2. Provoca una mayor inseguridad a la víctima
La expansión de la agresión llega a límites mayores (que el acoso escolar
puesto que permite la agresión sea vista por un mayor número de personas,
por lo que también la humillación personal de la víctima es más profunda y
considerable).
Creación de conciencias malévolas y carentes de empatía, sobre todo en el
caso del testigo por el conocimiento y aceptación de casos de ciberacoso y el
mantenimiento de su silencio
El ciberacosador se siente en una posición de poder desde el anonimato que se percibe
mientras se está “en línea”. Durante todo ese tiempo va recopilando toda la información
posible acerca de su víctima, fundamentalmente en aquellos aspectos que forman parte de
su vida privada y de sus movimientos en la Red. Una vez obtenida dicha información, es
cuando el acosador inicia su proceso de acoso
4. Ciberbullying
Es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales
como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería
instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios
para acosar a un individuo o grupo, implica un daño recurrente y repetitivo
infligido a través del medio del texto electrónico.
Puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha
dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente.
Puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas
peyorativas
5. Ciberbullying / Bullying
No son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre
iguales pero poco más tienen que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying
atiende a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de
abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el
bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que el ciberbullying
pueda acabar también en una situación de bullying, pero desde luego esto último
sí que es poco probable.
6. Prevenir el bullying o ciberbullying
>_<
Documentar y registrar las agresiones de que se es
objeto desde el inicio.
Hacer públicas las agresiones que se reciben en la
intimidad y en secreto y comunicarlas a compañeros,
asesores, pareja, amigos y familiares.
Desactivarse emocionalmente: evitar reaccionar ante
los ataques.
Controlar y canalizar la ira y el resentimiento (la ira es
la aliada del acosador): evitar explosiones de ira.
Hacer frente al acoso: el afrontamiento hace recular al
hostigador, que es cobarde en el fondo.
Dar respuesta a las calumnias y críticas destructivas
con asertividad (sin pasividad ni agresividad).
Permitirse llorar por el daño propio.
Perdonar al acosador como forma de liberación final
Proteger los datos, documentos y archivos del propios y
guardar todo bajo llave, desconfiando de las
capacidades manipulativas de los hostigadores.
Evitar el aislamiento social: salir hacia afuera y
afrontar socialmente la situación del acoso.
Rechazar la inculpación sin aceptación ni justificación
mediante la introyección de la culpabilidad.
No intentar convencer o cambiar al hostigador.
No caer en la inhibición: Contar a otros el acoso.
Hablar del tema del acoso, comunicarlo, escribirlo,
relatarlo, etc.
Solicitar desde el principio asesoramiento psicológico
especializado.
Solicitar consejo legal para hacer valer y defender los
derechos propios.
Desarrollar la autoestima autónoma como vacuna
contra el acoso.
Desarrollar el poder curativo del humor.