Este poema de Jorge Luis Borges describe la amistad como una mano que apoya la fatiga de otra, haciendo que el cansancio disminuya y el camino sea más llevadero. Compara al amigo sincero con elementos sencillos pero esenciales como el pan, el sol y las hormigas. Finalmente, dice que la amistad es una gran riqueza y dulce compañía que ilumina las noches interiores y crece en medio de alegrías y dolores.