiere      recuerda la literatura inglesa del siglo   miserable y te preguntes por qué de-
salvar al mundo sino que le dejen en        XX, a Herman Melville, a Irving Welsh,     monios crees que puedes escribir algo
paz y dedicarse al voyeurismo; la mu-       y sin embargo mantiene una textura di-     que merezca la pena y que aporte algo,
jer que, un buen día, deja de soñar con     ferente y única.                           cuando tienes por detrás toda una His-
gatos y su existencia se vuelve una tra-       Teoría de todo es un libro de rela-     toria de la Literatura (con mayúscula)
gedia; un hombre lobo con vocación          tos que emociona, pone los pelos pun-      que te mira amenazadoramente desde
frustrada por el cine de terror; el poeta   ta y nos recuerda que el tiempo pasa,      tus estanterías de Ikea.
dadaísta que se enamora sin remedio         que los múltiplos y denominadores que
de una diosa celta de la guerra o ese       marcan el destino esconden bromas pe-        5. No plagiarás, ni con la excusa de la
estudiante de la vivisección en el Re-      sadas.                                     metaliteratura.
nacimiento que descubre lo extraordi-
nario y placentero de las setas veneno-                                                   6. No cometerás actos impuros con
sas... Se lanzan contra sus deseos con       Teoría de todo, Paula Lapido              el objetivo de publicar tu libro (o, bue-
los ojos cerrados, inmersos en la teo-       Prólogo de Patricia Esteban Erlés         no, tú verás).
ría de todo donde sus componentes            ISBN: 978-84-96911-21-5
subatómicos pretenden hacer del uni-         PVP: 17 euros                                7. No procrastinarás (aunque te tien-
                                                                                       te mucho esa serie de la tele que te aca-
                                                                                       bas de bajar de la mula).

                                                                                          8. No harás que tu protagonista se
                                                                                       despierte de un sueño al final de la his-
                                                                                       toria, ni ocultarás información con fi-
                                                                                       nes fraudulentos, ni le harás trampas al
                                                                                       lector.

                                                                                          9. No consentirás pensamientos ni
                                                                                       deseos danbrownianos (ni en momen-
                                                                                       tos de debilidad. No. No aceptamos
                                                                                       domingo de resaca).

                                                                                          10. No codiciarás los premios litera-
                                                                                       rios ajenos..., o solo un poquito.


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Primavera 2010




Vicisitudes y andanzas del trepanador de cerebros
   El trepanador de cerebros es la pri-
mera novela de la escritora Sara Mesa.
Transcurre en una ciudad sin nombre
pero con espacios perfectamente reco-
nocibles en nuestra cultura: barrios pe-
riféricos, centros comerciales, parques
temáticos, lugares multitudinarios do-
minados por la incomunicación y la so-
ledad. En ellos conviven el ruido de un
martillo neumático junto al silencio de
unos enormes laboratorios, lo sórdido
de los callejones con olor a orín junto a
la exquisitez de los salones de té.
   Cuenta la historia de un grupo de
personajes dispares y estrafalarios que
se ven unidos bajo el magisterio de Ed-
gardo Negroni, un entomólogo argen-
tino de orígenes misteriosos. Narrada
con un lenguaje fresco, lleno de imáge-
nes sorprendentes, con un ritmo per-
fectamente controlado para mante-
ner la tensión, la obra se ahonda en los     Doble billete al paraíso
equilibrios de las relaciones personales,
en la necesidad del ser humano se sen-          «En el número 27 del Pobal, 3º iz-       gardo Negroni pareciera pensar que la
tirse aceptado y de cómo, para ello, es      quierda, habitación del fondo, duran-       capacidad de la habitación no tiene fin:
capaz de llegar a límites que nunca hu-      te un intervalo aproximado de seis me-      tras Rosanna, invita a las tertulias a los
biera sospechado.                            ses, se producen inquietantes reuniones     gemelos Capiscol, tan risueños y diver-
   El trepanador de cerebros introduce       nocturnas. Para los personajes que las      tidos que nadie podría atreverse a in-
en el mundo de la novela a una autora        protagonizan el día se resbala casi sin     sinuar que sobran. Pronto son acep-
con una voz sencilla, diáfana, pero, sin     querer, únicamente expectante de la no-     tados y Negroni se muestra satisfecho
embargo, de unas propiedades miméti-         che y de sus sombras. El día no es más      con este grupo que, de momento, no
cas casi milagrosas que consigue hacer       que una espera, y está hecho de sábanas     ampliará.
creíbles a enanos que venden su alma         mojadas, de párpados entrecerrados y           «Demasiadas personas en tan poco
por Internet, críticas de películas sobre    de ruidos amortiguados por el desáni-       espacio crean una especie de caldo de
culos, gemelos ladrones o gurús de la        mo y la pesadez.                            cultivo de ideas infructuosas, proyectos
alta sociedad. Sobre ellos se posa una          «Pero cae la tarde y nuestros perso-     baldíos y conspiraciones incompletas y
mirada fría, que no pretende explicar ni     najes parecen renacer, redescubrirse y      endebles.»
justificar sus historias, sino simplemen-     palpitar de otra forma distinta. Hablan,
te mostrar las desviaciones de lo falsa-     paladean las horas intocadas, discuten,
mente llamado cotidiano.                     se aman secretamente, dejan que sus            * Sara Mesa ha publicado los libros
   Es considerada por muchos una es-         respectivas soledades choquen entre sí      de relatos La sobriedad del galápago
critora heredera de grandes autores          como polillas atontadas por la luz.         y la novela juvenil No es fácil ser ver-
como John Kennedy Toole y Eduardo               «Al principio únicamente son el Cha-     de. Con ella ganó el premio Tritoma de
Mendoza, Sara Mesa recuerda al estilo        mán, su chica, Sylvia, y Edgardo Negro-     Narrativa Joven. También es autora del
experimental de los autores oulipianos       ni. Mientras los dos hombres hablan,        poemario Este jilguero agenda galardo-
franceses o los patafísicos derivados de     Sylvia los escucha entretenida y escri-     nado con el Premio Nacional de Poesía
Arrabal y Topor. La autora tiene la ca-      be en el viejo portátil ideas, fragmen-     Miguel Hernández.
pacidad de hacer reír y llorar al mismo      tos sueltos, versos malos y sueños in-
tiempo, de fragmentar a los personajes       cumplidos. Poco después se suma a las
para mostrar las partes más ridículas y      tertulias una tal Rosanna, que el propio
                                                                                           El trepanador de cerebros, Sara
fascinantes de nosotros mismos, de po-       Negroni trae salida de dios sabe dón-
                                                                                           Mesa
ner sobre la palestra los vicios de la so-   de, con sus poses de femme fatal y el rí-
                                                                                           ISBN: 978-84-96911-25-3
ciedad actual.                               mel siempre corrido bajo los ojos. Ed-
                                                                                           PVP: 17 euros



                                                                6
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Olgoso cultiva líquenes del sueño                                                      Revista de prensa

                                                                                       «Un escritor de la estirpe de Borges, de
                                                                                       Felisberto Hernández, de los que po-
                                                                                       seen una abrumadora capacidad de fa-
                                                                                       bular y de resumir la vida, y sus enig-
                                                                                       mas, en dos páginas. Estos cuentos, de
                                                                                       cuentista estricto, en los que hay una
                                                                                       alquímica fusión de realidad y ficción,
                                                                                       con ese extrañamiento feliz que redon-
                                                                                       dea las narraciones, dan una idea de su
                                                                                       imaginación, de su elegancia narrativa
                                                                                       y de sus variados recursos.»
                                                                                       ANTÓN CASTRO

                                                                                       «Es un escritor de culto, un maestro
                                                                                       del cuento y de lo inquietante, con una
                                                                                       prosa rica y exacta y la mejor artillería
                                                                                       perturbadora, oscura y fantástica.»
                                                                                       JUAN JACINTO MUÑOZ RENGEL

                                                                                       «Ángel Olgoso es un buceador de si-
                                                                                       mas profundas, un coleccionista de ob-
                                                                                       jetos raros e insensatos, un poeta en
                                                                                       relato libre, un carpintero que se ciñe a
                                                                                       las maderas nobles, un mago sin chis-
   Ángel Olgoso es un escritor multi-       nero breve, del microrrelato y del cuen-   tera, es la respuesta a la pregunta de
disciplinar, variado y con conocimien-      to fantástico; un narrador al margen de    para qué ser escritor de relatos; Ol-
tos enciclopédicos, muy bien docu-          las modas con una capacidad verbal,        goso tiene la capacidad de contarnos
mentado pero que, sin embargo, no           una versatilidad y una potencia imagi-     cada relato como si sintiéramos que
permite que trasluzca en ningún mo-         nativa portentosas; un exquisito prosis-   está construido para nosotros, tallado
mento ese trabajo previo.                   ta y constructor de mundos extraños,       en exclusiva como una piedra preciosa;
   Los líquenes del sueño es un maravi-     alternativos, oníricos o visionarios que   Olgoso es el autor de esa obra maes-
lloso libro de relatos, con un nivel téc-   siempre sorprenden al lector.              tra, Los demonios del lugar, uno de los
nico increíblemente exacto, sintaxis y         Olgoso concibió Los líquenes del        mejores libros de relatos que he tenido
gramáticas perfectas, con multitud de       sueño como una especie de antología        la fortuna de leer, en cualquier lengua,
recursos narrativos y cambios de regis-     de sus primeros veinte años de rela-       en los últimos años.»
tro interesantísimos. El libro está con-    tos, una rotunda afirmación de los sue-     MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ
formado por una colección de relatos        ños y la imaginación. En los intensos
de diferente longitud. Algunos de ellos,    argumentos de sus relatos, lo insólito,    «La máquina de languidecer es un deli-
reunidos en un capítulo denominado          lo inquietante y lo inesperado se unen     cioso muestrario de microcuentos, his-
«Las mixtiones naturales», casi se po-      hipnóticamente a la belleza depurada y     torias que surcan la mente del lector
drían definir como microrrelatos, mien-      convulsa del lenguaje. Cree que la in-     con la breve luminosidad de las estre-
tras que otros, agrupados en «Gabinete      visibilidad es elegante. Durante trein-    llas fugaces.»
victoriano», se alargan hasta configu-       ta años se ha dedicado exclusivamente      FÉLIX PALMA
rarse como una narración extensa, a         a cultivar su pequeño jardín de relatos
medio camino de la novela corta.            con una pasión tranquila y solitaria, no   «No se pierdan a Ángel Olgoso, y, des-
   A pesar de esta diferencia, el libro     por pretensiones de pureza artística -o    de luego, no les digo que no olviden su
no queda en absoluto descompensado,         no sólo- sino porque pensaba que un        nombre porque no podrán olvidarlo.
ya que los relatos no son una sucesión      escritor debía limitarse a escribir.       Será uno de los pocos inmortales.»
de texto sin conexión, sino que perma-                                                 MIGUEL ARNAS CORONADO
necen unidos por una pulsión interna
que arrastra al lector a encontrarse con      Los líquenes del sueño, Ángel            «Uno de los narradores andaluces con
diversas facetas de sí mismo.                 Olgoso                                   más proyección en el panorama narra-
   La crítica considera a Ángel Olgo-         ISBN: 978-84-96911-20-8                  tivo actual.»
so como un auténtico maestro del gé-          PVP: 18 euros                            FRANCISCO MORALES LOMAS


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Urgen exploradores para Beria y alrededores
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                                                                                            «En un recodo de la carretera que
                                                                                         va desde Pinedo a Beria, antes de cru-
                                                                                         zar el río por el puente medieval don-
                                                                                         de todavía cría una pareja de cigüeñas
                                                                                         de colores casi azules, como lo hacía
                                                                                         en los tempranos veranos que aún re-
                                                                                         cuerda Alfredo, junto a un ribazo don-
                                                                                         de abundan los matojos y juncos si el
                                                                                         invierno ha sido húmedo, y recosta-
                                                                                         da bajo un olmo que solo le da som-
                                                                                         bra por la tarde, hay una finca de unos
                                                                                         mil o mil quinientos metros cuadrados,
                                                                                         rodeada de un seto alto que más parece
                                                                                         una trinchera, como de dos metros, que
                                                                                         clarea por el norte, donde las heladas y
   Beria es un pueblo imaginario y en        rráneas que, en un estudiado desorden,      los vientos de enero dejan la huella de
su comarca transcurre la mayor par-          alternativa y momentáneamente, se van       su paso, y que está cerrada del lado de
te de los sucesos que se narran en una       viendo inundadas por una inquietante        la carretera por una cancela de dos ho-
sorprendente novela de Alfredo Mo-           luz.                                        jas de hierro forjado que conserva tes-
zas Gracia que acaba de ganar el XXIV           En la obra se superponen mundos y        timonio de épocas mejores, tiempos de
Premio Santa Isabel de Aragón, Reina         tiempos distintos: el bullicioso presen-    timbas y apuestas, pero también otros
de Portugal, en la modalidad de narra-       te urbano y un pasado rural, de lindes,     de juegos inocentes al escondite, de sal-
tiva breve.                                  mortajas y pólvora, que fue dejando su      tar a la comba, de explorar los confines
   Un libro bello y brutal, que recuerda     rastro, antes de agonizar del todo, en      de un universo que solo tenía cuatro-
un paisaje lleno de ecos que nos hablan,     periódicos viejos, testimonios cruzados     cientos metros de diámetro.»
casi al unísono, desde todos los ángu-       y archivos llenos de cadáveres. El diálo-
los y donde las voces van y vienen y re-     go entre esos dos tiempos, la manera en
botan en las rocas como balas perdidas,      que se asaltan el uno al otro, su modo
para ponerse al servicio de una historia     de afectarse y teñirse recíprocamente,
que, como todas las que valen la pena,       es paralelo y análogo a la relación, tan
está a su vez compuesta de otras más         misteriosa y poética, que existe a su vez
pequeñas que encajan entre sí como las       entre realidad y ficción, cuyos amores y
piezas de un puzzle que, una vez com-        batallas, atracción y rechazo, suponen el
pletado, mostrará mucho más que la           verdadero tema central de la novela en
suma de sus partes.                          su nivel más profundo.
   Es estimulante tropezarse, cuan-             Prologado por el escritor oscense
do uno menos lo espera, con una no-          Carlos Castán, cada título de Beria y al-
vela aragonesa de un joven autor tan         rededores tiene un enfoque y un regis-
poco pendiente de las tendencias últi-       tro diferentes, que mantienen atrapado
mas en cuanto al tratamiento del len-        al lector entre las redes de un univer-
guaje, textura de la prosa y elección de     so imaginario tejido con maestría y ha-
los diversos puntos de vista; una nove-      bilidad.
la comprometida con el idioma y con
la inteligencia del lector, y heredera de       El día 27 de octubre de 2009 se le
una tradición prematuramente preci-          concedió el XXIV Premio de Creación
pitada al olvido. La variedad de regis-      Literaria Santa Isabel de Aragón, Reina
tros, la riqueza léxica y la audacia en la   de Portugal en la modalidad de narra-         Beria y alrededores, Alfredo
estructura son el envoltorio formal de       tiva, por unanimidad, a Beria y alrede-       Mozas García
una historia honda y llena de recove-        dores, de Alfredo Mozas Gracia, desta-        ISBN: 978-84-96911-27-7
cos, rincones oscuros y galerías subte-      cando la solvencia de su narrativa.           PVP: 15 euros




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                                                                                            Cristina Grande se desvela como una
                                                                                         de las voces más potentes de su gene-
                                                                                         ración: es una narradora que desordena
                                                                                         las casualidades: hay también escritores
                                                                                         que desde la lenidad y los silencios sa-
                                                                                         ben perturbarnos. Parece que no expo-
                                                                                         nen y dicen más de lo posible.
                                                                                            Frente a la realidad tiene una inquie-
                                                                                         tante manera de mirarla con métodos
                                                                                         más o menos diferidos, exentos de én-
                                                                                         fasis, que no eluden la crueldad, la ter-
                                                                                         nura, la brutalidad, la desolación, la pa-
                                                                                         sión y su envés, la alegría del sexo, del
                                                                                         vino, de la aventura, de la curiosidad…

                                                                                            Sus personajes intentan desde la iro-
                                                                                         nía vencer sus propias incertidumbres,
Brevedad de Cristina Grande                                                              afrontar las pequeñas batallas cotidia-
                                                                                         nas del amor, el miedo y el deseo con
    Lo breve es un nuevo libro de bol-         guez, Augusto Monterroso, Claire Cas- dignidad y humor. Relatos punzantes,
sillo, dentro de la colección telegrama,       tillon...».                               directos, breves, sus dos libros de cuen-
que recoge parte dispersa de la obra de            La fotografía es otro de los espacios tos publicados hasta ahora presentan
la escritora Cristina Grande. «Los re-         creativos frecuentados por la narrado- una mirada distinta y llena de frescura.
latos cortos me permiten escribir con          ra aragonesa, que considera que la ima-
más alegría, con más fluidez». Así ex-          gen y la palabra son herramientas que        «Personalmente, no me va el discur-
plica la escritora Cristina Grande su pa-      se parecen poco entre sí, aunque en       so catastrofista de aquellos agoreros
sión por las historias breves.                 un momento dado puedan servir para que hablan de lo mal que está el mundo
     En él se pueden encontrar relatos         contar la misma historia.                 y la humanidad. Hasta los personajes
que vieron la luz en pequeñas publica-             Ha publicado dos libros de relatos, más cínicos y amargados tienen dere-
ciones, artículos o ensayos con perso-        La novia parapente (Xordica) y Direc- cho a la esperanza» manifiesta la escri-
nalidad propia, capaces de arrastrar al       ción noche (Xordica), con el que fue fi- tora española Cristina Grande
lector a pequeños espacios que caben          nalista del Premio Setenil 2006; y una        Lo breve es una recopilación de re-
en un bolsillo, un derroche de intuición      novela, Naturaleza infiel (RBA), que        latos que ponen de manifiesto su con-
creativa por parte de la autora que con-      ha cosechado elogios de la crítica. Esta cepción del cuento, tal como ella mis-
duce su escritura hacia un territorio de      tercera obra se tradujo al italiano y su ma explica: «Creo que el cuento cada
conexiones emocionales con el lector.         autora fue nombrada Nuevo Talento vez ocupa más espacio en el panora-
    Cristina Grande es capaz de hacer         Fnac. Ha participado en numerosos li- ma literario. Aun así, a mí los editores
lo que pocos escritores que escriben          bros colectivos. Desde 2002 es colum- suelen preguntarme si estoy escribien-
en castellano hacen: dejar que las elip-      nista de Heraldo de Aragón.                do alguna novela. Está claro que si un
sis, los silencios, lo implícito digan más,        La colección Telegrama preten- autor quiere hacer carrera literaria tie-
mucho más que las palabras. Cuenta lo         de fomentar el gusto por los libros de ne que pasar por la novela, porque es lo
que se ve, pero importa más lo que no         bolsillo de autores aragoneses. Así, en que demanda el mercado. Pero también
se ve.                                        los tres primeros años de vida de la co- creo que cada escritor tiene su propia
    Considerada como una escritora de         lección, aparecieron Papeles dispersos, evolución. No soy partidaria de forzar
culto por algunos de sus lectores, la na-     de Carlos Castán, Personajes de mi pai- la máquina por presiones exteriores. El
rradora residente en Zaragoza mani-           saje, de Rafael Andolz y Propuesta de material literario es como una película
fiesta: «No sé exactamente qué es un           Estatuto de Aragón, de Joaquín Carbo- de alta sensibilidad que hay que manejar
escritor de culto. Quizás es simplemen-       nell y Roberto Miranda.                    con cuidado a la hora del revelado».
te no ser demasiado conocido, pero sí                                                       Cristina Grande reconoce que viaja
apreciado por la crítica y por otros es-                                                 «mucho» y que en alguna de esas esca-
critores. Yo rindo culto a muchos escri-                                                 padas surge la «inspiración».
tores, conocidos y menos conocidos:               Breve, Cristina Grande
Natalia Ginzburg, Katherine Mans-                 ISBN: 978-84-96911-27-7                  Merece la pena dejar que asomen de
field, Javier Tomeo, Hilario J. Rodrí-             PVP: 12 euros                          un bolsillo.



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Solanar y lucernario de Ramón J. Sender
                                                                                          católico donde Sender ofició de cronis-
                                                                                          ta sentimental para la juventud bien ca-
                                                                                          pitalina, en El Sol pudo respirar un am-
                                                                                          biente profundamente liberal.
                                                                                              En Solanar y lucernario se recogen
                                                                                          los artículos publicados por Ramón J.
                                                                                          Sender en el periódico Heraldo de Ara-
                                                                                          gón, más el relato «El regreso de Edel-
                                                                                          miro». Evoca las tierras, los hombres y
                                                                                          mujeres, el habla de Aragón a través de
                                                                                          sus recuerdos de antaño. Más allá del
                                                                                          costumbrismo, con el estilo directo que
                                                                                          le caracteriza, Sender nos ofrece una
                                                                                          visión profunda y cordial de lo arago-
                                                                                          nés (como demuestra en textos como
                                                                                          «Aragón y los aragoneses», «El corra-
                                                                                          lito de Chalamera», «Monte Odina» o
                                                                                          «Los duendes de Zaidín»), convirtién-
                                                                                          dolo en uno de sus libros más cercanos
                                                                                          y más sugestivos, por su condición de
                                                                                          «memorias informales», de la bibliogra-
                                                                                          fía del autor. Es uno de los escritores
                                                                                          más fecundos de las letras hispanas de
                                                                                          todos los tiempos, diestro en todos los
                                                                                          géneros literarios: el ensayo, el cuento,
                                                                                          el teatro, la poesía, el artículo periodís-
                                                                                          tico y, sobre todo, en la novela –realis-
                                                                                          ta, histórica, autobiográfica o simbóli-
                                                                                          ca-. Creador de una obra desigual por
                                                                                          su volumen y variedad, llena de fuer-
                                                                                          za y de rebeldía; comprometida desde
                                                                                          el comienzo, que en sus umbrales fue
                                                                                          de corte realista y en su final alegóri-
                                                                                          ca y simbólica. Entre sus novelas desta-
                                                                                          ca Réquiem por un campesino español,
                                                                                          un relato sencillo y conmovedor que re-
   Ramón J. Sender llegó la literatura a     España Nueva, El País, Béjar en Ma-          construye la vida de Paco el del Molino
través de los periódicos y fue autor de      drid y La Tribuna, y más tarde del os-       en un pueblecito aragonés, hasta el mo-
vibrantes crónicas y reportajes. El pál-     cense La Tierra. José Sender, por en-        mento en el que es fusilado en los co-
pito periodístico nunca lo abandonó.         tonces secretario de la Cámara Agraria       mienzos de la guerra civil por haberse
Personal, literaturizado y de un lirismo     oscense, le llamó a capítulo y le hizo re-   convertido en líder de la lucha social.
evocador, entre los años 1970 y 1982,        gresar a la capital de Huesca. Crónicas          Sender ya no pertenece a ningún si-
Sender vuelca en la prensa todo su po-       sentimentales, versos en alejandrinos y      tio, es solamente nuestro.
tencial creativo, evidenciando su talen-     runflante rima, reportajes de excursio-           Y ahí sigue, esperando más y más
to de periodista en libros como Álbum        nes pro patria pueden leerse en el pe-       lectores, necesitado de reediciones so-
de radiografías secretas o Solanar y lu-     riódico de la Cámara. Así, en abril de       bre todo de sus primeras obras, casi in-
cernario aragonés.                           1924 se convierte en redactor de El Sol,     accesibles.
   Con apenas quince años comien-            periódico en el que dejará excelentes
za su fase de aprendizaje literario a tra-   muestras de sus progresos literarios en
vés de colaboraciones en la prensa del       forma, también una vez más, de cróni-          Solanar y lucernario aragonés,
momento. Serán las planchas de la za-        cas, cuentos ―son de especial relevan-         Ramón J. Sender
ragozana La Crónica de Aragón, del al-       cia los publicados a la sazón en Lectu-        ISBN: 978-84-96911-26-0
cañizano El Pueblo, de los madrileños        ras― y reportajes.                             PVP: 16 euros

                                               A diferencia de La Tierra, periódico
                                                                10
Primavera 2010




Vendaval de Opio en las nubes                                                              I want a trip trip trip

                                                                                               Soy Pink Tomate, el gato de Amari-
                                                                                           lla. A veces no sé si soy tomate o gato.
                                                                                           En todo caso a veces me parece que soy
                                                                                           un gato que le gustan los tomates o más
                                                                                           bien un tomate con cara de gato. O algo
                                                                                           así. Me gusta el olor a vodka con las flo-
                                                                                           res. Me gusta ese olor en las mañanas
                                                                                           cuando Amarilla llega de una fiesta lle-
                                                                                           na de sudores y humos y me dice hola
                                                                                           Pînk y yo me digo mierda, esta Ama-
                                                                                           rilla es cosa seria, nunca duerme, nun-
                                                                                           ca come, nunca descansa, qué vaina,
                                                                                           qué cosa tan seria. Claro que a veces
                                                                                           me desespera cuando llega con la no-
                                                                                           che entre sus manos, con la desespera-
                                                                                           ción en su boca y entonces se sienta en
                                                                                           el sofá, me riega un poco de ceniza en
                                                                                           el pelo, qué cosa tan seria, y empieza
   Opio en las nubes es la única nove-       po que se debaten entre la irreverencia
                                                                                           a cantar alguna canción triste, algo así
la publicada en vida por el escritor co-     frente a lo normativo, horror cotidiano,
                                                                                           como I want a trip trip trip como para
lombiano Rafael Chaparro Madiedo y           el desencanto y el vacío. Reconocido
                                                                                           poder resistir la mañana o para termi-
ganadora del Premio Nacional de Lite-        no sólo por el premio nacional sino por
                                                                                           nar de joderla trip trip trip.
ratura en 1992, en la línea de autores       su participación en diversos proyectos
como Gonzalo Arango y sobre todo             culturales, entre los cuales se destacó
                                                                                              Mierda, los días con amarilla son
Andrés Caicedo, el autor refleja una          el programa lúdico y crítico Zoociedad
                                                                                           algo serio. Voy a intentar hacer un hora-
época y una manera de vivir su ciudad        ―de gran audiencia entre los televiden-
                                                                                           rio de esos días llenos de sol, esos días
(Bogotá).                                    tes―, Rafael Chaparro Madiedo definía
                                                                                           un poco rotos, raros, llenos de humo,
   Recurriendo a la poesía, el teatro y el   a su generación mostrando el espíritu
                                                                                           un poco llenos de café negro. Voy a
flujo de conciencia y muy influenciado         de su época con estas palabras: «Yo soy
                                                                                           hablar en presente porque para noso-
por obras como Nadja de André Bre-           de la cultura de aguardiente y mula, yo
                                                                                           tros los gatos no existe pasado. O bue-
ton y Desayuno en Tiffany’s de Truman        soy de cocacola, aspirina y neón».
                                                                                           no, sí existe, lo que pasa es que lo igno-
Capote, Chaparro recurre a tres narra-          La novela fue considerada por el ju-
                                                                                           ramos. En cuanto al futuro nos parece
dores para contar la historia de sus per-    rado como la que venía a refrescar la
                                                                                           pura y física mierda. Sólo existe el pre-
sonajes, todos marcados por la dro-          narrativa colombiana marcada por el
                                                                                           sente y punto. El presente es ya, es un
ga, la música rock, el sexo y la derrota     macondismo y las tendencias del boom
                                                                                           techo, una calle, una lata de cerveza va-
como forma de vida. Si bien ignorado         narrativo latinoamericano, al expresar la
                                                                                           cía, es la lluvia que cae en la noche, es
por la crítica en un comienzo Opio ha        crisis de unas generaciones, la sensibili-
                                                                                           un avión que pasa y hace vibrar las flo-
alcanzado el estatus de libro de culto y     dad desencantada de la época y la bús-
                                                                                           res que Amarilla ha puesto en el flore-
es objeto de discusión en un buen nú-        queda de nuevos lenguajes capaces de
                                                                                           ro, el presente es el cielo azul, es una
mero de foros en internet.                   sugerir, como, en este caso, que la vida
                                                                                           gata a la que le digo eres cosa seria y ella
   El libro incursiona en la experimen-      está llena de «mucha heroína, mucho al-
                                                                                           me responde sí, soy cosa seria, mierda
tación con el lenguaje, lo que lleva a una   cohol» y sobre todo «mucha tristeza».
                                                                                           el presente es un poco de whisky con
narración psicodélica, rápida, relaciona-       Opio en las nubes tiene la virtud, sea     flores, es esa canción con café negro,
da con el lenguaje cinematográfico, con       por defecto o exceso, de no reducirnos
                                                                                           es ese ritmo con olor a tomates, ocho
el montaje y con el funcionamiento del       a la indiferencia, de retratar lo sucio sin
                                                                                           de la mañana, techos grises, téticas con
cerebro. La creación de imágenes fuer-       poses: los males que azotan al vulgo y
                                                                                           pecas, nada qué hacer I want a trip trip
tes y surreales se mezcla con la perso-      al que no se cree vulgo por igual, de evi-
                                                                                           trip mierda, qué cosa tan seria.
nalidad de sus narradores, a la manera       denciar infiernos personales entre dro-
de la narrativa de William Burroughs y       gas y ganas de morir .                          Opio en las nubes, Rafael Cha-
la poesía de Allen Ginsberg.                    Opio en las nubes es una obra de             parro
   En la novela el mundo subterráneo         una gran intesidad y un ritmo exorbi-           Premio nacional de literatura.
obedece a una pesquisa y a una conti-        tante. El humo, la música, la noche, las        ISBN: 978-84-96911-19-2
nua vivencia de la ciudad y de su tiem-      calles acampan entre letras.                    PVP: 18 euros.


                                                                11

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Avance Novedades Tropo 2010

  • 1. El viaje imposible. En México con Roberto Bolaño Fall River, John Cheever Cerrado por melancolía, de Isidoro Blaisten Teoría de todo, de Paula Lapido El trepanador de cerebros, Sara Mesa Los líquenes del sueño, Ángel Olgoso Beria y alrededores, Alfredo Mozas Opio en las nubes, de Rafael Chaparro Lo breve, Cristina Grande Solanar y lucernario, Ramón J. Sender
  • 2. Primavera 2010 Un viaje sin billete al México de Roberto Bolaño meado de la experiencia personal del individuo y transformado posterior- mente en materia ficcional. Cuando los autores emprendieron este viaje, iniciando la búsqueda de las imágenes que integran el presente libro, sabían de antemano que, en sentido estric- to, documental, no encontraríamos el México de Bolaño. La fotografía refleja una tensión es- pecial, casi paradójica, por la cual el irrecuperable aislamiento de las es- cenas fotografiadas se inscribe en un momento dirigido hacia adelante, que transmite al espectador el sentimiento de que hubiera algo en la imagen que le fuera sustraído, ocultado, de forma parecida a como se siente, a menudo, el lector de la obra de Bolaño, en una espera eterna, en busca de algo que no se sabe qué puede ser. En uno de los relatos encontrados una labor imposible. Porque el viaje al Son reflexiones ensayísticas que en el ordenador de Roberto Bolaño México de Roberto Bolaño es un viaje evocan instantes disueltos en el tiem- después de su muerte y publicados bajo imposible en muchos sentidos. Fue im- po, diálogos artísticos entre las citas el título El secreto del mal (2007), Bo- posible para el mismo Bolaño volver a de Bolaño y las fotografías laño hizo el «viaje imposible» al Méxi- este espacio de la memoria, y su muer- co de su juventud que había dejado li- te tan temprana en 2003 puso fin a toda terariamente profetizado en uno de sus posibilidad de regreso. El viaje imposible. En México relatos, «Muerte de Ulises Lima», don- con Roberto Bolaño de cuenta cómo su alter ego Arturo Be- Asimismo, los lugares no son sim- Dunia Gras, Leonie Meyer-Kent- lano vuelve al D. F. después de más de ples lugares, inamovibles, eternos, sino ler y Siqui Sánchez veinte años. que la coordenada espacial se cruza con ISBN: 978-84-96911-22-2 la del tiempo. Un tiempo subjetivo, per- PVP: 25 euros En este libro los autores realizaron el mismo recorrido que los personajes de Bolaño. El resultado es una precio- sa combinación entre las fotografías de Siqui Sánchez y los textos de Meyer- Kentler y Dunia Gras, amiga y entre- vistadora en numerosas ocasiones de Bolaño. Una obra definida en una es- tructura exquisita que transportará al lector al imaginario del autor: prosti- tutas, proxenetas, parados, personajes todos ellos en el límite de la vida y la muerte. Desde el D. F. hasta el desierto de So- nora, de la frontera con USA hasta Ciu- dad Juárez, intentar atrapar ese México para mostrarlo en imágenes al lector es 2
  • 3. Primavera 2010 El legendario John Cheever Cheever no es un autor fácil. A sus relatos hay que darles respiro y pausa, entender la herencia del gintonic, los excesos y la doble americana, pero es imprescindible para comprender la na- rrativa americana de los cincuenta. Su nombre permanece a la espera de lau- reles junto a Hemingway, Salinger, Car- ver, Updike, Bukowski, Ford o Foster Wallace, oculto para el gran público hasta que Fresán lo antologó en el 2002 y dejó de ser el nadador olvidado. Apostamos por Cheever, el resucita- do. Un escritor firme y sólido, dual pero contradictorio a la luz del foco más per- sonal: protestante, conservador, casado y con hijos, lector de Ovidio, Virgilio y Homero y, a un tiempo, homosexual, alcohólico, drogadicto, fumador empe- Desde las fronteras del Edén llega dernido. De su mano descubrimos que somos imperfectos, incoherentes, estú- John Cheever pidos y en suma, contradictorios. Cheever fue el hijo de un padre au- Con la publicación de Fall River en llar con la perfección de sus textos de sente que perdió todo en la depresión la colección Voces de Tropo Editores, madurez, permiten vislumbrar ya la ge- de los treinta y una anticuaria culta, el se inaugura un espacio para los libros nialidad de narrador así como los te- menor de dos hermanos destinado al traducidos de otras lenguas por prime- mas que le obsesionarán durante toda fracaso, el marido insatisfecho, el aman- ra vez en España. su obra: la culpa, la fe, la vida de la gen- te relegado. Sobrevivir fue su victoria. Con prólogo de Rodrigo Fresán, re- te común en los suburbios de los Esta- úne textos que fueron publicados ini- dos Unidos. Entendemos al Cheever escritor. El cialmente en las revistas Cosmopoli- Considerado el Chéjov de los subur- único lugar donde no te expulsan del tan, The New Republic, The Atlantic bios, el narrador más insidioso de la colegio a los diecisiete años por indisci- Monthly y Colliers entre 1931 y 1949: clase media estadounidenses, fue ami- plinado y fumador, donde es posible do- «Fall River», «Late Gathering», «Bock go de Dos Passos, Cummings y Agee, minar la caótica existencia, se encuentra Beer and Bermuda Onions», «The Au- es un cronista sensible. En sus épicas entre páginas de papel. Su envergadura tobiography of a Drummer», «In Pas- suburbanas la dueña de casa encuen- narrativa nos deslumbra, «no poseemos sing», «Bayonne», «The Princess», «The tra el infierno entre los precursores de más conciencia que la literatura». Teaser», «His Young Wife», «Saratoga», Palm Beach y La Moraleja, mientras to- «The Man She Loved», «Family Din- dos anhelan unas vacaciones familiares. Describe los suburbios, la América ner» y «The Opportunity» y que hasta El único consuelo reside en la blasfe- profunda, a sabiendas de que el cielo ahora, permanecían inéditos en Espa- mia con fuerza de mantra, los escrito- en la tierra es un arquetipo tan absurdo ña. El cuento de Cheever es un reman- res se redimen de la lujuria a cuenta de como el de borrachera sin resaca. so de historias corrientes, de verbenas manzanas, los millonarios nadan para de barrio, de dignos vecinos al desnu- descubrirse y los heroinómanos fratici- do que encuentran respuesta antes del das lloran con lagrimas de ángel caído. último latido en pequeños universos donde sus miserias y sus glorias retra- No creemos en otro Paraíso que no tan un modo auténtico de entender la sea el de Cheever. vida. Estos trece textos tempranos del afamado maestro norteamericano, que consideraba que el relato era la forma Fall river, John Cheever más adecuada para representar la exis- Prólogo de Rodrigo Fresán tencia de las personas, son relatos de ISBN: 978-84-96911-24-6 iniciación, de aprendizaje, que sin bri- PVP: 19 euros 3
  • 4. Primavera 2010 Colgamos el cartel de Cerrado por melancolía Isidoro Blaisten de definía como «un simple escritor». Como buen cultivador de lo popular, recoge magistralmen- te las palabras de la calle y las devuelve a los lectores reconvertidas en un licor sutil y embriagador. Cerrado por me- lancolía es ahora recuperado en la co- lección 2º Asalto, uno de los mejores cuentistas argentinos del último tercio del siglo XX, continuador de la mejor tradición argentina que engarza a Bor- ges o Cortázar. Cerrado por melancolía fue el car- telito que el ocurrente escritor Isidoro Blaisten puso al clausurar, en 1981, la librería que tenía en una galería en San Juan y Boedo, Buenos Aires. Por su li- brería pasaban soñadores de proyectos inacabados, estudiantes de letras y todo aquel que le guardaba afecto. En 1981, desanimado, la cerraría para atender sus talleres literarios. Lo hace porque la an- gustia económica no lo perdonaba. El libro de igual título que el car- cos creen ver en su cuento Y vendrá la La pulsión de escribir tel es una de las obras más aplaudidas muerte y tendrá tus ojos (Cerrado por de Blaisten. Un libro de relatos, géne- melancolía) el reflejo de un país asedia- Isidoro Blaisten repite, en sus talle- ro que cultivó el autor casi en exclusivi- do por la dictadura. «Los derechos de res, hasta el cansancio, que la literatura dad, que cuenta desde el humor, desde autor, por mejor que uno venda, son es un trabajo, que el arte, guste o no, es el absurdo, desde la carcajada. algo intangible y remoto, una entele- forma. O como decía Jean Paul Sartre Fue su modo de reconocer uno de quia. Les digo que en este país nadie es poner en forma. sus fracasos profesionales y comercia- lee, todo el mundo escribe. Escriben «A lo mejor escribir no sea más que les, que, afortunadamente para sus lec- los abandonados y las abandonadas, los una de las formas de organizar la locu- tores, terminaron llevándolo a volcar su pudientes que se dan cuenta de que el ra. Este libro no es más que una forma energía vital al oficio de escribir. dinero no hace la felicidad, los que no de organización o entendimiento (para A partir de entonces se destacará pueden conseguir trabajo porque traba- el caso es lo mismo) de mi historia per- como cuentista. Al preguntársele por jar los angustia. Escriben también los sonal. Creo que si pudiera escribir cinco qué los cuentos, Blaisten sentenciará: que tienen talento. Y digo también que cuentos perfectos mi vida estaría justi- «No sé si el cuento es una manera de si bien la palabra es de todos, y que para ficada». vivir como la poesía, pero sé que escri- escribir no hace falta más que un lápiz y «¿Qué es un cuento perfecto? Un bir cuentos es una manera de mirar». un papel, el hecho de tener un hermo- cuento que permanece. Sobrepasa el re- Escribió Sucedió en la lluvia (1965), so sufrimiento o de haber sido echado sentimiento y la lucidez; toca el corazón La felicidad (1969), La salvación (1972), de la casa paterna no basta para produ- de la gente. Es decir, le puede gustar a El mago(1974), Dublín al Sur (1980), cir un texto digno y decoroso». Barthes como a los muchachos de San Cerrado por melancolía (1981), Cuen- Juan y Boedo. tos anteriores (1982), Anticonferencias El 28 de agosto de 2004, a los seten- De cualquier forma quien abra este (1983), A mí nunca me dejaban hablar ta y un años, le faltó aire y se marchó libro se encontrará con que está dedi- (1985) y Carroza y reina (1986). con lo puesto. cado a mi analista. Quizá, como el loco Este año apareció una nueva versión aquel, yo también podría escribir: “no de su libro El mago con la inclusión de me cure de la locura, doctor, es lo úni- veinte nuevos cuentos. Y al hablar de Cerrado por melancolía, Isidoro co que tengo”». literatura habla de la vida, como ocu- Blaisten rre con los buenos escritores refleja el ISBN: 978-84-96911-23-9 • Isidoro Blaisten sobre Cerrado por tiempo que le toca vivir. Muchos críti- PVP: 18 euros melancolía en su primera edición. 4
  • 5. Primavera 2010 Persigue un imposible con Teoría de todo Deseos y deberes para el 2010 1. Amarás la literatura sobre todas las cosas. Bueno, se permite que ames otras cosas, como la música, el cine, la comida o el sexo, pero, cuidadín, no te vayas a despistar. 2. No tomarás el nombre de Proust (Faulkner, Auster, Gogol...) en vano. 3. Santificarás las fiestas y las apro- vecharás para escribir la dichosa novela que no acabas de arrancar, en lugar de tumbarte a la bartola. 4. Honrarás a tu padre y a tu madre, Los personajes de Teoría de todo verso, desde sus componentes subató- y a tus amigos, y a tu perro, sobre todo de Paula Lapido persiguen imposibles micos a las grandes galaxias, una úni- cuando tengan que soportarte cuando sin ellos saberlo. El superhéroe en ple- ca ecuación perfecta y gobernable. Nos te atasques con la historia y te sientas na crisis existencial que ya no quiere recuerda la literatura inglesa del siglo miserable y te preguntes por qué de- salvar al mundo sino que le dejen en XX, a Herman Melville, a Irving Welsh, monios crees que puedes escribir algo paz y dedicarse al voyeurismo; la mu- y sin embargo mantiene una textura di- que merezca la pena y que aporte algo, jer que, un buen día, deja de soñar con ferente y única. cuando tienes por detrás toda una His- gatos y su existencia se vuelve una tra- Teoría de todo es un libro de rela- toria de la Literatura (con mayúscula) gedia; un hombre lobo con vocación tos que emociona, pone los pelos pun- que te mira amenazadoramente desde frustrada por el cine de terror; el poeta ta y nos recuerda que el tiempo pasa, tus estanterías de Ikea. dadaísta que se enamora sin remedio que los múltiplos y denominadores que de una diosa celta de la guerra o ese marcan el destino esconden bromas pe- 5. No plagiarás, ni con la excusa de la estudiante de la vivisección en el Re- sadas. metaliteratura. nacimiento que descubre lo extraordi- nario y placentero de las setas veneno- 6. No cometerás actos impuros con sas... Se lanzan contra sus deseos con Teoría de todo, Paula Lapido el objetivo de publicar tu libro (o, bue- los ojos cerrados, inmersos en la teo- Prólogo de Patricia Esteban Erlés no, tú verás). ría de todo donde sus componentes ISBN: 978-84-96911-21-5 subatómicos pretenden hacer del uni- PVP: 17 euros 7. No procrastinarás (aunque te tien- te mucho esa serie de la tele que te aca- bas de bajar de la mula). 8. No harás que tu protagonista se despierte de un sueño al final de la his- toria, ni ocultarás información con fi- nes fraudulentos, ni le harás trampas al lector. 9. No consentirás pensamientos ni deseos danbrownianos (ni en momen- tos de debilidad. No. No aceptamos domingo de resaca). 10. No codiciarás los premios litera- rios ajenos..., o solo un poquito. 5
  • 6. Primavera 2010 Vicisitudes y andanzas del trepanador de cerebros El trepanador de cerebros es la pri- mera novela de la escritora Sara Mesa. Transcurre en una ciudad sin nombre pero con espacios perfectamente reco- nocibles en nuestra cultura: barrios pe- riféricos, centros comerciales, parques temáticos, lugares multitudinarios do- minados por la incomunicación y la so- ledad. En ellos conviven el ruido de un martillo neumático junto al silencio de unos enormes laboratorios, lo sórdido de los callejones con olor a orín junto a la exquisitez de los salones de té. Cuenta la historia de un grupo de personajes dispares y estrafalarios que se ven unidos bajo el magisterio de Ed- gardo Negroni, un entomólogo argen- tino de orígenes misteriosos. Narrada con un lenguaje fresco, lleno de imáge- nes sorprendentes, con un ritmo per- fectamente controlado para mante- ner la tensión, la obra se ahonda en los Doble billete al paraíso equilibrios de las relaciones personales, en la necesidad del ser humano se sen- «En el número 27 del Pobal, 3º iz- gardo Negroni pareciera pensar que la tirse aceptado y de cómo, para ello, es quierda, habitación del fondo, duran- capacidad de la habitación no tiene fin: capaz de llegar a límites que nunca hu- te un intervalo aproximado de seis me- tras Rosanna, invita a las tertulias a los biera sospechado. ses, se producen inquietantes reuniones gemelos Capiscol, tan risueños y diver- El trepanador de cerebros introduce nocturnas. Para los personajes que las tidos que nadie podría atreverse a in- en el mundo de la novela a una autora protagonizan el día se resbala casi sin sinuar que sobran. Pronto son acep- con una voz sencilla, diáfana, pero, sin querer, únicamente expectante de la no- tados y Negroni se muestra satisfecho embargo, de unas propiedades miméti- che y de sus sombras. El día no es más con este grupo que, de momento, no cas casi milagrosas que consigue hacer que una espera, y está hecho de sábanas ampliará. creíbles a enanos que venden su alma mojadas, de párpados entrecerrados y «Demasiadas personas en tan poco por Internet, críticas de películas sobre de ruidos amortiguados por el desáni- espacio crean una especie de caldo de culos, gemelos ladrones o gurús de la mo y la pesadez. cultivo de ideas infructuosas, proyectos alta sociedad. Sobre ellos se posa una «Pero cae la tarde y nuestros perso- baldíos y conspiraciones incompletas y mirada fría, que no pretende explicar ni najes parecen renacer, redescubrirse y endebles.» justificar sus historias, sino simplemen- palpitar de otra forma distinta. Hablan, te mostrar las desviaciones de lo falsa- paladean las horas intocadas, discuten, mente llamado cotidiano. se aman secretamente, dejan que sus * Sara Mesa ha publicado los libros Es considerada por muchos una es- respectivas soledades choquen entre sí de relatos La sobriedad del galápago critora heredera de grandes autores como polillas atontadas por la luz. y la novela juvenil No es fácil ser ver- como John Kennedy Toole y Eduardo «Al principio únicamente son el Cha- de. Con ella ganó el premio Tritoma de Mendoza, Sara Mesa recuerda al estilo mán, su chica, Sylvia, y Edgardo Negro- Narrativa Joven. También es autora del experimental de los autores oulipianos ni. Mientras los dos hombres hablan, poemario Este jilguero agenda galardo- franceses o los patafísicos derivados de Sylvia los escucha entretenida y escri- nado con el Premio Nacional de Poesía Arrabal y Topor. La autora tiene la ca- be en el viejo portátil ideas, fragmen- Miguel Hernández. pacidad de hacer reír y llorar al mismo tos sueltos, versos malos y sueños in- tiempo, de fragmentar a los personajes cumplidos. Poco después se suma a las para mostrar las partes más ridículas y tertulias una tal Rosanna, que el propio El trepanador de cerebros, Sara fascinantes de nosotros mismos, de po- Negroni trae salida de dios sabe dón- Mesa ner sobre la palestra los vicios de la so- de, con sus poses de femme fatal y el rí- ISBN: 978-84-96911-25-3 ciedad actual. mel siempre corrido bajo los ojos. Ed- PVP: 17 euros 6
  • 7. Primavera 2010 Olgoso cultiva líquenes del sueño Revista de prensa «Un escritor de la estirpe de Borges, de Felisberto Hernández, de los que po- seen una abrumadora capacidad de fa- bular y de resumir la vida, y sus enig- mas, en dos páginas. Estos cuentos, de cuentista estricto, en los que hay una alquímica fusión de realidad y ficción, con ese extrañamiento feliz que redon- dea las narraciones, dan una idea de su imaginación, de su elegancia narrativa y de sus variados recursos.» ANTÓN CASTRO «Es un escritor de culto, un maestro del cuento y de lo inquietante, con una prosa rica y exacta y la mejor artillería perturbadora, oscura y fantástica.» JUAN JACINTO MUÑOZ RENGEL «Ángel Olgoso es un buceador de si- mas profundas, un coleccionista de ob- jetos raros e insensatos, un poeta en relato libre, un carpintero que se ciñe a las maderas nobles, un mago sin chis- Ángel Olgoso es un escritor multi- nero breve, del microrrelato y del cuen- tera, es la respuesta a la pregunta de disciplinar, variado y con conocimien- to fantástico; un narrador al margen de para qué ser escritor de relatos; Ol- tos enciclopédicos, muy bien docu- las modas con una capacidad verbal, goso tiene la capacidad de contarnos mentado pero que, sin embargo, no una versatilidad y una potencia imagi- cada relato como si sintiéramos que permite que trasluzca en ningún mo- nativa portentosas; un exquisito prosis- está construido para nosotros, tallado mento ese trabajo previo. ta y constructor de mundos extraños, en exclusiva como una piedra preciosa; Los líquenes del sueño es un maravi- alternativos, oníricos o visionarios que Olgoso es el autor de esa obra maes- lloso libro de relatos, con un nivel téc- siempre sorprenden al lector. tra, Los demonios del lugar, uno de los nico increíblemente exacto, sintaxis y Olgoso concibió Los líquenes del mejores libros de relatos que he tenido gramáticas perfectas, con multitud de sueño como una especie de antología la fortuna de leer, en cualquier lengua, recursos narrativos y cambios de regis- de sus primeros veinte años de rela- en los últimos años.» tro interesantísimos. El libro está con- tos, una rotunda afirmación de los sue- MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ formado por una colección de relatos ños y la imaginación. En los intensos de diferente longitud. Algunos de ellos, argumentos de sus relatos, lo insólito, «La máquina de languidecer es un deli- reunidos en un capítulo denominado lo inquietante y lo inesperado se unen cioso muestrario de microcuentos, his- «Las mixtiones naturales», casi se po- hipnóticamente a la belleza depurada y torias que surcan la mente del lector drían definir como microrrelatos, mien- convulsa del lenguaje. Cree que la in- con la breve luminosidad de las estre- tras que otros, agrupados en «Gabinete visibilidad es elegante. Durante trein- llas fugaces.» victoriano», se alargan hasta configu- ta años se ha dedicado exclusivamente FÉLIX PALMA rarse como una narración extensa, a a cultivar su pequeño jardín de relatos medio camino de la novela corta. con una pasión tranquila y solitaria, no «No se pierdan a Ángel Olgoso, y, des- A pesar de esta diferencia, el libro por pretensiones de pureza artística -o de luego, no les digo que no olviden su no queda en absoluto descompensado, no sólo- sino porque pensaba que un nombre porque no podrán olvidarlo. ya que los relatos no son una sucesión escritor debía limitarse a escribir. Será uno de los pocos inmortales.» de texto sin conexión, sino que perma- MIGUEL ARNAS CORONADO necen unidos por una pulsión interna que arrastra al lector a encontrarse con Los líquenes del sueño, Ángel «Uno de los narradores andaluces con diversas facetas de sí mismo. Olgoso más proyección en el panorama narra- La crítica considera a Ángel Olgo- ISBN: 978-84-96911-20-8 tivo actual.» so como un auténtico maestro del gé- PVP: 18 euros FRANCISCO MORALES LOMAS 7
  • 8. Primavera 2010 Urgen exploradores para Beria y alrededores Acuarela «En un recodo de la carretera que va desde Pinedo a Beria, antes de cru- zar el río por el puente medieval don- de todavía cría una pareja de cigüeñas de colores casi azules, como lo hacía en los tempranos veranos que aún re- cuerda Alfredo, junto a un ribazo don- de abundan los matojos y juncos si el invierno ha sido húmedo, y recosta- da bajo un olmo que solo le da som- bra por la tarde, hay una finca de unos mil o mil quinientos metros cuadrados, rodeada de un seto alto que más parece una trinchera, como de dos metros, que clarea por el norte, donde las heladas y Beria es un pueblo imaginario y en rráneas que, en un estudiado desorden, los vientos de enero dejan la huella de su comarca transcurre la mayor par- alternativa y momentáneamente, se van su paso, y que está cerrada del lado de te de los sucesos que se narran en una viendo inundadas por una inquietante la carretera por una cancela de dos ho- sorprendente novela de Alfredo Mo- luz. jas de hierro forjado que conserva tes- zas Gracia que acaba de ganar el XXIV En la obra se superponen mundos y timonio de épocas mejores, tiempos de Premio Santa Isabel de Aragón, Reina tiempos distintos: el bullicioso presen- timbas y apuestas, pero también otros de Portugal, en la modalidad de narra- te urbano y un pasado rural, de lindes, de juegos inocentes al escondite, de sal- tiva breve. mortajas y pólvora, que fue dejando su tar a la comba, de explorar los confines Un libro bello y brutal, que recuerda rastro, antes de agonizar del todo, en de un universo que solo tenía cuatro- un paisaje lleno de ecos que nos hablan, periódicos viejos, testimonios cruzados cientos metros de diámetro.» casi al unísono, desde todos los ángu- y archivos llenos de cadáveres. El diálo- los y donde las voces van y vienen y re- go entre esos dos tiempos, la manera en botan en las rocas como balas perdidas, que se asaltan el uno al otro, su modo para ponerse al servicio de una historia de afectarse y teñirse recíprocamente, que, como todas las que valen la pena, es paralelo y análogo a la relación, tan está a su vez compuesta de otras más misteriosa y poética, que existe a su vez pequeñas que encajan entre sí como las entre realidad y ficción, cuyos amores y piezas de un puzzle que, una vez com- batallas, atracción y rechazo, suponen el pletado, mostrará mucho más que la verdadero tema central de la novela en suma de sus partes. su nivel más profundo. Es estimulante tropezarse, cuan- Prologado por el escritor oscense do uno menos lo espera, con una no- Carlos Castán, cada título de Beria y al- vela aragonesa de un joven autor tan rededores tiene un enfoque y un regis- poco pendiente de las tendencias últi- tro diferentes, que mantienen atrapado mas en cuanto al tratamiento del len- al lector entre las redes de un univer- guaje, textura de la prosa y elección de so imaginario tejido con maestría y ha- los diversos puntos de vista; una nove- bilidad. la comprometida con el idioma y con la inteligencia del lector, y heredera de El día 27 de octubre de 2009 se le una tradición prematuramente preci- concedió el XXIV Premio de Creación pitada al olvido. La variedad de regis- Literaria Santa Isabel de Aragón, Reina tros, la riqueza léxica y la audacia en la de Portugal en la modalidad de narra- Beria y alrededores, Alfredo estructura son el envoltorio formal de tiva, por unanimidad, a Beria y alrede- Mozas García una historia honda y llena de recove- dores, de Alfredo Mozas Gracia, desta- ISBN: 978-84-96911-27-7 cos, rincones oscuros y galerías subte- cando la solvencia de su narrativa. PVP: 15 euros 8
  • 9. Primavera 2010 Punzante. Directa. Breve Cristina Grande se desvela como una de las voces más potentes de su gene- ración: es una narradora que desordena las casualidades: hay también escritores que desde la lenidad y los silencios sa- ben perturbarnos. Parece que no expo- nen y dicen más de lo posible. Frente a la realidad tiene una inquie- tante manera de mirarla con métodos más o menos diferidos, exentos de én- fasis, que no eluden la crueldad, la ter- nura, la brutalidad, la desolación, la pa- sión y su envés, la alegría del sexo, del vino, de la aventura, de la curiosidad… Sus personajes intentan desde la iro- nía vencer sus propias incertidumbres, Brevedad de Cristina Grande afrontar las pequeñas batallas cotidia- nas del amor, el miedo y el deseo con Lo breve es un nuevo libro de bol- guez, Augusto Monterroso, Claire Cas- dignidad y humor. Relatos punzantes, sillo, dentro de la colección telegrama, tillon...». directos, breves, sus dos libros de cuen- que recoge parte dispersa de la obra de La fotografía es otro de los espacios tos publicados hasta ahora presentan la escritora Cristina Grande. «Los re- creativos frecuentados por la narrado- una mirada distinta y llena de frescura. latos cortos me permiten escribir con ra aragonesa, que considera que la ima- más alegría, con más fluidez». Así ex- gen y la palabra son herramientas que «Personalmente, no me va el discur- plica la escritora Cristina Grande su pa- se parecen poco entre sí, aunque en so catastrofista de aquellos agoreros sión por las historias breves. un momento dado puedan servir para que hablan de lo mal que está el mundo En él se pueden encontrar relatos contar la misma historia. y la humanidad. Hasta los personajes que vieron la luz en pequeñas publica- Ha publicado dos libros de relatos, más cínicos y amargados tienen dere- ciones, artículos o ensayos con perso- La novia parapente (Xordica) y Direc- cho a la esperanza» manifiesta la escri- nalidad propia, capaces de arrastrar al ción noche (Xordica), con el que fue fi- tora española Cristina Grande lector a pequeños espacios que caben nalista del Premio Setenil 2006; y una Lo breve es una recopilación de re- en un bolsillo, un derroche de intuición novela, Naturaleza infiel (RBA), que latos que ponen de manifiesto su con- creativa por parte de la autora que con- ha cosechado elogios de la crítica. Esta cepción del cuento, tal como ella mis- duce su escritura hacia un territorio de tercera obra se tradujo al italiano y su ma explica: «Creo que el cuento cada conexiones emocionales con el lector. autora fue nombrada Nuevo Talento vez ocupa más espacio en el panora- Cristina Grande es capaz de hacer Fnac. Ha participado en numerosos li- ma literario. Aun así, a mí los editores lo que pocos escritores que escriben bros colectivos. Desde 2002 es colum- suelen preguntarme si estoy escribien- en castellano hacen: dejar que las elip- nista de Heraldo de Aragón. do alguna novela. Está claro que si un sis, los silencios, lo implícito digan más, La colección Telegrama preten- autor quiere hacer carrera literaria tie- mucho más que las palabras. Cuenta lo de fomentar el gusto por los libros de ne que pasar por la novela, porque es lo que se ve, pero importa más lo que no bolsillo de autores aragoneses. Así, en que demanda el mercado. Pero también se ve. los tres primeros años de vida de la co- creo que cada escritor tiene su propia Considerada como una escritora de lección, aparecieron Papeles dispersos, evolución. No soy partidaria de forzar culto por algunos de sus lectores, la na- de Carlos Castán, Personajes de mi pai- la máquina por presiones exteriores. El rradora residente en Zaragoza mani- saje, de Rafael Andolz y Propuesta de material literario es como una película fiesta: «No sé exactamente qué es un Estatuto de Aragón, de Joaquín Carbo- de alta sensibilidad que hay que manejar escritor de culto. Quizás es simplemen- nell y Roberto Miranda. con cuidado a la hora del revelado». te no ser demasiado conocido, pero sí Cristina Grande reconoce que viaja apreciado por la crítica y por otros es- «mucho» y que en alguna de esas esca- critores. Yo rindo culto a muchos escri- padas surge la «inspiración». tores, conocidos y menos conocidos: Breve, Cristina Grande Natalia Ginzburg, Katherine Mans- ISBN: 978-84-96911-27-7 Merece la pena dejar que asomen de field, Javier Tomeo, Hilario J. Rodrí- PVP: 12 euros un bolsillo. 9
  • 10. Primavera 2010 Solanar y lucernario de Ramón J. Sender católico donde Sender ofició de cronis- ta sentimental para la juventud bien ca- pitalina, en El Sol pudo respirar un am- biente profundamente liberal. En Solanar y lucernario se recogen los artículos publicados por Ramón J. Sender en el periódico Heraldo de Ara- gón, más el relato «El regreso de Edel- miro». Evoca las tierras, los hombres y mujeres, el habla de Aragón a través de sus recuerdos de antaño. Más allá del costumbrismo, con el estilo directo que le caracteriza, Sender nos ofrece una visión profunda y cordial de lo arago- nés (como demuestra en textos como «Aragón y los aragoneses», «El corra- lito de Chalamera», «Monte Odina» o «Los duendes de Zaidín»), convirtién- dolo en uno de sus libros más cercanos y más sugestivos, por su condición de «memorias informales», de la bibliogra- fía del autor. Es uno de los escritores más fecundos de las letras hispanas de todos los tiempos, diestro en todos los géneros literarios: el ensayo, el cuento, el teatro, la poesía, el artículo periodís- tico y, sobre todo, en la novela –realis- ta, histórica, autobiográfica o simbóli- ca-. Creador de una obra desigual por su volumen y variedad, llena de fuer- za y de rebeldía; comprometida desde el comienzo, que en sus umbrales fue de corte realista y en su final alegóri- ca y simbólica. Entre sus novelas desta- ca Réquiem por un campesino español, un relato sencillo y conmovedor que re- Ramón J. Sender llegó la literatura a España Nueva, El País, Béjar en Ma- construye la vida de Paco el del Molino través de los periódicos y fue autor de drid y La Tribuna, y más tarde del os- en un pueblecito aragonés, hasta el mo- vibrantes crónicas y reportajes. El pál- cense La Tierra. José Sender, por en- mento en el que es fusilado en los co- pito periodístico nunca lo abandonó. tonces secretario de la Cámara Agraria mienzos de la guerra civil por haberse Personal, literaturizado y de un lirismo oscense, le llamó a capítulo y le hizo re- convertido en líder de la lucha social. evocador, entre los años 1970 y 1982, gresar a la capital de Huesca. Crónicas Sender ya no pertenece a ningún si- Sender vuelca en la prensa todo su po- sentimentales, versos en alejandrinos y tio, es solamente nuestro. tencial creativo, evidenciando su talen- runflante rima, reportajes de excursio- Y ahí sigue, esperando más y más to de periodista en libros como Álbum nes pro patria pueden leerse en el pe- lectores, necesitado de reediciones so- de radiografías secretas o Solanar y lu- riódico de la Cámara. Así, en abril de bre todo de sus primeras obras, casi in- cernario aragonés. 1924 se convierte en redactor de El Sol, accesibles. Con apenas quince años comien- periódico en el que dejará excelentes za su fase de aprendizaje literario a tra- muestras de sus progresos literarios en vés de colaboraciones en la prensa del forma, también una vez más, de cróni- Solanar y lucernario aragonés, momento. Serán las planchas de la za- cas, cuentos ―son de especial relevan- Ramón J. Sender ragozana La Crónica de Aragón, del al- cia los publicados a la sazón en Lectu- ISBN: 978-84-96911-26-0 cañizano El Pueblo, de los madrileños ras― y reportajes. PVP: 16 euros A diferencia de La Tierra, periódico 10
  • 11. Primavera 2010 Vendaval de Opio en las nubes I want a trip trip trip Soy Pink Tomate, el gato de Amari- lla. A veces no sé si soy tomate o gato. En todo caso a veces me parece que soy un gato que le gustan los tomates o más bien un tomate con cara de gato. O algo así. Me gusta el olor a vodka con las flo- res. Me gusta ese olor en las mañanas cuando Amarilla llega de una fiesta lle- na de sudores y humos y me dice hola Pînk y yo me digo mierda, esta Ama- rilla es cosa seria, nunca duerme, nun- ca come, nunca descansa, qué vaina, qué cosa tan seria. Claro que a veces me desespera cuando llega con la no- che entre sus manos, con la desespera- ción en su boca y entonces se sienta en el sofá, me riega un poco de ceniza en el pelo, qué cosa tan seria, y empieza Opio en las nubes es la única nove- po que se debaten entre la irreverencia a cantar alguna canción triste, algo así la publicada en vida por el escritor co- frente a lo normativo, horror cotidiano, como I want a trip trip trip como para lombiano Rafael Chaparro Madiedo y el desencanto y el vacío. Reconocido poder resistir la mañana o para termi- ganadora del Premio Nacional de Lite- no sólo por el premio nacional sino por nar de joderla trip trip trip. ratura en 1992, en la línea de autores su participación en diversos proyectos como Gonzalo Arango y sobre todo culturales, entre los cuales se destacó Mierda, los días con amarilla son Andrés Caicedo, el autor refleja una el programa lúdico y crítico Zoociedad algo serio. Voy a intentar hacer un hora- época y una manera de vivir su ciudad ―de gran audiencia entre los televiden- rio de esos días llenos de sol, esos días (Bogotá). tes―, Rafael Chaparro Madiedo definía un poco rotos, raros, llenos de humo, Recurriendo a la poesía, el teatro y el a su generación mostrando el espíritu un poco llenos de café negro. Voy a flujo de conciencia y muy influenciado de su época con estas palabras: «Yo soy hablar en presente porque para noso- por obras como Nadja de André Bre- de la cultura de aguardiente y mula, yo tros los gatos no existe pasado. O bue- ton y Desayuno en Tiffany’s de Truman soy de cocacola, aspirina y neón». no, sí existe, lo que pasa es que lo igno- Capote, Chaparro recurre a tres narra- La novela fue considerada por el ju- ramos. En cuanto al futuro nos parece dores para contar la historia de sus per- rado como la que venía a refrescar la pura y física mierda. Sólo existe el pre- sonajes, todos marcados por la dro- narrativa colombiana marcada por el sente y punto. El presente es ya, es un ga, la música rock, el sexo y la derrota macondismo y las tendencias del boom techo, una calle, una lata de cerveza va- como forma de vida. Si bien ignorado narrativo latinoamericano, al expresar la cía, es la lluvia que cae en la noche, es por la crítica en un comienzo Opio ha crisis de unas generaciones, la sensibili- un avión que pasa y hace vibrar las flo- alcanzado el estatus de libro de culto y dad desencantada de la época y la bús- res que Amarilla ha puesto en el flore- es objeto de discusión en un buen nú- queda de nuevos lenguajes capaces de ro, el presente es el cielo azul, es una mero de foros en internet. sugerir, como, en este caso, que la vida gata a la que le digo eres cosa seria y ella El libro incursiona en la experimen- está llena de «mucha heroína, mucho al- me responde sí, soy cosa seria, mierda tación con el lenguaje, lo que lleva a una cohol» y sobre todo «mucha tristeza». el presente es un poco de whisky con narración psicodélica, rápida, relaciona- Opio en las nubes tiene la virtud, sea flores, es esa canción con café negro, da con el lenguaje cinematográfico, con por defecto o exceso, de no reducirnos es ese ritmo con olor a tomates, ocho el montaje y con el funcionamiento del a la indiferencia, de retratar lo sucio sin de la mañana, techos grises, téticas con cerebro. La creación de imágenes fuer- poses: los males que azotan al vulgo y pecas, nada qué hacer I want a trip trip tes y surreales se mezcla con la perso- al que no se cree vulgo por igual, de evi- trip mierda, qué cosa tan seria. nalidad de sus narradores, a la manera denciar infiernos personales entre dro- de la narrativa de William Burroughs y gas y ganas de morir . Opio en las nubes, Rafael Cha- la poesía de Allen Ginsberg. Opio en las nubes es una obra de parro En la novela el mundo subterráneo una gran intesidad y un ritmo exorbi- Premio nacional de literatura. obedece a una pesquisa y a una conti- tante. El humo, la música, la noche, las ISBN: 978-84-96911-19-2 nua vivencia de la ciudad y de su tiem- calles acampan entre letras. PVP: 18 euros. 11