Los videojuegos pueden ser máquinas de aprendizaje efectivas si se diseñan correctamente. El autor describe tres principios clave de aprendizaje en los mejores videojuegos: 1) empoderan a los jugadores al darles control y responsabilidad; 2) requieren que los jugadores resuelvan problemas de manera creativa; y 3) ayudan a los jugadores a comprender conceptos complejos a través de la experiencia.