El Protocolo de Kioto es un acuerdo internacional adoptado en 1997 con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5.2% para los países desarrollados entre 2008-2012 respecto a los niveles de 1990. Más de 140 países lo han ratificado, comprometiéndose a limitar sus emisiones a través de mecanismos como cuotas de carbono y proyectos de desarrollo limpio. Estados Unidos no lo ha ratificado.
1. QUÉ ES EL PROTOCOLO DE KIOTO?
Es un pacto al que llegaron los gobiernos en la conferencia de las Naciones Unidas celebrada en
Kioto, Japón, en 1997 para reducir la cantidad de gases emitidos por los países desarrollados -
los grandes emisores- en un 5,2 por ciento respecto a los niveles registrados en 1990 durante el
período de cinco años comprendido entre 2008 y 2012. Un total de 141 naciones han ratificado
el pacto, de acuerdo a los datos de las Naciones Unidas. El protocolo de Kioto será legalmente
vinculante para los países que lo han ratificado a partir del 16 de febrero después de que se
hayan cumplido dos condiciones: el respaldo de al menos 55 países y que estos países
representen al menos el 55 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de los países
desarrollados. La segunda condición se vio cumplida en noviembre de 2004 cuando Rusia ratificó
el protocolo y actualmente los países que lo respaldan representan el 61,6 por ciento de las
emisiones. Estados Unidos, el mayor contaminador mundial, no ha ratificado el tratado alegando
que el protocolo de Kioto es demasiado caro y omite equivocadamente a algunas naciones en
vías de desarrollo. De ahí que haya voces disidentes al protocolo como la de Philip Stott de la
Universidad de Londres (ver entrevista en la BBC).
¿CÓMO SE ASEGURARÁ SU CUMPLIMIENTO?
A través de un acuerdo alcanzado el año 2001 por los ministros de medioambiente en Alemania,
los países que excedan las cuotas marcadas como objetivo en 2012 deberán cumplir con los
recortes y un 30 por ciento más en un segundo período a partir de 2013. Los países rechazaron
la idea.
¿QUÉ PROVOCA EL EFECTO INVERNADERO?
Los gases responsables del llamado "efecto invernadero" provocan el calentamiento de la
atmósfera terrestre, con una subida de temperatura de más de 0.6° C desde los últimos años
del siglo XIX. Uno de los principales responsables es el dióxido de carbono (CO2), la mayoría
del cual procede del consumo de combustibles fósiles. El protocolo también llama la atención
sobre el metano (CH4), procedente en su mayoría de la agricultura, y sobre el óxido nítrico
(N2O), empleado en su mayoría en fertilizantes. Tres gases industriales empleados en diversas
aplicaciones, como refrigerantes, conductores del calor y aislantes, también están incluidos: son
el carbón hidrofluorico (HFC), el carbón perfluorico (PFC) y el sulfuro hexafluorico (SF6).
(ver guía animada del efecto invernadero).
COMO OBEDECERÁN LOS PAÍSES?
La Unión Europea estableció un nuevo mercado en enero de 2005 en el cual cerca de 12.000
industrias y centrales eléctricas recibirán cuotas de dióxido de carbono. Si estas industrias
superan sus cuotas pueden ampliarlas en el mercado o pagar una sanción financiera; si por el
contrario no llegan a cubrir la cuota, podrán vender el excedente. Actualmente los precios en la
Unión Europea están aproximadamente en los 7,2 euros por tonelada.
2. ¿QUÉ SON LAS EMISIONES TRANSABLES?
El protocolo proporciona otros "mecanismos flexibles" - permitiendo a los países alcanzar los
objetivos sin reducir las emisiones nacionales. Estos incluyen el "mecanismo de desarrollo
limpio", con el cual los países desarrollados pueden obtener créditos para compensar sus
objetivos construyendo tecnologías respetuosas con el medio ambiente, como aquellas que
emplean la energía solar, en los países menos desarrollados. Los países también pueden
reclamar créditos para la plantación de árboles en el tercer mundo que "absorban" el dióxido de
carbono. (ver artículo de la BBC sobre el mercado del CO2).
Un objetivo importante de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (UNFCCC) es la estabilización de las concentraciones de los gases de efecto
invernadero en la atmósfera, a un nivel que no implique una interferencia peligrosa con el
sistema climático, y que permita un desarrollo sostenible. Como las actividades
relacionadas con la energía (procesado, transformación, consumo...) representan el 80%
de las emisiones de CO2 a escala mundial, la energía es clave en el cambio climático.
Dentro de la Convención Marco UNFCCC se ha desarrollado el Protocolo de Kioto.
El objetivo del Protocolo de Kioto es reducir en un 5,2% las emisiones de gases de efecto
invernadero en el mundo, con relación a los niveles de 1990, durante el periodo 2008-
2012. Es el principal instrumento internacional para hacer frente al cambio climático. Con
ese fin, el Protocolo contiene objetivos para que los países industrializados reduzcan las
emisiones de los seis gases de efecto invernadero originados por las actividades
humanas: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O),
hidrofluorcarbonos (HFC), perfluorcarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
Entre las actividades a las que se exige que reduzcan sus emisiones, se encuentran la
generación de electricidad, el refino de hidrocarburos, las coquerías, la calcinación o
sinterización de minerales metálicos, la producción de arrabio o de acero, la fabricación
de cemento y cal, la fabricación de vidrio, la fabricación de productos cerámicos y la
fabricación de papel y cartón. Sin embargo, no se encuentran reguladas por el Protocolo
las emisiones procedentes del sector del transporte y del sector residencial, que son
considerados como sectores difusos.
Este Protocolo fue firmado en Diciembre de 1997 dentro de la Convención Marco sobre
Cambio Climático de la ONU (UNFCCC). Para que el acuerdo entrase en vigor, ha sido
necesario que 55 naciones que representan el 55% del total mundial de las emisiones de
gases de efecto invernadero lo hayan ratificado. En la actualidad 164 países lo han
ratificado o aceptado, lo que supone más del 61% de las emisiones, según datos de la
UNFCCC. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación
por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004.
El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó, por lo que su adhesión
solo fue simbólica hasta el año 2001, en que se retiró del mismo, no porque no
compartiese su idea de fondo de reducir las emisiones, sino porque considera que la
aplicación del Protocolo es ineficiente e injusta al involucrar sólo a los países
industrializados y excluir de las restricciones a algunos de los mayores emisores de gases
en vías de desarrollo (China e India en particular), lo cual considera que perjudicaría
gravemente la economía estadounidense. Otros países que tampoco lo han ratificado son
Australia, Croacia y Kazahastan.
3. Normativa medioambiental de la Unión Europea
ANEXO A DEL PROTOCOLO DE KIOTO
Gases de efecto invernadero
Dióxido de carbono CO2
Metano CH4
Óxido nitroso N2O
Hidrofluorocarbonos HFC
Perfluorocarbonos PFC
Hexafluoruro de azufre SF6
Sectores/categorías de fuentes
Energía
Quema de combustible
Industrias de energía.
Industria manufacturera y construcción.
Transporte.
Otros sectores.
Otros.
Emisiones fugitivas de combustibles
Combustibles sólidos.
Petróleo y gas natural.
Otros.
Procesos industriales
Productos minerales.
Industria química.
Producción de metales.
Otra producción.
Producción de halocarbonos y hexafluoruro de azufre.
Consumo de halocarbonos y hexafluoruro de azufre.
Otros.
Utilización de disolventes y otros productos
Agricultura
Fermentación entérica.
Aprovechamiento del estiércol.
Cultivo del arroz.
Suelos agrícolas.
Quema prescrita de sabanas.
Quema en el campo de residuos agrícolas.
Otros.