2. EL CAMBIO CLIMÁTICOY LOS
ACUERDOS INTERNACIONALES
• El cambio climático es uno de los principales problemas ambientales al que debe
enfrentarse la humanidad, con significativas y crecientes repercusiones sociales y
económicas. El origen del cambio climático se encuentra en la emisión masiva a la
atmósfera de los denominados gases de efecto invernadero (GEI). El Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU estima que es muy
probable que la principal causa de las variaciones climáticas observadas en las
últimas décadas sea las emisiones antropogénicas (es decir, causadas por las
actividades humanas).
3. • Se caracteriza por ser un problema de carácter global, exponencial y
persistente. Es global porque más allá de los primeros impactos ambientales
que afectaban sólo a áreas locales o regionales, el cambio climático afecta a
todo el planeta (Tabla 3-1). El carácter exponencial hace referencia a la
rapidez con la que se está produciendo y desarrollando, en concordancia con
la intensidad de las actividades humanas y las emisiones que producen.
Finalmente, se trata de un hecho persistente debido a que, aún poniendo
remedio al problema hoy, los GEI tardarían muchas décadas en desaparecer
de la atmósfera.
4.
5. • Efecto invernadero Se denomina efecto invernadero a la absorción por
la atmósfera terrestre de las radiaciones infrarrojas emitidas por la
superficie de la Tierra al calentarse por la radiación solar, impidiendo que
se escape el calor al espacio exterior, aumentando, por tanto, la
temperatura media del planeta. Es decir, se evita que el calor del sol
recibido en la Tierra vuelva al espacio, produciendo a escala planetaria un
efecto similar al observado en un invernadero.
6. Protocolo de Kioto
• Debido a los efectos del cambio climático, durante el último tercio del siglo XX se
tomó conciencia a nivel internacional del peligro que suponía y de la necesidad de
adoptar medidas para evitar el calentamiento del planeta. En 1988 se creó el
Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Dos años después,
este grupo publicó su primera evaluación basada en estudios de 400 científicos
donde se advertía a la comunidad internacional de un problema real que estaba
modificando las condiciones de nuestro planeta, en él se apuntaba la necesidad de
reducir las emisiones GEI entre un 60-80% respecto de los niveles de 1990. Gracias
a este organismo, los gobiernos pusieron en marcha la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, punto de partida del conocido como
Protocolo de Kioto.
7. • El Protocolo de Kioto, basándose en los principios de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, es el acuerdo por el que en
1997 los países industrializados se comprometían a reducir sus emisiones de
GEI
• El Protocolo de Kioto entró en vigor en 2005, adoptando finalmente los países
industrializados el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero en un 5,2% antes de 2012 respecto a los niveles de 1990. Los
países menos desarrollados se comprometían, en principio, únicamente a
realizar un inventario de todas sus emisiones de GEI.
• Los países adheridos al Protocolo de Kioto se comprometieron a alcanzar
diferentes objetivos, en algunos casos de reducción (como es el caso de Japón
del 6%), en otros de estabilización (como es el caso de Rusia) o de incremento
limitado (Australia). La UE, en conjunto, se comprometió a reducir las
emisiones en un 8% para el 2012. El reparto entre los Estados miembros de la
UE se basó en criterios como el PIB y la población de cada Estado miembro,
quedando España comprometida a no aumentar sus emisiones por encima del
15% respecto de los niveles de 1990
8. • La solidez de este pacto se vio mermada debido a la retirada de Estados Unidos de
los países firmantes. En 2001, tras haber firmado en un primer momento, EEUU
argumentó no estar de acuerdo con ciertas condiciones del Protocolo de Kioto
acerca de las emisiones de países en desarrollo, y dejó el tratado sin el mayor
emisor de GEI del mundo, lo cual comprometió seriamente la confianza en el
pacto.
9. Un país, que tenga dificultades para cumplir con el objetivo de emisiones a través de actuaciones propias,
puede recurrir a los mecanismos de flexibilidad incluidos en el Protocolo de Kioto. Estos mecanismos son los
siguientes:
• Comercio de derechos de emisión. Un derecho de emisión es una licencia que se obtiene para poder emitir
una tonelada de CO2. Los países industrializados, incluidos en el Anexo I del Protocolo de Kioto, reparten
derechos de emisión entre los sectores y empresas afectados por las emisiones de CO2 según sus objetivos
de reducción de emisiones. El comercio de derechos de emisión es el mecanismo por el cual los agentes
afectados pueden comprar y vender derechos de emisión con la finalidad de cumplir sus compromisos de
emisiones en el periodo estipulado. Puede realizarse a nivel doméstico o a nivel regional (conjunto de
países participantes en el Protocolo de Kioto).
• Mecanismo de desarrollo limpio (MDL). Permite obtener reducciones certificadas de emisiones (RCE),
equivalentes a obtener derechos de emisión, a cambio de realizar inversiones en proyectos que rebajen el
nivel de emisiones en países en vías de desarrollo. Estos proyectos pueden ser inversiones en tecnologías
limpias o en sumideros (bosques y tierras de cultivo que absorben el CO2). La adquisición de RCE, al igual
que de derechos de emisión, permiten cumplir el objetivo de reducción de emisiones.
10. • Aplicación conjunta (AC). Este mecanismo es similar al anterior.
Permite a un país industrializado invertir en otro país también
industrializado en la ejecución de un proyecto encaminado a reducir las
emisiones de GEI o a incrementar la absorción por los sumideros. Las
certificaciones obtenidas a través de inversiones en proyectos de
Acción Conjunta, denominadas unidades de reducción de emisiones
(URE), también permiten cumplir con los compromisos de emisiones
como si de un derecho de emisión de CO2 se tratase.
• Fondo de adaptación. El objetivo del Protocolo de Kioto, al igual que el
de la Convención de Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático, es ayudar a los países a adaptarse a los efectos del cambio
climático. Por tanto, se busca ayudar a los países en la creación de
modelos que ayuden a aumentar la recuperación tras posibles impactos
derivados del cambio climático. Buscando este fin, se estableció un
fondo de adaptación en el Protocolo de Kioto que buscaba financiar
proyectos o programas de esta índole a los países firmantes, haciendo
uso de los ingresos resultantes de las actividades del Mecanismo para
un Desarrollo Limpio y de otros ingresos generados.
11. El acuerdo de Copenhague
• La vigencia del Protocolo de Kioto finalizó en 2012, por lo que desde la 13ª
Conferencia de las Partes (COP 13) de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático celebrada en Bali en 2007, se ha estado trabajando para
alcanzar un acuerdo internacional que fijara un marco que lo sustituyera.
Utilizando la hoja de ruta fijada en Bali, se negoció intensamente durante dos años
con el objetivo de alcanzar en diciembre de 2009, en la decimoquinta (COP 15)
celebrada en Copenhague, un ambicioso acuerdo internacional de lucha contra el
cambio climático. A pesar de las altísimas expectativas generadas, el documento
que surgió de la reunión de alto nivel no recibió una valoración muy positiva, ya
que no permitió alcanzar un acuerdo legalmente vinculante de reducción de
emisiones para después de los objetivos establecidos para 2012.
12.
13. • Entre los aspectos positivos del Acuerdo de Copenhague destaca el
reconocimiento de la necesidad de limitar el incremento en la temperatura
global a 2o C y de alcanzar un techo de emisiones global y por países lo antes
posible. Se estableció la necesidad de estas fuertes reducciones de las
emisiones mundiales basándose en el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC.
Aun así, actualmente las reducciones están lejos de este objetivo, el tope por
el que los científicos dan una probabilidad razonable de evitar los peores
impactos del cambio climático.
• Además, cabe destacar que se suscribieron al Acuerdo gran parte de los
países, representando el 80% de las emisiones de gases de efecto
invernadero globales, y que los países en vías de desarrollo adoptaron un
papel activo en las negociaciones adquiriendo compromisos, aunque
modestos, en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
14. • Una de las mayores contribuciones del Acuerdo de Copenhague se enmarca en el
ámbito de la financiación, con el compromiso de los países desarrollados de
proveer recursos por valor de 30 mil M$ en el periodo 2010-2012 para financiar
actuaciones de adaptación y mitigación del cambio climático en países en vías de
desarrollo. También se comprometieron a movilizar conjuntamente 100 mil M$
anuales en 2020 con el objetivo de satisfacer las necesidades de los países en vías
de desarrollo, especialmente los menos desarrollados. Para movilizar la
financiación prometida, se acordó la creación de un grupo de trabajo en Naciones
Unidas para estudiar posibles fuentes de ingresos.
• A pesar de estos elementos positivos, el Acuerdo de Copenhague adoleció de
importantes debilidades. Los principales países en desarrollo, como China o India,
no aceptaron medición, información y verificación de sus emisiones por terceros.
Tampoco se detallaron los instrumentos para repartir y poner a disposición de los
países en desarrollo la financiación comprometida. Sin embargo, la más
destacable fue la falta de objetivos cuantitativos vinculantes jurídicamente, lo que
se introduce como un elemento negativo de cara a la realización de las inversiones
en el ámbito de la mitigación del cambio climático (energías renovables, nuclear,
etc.), ya que no se ofrecen señales claras a las empresas sobre el compromiso
global en esta materia.
15. • El Acuerdo de Copenhague fijó
enero de 2010 como fecha límite
para que los países que se
adhirieron enviaran sus objetivos
de reducción de emisiones a la
Convención Marco de Naciones
sobre el Cambio Climático.