1. Había una vez una isla donde vivían todos
los sentimientos y los valores de los
hombres:
el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... y
todos los demás, incluido el Amor.
2. Un día anunciaron a los sentimientos que
la isla iba a hundirse. Entonces,
prepararon todas las naves y partieron.
Sólo el Amor quiso esperar hasta el
último momento.
Cuando la isla estaba a punto de
hundirse, el Amor se decidió a pedir
ayuda.
3. La Riqueza pasó al lado del Amor en una
barca muy lujosa y el Amor le dijo:
“Riqueza, ¿puedes llevarme contigo?”
“No puedo, mi barca está llena de oro y
plata y no hay sitio para ti”
4. Entonces el Amor decidió pedir ayuda al
Orgullo, que pasaba en un magnífico yate:
“Orgullo, por favor, ¿puedes llevarme
contigo?”
“No te puedo ayudar, Amor...” -respondió el
Orgullo- “Aquí todo es perfecto y podrías
arruinar mi barco”.
5. Entonces el Amor pidió ayuda a la
Tristeza, que pasaba a su lado:
“Tristeza, déjame ir contigo”.
“Oh Amor... estoy tan triste que necesito
estar sola”.
6. También el Buen Humor pasó al lado
del Amor, pero estaba tan contento que
no oyó que le estaba llamando.
7. De repente, una voz dijo:
“Ven, Amor, te puedo llevar conmigo”.
Era un viejo quien había hablado.
El amor se sintió tan agradecido y tan
lleno de alegría que se le olvidó
preguntar el nombre al viejo. Cuando
llegaron a tierra firme, el viejo se
marchó.
8. El Amor se dio cuenta de cuánto debía al
viejo y preguntó a la Sabiduría:
“Sabiduría, ¿puedes decirme quién me
ha ayudado?”
“Ha sido el Tiempo” –respondió la
Sabiduría-.
9. “¿El Tiempo?” –se preguntó el Amor-.
“A qué se debe que el Tiempo me haya
ayudado”
La Sabiduría, llena de saber, respondió:
“Porque sólo el Tiempo es capaz de
comprender en qué medida el Amor es
importante en la vida”.
10. Envía este mensaje a tus amigos para que
comprendan en qué medida son importantes para ti.